miércoles, 13 de julio de 2022

EL FLASH-BACK DE RANSOM STODDARD: LA DILIGENCIA OVERLAND (LIBERTY VALANCE)

                                                         


EL PRÓLOGO DE "EL HOMBRE QUE MATÓ ...".

Realmente, el prólogo de la historia de Shinbone y Valance comienza desde el principio del film.
Está parcelado en varias escenas.
En la última del bloque, es cuando el senador, en flash-back, arranca de verdad con la historia del pasado, antes de que llegara el tren a Shinbone.
El senador Ransom y su esposa, ya mayores, viajan en tren a la ahora ciudad de Shinbone, lugar del que salieron años ha convertidos en pareja, y donde transcurrió una época importante de sus vidas.
Los esposos llegan a la estación de tren. Allí son recibidos por unos periodistas. La esposa reconoce , avejentado, al antiguosheriff, sobre el que se abalanxza y abraza.
Ransom reclamado por los periodistas, se separa de su esposa y los acompaña al periódico. 
Su esposa Hallie da un paseo, nostálgico y evocador, con el antiguo sheriff en una carreta.
Toda la escena tiene un aire evocador, nostálgico y triste.

RANSOM EN EL PERIÓDICO.

Como parte del prólogo a la historia propiamente dicha del film, Ransom se entrevista con los periodistas, deseosos de noticias. 
Ya han pasado un rato cuando la película se centra en ellos, hasta ahora con Hallie y el viejo sheriff.
 
- Bien, caballeros, me prometí a mí mismo no hablar de política. Y, miren ustedes por donde, es lo único que he hecho hasta ahora. 
- Ja, ja, sonríen cómplices los periodistas. Bueno, Ransom, le inquieren, está usted en la capital para hablar ante la asamblea, ¿verdad?
- No, en este viaje no, Charly. Es puramente personal
- ¿Puramente personal? Desde luego, senador, esto no satisfará a mis lectores. ¿Por qué ha venido usted a Shinbone? ¿No hay ningún misterio oculto? Indaga cómplice el nuevo director.
- Noo, responde tajantemente Ransom. No hay ningún misterio. He venido para asistir a unos funerales
- ¿Funerales? preguntan intrigados.


- ¿Quién ha muerto?, pregunta el director, joven y atildado director, en nada parcido a su predecesor y contemporáneo a Ransom.
- No lo sé, señor, exclama el joven reportero que afanosos está dando sus primeros pasos en el mundo de la prensa.
- Un hombre llamado Tom Doniphan- dice Ransom ante los desconcertados periodistas. Aquí llega mis esposa, exclama Ransom cuando ve la carreta de su esposa deteberese ante los ventanales del periódico en el que están. Caballeros, les quedo muy agradecido.
- ¡Tom Donipkhan!, se queda exclamando el director
Y Ransom se despide

SEGUNDO MOMENTO. EL FLASH-BACK. 
Después, el senador, su esposa y el viejo sheriff se dirigen pesarosos al lugar donde está el féretro Doniphan.
Hallie se sobresalta cuando ve el seco y rústico ataúd que guarda el cuerpo del personaje.
Se sientan a velarlo.
En eso, Ransom sale del pequeño habitáculo y vuelve de nuevo a la habitación de la entrada. Es un salón amplio y lleno de trastos viejos apilados.
En esto llegan los periodistas, que no se quieren desprender del senador y saber algo más de sus actividades.
Ransom Stoddard se topa casualmente con los restos de la diligencia de la compañía Overland.
En verdad que mismamente podría ser el casco semipodrido y apolillado de la nave Argos, olvidada de tantos años.
Su encuentro con ella le da pie a contar su historia, que es al tiempo la historia del pueblo, Shinbone, antes de que llegara el tren. En aquel entonces, el pueblo era un territorio salvaje y violento.
Ransom se dirige a ellos por segunda vez.

