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viernes, 28 de octubre de 2022

WESTERN Y ÉPICA (5)

 LA IRA CONTENIDA

 



Josey se dispone a disparar a Thorton, (como Aquiles en la primera asamblea de la Ilíada), cuando su hermano la detiene

            Volvemos de nuevo sobre este momento.

Es claro que es uno de los recursos más frecuentes en el western, se trata del amago de utilizar un arma y su inmediata contención.

            En el western es muy frecuente. En esta película, en la escena anterior, se recurre también a este recurso. Ocurre en el rancho de Bart Jason, uno de sus matones disimuladamente intenta coger el rifle de su montura, pero Thorton lo ve y le suelta cuatro advertencias sobre la marcha.

Aquí es el mismo acto, pero por motivos de pura y legítima vendetta familiar. Es el deseo de venganza familiar de Josey, hermana del joven muerto, a quien no le importa lo que le pueda decir Thorton a su padre, con el cadáver de su familiar delante.

Como seguimos comparando moscas a cañonazos, dejamos aquí el fragmento de la Ilíada, en la primera asamblea de los aqueos, cuando el Pelida Aquiles, humillado, quiere saca la espada y acabar allí mismo con el odiado rey Agamenón.

Dijo así, y el Pelida sintió una infinita congoja

y dos cosas pensó el corazón en su pecho vellido:

desnudar la agudísima espada que al muslo pendía 190

…Mientras tales ideas en su corazón y su mente

 revolvía y sacaba la espada, llegó a él Atenea

Y, detrás del Pelida, a él tiró de los rubios cabellos

solamente mostrándose a él, sin ser vista por nadie.

Y Atenea, la diosa de claras pupilas, le dijo: 206

Cese, pues, la disputa, y mantén envainada la espada.

                                                ὣς φάτο: Πηλεί̈ωνι δ' ἄχος γένετ', ἐν δέ οἱ ἦτορ

στήθεσσιν λασίοισι διάνδιχα μερμήριξεν,

ἢ ὅ γε φάσγανον ὀξὺ ἐρυσσάμενος παρὰ μηροῦ 190

ἧος ὃ ταῦθ' ὥρμαινε κατὰ φρένα καὶ κατὰ θυμόν,

ἕλκετο δ' ἐκ κολεοῖο μέγα ξίφος, ἦλθε δ' Ἀθήνη

οὐρανόθεν: …

στῆ δ' ὄπιθεν, ξανθῆς δὲ κόμης ἕλε Πηλεί̈ωνα

οἴῳ φαινομένη: τῶν δ' ἄλλων οὔ τις ὁρᾶτο:

τὸν δ' αὖτε προσέειπε θεὰ γλαυκῶπις Ἀθήνη:

ἀλλ' ἄγε λῆγ' ἔριδος, μηδὲ ξίφος ἕλκεο χειρί: 210

         Volviendo al crudo Oeste y al rancho de los MacDonald, la dolida Josey no tiene la asistencia divina y preclara de una divinidad como Palas Atenea. Intenta sacar el rifle de la montura para disparar sobre Thorton pero su hermano la detiene. Sale, entonces, enfurecida a galope de allí. Desobedece la orden de su padre, Get in the house, girl, que la ha conminado a meterse en la casa, junto con las otras mujeres.

Es esta Josephine, Josey, digna representación del airado y exaltado Aquiles Pelida.

E irá más allá que él, pues en la siguiente escena preparará una emboscada, por sus las Erinias familiares que le empujaran a ello, y disparará sobre Thorton, causándole una herida en el costado.

Esta herida no será intrascendente, ni nada de eso.

Precisamente este balazo queda alojado en la espalda del gunfighter, lo tendrá preocupado y será objeto de varias advertencias médicas. Lo importante es que, como vimos o veremos, inutilizará a Thorton en su mando su mano, pues el dolor que sufrirá en algunos momentos le paraliza el brazo y la mano, la diestra, sobre y con la que ejerce el gunfighter su poder y mando.

 Y de la misma forma, esta herida y mutilación que sufre Thorton, si podemos rizar el rizo, y como implica ese acto como símbolo, significará también un compromiso y una garantía que vincula a Thorton con los MacDonald.

WESTERN Y ÉPICA (4)

 THORTON-MACDONALD vs. AQUILES-PRÍAMO.

