LAS MALÉVOLAS PATRICIAS
Y
patricias, pues estas tiene papel importante en la forma en que ha de celebrarse
el espectáculo. “A muerte”, dice la patricia que lleva las riendas en el
asunto. “¿A muerte?”, pregunta asombrado el servil Batiato, pensando también en
la pérdida económica que conllevará este espectáculo privado.
Además,
las dos patricias son las que llevarán a cabo la selección de los
participantes, eligiendo a unos y rechazando a aquellos que el azorado Batiato
le propone y que son de menor rendimiento en los espectáculos, pensará él.
Aquí se
deja ver ese atractivo sensual que tenían las figuras de los gladiadores sobre
las damas especialmente, ya sabemos que los gladiadores tenían fama de buenos
amantes, y que las damas de alta alcurnia no tenían reparos en relacionarse con
ellos buscando sus favores. En GLD ocurre lo mismo cuando los gladiadores pasean por las calles a la llegada o salida de los combates, y la cámara enfoca a dos guapas romanas, esta vez más de la plebe, que los miran con admiración extremada.
Pues
bien, aquí tenemos el perfil de dichas damas patricias, los varones Craso y Glabro han dejado el asunto, el cual se supone debería ser de su máxima
incumbencia, en manos de las mujeres, y ellas demuestran mano segura y saber bien
lo que quieren para tener un buen espectáculo, lo que incluye morbo, muerte, luchadores fieros, cosas que son del deleite especial de estas deamas. En la patricia ... podemos
apreciar la frialdad y cierto placer digamos morboso en la elección de los luchadores para el disfrute
del sangriento espectáculo posterior.
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