lunes, 31 de julio de 2017

LOS ESPECTÁCULOS EN ESP Y GLD.

LOS ESPECTÁCULOS EN ESP Y GLD.

          GLD es una película espectacular, y gran base de su éxito se basa precisamente en la extraordinaria puesta en escena de estos espectáculos romanos. ESP es más modesta, modestísima en este sentido  cuanto a espectacularidad y a los espectáculos romanos.
          
       Es claro que una y otra película tienen rumbos e historias diferentes y hasta divergentes. ESP hace énfasis en la lucha de un esclavo, gladiador también, sí, pero, y como ha pasado a la historia, un esclavo liberador de la explotación y su condición servil. Es además un personaje histórico y reivindicado por corrientes  e ideas progresistas.
GLD, como su propio nombre indica, nos habla de un personaje ficticio, no es real ni histórico, aunque se pueden buscar referencias, que de hecho las hay, con algún personaje histórico con el que vincularlo.
Pero también es cierto que estamos ante películas de género, el peplum, y en éste ha de incluirse una casi obligada alusión y recreación al mundo de los crueles espectáculos romanos.
En esto acierta GLD., pues presenta de forma escalonada y perfecta una sucesión de luchas de gladiadores realizadas a lo largo de la narración, a cuál más emocionante. En cambio, ESP debe contentarse con la primera parte, extraordinaria primera parte, que transcurre en la famosa escuela de gladiadores de Capua, de donde parece que surgió realmente dicha revuelta.
          
EL COMBATE GLADIATORIO ENTRE ESPARTACO Y DRAGBA
       
       El espectáculo gladiatorio en ESP carece de la grandeza y majestuosidad que presenta en GLD y , en general, en los peplum del género. ESP ha prescindido de ellos. En su lugar nos ofrece como potente compensación, y a la que asistimos como si fuéramos parte del público de un anfiteatro romano, nos ofrece la famosa revuelta de los esclavos contra sus amos en la escuela de Capua.
          Porque espectáculo gladiatorio propiamente dicho sólo se nos ofrece la lucha singular que le tiene que ofrecer el lanista Batiato a los protegidos de Craso, Glabro y su prometida, a instancias, parece ser, de esta y su malévola amiga.
         Como tal espectáculo, es tenso, mantiene el dramatismo y la atención del espectador, pero, sobre todo, su inesperado final, cuando Dragba renuncia a rematar a Espartaco y se enfrenta a Craso y los frívolos patricios. En realidad el director nos ha querido demostrar con esta única secuencia de lance gladiatorio lo cruel y deshumanizado que se ha vuelto la sociedad y el ocio en el mundo antiguo.
Por lo tanto, frente a la grandiosidad de la reconstrucción de un anfiteatro, como un buen peplum reclamaba, ESP opta por la modesta exhibición de prueba en la misma escuela de entrenamiento.
GLD en cambio muestra músculo cuando tiene que exhibir las escenas de lucha. Son crudas, sangrientas, crueles también, como las de ESP, pero no condensan como en ESP el rechazo de fondo a este entretenimiento criminal.


LA GRANDIOSIDAD DE LOS LUDI CIRCENSES EN GLD.

       Al contrario, GLD no busca, salvo en el caso de “¿Os habéis divertido?”, un claro guiño a ESP., no busca un enfoque crítico de la sociedad romana por el éxito que tenían las peleas entre seres humanos. Es más, GLD contribuye a magnificar el espectáculo, a realzar sus proporciones,ofreciendo extraordinarias vistas aéreas del Coliseo, mostrando su estructura, el velarium, el graderío, la arena con insospechadas metas de circo, todo en una fastuosa visión.

       Nos muestra la fastuosidad de dichos espectáculos, y los exhibe extraordinariamente, no hay más que recordar la recreación de la batalla de Zama, con amazonas, que también las había, aguerridas mujeres gladiadoras, persecuciones de carros y a caballo. O la última lucha en el anfiteatro, una recuperación de la venatio o venationes, esto es, la exhibición de fieras salvajes de todo tipo que había en los anfiteatros de todo el  mundo romano.

LA VENATIO
       Imaginamos que los guionistas se hayan documentado lo suficiente para recrear lo que podía ser lo más parecido a una venatio en el antiguo mundo romano. En los anfiteatros, junto con las luchas de gladiadores, también había enfrentamientos entre fieras salvajes y cazadores, las llamadas venationes. GLD, intenta a superar, en esto como en otras cosas, a los  peplum del género, y nos hace un demostración de estas venationes, con la presencia de tigres amarrados con cadenas que suben desde los fosos de la arena en grúas y saltan al escenario para dar más emoción  también.
       El público ruge de placer y emoción ante la aparición  del primero de estos felinos sobre la arena.
(Parece ser que en la propia filmación hubo algún peligro que corrió el mismo Russell Crowe con estos lindos gatitos).
       Dejando esto de lado, la emoción de la última lucha de Máximo en el Coliseo alcanza su más alto grado, si descontamos la escena final contra el trastornado Cómodo. Mientras tiene que habérselas con el afamado Atis de la Galia, ha de sortear también las feroces garras y mandíbulas batientes de los tigres veteados.

       Pura emoción y puro espectáculo, por lo tanto, es lo que nos brinda GLD frente a una en este sentido modesta recración de los juegos que se nos ofrece en ESP.

domingo, 30 de julio de 2017

LAS VISIONES EN GLADIATOR Y ESPARTACO

DELIRIOS ONÍRICOS EN GLADIATOR Y ESPARTACO.

La visión piadosa se conjuga bien con las imágenes oníricas del más allá que salpican todo  Gladiator. Sin embargo, en Espartaco esta visión religiosa es sustituida por una visión laica y utópica, que sitúa los anhelos del hombre en el futuro, en un futuro quizás igual de inexistente que las visiones religiosas del más allá de Máximo

Una de las secuencias más llamativas de Gladiator en la del viaje de Máximo en una camilla, una vez capturado por los tratantes de esclavos en su villa de Emérita Augusta. El viaje de la caravana de esclavos se dirigirá hacia el norte de África, provincia romana. Supone un cambio abrupto de paisaje, desde los helados y fríos bosques germanos de Centroeuropa a las desérticas y calurosas arenas del norte de África.
Máximo, malherido por el lance con la guardia pretoriana cuando escapa de Germania,  agotado por el infatigable cabalgada desde allí hasta su villa en Hispania, exhausto anímicamente ante la muerte de su familia, cae sin fuerzas y desfallecido después de darles digna sepultura. Sólo entonces se lo ha podido permitir su devoción familiar.
Lo siguiente que oímos en el film son unas voces extrañas hablando entre sí, y vemos que unos desconocidos, al ritmo de una música de ritmos orientales, lo recogen de su estado postrado y lo suben a su caravana.

LAS VISIONES
Debido a su estado, Máximo viaja acostado en una camilla tirada por algún animal, en una profunda inconsciencia. De su estado letárgico parece despertar de vez en cuando, pero lo que ve o lo que su mente proyecta son una mezcla de retazos de realidad con visiones delirantes del más allá o proyecciones oníricas. En este delirio se mezclan imágenes sombrías del más allá con las risas histéricas de las hienas que van en la caravana, o la imagen del númida acercándosele a su cuerpo y poniéndole un empastre casero en la herida, cataplasma mágica que ya deberían incorporar los servicios públicos y privados de salud a la hora de restañar notablemente heridas y tajos feos y profundos como los que lleva Máximo en su maltrecho cuerpo.
a estas visiones inconexas y casi psicodélicas, se le une la visión casi astral de la figura yacente de Máximo sobrevolando los días de travesía de la caravana que lo lleva prisionero, como si realizara un viaje astral por encima de los polvorientos caminos y los delirios de su mente. Es como si el propio Máximo se despojara de su yo fisico y se viera desde fuera realizando lo que parece un viaje astral, cuando se trata de la ruta que hace la caravana desde que lo recogen hasta el norte de África, su lugar de destino.
El mundo del más allá siempre se distingue a lo largo de toda la película porque es representado con tonos grises y sombríos. El más allá, tal como aparece en las visiones de Máximo y los gionistas han querido representar, tiene algo que ver con aquella ancestral llanura de asfódelos de los antiguos indoeuropeos.