En la escena de El Dorado, hay que ver algunas cosas:

            - Cole Thorton evidentemente no es un Aquiles ni en planta ni en gesto ni, sobre todo, en edad. El pistolero está a punto casi de iniciar su momento crepuscular. Aunque sigue ostentando la aureola, por la que compite el otro pistolero McLeod, la fama de ser el más rápido a ese lado del mundo.

            - Esa edad ya madura hace que la conversación en torno al cadáver sea más parecida a la de dos adultos, padre uno de ellos, el otro con edad para serlo, hablando del hijo caído prematuramente. Hijo, víctima inocente que, evidentemente, no es un guerrero en plenitud como lo sería Héctor.

- otra vez volvemos a encontrar ese fondo antibélico, no violento o también, relacionado con esto, ese código de honor que sobrevuela todo el film, en el episodio. Thorton le dice, con enfado, que ha enviado a un joven a hacer el trabajo de un adulto. El joven se durmió en la vigilia.

            - Es más, más que un reconocimiento mutuo como entre enemigos, entre un Príamo padre y un Aquiles adulto, hay un enfado de Thorton hacia el padre, enfado por no haber respetado implícitas y obvias reglas en el código belicista y pistolero.

- Thorton, en verdad, está airado y, al mismo tiempo, dolorido, se siente culpable de la muerte del chico.

Príamo y Aquiles.

 El enfado y la ira de Thorton tienen también su equivalente en Aquiles, cuando le dice a Príamo, en varias ocasiones, que no lo irrite, que no enfurezca, cuando el anciano pronuncia algo que no le molesta.

 —¡No me irrites ya más! Ya tenía dispuesto, ¡oh anciano!,

darte a Héctor, pues Zeus me envió, mensajera, a la madre

que me dio a luz y que del Anciano del Mar es la hija.

 Es decir, como vemos, no es un episodio en el que los dos afectados estén en un plano paralelo al de la obra homérica. Thorton y Macdonald son diferentes a Príamo y Aquiles (ya se sabe el pecado en el que uno está cayendo). Son casi de la misma edad, ya adultos y curtidos por la vida, los dos ante la muerte fatídica de un joven empezando a vivir.

MacDonald acepta, a pesar de la ira contenida del resto de su familia, las razones de Thorton, acepta su versión de los hechos y, sobre todo, el hecho mismo de que se haya hecho cargo del cuerpo de su hijo.

Una de las preguntas que le hace solamente la podía haber respondido si Luke se lo hubiera dicho al pistolero.

Es un diálogo seco y cortado, sin ninguna finura, lógico por otra parte.

 MacDonald, como hace Aquiles con Príamo frente a los demás aqueos que lo pudieran encontrar, tiene que proteger a Thorton de la violencia contenida de su familia.

Aquiles le dice a Príamo que duerma fuera de la tienda por esa noche, no sea que lo viera a alguno de los aqueos e informara al rey Agamenón.

De la misma manera, Macdonald da la orden de no hacer nada hasta que él lo diga. Todos le obedecen contenidos, excepto su indignada hija Josey.

 Es claro que la imagen, aparte del texto, aporta y añade más información de la puramente oral.

Por ejemplo, es llamativa cómo algunos, en realidad las mujeres de la familia, se apresuran a recoger el cuerpo de Luke, para llevarlo a casa a continuación y cuidarlo.

Los lloros, lamentos y pesares se eliden y sobrentienden. Se suponen que suceden en el interior de la casa

En la Ilíada, Aquiles ordena también a sus esclavas que cuiden y laven el cadáver de Héctor, para que Príamo lo pueda llevar de nuevo a Troya.

A sus siervas llamó para que lo lavaran y ungieran,

apartado de Príamo para que así no lo viese

y afligiérase al verlo …

δμῳὰς δ' ἐκκαλέσας λοῦσαι κέλετ' ἀμφί τ' ἀλεῖψαι

νόσφιν ἀειράσας, ὡς μὴ Πρίαμος ἴδοι υἱόν,…

                                    

Rescate de Héctor por parte de Príamo.

Pero el film no dejará tiempo a ello. En la siguiente escena, las ansias desatadas de venganza se dirigirán en dura réplica contra Thorton. Una emboscada, tramada por la hija Josey, en el cruce de un riachuelo, por poco no acaba con él.

 Las reflexiones y el ambiente señorial y honorable que encontramos en el poema homérico sobre la muerte, la cierta reconciliación entre el aqueo y el troyano, la comida participativa, la pactada hospitalidad por una noche entre enemigos irreconciliables es caso que no toca en este film. El Dorado es un humilde pero logrado remedo de aquel episodio épico.