- Desde luego esta historia no me concierne sólo a mí. El viejo Pompei forman parte también de la historia – dice Ransom, aún reticente a hablar de ello -. Pero creo que sólo yo puedo contarla de principio a fin.
- He leído los archivos del periódico y puedo asegurarle que no mencionan para nada …
- Es usted muy joven aún -le interrumpe Ransom cuando iba a pronunciar el nombre de Doniphan-. Sí, es muy joven. Usted sólo conoce la ciudad desde que la cruzó el tren. Era muy diferente entonces, muy diferente, señor Scott. Muy diferente. La primera vez que llegué a Shinbone fue en una diligencia, algo muy parecida a esto. En fin.
Y entonces abre la puerta, que chirría lastimera, y deja al descubierto la maraña de telarañas que la cubre desde hace tiempo. Al cerrarla, una nube de polvo acumulado de años, se desploma sobre la carrocería.
- Podría ser la misma, continúa Ransom. Y, primero con los dedos y luego con un paño que encuentra por allí, desempolva y frota la parte superior de la portezuela. Salen al descubierto, poco a poco, unas letras:
- Overland… Pues sí, veo que es la misma.
La cámara enfoca entonces al joven reportero transcribiendo afanado todo lo que Ransom ha ido diciendo hasta ahora.
- Bien, dice arrojando el paño, se lo contaré.
Se sacude el polvo de las manos, y entonces una musiquilla arranca de fondo a la escena. Ransom repite.
- Se lo contaré.
Y se dispone ya a ello, dirigiéndose de frente a los periodistas como su pequeño auditorio.
- Hace muchos años, me licencié en Derecho. Con la maleta llena de libros, el reloj de oro de mi padre y catorce dólares y ochenta centavos en efectivo, empieza el relato, al tiempo que andando sale del plano de la escena, donde solamente queda la antigualla vetusta de la diligencia.
Hay un fundido y un salto espacio-temporal.
La escena cambia y se muestra un plano con un camino polvoriento, en medio de bosques y en plena oscuridad. Una diligencia, la misma vetusta del salón, emerge de un recodo tirada por cuatro caballos. La voz de Ransom, ya en off, continúa su relato.
- Seguía al pie de la letra el consejo de mi profesor. ¡Vete al oeste, muchacho, al Oeste! En busca de fama y fortuna, y también de aventuras.
Justo acaba de pronunciar esta última palabra, cuando surgiendo de unas rocas, un cuatrero revólver en mano pega unos disparos. Los caballos de la diligencia se detienen y encabritan asustados. El cuatrero grita ¡Alto! ¡El dinero!
A partir de entonces, el relato se cuenta a una tercera persona omnisciente, aunque hemos de suponer el artilugio que hace que todo sea el mismo relato contado en primera persona del propio Ransom.

Hábilmente, el director ha unido el fundido espacio-temporal y el del narrador.

"ÉSE ES MI BISTEC, VALANCE" (PIE, CONT.)

Y seguimos con el ciclo de cine los lunes de la 1 en RTVE.


Efectivamente, el ciclo no es del western, es del western de Jonn Ford y John Wayne.
Anoche tocaba la penúltima de la serie, El hombre que mató a Liberty Valance (The man who shot Liberty Valance), 1962, título que es toda una declaración.

En principio, ahora nos viene a la cabeza, podría ser como la novela breve Crónica de una muerte anunciada.

En verdad que el título ya desvela, cosa curiosa y digna de anotar, el desenlace del film.
REPARTO:
John Wayne:          Tom Doniphon
James Stewart:      Ransom Stoddard
Vera Miles:             Hallie Stoddard
Lee Marvin:            Liberty Valance
Edmond O´Brien    director del periódico

Sin embargo, y como se verá en el transcurso de la película, el asunto de quién mató a Valance-Marvin no está tan claro como en principio parece.
No es tanto el que se anuncie la muerte cierta de alguien, Valance en este caso, como de la autoría de quién o quiénes lo hicieron.

En esto el film enlaza en directo con la dimensión literaria o del relato de ese título precisamente.
Es decir, en la obra hay siempre dos niveles, al menos: uno, el de la historia contada en flash-back por Ransom-Stewart, el flamante senador, se supone que la historia real; y dos, el del relato que acompaña a los hechos que suceden.

De ahí que la figura del periódico, su director de entonces, y los nuevos periodistas de ahora, a los que cuenta la historia Ransom-Stewart, está presente y plantee la cuestión de la historia y su relato oficial, el transmitido, el noticioso informativo.

Esto daría para mucho, pero está hábilmente introducido en el film.

