- Mi hijo, que está estudiando Historia. El profesor le mandó a ir al archivo de la Biblioteca o al Municipal, no sé y buscar documentación e información de la época de la transición en La Laguna. Y está encontrando de todo, panfletos, octavillas, ..., de los años 70, de los grupos de izquierda sobre todo.
- ¡Ah, ya como la que me enviaste por whatsapp, el panfletillo de las JUCC! Todavía me acuerdo. Y el lema también, "LEE Y DISCUTE". ¡Qué época! Se les ocurriría a los Petetes o a algún otro.
- Y mira que había grupos políticos entonces, a cuál más rojera... Yo, la verdad, es que nunca me metí en ninguno, todavía me daba algo...
- Un montón, sobre todo de izquierda, y todos rojetas y más. La ORT, la organización Revolucionaria del Trabajo..., total, que eran cuatro gatos.
- Y las JUCC, las juventudes del PUCC, el que tenía, eso me parecía, más afiliados en la época. Partido de Unificación Comunista de Canarias.
- Si, sí, en esto se parecía a lo de la Vida de Bryan, la de los Monty Pithon. Que si está el Frente Nacional de Judea, el Frente Judío Nacional,..., jeje. Y todos liados entre sí. Estaba también la Joven Guardia Roja, J.G.R., que eran maoístas o algo así. También eran tres pelagatos.
- ¿Y los de derecha? ¿De Falange?, Bueno, la Falange ya a esas alturas prácticamente había quedado en nada, la que pujaba era Fuerza Nueva, que era el partido fuerte entonces, en Madrid también, con periódico, El Alcázar..
- Si, bah, pero esos eran los menos, ya iban a menos. Mi hermano Car. estaba en uno de esos, en la Joven Guardia Roja, me parece.
- Y en Fuerza Nueva había uno, el líder o uno de ellos, me acuerdo de él. Rogelio No sé que habrá sido, después de aquellos años, no lo volví a ver. Parecío un tipo preparado, muy puesto en historia y política, hablando con una seguridad de todo aquello que impresionaba un poco. Era también deportista, jugaba bien al fútbol. muy enérgico.
- Si, ese vivía en Heraclio, como nosotros también. Si eramos de la misma calle. El hermano era uno que iba con el pelo como Tintín, sacaba a pasear al perro todos los días. ... Una vez se citaron por la noche no sé en dónde, si allí, en la calle, o en otro sitio. Quiero decir los de la Joven Guardia Roja, donde estaba mi hermano, y los de Fuerza Nueva, donde estaba ese Rogelio. Era para darse leña, a pegarse entre ellos, los de la Guardia Roja y los de Fuerza Nueva. Y apareció este Rogelio, con unas cadenas, unos chakos, preparado para la bronca. Y entonces se vieron él y mi hermano Caro. Y qué va, se miraron y pasaron de pelearse. Lo dejaron, bah, se marcharon cada uno por su lado. Claro, si es que eran vecinos de la calle, de Heraclio.
Luego, entre una y otras anécdotas, muchas con cierta nostalgia en ellas, fuerondando biena cuenta del papeo, de los chocos, bueno, del choco y medio, cómete los rejos, yo no almuerzo mucho, y de las costillas, cómete la piña...
Pero a Val, por deformación, enseguida aquella anédota le recordó al episodio épico ensalzado por el divino Homero en los comienzos de la épica y la literatura occidental, ese episodio de Glauco y Diomedes.
En la Ilíada es celebre y muy comentado este encuentro de los dos combatientes de los dos bandos, el greigo y el troyano, Glauco y Diomedes. Ocurre en el canto VI, cuando Homero está relatando una de las escenas de batalla que se suceden en la obra. Es llamativo porque en medio del fragor y la lucha del combate, estos dos oponenete se reconocen, recuerdan el linaje del que proceden y, sobre todo, los lazos de hospitalidad, una de los valores principales en ese mundo homérico, y posterior, y en medio de aquel caos, se detienen a hablar, establecen su reconocimiento, y , finalmente, se intercambian las armas, dejan de combatir y se despiden en paz.
Evitemos los dos lanceamos desde hoy en la lucha.
Tengo a muchos troyanos y a muchos aliados famosos
que matar, si algún dios me los pone al alcance o los cojo.
Tienes tú a otros aqueos a quienes matar, si es que puedes.
Y cambiemos ahora las armas a fin de que todos 23
sepan que nos gloriamos de haber sido paternos huéspedes.
Dijo así, y descendieron los dos de sus carros brillantes
y las manos, en prueba de amigos, los dos se estrecharon.
ἔγχεα δ' ἀλλήλων ἀλεώμεθα καὶ δι' ὁμίλου:
πολλοὶ μὲν γὰρ ἐμοὶ Τρῶες κλειτοί τ' ἐπίκουροικτείνειν ὅν κε θεός γε πόρῃ καὶ ποσσὶ κιχείω,πολλοὶ δ' αὖ σοὶ Ἀχαιοὶ ἐναιρέμεν ὅν κε δύνηαι.τεύχεα δ' ἀλλήλοις ἐπαμείψομεν, ὄφρα καὶ οἵδε 230γνῶσιν ὅτι ξεῖνοι πατρώϊοι εὐχόμεθ' εἶναι.ὣς ἄρα φωνήσαντε καθ' ἵππων ἀί̈ξαντεχεῖράς τ' ἀλλήλων λαβέτην καὶ πιστώσαντο
nota 1: es también famosoeste fragmento porque en este interludio y paréntesis en el campo de batalla es cuando, pues están vinculados con esa casa real, el rey Preto, es cuando se relata la historia de Belerofonte, como si fuera una especie de caja china, esquema de composición habitual en la literatura arcaica griega.
nota 2: también es célebre porque en este pasaje se encuentra la célebre frase de Homero en la que compara la vida efímera de los hombres con el linaje de las hojas de los bosques, luego parafraseada por Mimnermo.