RECONOCIMIENTO FINAL ENTRE ENEMIGOS.

El encuentro entre Príamo y Aquiles termina con una suerte de pacto de honor. Aquiles acepta esperar unos días, nueve, para que Príamo realice los funerales.

(Aquiles) ¿Cuántos días para hacerle a Héctor divino las honras

necesitas, que me estaré quieto y conmigo el ejército?

Y repúsole así el viejo Príamo igual que los dioses:

—Si deseas que las honras de Héctor divino celebre, 660

haz lo que he de decirte, ¡oh Aquiles!, y estaré contento.

Y el de los pies ligeros, Aquiles divino, repuso:

—Viejo Príamo, todo se hará como tú lo deseas;

pararé la batalla ese tiempo que tú me has pedido. 670

Dijo así, y estrechó la muñeca derecha del viejo

para que no sintiera en su alma ningunos temores.

 En el film, MacDonald y Thorton terminan la conversación con un cierto acuerdo. Macdonald acepta lo que Thorton ha dicho sobre el terrible fin de su hijo; a cambio, éste podrá salir del rancho sin que sea agredido, sano y salvo.

 MACD.- No. I guess you're telling the truth. If you weren't you'd never have brought him here. I thank you for that.

WESTERN Y ÉPICA: EL DIÁLOGO ENTRE THORTON Y MACDONALD (3)

 3.1. EL DIÁLOGO THORTON-MACDONALD.

Thorton llega al amenazante rancho de los MacDonald

             La escena tiene lugar en el rancho de los MacDonald. La familia, el padre y los demás, han oído los disparos, dos, a lo lejos. Luego, otro más. Saben que ha sido su hijo y hermano Luke, a quien habían enviado a vigilar. Temen que algo terrible le haya pasado. Se preparan para un tiroteo. El padre organiza la defensa en el rancho.

MACDONALD (padre de la familia): He's warned us. Better off here, where there's cover. Find a good place inside that shed. Jos and Miguel, go with him. Danny, Felipe, come here. Over behind that wall. You gals, get in the house.

MAC- Matt, we'll wait inside.

MATT- All right, Pa.

MAC- Matt, go to that window. Do nothing till I tell you.

             Cole Thorton-Wayne llega al rancho de los MacDonald, cabalgando lentamente con dos caballos. En uno va él, en el otro, carga un bulto inerte y cubierto con una lona sobre la montura. Es el cuerpo de Luke MacDonald, su hijo.


THORTON: Come out and get your boy.

MACD.- He's dead, ain't he?

TH.- He's dead.

MACD.- Jos, Miguel, get him down from there.

JOSEY- What happened?

BROTHER- Luke, he's been killed.

MACD.- I'm waiting to hear what happened.

TH.- I'll tell you what happened. You left a boy out there to do a man's job. He went to sleep. When I came by, he woke up, jumped up and started firing his gun. All I saw was somebody shooting at me from the rocks.

JOSEY- Cole Thornton.

TH.- Yes, ma'am.

JOSEY.- I don't believe you.

TH.- I don't care much, miss, whether you do or not.

BROTHER- Pa's handling this. Just wait.

                                               

Josey se dispone a disparar a Thorton, (como Aquiles en la primera asamblea), cuando su hermano la detiene

 MACD.- Get in the house, girl. How do you know he was asleep?

TH.- He told me that. He told me his name. That's how I knew where to bring him. He said you told him what happens to a man that's gut shot. How he hasn't got much of a chance. Did you tell him that?

MACD.- I told him that.

TH.- Then you're partly to blame. You'll find two bullets in him. One of them's mine. He was hurtin' worse than he could stand. Had a handgun that I didn't see. Any more questions you want to ask?

MACD.- No. I guess you're telling the truth. If you weren't you'd never have brought him here. I thank you for that.

TH.- It don't help much.


MacDonald acepta las explicaciones de Thorton, quien se aleja en verdad dolido por lo ocurrido.

             En verdad que, como dice el dicho, esto es “comparar” moscas a cañonazos. En fin.

Lo único que habría que relacionar es el episodio de la muerte de un hijo en un tiroteo, y la entrega del cuerpo por parte del mismo que lo hizo.

Lo demás es muy diferente.