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el viaje "astral" de Máximo.

LA LLANURA DE ASFÓDELOS.
Sólo que aquí el campo de asfódelos y esa llanura propicia para el pasto de caballos y rebaños es sustituida por una visión más asentada y campestr, pues la llanura se ha convertido ahora en un extenso campo de rubios y fértiles espigas de trigo cargadas de espigas. Por ellas mismas Máximo va caminando acariciando con la palma de su mano las rubias cabezas de las espigas. 
En otro momento estas imágenes de paz, tranquilidad y armonía, se unen a la ubicación real de su villa en Emérita,  así vemos que los trigales se elevan hasta una colina donde se encuentra la villa del general, rodeada de altos y espigados cipreses, y salpicada aquí y allá de sus labriegos.
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Máximo acaricia el dorado y anhelado campo de trigo.

El más allá presenta estas mismas imágenes, pero ya no bañadas por el sol, sino cono tonos grieses y sombríos, como correspondería a la visión mayoritaria que los antiguos tenían de esa vida mas allá de la muerte. La imaginaban en sombras, con personajes exangües, sin vida. La película no se retrae a estas visiones que corresponden a épocas más arcaicas del mundo antiguo, y mezcla en ese más allá unas ideas de bienestar y armonía, aunque sombrías, que quizás se puedan entender en las corrientes que ya desde antiguo, pero con mayor fuerza en la época del imperio romano, fluctuaban entre las conciencias de las gentes de esa época.

Los tonos sombríos con que se dibuja el Más Allá en Gladiator

Imagen relacionada
Máximo acaricia las sombrías espigas del Más Allá.


LOS DORADOS CAMPOS ELÍSEOS
Algo parecido ocurre en la arenga que dirige Máximo a su caballería en los momentos previos a entrar en batalla. "Si os veis cabalgando ..., estaréis en el Elíseo y ya habréis muerto". Aquí el más allá de los guerreros mantiene la visión de los prados y las llanuras doradas, por las que los que han muerto siguen cabalgando felices bañados por una luz solar completa.

LAS ARENGAS DE MÁXIMO Y ESPARTACO.
Vista esta arenga de Máximo a sus tropas, podemos compararlas con la que dirige Espartaco en algún momento del film. Y volvemos a lo comentado en otros momentos, en Espartaco no hay lugar para el más allá, ni siquiera por mor de la contextualización histórica. Si ya en Gladiator vemos desde las primeras imágenes de la película esa imagen idílica y con tintes oníricos del campo de trigales, campo que luego iremos viendo como se termina confundiendo con la imagen piadosa que tiene el romano del más allá, en Espartaco nada podemos ver de esto.
Espartaco, en todo caso, presenta una moral laica que ha borrado casi por completo cualquier referencia al mundo religioso. En su lugar, aparece una utopía social, utopía cargada, igualmente, de tintes piadosos y fraternales, pero que comulga con la sensibilidad laica del público espectador y busca su complicidad.
Los anhelos, pasiones, ideales sociales de Espartaco son anhelos sociales, la liberación de la esclavitud y la búsqueda de una sociedad justa y emancipadora. Y en ello se completa y satisface cualquier otro tipo de necesidad espiritual o del más allá. En Gladiator sus ideales son más contextualizados y respetuosos con el trasfondo históricos, los anhelos y pasiones del personaje principal se centran en su familia y en un lugar donde habita la paz y el amor, y la fidelidad a sus antepasados. Ahora bien, no quiere decir que este ámbito en el que se mueve carezca de universalidad, al contrario, llega a ser tan humano o más que el mensaje revolucionario y atemporal de Espartaco.

Por lo tanto, esta visión piadosa se conjuga bien con las imágenes oníricas del más allá que salpican todo Gladiator. Sin embargo, en Espartaco esta visión religiosa es sustituida por una visión laica y utópica, que sitúa los anhelos del hombre en el futuro, en un futuro quizás igual de inexistente que las visiones religiosas del más allá de Máximo.

P.D. 
Esta imagen que aparece desde el principio del film, la de la mano de, suponemos, Máximo acariciando las espigas doradas de un soleado campo de cereales la encontramos también en la épica histórica de 300.
El campo de cereales bañado por el sol tiene aquí también un significado de Arcadia perdida, de reflejo nostálgico para el que se va, para Leónidas y sus trescientos. Para Leónidas, y sus espartanos, la imagen de la patria  se encuentra en Gorgo, su mujer, en su hijo y en esa estampa idealizada del campo de cereales dorados bañados por la luz del sol desde la que se despiden, hermoso lugar y bella visión que quizás el decidido espartano, rumbo a las Termópilas,  no vuelva a ver jamás.
Es evidente que no tiene la fuerza de la visión que tien en Gladiator, pues aquí se mezcla de forma más estrecha y vinculante con la figura del hispano Máximo, y con sus visiones escatológicas que dibujan el otro mundo en semejanza al de su villa en Emérita, pero así y todo juega una cierta similitud una y otra.

Imagen relacionada
Gorgo le cuenta a su hijo la historia de Leónidas sobre el fondo del campo de trigales.

jueves, 20 de julio de 2017

MÁXIMO, EL “PROTECTOR” DE ROMA

MÁXIMO, EL “PROTECTOR” DE ROMA.
            Además, se desengaña del gobierno unipersonal, apela a la verdadera tradición de Roma en cuestiones de sistema de gobierno, el gobierno de la república, y le expone a Máximo, a quien ha elegido como su sucesor transitorio, le expone el camino a seguir.
            Roma ha de volver a ser una república, dice MA. Y para ello, nombrará a Máximo como “protector”, es decir, el encargado de dirigir las acciones necesarias para conducir el “proceso” (palabra de moda ahora) desde la forma de gobierno imperial a las instituciones republicanas. Digamos de alguna forma, son más justas, convenientes y “democráticas”.
            Digamos, antes de seguir, que este cargo de “protector” que aparece en la película, la persona a la que se le otorgan plenos poderes durante un periodo de tiempo limitado, para luego esa persona devolverlos, esta figura tiene cierta semejanza a lo que era la magistratura extraordinaria de la dictadura en tiempos de la república. Personajes históricos tan alabados como Cincinato fueron modélicos dictadores en el sentido antiguo de la palabra, no en el moderno.
            Para MA, entonces, y es lo que más le preocupa, la mejor forma de gobernar Roma y, suponemos, una sociedad, es la República. Ante nosotros aparece este personaje como un líder de una constitución democrática, justa, antiautoritaria y basada en las decisiones del pueblo y sus instituciones.
            Es claro que el tema de la esclavitud y la sociedad esclavista antigua no ocupa en la película sus pensamientos, aunque podemos deducir por sus pensamientos que es un hombre justo y noble en sus principios. Pero el tema de la esclavitud no es el que está al frente de sus preocupaciones.

            Cuando MA habla de devolver las instituciones al pueblo y reinstaurar la república, el público enseguida toma partido por por él y se identifica con su proyecto, en un salto histórico. Es claro que en el mundo antiguo, bajo esta forma idealizada de la república, estaba la base de la sociedad esclavista, verdadera pieza angular de la estructura social del mundo antiguo. Pero en la película fácilmente obviamos esta circunstancia, circunstancia clave que está en el primer plano en ESP.

LOS IDEALES REPUBLICANOS DEL EMPERADOR MARCO AURELIO

LOS IDEALES REPUBLICANOS DEL EMPERADOR MARCO AURELIO.
            En GLD encontramos la figura determinante de Marco Aurelio, el emperador filosofo. Se nos muestra como un personaje que está en la cima del poder, pero, a diferencia del Craso de ESP y en consonancia con sus inclinaciones filosóficas, se siente solo, recordemos el amargo monólogo de Filipo II en Alejandro Magno.
            Y se siente además solo, solamente,  como un servidor de ese poder. Mientras que en Craso, y en su hijo Cómodo, vemos la ambición obsesiva por alcanzar ese poder unipersonal y despótico, en Marco Aurelio encontramos a un emperador filósofo que reflexiona, desengañado, sobre lo que es el poder, lo que es Roma, la mejor forma de gobernar un estado, las ineludibles obligaciones que representa la ostentación de dicho cargo, etc.
            Para MA, que está en trance de desaparecer del mundo y debe dejar arreglado el delicado asunto de la sucesión, se le presenta el dilema de a quién elegir. Por desgracia, de sus dos hijos, quien hubiera sido el apropiado para sucederle por inteligencia, tesón y capacidad, resulta ser una mujer, su hija Lucila. “¡Qué gran emperador hubieses sido!”