En esta película, un clásico del western, esta vez sí que sí crepuscular  antes de los que vinieron después, nos hemos fijado en dos cosas:

1. el relato en flash-back de la historia de Shinbone y, en concreto, la "colera", digamos, de Ton Doniphan, y
2. el famoso episodio, una zancadilla, que desencadena, parece que sí, el desarrollo del film: "Ése es mi bistec, Valance".

ADDENDA: también habría que añadir el motivo de "el relato dentro del relato", una variante de "el libro dentro del libro". 
Es decir, una de las cosas que enmarcan y dan cuerpo y aire de relato de remembranza es que la historia que se cuenta se va convirtiendo, al mismo tiempo, en relato oral que se transmite, historia o noticia que se escribe en el periódico, es decir, en materia literaria. 
El papel de la prensa, representado en la figura del director del periódico, algo amigo del vino, enmarca la historia, convierte los acontecimientos en historia literaria o relato local.
De ahí que hablemos de "el relato dentro del relato".

Y, también, de cómo la materia literaria se va construyendo al mismo tiempo que suceden los hechos reales. Los personajes reales se van convirtiendo, por la prensa, la literatura, que los recrea al tiempo, en personajes de ficción.

Este recurso o fenómeno es recurrente. Ocurre lo mismo desde La Odisea, Odiseo-Ulises ya se ha convertido en un personaje literario cuando en la corte de los feacios. Femio, el aedo de la corte, relata uno de los episodios de Troya en los que el propio Odiseo, sin que lo sepan los asistentes, es protagonista del mismo.
En La Eneida, lo mismo, Eneas se convierte en un personaje sobre sí mismo.
El Cid se convierte en leyenda mientras sigue batallando. Sus acciones se relatan y convierten en legendarias estando el propio Cid en vida.
Lope de Vega lo utiliza y muestra este fenómeno en alguna de sus obras teatrales.


La famosa escena de la película, una de ellas, es conocida como "Ése es mi bistec, Valance".


Anoche, cuando la estuvimos viendo, a salto de mata, eso sí, recordábamos es claro la escena en la casa de comidas.

Liberty Valance, un miserable y violento rufián, llega esa noche al pueblo.
Por todo el pueblo se corre el rumor de que va a llegar o llegado.
El asustadizo sheriff abandona la cena opípara cuando lo ve entrar.
La ley ha desaparecido.
Valance entra con un par de facinerosos, y se hace un sitio en el comedor ya completo, intimidando a los que ocupaban una de las mesas.

Allí se sienta, no sin antes beber a morro de una botella de whisky. Mira amenazadoramente a todo el salón.
Ransom-Stewart, en la cocina, aún no se ha enterado de su llegada.
Casualmente, en ese momento le piden que ayude a repartir las comandas, pues hasta ahora solo se encargaba de lavar los platos en un barreño y de forma bastante torpe.
Sin dudar, acepta y ha de llevar precisamente la comanda de Tom Doniphan. 

Éste había llegado un poco antes, es día de fiesta, le ha traído un cactus en flor a Hallie-Miles.
Entra por la puerta de la cocina directamente a saludarla y a sus padres.
Se sorprende un poco al ver como abraza con cierto afecto Ransom a Hallie. 
Le acaba de decir, cosa que a la joven le ha hecho una ilusión inusitada, le ha prometido que la ensañará a leer.
No importa que sea algo mayor.
La madre, privada, ya se le atisba los deseos de que Ransom-Stewart, y no otro del pueblo, sea el futuro novio.
Pero Doniphan, ingenuo, está en su mundo y sólo tiene ojos para Miles. No se decide todavía a confesarle sus sentimientos.

Doniphan encarga un bistec con patatas, sale y se sienta en la parte de atrás del comedor, justo con el periodista, al que le confiesa sus sentimientos. Cuando este va a anotarlo para publicarlo, Tom lo detiene, todavía no, todavía no, no vaya tan deprisa.

Ransom, pues, sale de la cocina con la comanda, un bistec con patatas, de Doniphan.


Valance lo reconoce.
Hay un cara a cara provocador de Valance con él.


Valance le suelta unas bravatas.
Ransom sigue adelante con las manos ocupadas por los platos.
Justoal pasar al lado de la silla del matón, éste le suelta una zancadilla.


Ransom cae aparatosamente al suelo, con los platos rebotando por el suelo.
La imagen no puede ser más humillante.