Es obvio que el género clásico griego de la épica, y el conocido y significativo episodio de Aquiles y Príamo, es uno de los más importantes de la Ilíada. Está al final de la obra, a punto de concluir. Puede resumir y condensar a toda la obra.

De hecho, se puede ver incluso el fondo antibelicista del poema, siendo como es un poema guerrero y que ensalza estos valores propios.

ÉPICA Y WESTERN(2)

 AIRES DE ÉPICA Y TRAGEDIA CLÁSICA: LA ENTREGA DEL HIJO MUERTO. (3)

         Esta idea expresada por el crítico Wood, la de que el film pudo haber sido un western con fondo de tragedia clásica, lo podríamos vislumbrar en los mismos inicios del film.

A poco de comenzar el film, hay un tiroteo entre el pistolero y un miembro de los MacDonald, que resulta muerto. A pesar de ser atacado, carga el cuerpo de su adversario y lo lleva donde su familia.

El pistolero Cole Thorton (John Wayne) se acerca al rancho de los McDonald, unos humildes pero orgullosos ganaderos del lugar, en lucha contra el mafioso Burt Jason, que quieren arrebatarles sus tierras.

Thorton llega con el cadáver, que resulta ser uno de los hijos de McDonald, al que ha matado en legítima defensa, atado a lomos de un caballo. 

 

                                  Thorton lleva en la otra montura el cuerpo inerte de L. MacDonald, 
                                al que entrega en el rancho de la familia.

Una vez frente al padre, le manifiesta lo ocurrido, cómo ha sido la muerte de su hijo, el cual es retirado rápidamente por las mujeres de la familia.

McDonald acepta la versión del pistolero, de forma contenida, y también como si existiera y reconociera un pacto tácito de honor entre caballeros.

Sólo la impulsiva hija de éste, Joey, verdadera amazona de la película, intenta dispararle, pero enseguida es reprimida por otro de sus hermanos de forma tajante, "deja que esto lo solucione padre" o algo así le dice.

 Esta escena recuerda, en parte, mutatis mutandis y con todas las salvedades y diferencias del mundo entre una obra popular como el western, y los poemas homéricos, esto es, esta escena, recuerda a la de Príamo y Aquiles por el rescate del cadáver de Héctor, en la Ilíada.

                                       Príamo y Aquiles ante el cadáver de Héctor.

           Evidentemente no tiene el elevado contenido trágico que se manifiesta en la obra griega, auténtico broche final que casi da sentido a toda la Ilíada y al sentimiento trágico de la obra, una reflexión profunda sobre las desgracias de la guerra.

Es obvio que el western es una obra de alcance más ligero y que quiere llegar a un gran número de espectadores sin elevar un mensaje que cale tan hondo como el de la épica griega. Sin embargo, escenas como esta revelan cierta imitación a estos modelos de la épica griega y de todos los tiempos.

En este caso, el motivo de la entrega del cadáver de un hijo a su padre por parte del propio asesino del mismo, y la aceptación resignada por parte del padre, dentro de un cierto código de honor que respeta al enemigo, incluso en los momentos tan dolorosos como es el que ocupa, habla de un código superior al de la mera barbarie.

La escena en sí tiene un tono dramático. No alcanza el nivel de la épica `pues allí el enfrentamiento y la muerte final es la de uno de los grandes héroes de la guerra. Aquí es sólo un chiquillo, como el propio Thorton le dice al padre y le culpa en parte de ello: "Ha enviado usted a un chiquillo a hacer el trabajo de un hombre".

McDonald va aceptando lo que Thorton le dice, y trata de comprobar la veracidad de lo que le dice.

Al final, es capaz de aceptar el hecho luctuoso y concede en agradecer el gesto de traer el cadáver a su familia, y no haberlo dejado pudrirse al sol.

Estamos otra vez ante este código ético de honor, invisible y tácito, que los protagonistas reconocen aceptar por encima de sus enemistades y las muertes. 

         "... Pero eso no los consolará …", termina por decirle Thorton en el momento de marcharse, en una muestra también de dolor y sentimiento de compasión por lo sucedido.

EL WESTERN Y LA ÉPICA EN EL DORADO (1)

 EL WESTERN ÉPICO-TRÁGICO  QUE PUDO SER.