            Su otro hijo, Cómodo, ha resultado ser un personaje débil de carácter, con ansias desmedidas de poder y ambición, y ninguna capacidad moral de actuación. 

CRASO Y GRACO, LÍDERES ANTAGÓNICOS

CRASO Y GRACO, LÍDERES ANTAGÓNICOS

Craso y Graco son los dos políticos que lideran las facciones enfrentadas. El uno representa la tendencia absolutista y autoritaria que, ciertamente, hubo en Roma y que históricasmente desembocará en el nuevo régimen imperial instaurado por Octavio Augusto.
            El otro, más afable y cercano, aún siendo un noble patricio que vive inmerso en esa sociedad desigual e injusta, representa la facción más amable y con pretensiones de justicia social del poder. Representa al gobierno republicano, precisamente el que trata de poner freno, aunque casi siempre en vano, a las tendencias autoritarias e Craso.
            Es el bando popular, republicano. Curiosamente, al personaje lo han bautizado con el nombre de Graco, en alusión a los dos hermanos magistrados del bando popular que, décadas antes, intentaron llevar a cabo medidas más justas, como una reforma agraria, que mejorara las condiciones de vida de la plebe romana.

            Entre ellos dos y sus grupos se establece el juego político que los espectadores entendemos perfectamente, un juego político de intereses, presiones, apoyos políticos, etc., que en cierto modo, y como en las sociedades modernas, se desarrolla en casi enteramente en la esfera política y con escasa repercusión social en el pueblo romano.

GLD VS. ESP: REVOLUCIÓN vs. REPÚBLICA

MODELOS POLÍTICOS
Mientras el modelo político en ESP se acerca a los ideales libertarios comunitarios de una sociedad donde impere la justicia social, el igualitarismo, la ausencia de explotación del hombre por el hombre, GLD presenta un modelo político claro y con su plasmación real, la república. Los ideales políticos de ESP parecen conducir de forma abstracta a sociedades comunitarias e igualitarias, de desigual implantación social en la historia. GLD presenta la plasmación de sus ideales políticos en una república justa y popular, obviando los elementos esclavistas de las sociedades del mundo antiguo.

LOS IDEALES COMUNITARIOS EN ESP.
            ESP, en consonancia con los vientos de la época, presenta un modelo social emancipador y liberatorio del ser humano, tomando como base la lucha contra la esclavitud, desvinculándola de los condicionantes históricos de la época (pocos pensadores reflexionaron sobre la esclavitud y cuando lo hicieron, como Aristóteles, fue para justificarla como algo natural).
            Por tanto, en ESP se mezcla la idea emancipadora pero ahistórica de la revuelta de esclavos, con los ideales más teóricos y abstractos, que respondiendo a las ideologías liberadoras del ser humano habidas en el siglo XX y cuya plasmación legal y universal se ratificará en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, en los años cuarenta.
            El nuevo mundo que proponen los esclavos es el reflejado más o menos por las secuencias en el campamento de esclavos. Allí predomina el igualitarismo y la cooperación por encima de todo, no parece existir la propiedad privada, claro que es un mundo temporal, en escasez, en espera de encontrar el hogar.

            Frente a este mundo utópico y de comuna social, el mundo de Roma se muestra como su antagonista. Al igual que la lucha contra la esclavitud se mezcla con la lucha por los derechos humanos y los ideales comunitaristas, es el mundo de Roma un mundo paralelo a nuestras sociedades actuales. Todos captamos enseguida en el mundo que se nos ofrece de Roma nuestro propio mundo. Las luchas internas por el poder, los bandos políticos opuestos, el uso de las instituciones en favor de intereses particulares, la ausencia de democracia y participación social, la explotación social y el clasismo, etc. parece hablarnos más de nosotros que de los romanos.

martes, 18 de julio de 2017

LAS TROYANAS, DE EURÍPIDES

LAS TROYANAS, GUÍA-CUESTIONARIO

GLD. vs. ESP: LA EMPALIZADA DE GLABRO

LA EMPALIZADA DE GLABRO  EN ESPARTACO.
            Se ha de recordar, sin embargo, el primer encuentro bélico entre las tropas romanas y la milicia irregular pero agresiva de los rebeldes. Glabro, el manipulable protegido de Craso en el Senado, es nombrado hábilmente por el senador popular Graco como encargado de sofocar la rebelión de los esclavos. Es la primera ocasión en que los dirigentes romanos toman conciencia del problema existente de la revuelta de esclavos.
            El descuidado Glabro marcha contra los esclavos confiando sobradamente en su poderío y convirtiendo la expedición en una marcha festiva y despreocupada. Así se muestra claramente en la película.
            Tanto es así que llegados cerca de los rebeldes, acampan una noche próximos al campamento de los esclavos, establecido en las laderas del Vesubio. La despreocupación es tan grande que un jinete esclavo llega en la noche donde Espartaco a informar de los movimientos de los romanos, y lo que le dice al líder enseguida lo pone de alerta y repite. “¿Y dices que no han levantado emplaizada ni foso alguno?”, más o menos.
            Ya sabemos que todo ejército romano en expedición levantaba cada noche el campamento con una empalizada y su foso correspondiente.
            Espartaco a la vista de esto, ordena inmediatamente la salida de los esclavos hacia el campamento romano, aprovechando la distracción de estos y lo tan confiados que se encontraban, tanto que ni siquiera se molestaron en construir las vallas de defensa.
            Poco después, hay elipsis de la toma del campamento por los esclavos, vemos el encuentro entre el satisfecho Espartaco y el débil y atemorizado Glabro. El propio esclavo le echa en cara no haber sabido mantener las estrictas reglas de guerra de los romanos, y su descuido. Lo deja marchar, sin embargo, para que informe al Senado que ellos, los esclavos, no pretenden alterar por más tiempo la situación en la península itálica, sólo quieren marcharse a sus hogares y patrias, y que, por lo tanto, los dejen ir y no se esfuercen en perseguirlos y acosarlos.
            Precisamente este error imperdonable de Glabro acabará con su carrera política. En la reunión en el Senado donde debe rendir cuentas, evidencia una vez más su carácter débil y su carencia de formación y dotes de mando para estar al frente de cualquier mando en el ejército. Es el propio Craso, su padrino político, el que le hace la pregunta clave y la que lo deja al descubierto. “¿Es que no levantaste la empalizada?”, a lo que el irresponsable Glabro responde, quedándose en evidencia “¿Para qué iba a hacerlo? ¡Solo eran unos esclavos!”.

            Esto será el fin de su carrera como militar y político. A continuación y ya en privado, se despide de forma breve y como desconocidos de Craso, con el mensaje de que ya no volverán a verse. 

GLD vs. ESP: LA BATALLA DE ESPARTACO

LA LEGIÓN EN ESP.

Podemos decir, por tanto, que donde Kubrick hace una exhibición del poderío y la capacidad de maniobra extraordinaria de la legión romana es en las secuencias previas a la batalla, donde al son de una música tensa las legiones maniobran en campo abierto, se desplazan con orden de un lugar a otro cientos de hombres bajo las órdenes directas de los oficiales. Sin embargo, el desarrollo de la batalla ya es desigual y no afrece ninguna menci´n, creemos, de crédito, pues salvo la estrategia inicial de los esclavos, no apreciamos otra exhibición de tácticas y movimientos militares que demuestren la eficacia y la realidad histórica del ejército romano.