Aún en el suelo el abogado, vemos entrar en el plano a Doniphan-Wayne, harto del rufián, dispuesto a lo que sea.
"Ése es mi bistec, Valance!", exclama con la mano apoyada en su revolver y aire retador.



LA ZANCADILLA.
Continuamente repetimos lo mismo.
Es claro que la zancadilla y la caída de Stewart en la escena es eso, y sólo eso.
Si queremos empatarlo con esta serie de secuencias, escenas, etc., donde el pie, los pies, remarcan recargan una escena, a un personaje, pues bien.
Se puede o no aceptar. Suena ridículo, en verdad.
En fin.

Aclarado esto, hemos decidido añadirlo a la lista de personajes marcados con el pie.
Lo de la anomalía deambulatoria, sin el sentido religioso, claro.
Es claro que la tal escena acontece a raíz de una zancadilla, un tropezón y una caída.
Todo ello relacionado con la anomalía deambulatoria.
Digamos que esa zancadilla acelera las cosas.
Hasta el momento, la situación era la que era, todos saben quién es Valance y de lo que es capaz.
Nadie se quiere enfrentar a él.
Ni el sheriff, un remedo de tal.
A raíz de la caída, Doniphan se enfrenta directamente a Valance.
La ley, Ransom-Stewart, aunque perseverante y resistente, está caída y derrotada.

                                                 

SIMBOLISMO

La zancadilla travesera refleja y delata la ruindad y maldad de Valance-Marvin, unido a la risotada suya y sus secuaces. 

Es un ser criminal, traicionero, violento.
Todo eso lo refuerza la zancadilla.
El tropezón de Ransom refleja, en principio, su debilidad e inferioridad.
Es claro que ha llegado a aquel pueblo del Far West donde las cosas distan mucho de ser lo que ha estudiado.
Refleja su derrota, inferioridad, debilidad, de él y de lo que representa, el mundo de la ley, aún en calzoncillos.

sábado, 9 de julio de 2022

LA CLAVE ESTÁ EN EL JUEGO DE PIES: MILLION DOLLAR BABY.

 LA CLAVE ESTÁ EN EL JUEGO DE PIES: MILLION DOLLAR BABY.

Reparto: 
Clint Eastwood como Frankie Dunn, un veterano entrenador de boxeo.
Hilary Swank como Maggie Fitzgerald, una mujer que quiere cumplir su sueño de ser boxeadora profesional. Es la protagonista de la historia.
Morgan Freeman como Eddie "Scrap-Iron" Dupris, un viejo amigo de Frankie y antiguo boxeador. Está ciego de un ojo.


Million Dollar Baby fue una película aclamada en su tiempo. Recibió varios premiso en los certámenes cinematográficos a los que se presentó.
Se trataba la obra de un director y actor de cine ya consolidado a estas alturas de su vida y producción cinematográfica, Clint Eastwood.

Bajo la aparente cubierta de una película de género, del boxeístico, se encuentra una historia muy humana de la relación entre una aprendiz de boxeadora, mujer, una novedad, y su airado y reticente y áspero entrenador de boxeo, Clint Eastwood.

Lo que al principio es una negativa por su parte a hacerse cargo de la joven, se convierte después en una relación afectuosa entre ambos.

Para el caso que nos ocupa, y siempre teniendo en cuenta la deformación a que sometemos todos estos ejemplos, vamos a comentar una escena. Frankie- Eastwood, una vez acepta en contra de lo que piensa, a entrenar a Hillary-Maggie, le enseña unos, más bien el primer y básico consejos. Ella debe saber para, como si dijéramos, empezar con “buen pie” su carrera boxeística.

          Y ¿qué elemento corporal aparece entonces? Contra lo que un profano pudiera suponer, lo primero de lo que le habla Frankie-Eastwood no es de los brazos, las manos y los puños, no precisamente, le habla del juego de pies.

 La escena es en el gimnasio. ante un punching ball ante el que Maggie se entrena afanosamente, pero sin saber ni tener constancia del juego de pies.

De repente, es como si se le abriera una verdad insospechada que latía y estaba en su mismo cuerpo, su base podal. En las siguientes escenas vemos como ella practica incesamente, en el gimnasio, en el trabajo, con sus pies. Izquierda, derecha, izquierda.