Como ya decíamos anteriormente, El Dorado, de H. Hawks (1966), el film tenía, vislumbrábamos que podía ser así, algunas pinceladas de épica o tragedia clásica. Un comentario parecido y que confirmaba en algo esto lo encontramos en el librito publicado hace tiempo, poco después del film, un estudio de Robin Wood, un estudioso del cine de este autor, titulado con su mismo nombre, Howard Hawks (1968, 1981, ediciones JC). 

 La idea general sobre esta película es la de que fue una obra en cierto modo fallida, esto es, que se trata, y así ya se suele catalogar, tanto por el argumento como los personajes, de un remake, previsible y en nada original, de la anterior y elogiada Río Lobo.

Sin embargo, y esto es lo llamativo, Wood señala que, en el principio de concebir la obra, Hawks intentó hacer una película diferente y con otros planteamientos de la que finalmente salió. Quizás, sigue diciendo, influido por la escasa taquilla de sus anteriores films, finalmente se decidió a seguir una película en paralelo a la anterior de Río Bravo, y que solventara esos problemas

Según Wood, en sus inicios, El Dorado iba camino de convertirse en una versión de la tragedia griega adaptada al western.

Una muestra de esto, podríamos añadir, es el comienzo del film y el tiroteo desconcertante entre Thorton y MacDonald.

Desconcertante porque se produce, como decíamos antes, el suicidio del joven Luke Macdonald. A consecuencia, Thorton hace la entrega del cadáver ante los miembros de su familia, hay un intento de vendetta familiar contra él. Y la posterior marcha de Thorton-Wayne lejos del El Dorado, para olvidar lo ocurrido y purificarse.

Cartel del film donde se muestra la escena en la que Cole Thorton 
carga el cuerpo de L. MacDonald, muerto involuntariamente por él mismo

Esta secuencia, ya propia de la literatura y el cine popular, sin mayor rimbombancia épica, se inscribe claramente en los argumentos típicos y recurrente del género épico, y de la épica y la tragedia clásica, más concretamente de nuestra tradición grecolatina occidental. 

     ¿Cuántos personajes de las leyendas clásicas no encontramos amargados y superados por esas funestas Erinias, esos remordimientos que acosan a Thorton-Wayne ante un homicidio, aunque fuese involuntario? Desde Orestes (con sus particularidades) hasta Belerofonte y muchos más, incluido el propio Heracles, todos ellos se ven acosados por estos remordimientos causados por la muerte de alguien cercano que ellos han cometido de forma involuntaria. 

                                                                          Belerofonte
        El personaje se rodea de una carga negativa, negativa, la que los griegos llamaban miasma, impureza, un sentimiento tanto individual como que afecta a la comunidad.

 Sigue diciendo Wood que lo que empezaba con estos aires de tragedia clásica anunciaban un film distinto del que luego acabó realizándose, por diferentes razones.

Pero, aun así, viene a corroborar en cierta medida la presencia de estos elementos clásicos, y universales también, que por aquí y por allá salpican también un género en principio diferente en tiempos y ambientes del mito, la épica y la tragedia clásica.

sábado, 13 de enero de 2018

Eldorado (continuación).

Como ya decíamos en un comentario anterior sobre la película El Dorado (Eldorado), de H. Hawks (1966), el film tenía algunas pinceladas de épica o tragedia clásica. Un comentario parecido lo hemos encontrado en el librito de Robin Wood, un estudioso del cine de este autor, titulado con su mimso nombre, Howard Hawks (1968, 1981, ediciones JC). 
La idea general sobre esta película es la de que fue una obra en cierto modo fallida, esto es, que se trata, tanto por el argumento como los personajes, de un remake de la anterior y elogiada Río Lobo. Sin embargo, según Wood, al principio parece que Hawks intentó hacer una película diferente de la que salió, pero, quizás influido por la escasa taquilla de sus anteriores films, finalmente se dicidió a seguir una película en paralelo a la anterior de Río Bravo. 
Según Wood, Eldorado iba camino de convertirse en una versión de la tragedia griega adaptada al western. Como decíamos también antes, el suicidio del joven Luke Macdonald, la entrega del cadáver ante los miembros de su familia, el intento de vendetta familiar y la posterior marcha de Horton-Wayne lejos del pueblo para olvidar lo ocurrido, se inscribe en los argumentos típicos de la épica y la tragedia clásica. 
¿Cuántos personajes de las leyendas clásicas no encontramos amargados y superados por esas funestas Erinias, esos remordimientos que acosan a Horton-Wayne ante un homicidio aunque fuese involuntario? Desde Orestes (con sus particularidades) hasta Belerofonte y muchos más, el propio Heracles, se ven acosados por estos remordimientos causados por la muerte de alguien cercano que ellos han cometido de forma involuntaria. 
El tema de la entrega del joven fallecido ante su familia también nos devuelve al ambiente familiar donde se desenvuelven los conflictos de la tragedia clásica. Sigue diciendo Wood que lo que empezaba con estos aires de tragedia clásica anunciaban un film distinto del que luego acabó realizándose, por diferentes razones.
Pero , aún así, viene a corroborar en cierta medida la presencia de estos elementos clásicos, y universales también, que por aquí y por allá salpican también un género en principio diferente en tiempos y ambientes del mito, la épica y la tragedia clásica.