En la batalla final de ESP, curioso que se ponga al final frente a GLD, el director quiere mostrarnos la perfecta formación y desenvolvimiento de la legión romana. El público, como si fuera uno de los esclavos de la película que está mirando con cara de asombro esos movimientos, comparte esa mezcla de admiración y miedo.
Las legiones empiezan a marchar, hay una perspectiva desde el puesto de mando donde está Craso y sus acompañantes a caballo y desde ahí vemos avanzar a las legiones a paso rítmico y marcial. Al frente de cada una de ellas marcha con sus penachos apropiados el centurión de turno, dirigiendo a las tropas.
Luego, cambiamos la perspectiva a la línea de combate de los esclavos y allí vemos como uno de ellos la perfección de la marcha de las legiones. La vista se abre ante una llanura extensa y amplia, y las legiones van avanzando en formación, esto es, dejando un espacio entre cada sección de ellas en cada línea, de forma que vistas en perspectivas, forma un rombo o damero. En un determinado momento, no sabemos en realidad si esto era así, y siempre con la música de fondo de un tono estridente, tenso, las legiones dejan de avanzar. 
Se detienen y como si estuvieran sincronizadas todas juntas, empiezan unos movimientos de hombres de un lado para otro. De tal manera que al fina de estos movimientos disciplinados y estudiados, el rombo se ha transformado en líneas continuas una detrás de otra, formando un frente ininterrumpido y al parecer imbatible.
Una vez colocados en esta formación continua, empieza otra vez el avance, esta vez sí ya definitivo y amenazante y con claras intenciones de trabar el combate. 
Ocurre entonces que quienes se revelan como mejores estrategas son los esclavos. Cuando las legiones avanzan en línea contra ellos, encontrándose además en una posición desfavorable que quizás un general romano de verdad no hubiera escogido, los esclavos, situados en loa alto de unas colinas, les arrojan unas balas de heno y paja ardiendo, lo que hace que de golpe, toda aquella exhibición anterior de la uniformidad y disciplinada movimientos de la legión se desbarate en un instante.
Suponemos que será por necesidades del guión el hecho de revelar las astucias del ejército popular, cual masa de revolucionarios, que utiliza tácticas inteligentes de guerrilla para enfrentarse a un ejército profesional y poderoso. Lo cierto es que el desorden cunde entre las tropas romanas, los esclavos se lanzan en contra de ellos aprovechando la confusión a la carrera y con la caballería.
Todo parece ir bien para los rebeldes cuando, después de unas horas que se supone transcurridas, llegan los ejércitos de Lúculo y Pompeyo, ejércitos con los que no contaba el hábil Espartaco, pero si el astuto Craso, y entre él mismo y aquellos otros dos generales romanos, cercan a los esclavos y hacernuna pinza que termina por derrotarlos.
Así concluye la batalla con la escena final donde la cámara sobrevuela haciendo un repaso la vasta extensión de cuerpos muertos y moribundos, también un tópico en los peplums, cuerpos enlazados unos encima de los otros, en un amasijo confuso de carnalidad y muerte.
            Podemos decir, por tanto, que donde Kubrick hace una exhibición del poderío y la capacidad de maniobra extraordinaria de la legión romana es en las secuencias previas a la batalla, donde al son de una música tensa las legiones maniobran en campo abierto, se desplazan con orden de un lugar a otro cientos de hombres bajo las órdenes directas de los oficiales. Sin embargo, el desarrollo de la batalla ya es desigual y no ofrece ninguna mención, creemos, de crédito, pues salvo la estrategia inicial de los esclavos, no apreciamos otra exhibición de tácticas y movimientos militares que demuestren la eficacia y la realidad histórica del ejército romano.


GLD. vs. ESP: LAS BATALLAS

LAS BATALLAS
            Hasta que llegó GLD, y que nosotros sepamos, la mejor exhibición de la estricta disciplina, organización y capacidad de movilidad del ejército romano en acción, vistas en el cine, era la escena de la batalla final entre las legiones de Craso y los esclavos sublevados de Espartaco.
            Allí veíamos a la tan celebrada y renombrada maquinaria de guerra romana en acción, la legión, desarrollada en su máxima esplendor. Al son de una música premonitoria, y ante la vista en parte angustiada, en parte orgullosa, de Espartaco y sus hombres, la película hace una demostración de lo que podía ser el ataque de las legiones romanas en la realidad.
            Es cierto que allí no vemos la triple acies, ni los velites ni armas arrojadizas, ni muchas otras cosas que veríamos después en GLD. A nosotros, al público en general,  nos bastaba con que hubiera un mínimo de rigor histórico y que las luchas entre romanos y los otros que fueran, no consistieran en  tratar de averiguar las pelucas y los postizos que llevaban los bárbaros, los pantalones vaqueros o relojes de los extras, y otras tantas curiosidades en las que uno se entretenía cuando llegaba estos combates. Cansados de ver siempre el mismo tumulto y algarabía de masas de extra dándose pimporros aparentes en un descampado, uno se entretenía en cazar “gazapos” históricos.
            Espartaco, en cambio, marcó un punto y aparte, desde entonces estas escenas de batalla, si se quieren cuidar un poco, hay que hacerlas con detalle y esmero, y ahora más facilitado con las nuevas tecnologías. Hemos de suponer que la batalla inicial de GLD está rodada sobre la de ESP. Y sobre la de GLD, la batalla de Gaugamela en Alejandro Magno. La propia 300, a pesar de provenir de un cómic y darle protagonismo a criaturas y seres fantásticos fuera de lugar, sin conserva bien el desarrollo de la batalla de las Termópilas.

            Es cierto que en El León de Esparta se encuentra también una buena descripción y una narración fílmica apegada a los hechos históricos y al desenvolvimiento de la falange griega en aquella batalla. Pero este tipo de películas eran más bien la excepción, lo que predominaba en los peplums eran esas batallas descomunales, con miles de extras del pueblo o del ejército de algún país, postizos, pelucas, vaqueros y zapatillas deportivas debajo de túnicas y vestimentas romanas, y algarabía.

domingo, 16 de julio de 2017

DÍA DE PATRIOTAS: EL HÉROE DE LA RODILLA MALTRECHA

          Aunque adopte esa postura documental, es obvio que se trata de una composición narrativa y los hechos y personajes que aparecen en la película están ya a mitad de camino  entre la realidad y la ficción.
            Uno de ellos, un inspector de policía defenestrado por su actitud rebelde y e indisciplinada, que cumple un castigo temporal consistente en rebajarle de categoría unos meses, se erige desde el primer momento en uno de los héroes y protagonistas  que lo fue en los acontecimientos reales, y en la película. 
          Está interpretado por Mark Wahlberg, que ya había estado en Boston con Scorsese y Di Caprio en Infiltrados.  Wahlberg es también uno de los productores y de los que quisieron fijar desde el principio la cuidadosa perspectiva con que se habría de abordar el film.
            Ahora sólo comentaremos este tema de la cojera, como si de cualquier otro personaje de ficción se tratara, a pesar de lo trágico de la historia. Quizás la película hubiera preferido omitir o disimular de alguna forma este detalle, pero lo cierto es que prefieren destacarlo desde las primeras escenas del film.
            En efecto, la película arranca con una rutinaria operación policial en un bloque popular de viviendas donde ha habido un altercado entre vecinos. El agresor, y al mismo tiempo víctima, es un personaje débil y enfermizo. Para entrar en la vivienda, están el personaje y una pareja de policías. La puerta no se abre y tienen que tratar de entrar por la fuerza. Al principio, el inspector da un golpe cargando su cuerpo y embistiendo con el hombro. La puerta no se mueve y el inspector queda doliéndose del mismo hombro.
            A continuación, él y no los otros dos policías, que asisten pasivos a la actividad del inspector, a continuación, y como no queriendo recurrir a ese punto pero obligado por la necesidad, da un fuerte patadón a la cerradura, cediendo al final la puerta y accediendo entonces a la vivienda.
            Solucionan lo que es un simple problema entre vecinos, el inspector defenestrado está aburrido de estas rutinas y estos casos a los que le obligan a hacer, y quiere recuperar su cargo anterior de inspector de homicidios. Y es entonces cuando se lamenta de su pie, es entonces cuando sabemos que padece de una lesión severa en su rodilla, fruto de un accidente tiempo atrás. Aun teniéndola  maltrecha, su obligación no le ha impedido hacer uso de ella, a pesar de lo perjudicial que pueda ser.
            Y así ya tenemos caracterizado al individuo, al personaje,  a través de su relación con su rodilla. Sabemos que es un personaje singular no sólo por su lesión, lo sabemos porque está defenestrado, es algo indisciplinado, un individuo singular. Su cojera, su señal en el pie, como la de tantos otros héroes desde la antigüedad, es un atributo más de su caracterización.
            Ya en casa lo veremos hacer ejercicios necesarios y resignados de rehabilitación y que debe hacer uso de una aparatosa, como todas ellas, de una aparatosa rodillera.
          Este inspector defenestrado, sin embargo, ha de estar listo para dentro de unas horas, pues ha de estar al tanto de la seguridad de la inminente maratón de Boston.
            Y así al poco lo vemos, ya una vez amanecida la ciudad, junto con todos los demás miembros del cuerpo encargados de la seguridad y vigilancia de la carrera popular, controlando y dirigiendo de viva voz o a través de un telefonillo, la supervisión de dicho evento.
            Ha olvidado su aparatosa rodillera en casa. En ese momento vemos que su esposa se ha acercado desde allí en un gesto cariñoso para traérsela y dársela en mano. Se despiden con cariño y se desean feliz día y verse pronto. El inspector y su esposa forman una pareja bien avenida. Él no es un héroe de los cómics, con superpoderes, es un héroe anónimo, un ciudadano y un profesional normal, con una vida mínimamente feliz pero satisfactoria, consciente de su humanidad.
            Quizás, entre otras cosas, lo que le brinda esa humanidad y hace que le tomemos simpatía tan pronto al personaje, entre otras cosas, claro, es su debilidad, su vulnerabilidad, su herida humana, esto es, la lesión, que parece crónica, de su pie, de su rodilla. Lo vemos limitado, como como cualquier ser humano, no es un personaje que se extralimite (quizás sí en la disciplina) como los superhéroes, es un ser que acepta su condición, sus limitaciones,  y una de ellas y más claras es la de su pie, su maltrecha rodilla.
            Su mujer le ha entregado la rodillera con todo su aparataje de tiras y sujeciones, y se despiden como si fuera una despedida más. Sin embargo, lo inesperado saltará de pronto y la llegada del inspector al hogar se prolongará más de lo esperado, pues tendrá que hacerse cargo de la coordinación de los efectivos policiales y de emergencia de la zona, una vez se han cometido los dos estallidos de bombas.
            Se ha sembrado el caos en la pacífica e idílica ciudad, un domingo apacible que se esperaba tan feliz como otro domingo cualquiera, y toda la ciudad de Boston, con el  lisiado y renco inspector a la cabeza, se volcará en la ayuda a sus conciudadanos.



DÍA DE PARTIOTAS. BOSTON O LA NUEVA TROYA.

¿LOS TROYANOS DERROTARON A LOS GRIEGOS?
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            Ya decía Borges que todas las historias se podrían reducir a cuatro grupos o esquemas generales. El que nos interesa aquí es el primero. Dice Borges al respecto:
            “Cuatro son las historias, una, la más antigua, es la de una fuerte ciudad que cercan y defienden hombres valientes. Los defensores saben que la ciudad será entregada al hierro y al fuego y que su batalla es inútil; el más famoso de los agresores, Aquiles, sabe que su destino es morir antes de la victoria.
            Como decíamos en el título, Boston se ha convertido por una semana en una ciudad sitiada, asediada, temerosa, consciente de un peligro inminente se cierne sobre ella. Es decir, es una repetición de sitiada Troya. Ya se ha producido el primer episodio, las bombas en la maratón. Pero nadie sabe qué va a pasar a continuación, hay una situación de espera latente y todos se espera lo peor.
            Y lo peor está dentro, en la misma ciudad, en el propio Boston. Esto es, hay un un troyano, dicho en el lenguaje cibernético y tomado de los clásicos, un caballo de Troya ha entrado en la ciudad y amenaza con desembuchar su contenido de fieros y aniquiladores combatientes y acabar con la ciudad.
            Los griegos aquí habría que identificarlos con los terroristas. Conviven ya desde hace tiempo en la ciudad, o han entrado en los últimos tiempos de forma pacífica, no importa, lo cierto es que se han convertido en el elemento amenazante de la comunidad bajo la apariencia pacífica de un caballo ofrendado a los dioses.

            Uno de ellas es estudiante en la prestigiosa universidad de Boston, interesado por las nuevas tecnologías. Del otro sabemos que es hermano del joven, tiene una  esposa también implicada en su tarea, y una pequeña hija, ajena a todo. Pasan desapercibidos, identificados con el resto de habitantes de la pacífica Boston. Ahora bien, este ser es un auténtico guerrillero, como el antiguo personaje, solo que una visión tan radical y fanática religiosa de la existencia lo aleja de aquellos otros antiguos personajes.

DÍA DE PATRIOTAS.

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Cartel anunciador de la película.   
Día de patriotas es una buena película de tono patriótico y emotiva, que narra con sensibilidad e intriga los acontecimientos históricos del atentado terrorista perpetrado en el, o la, maratón de Boston del año 2014. Los productores de la película se plantearon la oportunidad de llevar a la pantalla sucesos reales tan recientes y que había influido decisivamente en la vida de muchas personas. Finalmente se decidieron a llevar a cabo el proyecto, adoptando desde el primer momento la máxima consideración ante lo ocurrido y las vivencias de sus protagonistas reales. De ahí que la película adopte intencionadamente una perspectiva documental que nos hace ver la narración como algo que ocurrió así objetivamente.
            La película es un canto en honor de las víctimas y una alabanza a la propia ciudad de Boston (Strong Boston fue el lema que adoptaron en esos momentos), que en esos días, viviendo la ciudad como si estuvieran estuviera sitiada por necesidades de la policía, tuvo un comportamiento ejemplar en todos los sentidos. De ahí esa sensación de orgullo local que tiene la película, y que se manifiesta y ejemplariza en todos los ciudadanos que contribuyeron a ayudar en esos momentos tan dramáticos.
            Trata el film de oponer la radicalización y el (aparente) aislamiento de las dos personas que realizaron el atentado, una pareja de radicalistas aislados, esto es, trata de oponer a esta pareja, cerrada en sí misma y en sus convicciones radicales, con la sociedad abierta y plural con que se nos muestra la ciudad de Boston. Se destaca lo abierta que es la sociedad de la ciudad por la diversidad racial existente en la ciudad, donde se mezcla personas de todo el mundo y de todas las nacionalidades, que conviven en una tal vez demasiado idílica armonía que nos plantea la película, frente al mal, el horror  personificado en la figura de estos dos terroristas.
            Desde este punto de vista, quizás la película peca un poco de visión dual, los buenos son todos los habitantes de Boston que parecen convivir en un Edén paradisíaco, y el mal, el único mal existente que viene a destruir la paz en tal maravilloso paraíso, son estos dos reptilescos y desalmados terroristas chechenos.
            Salvando esta visión, lógica por otra parte, la película muestra con interés los momentos previos a la celebración del, o la, maratón en Boston, toda la investigación posterior al momento del atentado, exhibiendo la complejidad de la misma y el uso de las nuevas tecnologías en la identificación y captura de los autores del atentado.
            Con una banda sonora de fondo que va produciendo en el espectador un estado de tensión latente, la película empieza, de forma inteligente, con la vida cotidiana de diferentes personajes que habitan en Boston, empezando por un policía con una rodilla rota, y pasando por otros, una matrimonio, un investigador asiático del MIT, y un breve catálogo de personajes que, en este comienzo inconexos, irán relacionándose unos con otros por medio del desgraciado atentado en el desarrollo gradual de la película.

            Película recomendable, aunque en muchos momentos triste y dolorosa, no se ahorran las escenas de dolor y sangre, heridos y ambulancias, muertes que pudieron ser evitables, quirófanos con operaciones médicas dramáticas, familiares desesperados, y todo, como el director quería, con un tono documental y realista que le da si cabe más dramatismo a las escenas.

miércoles, 12 de julio de 2017

GLD. vs. ESP: EL RECHAZO A LOS JUEGOS GLADIATORIOS

La intensidad y el dramatismo del mensaje antiesclavista en ESP es muy superior a la que presenta GLD, aunque debamos decir que esta última está más cercana a la mentalidad histórica que ESP, con un mensaje humanista atemporal que aleja en ciertos momentos la película de su contexto.