viernes, 18 de marzo de 2016

ëpica y western

Veía esta tarde, de pasada y por un ratito mientras descansaba un poco, uno de los westerns clásicos más populares, El Dorado, de Howard Hawks. Ya lo había cogido a poco de comenzar, en el momento en que el pistolero Cole Thorton (John Wayne) se acerca al rancho de los McDonalds, unos humildes granjeros en lucha contra los caciques que que quieren arrebatarles sus tierras. Thorton llega con el cadáver de uno de los  hijos de McDonald, al que ha matado en legítima defensa, atado a lomos de un caballo. 
Una vez frente al padre, le manifiesta lo ocurrido, cómo ha sido la muere de su hijo, el cual es retirado rápidamente por las mujeres de la familia. McDonald acepta la versión del pistolero como si existiera un pacto tácito entre caballeros. Sólo la impulsiva hija de éste, Joey, verdadera amazona de la película, intenta dispararle, pero enseguida es reprimida por otro de sus hermanos de forma tajante, "deja que esto lo solucione padre" o algo así le dice.



Luego seguía la película, pero me recordó este fragmento, mutatis mutandis y con  todas las salvedades y diferencias del mundo entre una obra de corte popular como es el western, y los poemas épicos griegos, esto es, que esta escena, salvando las distancias, me recordó, aunque sea un poco superficial decirlo, a la escena de la conversación entre Príamo y Aquiles.
 Evidentemente aquí no tiene el elevado contenido trágico que se manifiesta el la obra griega, y que en algún sentido es el auténtico broche final que casi podemos decir que da sentido a toda la Ilíada y a todo el sentimiento épico trágico que incluye la obra, una reflexión profunda sobre las desgracias de la guerra. Así se puede ver en uno de los últimos libros publicados sobre esta obra.
Es obvio que no hay nada de eso, el western es una obra de alcance más ligero y que quiere llegar a un gran número de espectadores sin elevar un mensaje que cale tan hondo como el de la épica griega. Sin embargo, escenas como esta revelan cierta imitación a estos modelos de la épica griega y de todos los tiempos.
En este caso, el motivo de la entrega del cadáver de un hijo a su padre por parte del propio asesino del mismo, y la aceptación resignada por parte del padre, dentro de un cierto código de conducta que respeta al enemigo incluso en los momentos tan dolorosos como es el de aceptar tan desgraciada noticia.
La escena en sí tiene un tono dramático, como es evidente por lo que se está tratando. No alcanza el nivel de la épica `pues allí el enfrentamiento y la muerte final es la de uno de los grandes héroes de la guerra. Aquí es sólo un chiquillo, como el propio Thorton le dice al padre y le culpa en parte de ello: "ha enviado usted a un chiquillo a hacer el trabajo de un hombre". McDonald acepta lo que le dice y es capaz de darle las gracias por traer a su hijo. Estamos otra vez ante este código ético invisible que los protagonistas reconocen aceptar por encima de sus enemistades y las muertes. 
"... pero eso no los consolorá", termina por decirle Thorton en el momento de marcharse, en una muestra también de dolor y sentimiento de compasión por lo sucedido. Poco después, una vez llegado al pueblo, el propio Thorton no podrá seguir por más tiempo en el pueblo. Las Erinias, los remordimientos por haber matado a un joven, aunque fuese de forma involuntaria, hacen que abandone por un tiempo la ciudad, a sus amigos y a una futura vida en pareja con cierta pareja suya. Aqúí volvemos a encontrar este tema clásico tan repetido en los mitos y las leyendas clásicas, la muerte fortuita de un familiar o un amigo, y los consiguientes remordimientos que obligan al personaje a buscar otros lugares y darse un tiempo hasta que se pasa la pena y el dolor.
Aunque sea en una obra ligera y de corte popular, vemos que algunas situaciones y las conductas de los personajes, sin alcanzar la profundidad de la épica, mantiene una cierta similitud en lugares comunes, tópicos y personajes.