EL TRIDENTE DE DRAGBA 
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Dragba se encarama a la tribuna de los patricios después de arrojarles el tridente.
                    En esto estábamos, en que el público del cine pone en la cabeza de Dragba esos pensamientos cuando llega el momento de rematar a Espartaco. La reacción de gladiador negro, pues, está más que justificada y tiene un efecto de catarsis ante las escenas previas tan tensas y dramáticas que se han tenido que soportar. Los gladiadores compañeros luchando cada uno por su vida, la tensa espera en el cubículo, el silencio entre ambos, sus miradas, el palco que asiste entretenido a esa ceremonia inhumana de la muerte.


            Así, Dragba en su acto de rechazo a matar a un ser humano, a Espartaco, por pura y simple diversión de otras personas inhumanas y depravadas, al rebelarse contra esta degeneración, arroja el tridente roto contra aquellos que o han obligado a vivir así. Levanta de esta forma su voz contra la explotación del ser humano, llevado a sus extremos más abyectos y retorcidos, la pura y simple diversión por la muerte de dos seres humanos.

MÁXIMO RECHAZA EL ESPECTÁCULO DE GLADIADORES
   
MÁXIMO ARROJA SUS ARMAS CONTRA LA TRIBUNA
         
            En GLD, la escena del lanzamiento de las armas contra la tribuna  y rechazo del espectáculo no tiene esta acumulación de tensión tan grave y determinante. En comparación con la de ESP, es un simple aviso, crítica desdeñosa, rechazo de algún modo de aquel papel que está jugando Máximo como gladiador, está desempeñando ese papel no como un fin en sí mismo, sino en su plan de venganza personal contra Cómodo.
            En  su penúltimo combate contra Atis el galo, sin embargo, quizás podamos ver algo del mensaje que contenía ESP, mensaje que debe tener cualquier valoración del espectáculo de gladiadores al público de hoy en día. Máximo rechaza rematar al galo, duda en el momento decisivo, el público grita que acabe con él, entregado ya a su nuevo ídolo, y Cómodo, no queriendo contradecir la opinión reinante, inclina también el pulgar. El primer plano de Máximo refleja el cansancio por la lucha, así como preocupación o duda interior. Es similar al primer plano de Dragba en ESP. Podemos sospechar entonces que está pensando lo mismo que nosotros espectadores del film, la crueldad de los espectáculos gladiatorios cuando llega al momento final, la sangrienta diversión, matar a otro por divertimento. O...
            O simplemente cansancio, hastío, algo parecido a lo que ya le sucedió en provincias en el norte de África tiempo atrás, cuando ya se había convertido en el ídolo del público. En ese momento en el Coliseo, ahora, se siente quizás como entonces, ya ha conseguido la fama, es aclamado por el público, se siente seguro y es entonces cuando su propia nobleza personal, debemos pensar, le hace detener la estocada final. Tal vez recuerde que el éxito como gladiador no es lo que está buscando, sino su venganza personal y el apoyo popular. Y de ahí que, una vez ya se ha ganado al público, a la plebe, pueda rechazar en el momento decisivo el papel que como gladiador profesional que es, debe cumplir.
          El saber morir en la arena por parte de los gladiadores  también lo vemos en GLD,  en este combate contra el de la Galia, éste incluso levanta el brazo en señal de piedad con los dos dedos, y en contra de lo que decide el emperador y el público, y al contrario de ESP, Máximo renuncia a rematarlo.
             Ahora bien, es claro que esta escena, arrojar las armas contra el público, está en paralelo a la que se ofrece ESP y que hemos comentado, la de Dragba arrojando el tridente contra los patricios. 
          
EL DISCURSO DE ESPARTACO CONTRA LOS ESPECTÁCULOS GLADIATORIOS.

          En ESP, sin embargo, hay otra escena que cuestiona la lucha de gladiadores, la que enfrenta a unos ciudadanos libres luchando como gladiadores ante el corro alegre y divertido de los gladiadores esclavos, en el mismo lugar donde se había celebrado la lucha entre Espartaco y Dragba. El mundo al revés, las tornas han cambiado, los que antes eran libres y poderosos ahora son esclavos, los esclavos ahora son libres y se divierten haciendo pasar a los antiguos ciudadanos por el mismo papel humillante que han tenido que soportar durante años.
           Es Espartaco quien, después de haber visitado con aire nostálgico y apesadumbrado los lóbregos cubículos donde vivió su existencia como gladiador y recibió tantas humillaciones, es Espartaco, pues, quien oyendo desde ese luga ruidos y alboroto, sube de nuevo a aquella arena de entrenamiento y se encuentra esa escena, dos ciudadano libe romanos, gordos, fofos,débiles y ya mayores, luchando como gladiadores por su vida ante las risas de la masa de esclavos de público.
Espartaco se rebela ante ellos,en un acto de pedagogía. La naturaleza humana, parecernos decir, tiende a las bajasa pasiones, al  lo instintivo, a la venganza, la humillación de l hombre por el hombre, a repetir los esquemas humillantes si no tenemos humanidad, una nueva humanidad que no proporciona el orden establecido de los romanos y, podríamos añadir de modo atemporal nosotros, y no tienen nuestra sociedad actual ni ninguna, si no ponemos freno a estos bajos impulsos.

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          Espartaco corta de raíz la fiesta, lanza un discurso cargado de crítica y de carga moral, "¿Es que nos hemos convertido en romanos?" dice, aludiendo a que la revuelta de los gladiadores va más allá de un simple cambio de lugar en el puesto de los poderosos, y que exige una postura moral nueva ante el ser humano que lo libere de la relación de sometimiento y esclavitud, relación esclavista que es la que ofrece el mundo romano.
          En GLD vemos que en la escena en que rechaza rematar al gladiador caido en el anfiteatro africano un guiño a esta secuencia de ESP. Es cuando Máximo les arroja las armas contra ellos, el público, les grita y les recrimina "¿Os habéis divertido? ¿Os habéis divertido?". Como decíamos,el público, tras un corto silencio, vuelve a aclamarlo, no sabemos si por que admira esa postura del gladiador, porque no tiene más luces para entender su crítica. 
          En fin, de cualquier manera la intensidad y el dramatismo del mensaje antiesclavista en ESP es muy superior a la que presenta GLD, aunque debamos decir que esta última está más cercana a la mentalidad histórica que ESP, con un mensaje humanista atemporal que aleja en ciertos momentos la película de su contexto. Es claro que los esclavos de ESP nunca tuvieron esa mentalidad antiesclavista que muestra la película, la esclavitud era un hecho irremediablemente aceptado.

martes, 11 de julio de 2017

GLD. vs. ESP: "¿OS HABÉIS DIVERTIDO?" (CONT.)

 LAS MALÉVOLAS PATRICIAS    

     
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          Y patricias, pues estas tiene papel importante en la forma en que ha de celebrarse el espectáculo. “A muerte”, dice la patricia que lleva las riendas en el asunto. “¿A muerte?”, pregunta asombrado el servil Batiato, pensando también en la pérdida económica que conllevará este espectáculo privado.
            Además, las dos patricias son las que llevarán a cabo la selección de los participantes, eligiendo a unos y rechazando a aquellos que el azorado Batiato le propone y que son de menor rendimiento en los espectáculos, pensará él.
            Aquí se deja ver ese atractivo sensual que tenían las figuras de los gladiadores sobre las damas especialmente, ya sabemos que los gladiadores tenían fama de buenos amantes, y que las damas de alta alcurnia no tenían reparos en relacionarse con ellos buscando sus favores. En GLD ocurre lo mismo cuando los gladiadores pasean por las calles a la llegada o salida de los combates, y la cámara enfoca a dos guapas romanas, esta vez más de la plebe, que los miran con admiración extremada.

            Pues bien, aquí tenemos el perfil de dichas damas patricias, los varones Craso y Glabro han dejado el asunto, el cual se supone debería ser de su máxima incumbencia, en manos de las mujeres, y ellas  demuestran mano segura y saber bien lo que quieren para tener un buen espectáculo, lo que incluye morbo, muerte, luchadores fieros, cosas que son del deleite especial de estas deamas. En la patricia ... podemos apreciar la frialdad y cierto placer digamos morboso en la elección de los luchadores para el disfrute del sangriento espectáculo posterior.

GLD. vs, ESP: "¿OS HABÉIS DIVERTIDO?"

"¿OS HABÉIS DIVERTIDO?" EL RECHAZO AL ESPECTÁCULO GLADIATORIO  EN GLAD. Y ESP. (I)

Máximo se vuelve contra el público que le aclama.


            En GLD hay una escena que recuerda mucho otra de ESP. En la segunda lucha en los anfiteatros de provincia, se supone que Máximo ya lleva tiempo luchando, hay una elipsis clara, como después se demuestra pues a continuación viene la charla con Próximo y el anuncio de que viajarán a Roma a luchar en los espectáculos de Cómodo... Pues bien, en este segundo combate de la película, pero al que hay que suponerle muchos más ya realizados, a Máximo ya se le ve famoso, aclamado y querido por el público.
            En ese momento, en lo alto de su apogeo provinciano, cuando ha resuelto magníficamente la lucha demostrando su fiereza y sangre fría, en plena aclamación, oyendo las voces de “Hispano, Hispano”, Máximo se vuelve contra ese mismo público que lo aclama y sacando a la luz el dolor y la rabia que lleva dentro, junto con su profunda insatisfacción personal, exclama de forma despreciativa “¿Os habéis divertido? ¿Os habéis divertido?” Y, en ese momento, arroja sus armas en clara actitud de desprecio hacia el público, contra la simple tribuna del anfiteatro provincial y el graderío de madera.
            Por contra de lo que hubiésemos podido esperar, tras unos instantes de silencio que se hace en el público, que evidencian la perplejidad de esa inesperada salida de tono del gladiador, el público explota de nuevo y vuelve a aclamar con más fuerza aún si cabe su alias “¡Hispano, Hispano!”.
            Esta actitud de Máximo, que implicaría una reflexión sobre la calificación moral del espectáculos de gladiadores, se queda ahí, no hay una reflexión moral posterior sobre violencia como elemento de diversión favorito entre las masas de espectadores. En GLD queda apuntada la reflexión, pero no da lugar a ir más allá.
            Cuando Máximo arroja las armas de gladiador contra el graderío y la tribuna, enseguida pensamos en Dragba lanzando el tridente contra las dos perversas y malévolas parejas de patricios romanos, Craso, Glabro y sus acompañantes. Dragba ha tenido la oportunidad de rematar a Espartaco, le ha vencido en el combate a muerte, él combatiendo de reciario.
            Es más, llegado el momento, Espartaco no rehúye la muerte, es claro que a los gladiadores se les adiestraba a saber morir en la arena,  y llegado dicho momento, cierra los ojos y espera el desenlace final ante el tridente rozando su garganta.
            Dragba entonces, y contra lo esperado, quién sabe lo que se le pasaría entonces por la cabeza a este gladiador, el mismo Dragba  que había rehusado trabar amistad con Espartaco y con ningún otro gladiador, ha de suponerse, en la convicción de que un día u otro habrían de enfrentarse en la arena como enemigos. (Que es en lo que incidirá esta película, cf. el combate final entre Antonino y Esp.), este Dragba rehúsa acabar con la vida del otro gladiador vencido.

            Suponemos que el público es quien pone en la mente del gladiador negro esas razones, que sería la cruel diversión de los depravados patricios.

domingo, 9 de julio de 2017

Las Troyanas de Eurípides audiolibros en español completos - mi libro fa...

LAS TROYANAS - EURIPIDES (resumen, reseña y análisis libro completo)

Las Troyanas. Parte 1 de 5.

ESTUDIO 1 TVE-Las Troyanas-Eurípides

GLAD. VS. ESP: τεθνὰμενοι γὰρ καλόν, LA BELLA MUERTE

Máximo arenga a su caballería en el bosque antes de entrar en combate. Irónicamente, alude al paraíso romano que habrían de alcanzar sus soldados si mueren en la batalla, la buena muerte, el τεθνὰμενοι γὰρ καλόν de los griegos, o la famosa devotio romana. Aquí la cita, "Si os veis cabalgando solos por verdes prados, el rostro bañado por el sol, que no os cause temor, estareis en el Elíseo y ya habréis muerto". Les arenga gritando y sonriente para expulsar el temor a la muerte, y nombra el Elíseo como el lugar de residencia de las almas puras y buenas que han tenido una bella muerte.

GLAD VS ESP: EL OTRO. LA IMAGEN DEL BÁRBARO.

EL OTRO EN GLADIATOR Y ESPARTACO. LA IMAGEN DEL BÁRBARO.

             Tanto en ESP como en GLD la figura del otro aparece ciertamente representada en una y otra película, quizás con mayor fuerza en GLD. El mensaje inicial de GLD estableciendo una oposición clara entre los dos mundos, el del imperio y el de los bárbaros, tiene su reflejo en la batalla con que se inicia la película. Los bárbaros están caracterizados por su aspecto físico greñudo, visten pieles, portan armas toscas y campesinas, gritan una jerga incomprensible y se mueven todos como una masa descontrolada. Por contra, el mundo romano se presenta, ejemplificado a través del ejército, como un mundo organizado, jerárquico, uniforme, que habla nuestra lengua, astuto, poderoso y calculador. En ESP el bárbaro también aparece al inicio, es el propio Espartaco sufriendo penas forzadas en la cantera. Es hosco, fiero, con greñas y agresivo. Frente a él aparece la figura del romano civilizado representado por Batiato, mercader de esclavos de maneras afectadas, muelle y decadente.


            En ESP la visión del otro, aunque se pueda sacar más cosas, está ejemplificado en la cantera de esclavos, también al principio de la película. La figura del esclavo tracio Espartaco, trabajando resignado pero de una agresividad latente, fuerte, hosco, greñudo, y esto lo recalca ya la película desde el principio, fuertemente solidario con sus compañeros, nos lleva a la descripción del buen salvaje, podríamos aventurar, y se opone claramente al personaje decadente y muelle de Batiato, el empresario que ha llegado a las minas a comprar esclavos.
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            Los otros están muy bien caracterizados en GLD, ya desde el abrupto e impresionante inicio de la película. Nada menos que nos encontramos con el clásico otro, el bárbaro, que era para un romano aquellos habitantes que vivían fuera de los límites del imperio (aunque se tuviera tratos con ellos). Esta oposición entre nosotros y el otro ya procede del mundo griego, la propia palabra bárbaro viene de aquí, y establece una primera distinción del mundo entre dos grupos, los que habitan la oikoumene y tiene la cultura helénica o grecorromana, y los otros, los que no. Su base es claramente lingüistica, los bárbaros son los que no hablan nuestra lengua.
            En Espartaco esta distinción del otro no se refleja de modo claro después a lo largo de la película. En GLAD también se diluye, claro es, en la trama posterior de la película. Pero en Espartaco no parece haber lugar para extenderse en esta oposición. Quizás, y volvemos a lo mismo, porque el mensaje que quiere dar la película avant la lettre es de un hermanamiento mundial de todos los seres humanos, no hay diferencias entre unos y otros, entre nosotros y los otros.  Esto, claro, empezando por el motivo principal de la película, la abominable distinción entre libres y esclavos.
            El mundo de GLD es un mundo más realista históricamente, los otros, los bárbaros del comienzo de la película, existen, están más allá de Roma, a la que alude Máximo como la “luz” frente a la oscuridad de esos mundos. Idea ésta que hace sonreír al desencantado MA y por eso le revela su desengaño ante la idea de esa Roma iluminadora e ingenua que tiene Máximo.
            En ESP Roma está claro que es un mundo donde lo que prima es la lucha por el poder y donde están en juego facciones y  rivalidades personales enfrentadas por alcanzar el control de su poder. Igual idea aparece también en GLD, solo que las épocas históricas son distintas. ESP refleja estas luchas por el poder y el ascenso de personalidades poderosas en el fin del período republicano, y GLD traza estas luchas de poder en la época álgida del Imperio.
            En Espartaco hay una difuminación del otro, como vemos en las escenas del campamento de los esclavos. Por encima prima la idea del igualitarismo de los humanos, independientemente de su patria, lengua, religión, edad. Aquí no cabría desde luego esta visión antropológica del otro, pues no tendría razón de ser.
            La imagen del bárbaro sí que está representada, al igual que en GLD, al principio de la película. También, como en GLD con la batalla en el limes, son impactantes es esta secuencias  y, claro, concretadas en el mundo de la esclavitud. Esclavitud en el más crudo de los escenarios el de las minas o canteras, pues ya veremos que en otros contextos, pensemos en los esclavos domésticos  de Batiato o Graco, no tienen esa visión humillante.
Esta rudeza del bárbaro está ejemplificada en Espartaco, que, ahora que lo escribimos, con sus ojos furibundos y su barba desgreñada, recuerdan bastante al bárbaro germano que aparece con la cabeza decapitada del emisario romano en GLD.
            Por oposición al salvaje Espartaco, el “civilizado” romano, en este caso, está representado por la figura afectada, muelle y decadente de Batiato, el mercader que viene a comprar esclavos a la cantera. Le va acompañando otro esclavo, este ya domesticado, que le porta con mal oficio la sombrilla para que no le dé el sol. Se lleva una reprimenda del propio Batiato porque no lo protege bien, y en esta secuencia tenemos la imagen del romano civilizado y decadente en un mundo esclavista.
            Luego, al encontrarse con Espartaco, el fiero, el salvaje el bárbaro, el otro, que se le representa como rebelde agresivo al que  tienen que encadenar, vemos cierta atracción que siente por este ejemplar. Greñudo, sudoroso, golpeado y encadenado a la roca, por una casualidad llama la atención del mercader
            “¿Por qué está encadenado”, pregunta. “Mordió a un soldado”. “¡Mordió!”, exclama Batiato. “Déjame ver su dentadura”. Aquí ya vemos a un Batiato mercader e interesado. Y después de comprobar, como si fuera un caballo, su dentadura (ya sabían que los dientes es un reflejo del estado de salud), “me lo llevo”, afirma con seguridad.