La verdad es que comparar estas dos escenas es muy superficial, ya hemos dicho la diferencia de altura dramática entre uno y otro. Además, en un caso es el propio pistolero quien entrega el cadáver, en el otro es el dolorido padre quien suplica que le devuelvan el cadáver de su querido para darle las debidas honras fúnebres. nada de esto hay en el western, el mundo del más allá, las honras fúnebres, el sentimiento religioso, queda fuera, apartado, no se menciona. como decimos, el conflicto religioso no existe en el fim, mientras que en la épica todo gira en torno a ella. Pero quedemonos con los aspectos superficiales en que hay ciertos parecido y dejemos las grandes diferencias por un momento a un lado.
En este sentido, la granja de los McDonalds parece que los roles están perfectament asignados, es a las mujeres a las que corresponde velar por el cuerpo, mientras que el jefe del clan mantienen una actitud hasta insensible ante la noticia de la muerte. Aunque bien es cierto que el cuerpo ya está entre ellos para darle las debidas honras.




LOS DUELOS SINGULARES
Aunque sea ya repetitivo, uno de los momentos clásicos de los westerns, y de todas las películas de acción, herencia de los combates épicos, son los duelos singulares. Éstos han de realizarse, claro está, ante un público expectante, el cual reproduce, en cierta manera, a los espectodres mismos que estamos viendo el film. Uno muy famosos es el combate o la disputa en el interior del bar-saloon o la taberna de la ciudad. En otras ocasiones el combate singular es a lo largo de la vía principal de la ciudad.
Aquí dejamos uno de los duelos singulares que hay en la película.



Dejamos también dos versiones de la banda sonora del film.




sábado, 2 de marzo de 2013

El Dorado, western y épica

El otro día pusieron de nuevo un western de los de antes, El Dorado, con John Wayne, Robert Mitchum y James ... Sólo vi un fragmentito, pero en éste salían una serie de temas tradicionales de la épica.
La caballerosidad entre enemigos: En el fragmento podíamos ver a un personaje, el llamado Missisipi, que debe vengar la muerte, innoble por otra parte, de un amigo suyo ocurrida años atrás, llevada a cabo por unos matones. Ha llegado al último de ellos y se produce un duelo, pero con ciertas reglas de caballerosidad entre pistoleros, como si fueran unos caballeros andantes pero del siglo XIX y con pistolones en lugar de espadas o lanzas. Además, el llamado Mississipi se destaca por su apodo pues el suyo verdadero es largo y complicado. también se distingue por el arma que utiliza, que no es el usual revólver.
El joven y el veterano: John Wayne acaba adoptando a este joven vengador pero algo atolondrado, que no puede sobrevivir en el salvaje oeste si no sabe utilizar un arma de fuego. Aquí vemos, como en otros episodios épicos, la relación entre un joven y un adulto, que lo inicia en los usos y maneras de esos lugares dejados de la mano de Dios.
Una muerte accidental: Más adelante, John Wayne tiene otro lance, desafortunado esta vez para un joven, casi un adolescente, que muere por culpa de la casualidad. Otra vez con caballerosidad, siguiendo cierto código de conducta, Wayne recoge el cadáver del joven y lo lleva al rancho de su familia. Allí, sobreponiéndose al deseo de venganza de hermanos y familiares, el padre, la autoridad del clan, escucha las explicaciones y le da las gracias al caballero andante Wayne, a pesar de haber sido el que disparó contra su hijo.
Amazonas en el oeste: Las ansias de venganza, sin embargo, no quedarán satisfechas. Al poco de salir del rancho, una de las hijas de McDonald, una bella vaquera, una aguerrida Amazona del oeste, no dudará en acechar a Wayne y en emboscada tirarle del caballo de un disparo de rifle. Disparo del que saldrá airoso, pero con el que cargará el resto de la historia.
La culpa: Por último, porque ya no vimos más, Wayne, después de llegar a El Dorado, estar unos días con amistades y conocidos, decide marcharse a su pesar, pues la culpa por lo sucedido no le deja la tranquilidad necesaria para vivir allí, al menos hasta que no pase cierto tiempo.