            Esta es una de las imágenes del bárbaro como contrapuesta al civilizado que se presenta en ESP. Más tarde, a la llegada a la escuela de Cumas, Esp ha sufrido una transformación en su aspecto físico, y ya luce afeitado, aseado y fornido, ya ha perdido esa condición externa de bárbaro.

sábado, 8 de julio de 2017

Gladiator vs. Espartaco: la familia

MATAR AL PADRE. LA FAMILIA

Espartaco, al contrario de los moldes clásicos, no es una historia que se desarrolle en el seno de una familia y todo el entramado emocional que se crea en ella, mientras que Gladiator , en la línea de las historias clásicas, como en la tragedia griega, centra  parte de su historia en la familia y los conflictos generados dentro de ella.  Frente al complejo mundo familiar que presenta Gladiator, la familia que presenta Espartaco es mínima por no decir nula.  

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Es bien sabido que la muerte de Marco Aurelio fue a causa de unas fiebres que cogió en el mismo escenario de batalla, en una de sus campañas contra los bárbaros de la frontera del limes. Los guionistas de Gladiator prefirieron cambiar esta verdad histórica a sabiendas, adecuando el guión a la caracterización del cruel personaje de Cómodo, y decidieron que el hijo acabara con la poca vida que tenía ya el padre.
Se repiten así hechos conocidos en la mitología clásica, desde sus mismos orígenes, y que se ve reiterada en multitud de sagas legendarias, herederas a su vez de ésta. Urano es desbancado por Crono, quien a su vez lo es por Zeus, y éste a lo largo de su mandato tiene que enfrentarse en varias ocasiones a los intentos de usurpación de su poder.
En Espartaco no encontramos esto. Si acaso esa relación que hay entre Craso y Roma, en el monólogo que tiene ante un ventanal de su mansión, momento en el cual Antonino aprovecha para huir.  Craso habla de Roma como de una madre a la que hay que amar y servir, pero todo ello de una forma tortuosa y maquiavélica.
Espartaco no tiene, que sepamos, familia. De su vida anterior al momento en que lo encontramos en las canteras, no sabemos nada. Sus ansias de liberación de la esclavitud son deseos universales, sentimientos de humanidad plenos. No le vemos añorar, como a Máximo, por su familia o sus antepasados. es más, parece que él ha venido de ningún lugar a fundar un nuevo mundo, una nueva religión, huérfano y sin otras ataduras familiares y patrióticas.
De hecho, al tiempo que inicia como líder la revuelta de los esclavos y su ideal liberalizador, al mismo tiempo encuentra su pareja ideal, Varinia, con la que entablará su idílica relación y que pronto fructificará en la concepción de un nuevo hijo, hijo cargado de esperanzas paternas y sobre todo, de esperanzas para la humanidad, pues éste nuevo retoño nacerá, y esto es lo importante, nacerá libre.
En cambio, de Máximo sabemos casi desde el inicio de la película cuál es su familia, dónde viven, la añoranza que siente por ellos, cómo mezcla sus sentimientos religiosos con los amorosos cuando reza por ellos. Y, al contrario que Espartaco, del que no sabemos nada previo, la mujer, el hijo y la hacienda de Máximo serán destruidos, lo que acabará por hundirlo en una depresión y un ansia de venganza que no se detendrá ni ante la muerte.

Así, podemos considerar hasta cierto punto que Espartaco, al contrario de los moldes clásicos, no es una historia que se desarrolle en el seno de una familia y todo el entramado emocional que se crea en ella, mientras que Gladiator , en la línea de las historias clásicas, de la tragedia, centra  parte de su historia en la familia: encontramos a Máximo y Cómodo como hermanos rivales y enfrentados por la herencia, la envidia atroz de Cómodo hacia Máximo, la añoranza de éste por su familia destruida, las relaciones desvirtuadas entre Comodo y Lucila. 
Frente al complejo mundo familiar que presenta Gladiator, la familia que presenta Espartaco es mínima por no decir nula. La única que encontramos es la que hay entre Espartaco y Varinia, y ésta propiamente es una historia de enamoramiento más que la de una familia ya en pleno desarrollo. Espartaco no sabemos que familia tuvo antes de ser esclavo, y luego tampoco sabremos que será de su hijo que crecerá sin su padre. 
Evidentemente, el mensaje es otro, y dentro de la utopía social que planea en la película, el hecho familiar parece fundirse en la liberación igualitaria del nuevo mundo que trae Espartaco al mundo.

Gladiator vs. Espartaco: los dos hermanos

CÓMODO Y MÁXIMO, LOS DOS "HERMANOS"

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La relación entre Máximo y Cómodo con Marco Aurelio repite el esquema tradicional del padre y los dos hijos, el uno bueno, el otro celoso y vengativo. Las historias y relatos que contioenen esta comparación las podríamos llevar hasta el infinito, empezando desde luego con la Biblia y la historia de Caín y Abel. Pero no hace falta remontarse hasta ahí, Roma se funda mediante el enfrentamiento también fratricida, según el mito, de Rómulo y Remo. Reviviendo la eterna rivalidad, encontramos ahora a Cómodo y Máximo disputándose una nueva refundación de Roma, la que Marco Aurelio quiere fundar sobre unas bases políticas justas.
Es claro que Marco Aurelio escogerá a Máximo como su sucesor, como su "hijo" preferido, ése que no ha tenido. Máximo le pregunta "¿Y Cómodo?", a lo que responde irritado MA ""Cómodo no puede gobernar, es más, no debe gobernar, es un inmoral. Por eso he traído a Lucila, para que le ayude a entenderlo"
Cómodo, desventurado en tantas cosas, buscando desesperadamente el amor en donde puede sin conseguirlo, en su hermana, en el pueblo, con su padre, se ve rechazado y verá como sus celos y su odio se dirigirán directamente contra la figura de Máximo.
En Espartaco no encontramos, en principio, nada de esta relación o de este tema. Espartaco y Craso, que deberían ser los equivalentes, esos posibles hermanos que se disputan el poder, viven en mundos paralelos que sólo se tocan desde una perspectiva general, ética, abstracta. A Espartaco no le interesa el poder, menos gobernar Roma, pues es un esclavo y sólo quiere, ese es el mensaje atemporal de la película, solo quiere la libertad para él y los que le siguen, la emancipación del der humano de cualquier tipo de opresión.
Espartaco no está interesado en el mejor gobierno de un pueblo, como MA, Cómodo o los senadores. Si axasoo, el proyecto político de Espartaco es una especie utopía social sin concreción histórica real.