Ya tenemos a otro héroe, heroína en este caso, monosándalos.

Bueno, en verdad, todos los boxeadores lo serían, desde luego.

Nos fijaremos en este caso de Maggie por ser la protagonista ejemplar en la ficción del film.

La escena, como decimos, transcurre en el gimnasio de Frankie. Es bastante tarde, ya hace tiempo que cerró, están todas las luces apagadas. Frankie y Freeman están hablando en la pequeña habitación que Freeman tienen en el mismo gimnasio. Vive allí, es su vida. De repente se oyes unos golpes. Es Maggie. Por su cuenta ha llegado tan tarde y anda dando puñetazos al punching. Es su cumpleaños. Frankie se acerca a hablar con ella.

Toda la conversación se produce en ese ambiente oscuro, solo iluminado por una fuerte luz blanca en el rincón donde está colgando el punching.

En verdad que podríamos estar miles de años atrás, en las entrañas de una cueva y ante un rito mistérico.

Es entonces cuando, no sabe bien por qué, Frankie acepta a entrenar a Maggie. Hasta ahora la ha estado rechazando y pidiéndole de una u otra forma que se fuera. Maggie no cabe en sí de su gozo. Emocionada, atiende a las primeras palabras de Frankie, con el que se ha comprometido como entrenador a partir de ahora.

Frankie, ya puesto en su papel de entrenador, le da lo que diríamos su primera lección a su pupila.


- Bien, una de las cosas en que me he fijado es que nunca mueves los pies. Te quedas quieta, sin moverte. Tienes que mover los pies, es una de las mejores cosas que podré enseñarte. Así que esto es lo que se hace.

La cámara  enfoca de espaldas a Frankie ante el putching, mientras Maggie lo mira atenta.

- Ponte así, dobla un poco las rodillas.

Maggie obedece.

- Ponte en postura atlética, como si fueras a pegarle a laguien.

Y ella se dispone con los puños en posición de ataque.

- ¿Moverlos cómo, jefe?, inquiere ansiosa por aprender Maggie.

- Dale al putching.

Maggie le da un golpetazo fuerte, y le sonríe segura de sí, de lo fuerte que le ha pegado.

- ¡Paara!

- ¿Qué he hecho mal?

Frankie para el punching, todavía vibrante.

- Vale, has hecho mal dos cosas. Una, has hecho una pregunta; dos, has hecho otra pregunta.

Toda la escena transcurre en un rincón del gimnasio. Ya es muy tarde, el gimnasio hace tiempo que cerró, no hay nadie salvo ellos. Las luces están todas apagadas, excepto el rincón en que elos está llevando la conversación y la lección.

- Bien, lo que quiero que hagas no es una cuestión de darle fuerte, sino de lo bien que le des. Así que, observa. Cuenta conmigo, si quieres. Y a la de uno le doy de lleno al putching.

Frankie lanza tranquilo y seguro un puñetazo contra el putching

- ¿Puedes enseñármelo otra vez?

- Sólo di uno, por favor, responde cansino Frankie ante la ansiedad de ella.

- Uno.

- Vale, sí, sólo di uno, muy bien.

Y sigue diciendo:

- Ahora cambia al pie derecho. ¿Ves? Mi peso se desplaza al pie derecho. Ahora le pego con el dorso de la mano (Frankie pega ahora con la mano izquierda) como si estuviera rompiendo hielo. Luego me desplazo y cambio al pie izquierdo y golpeo con la mano derecha…, y cambio al pie derecho y le doy con el puño izquierdo otra vez. Derecha derecha, izquierda izquierda.

Frankie sigue golpeteando rítmica y contundemente el punching.

Suena la música de nuevo, el tema principal, hasta ahora ha habido un silencio absoluto de fondo. Indica que ha concluido la leccción, esta primera lección.

Maggie baja los ojos entonces y ya no mira al punching ni  a los brazos y los golpes. Ahora está fijándose en el balanceo y el juego de pies de Frankie.

Luego, hay una elipsis, y se ven los pies de ella, desnudos, moviéndose al ritmo alternado que le ha enseñado Frankie.

Y ya a todas horas, en el trabajo, mientras sirve las mesas, la cámara enfoca a sus pies, alternando rítmicamente su posición.


Les enseñas cómo deben colocar las piernas debajo de los hombros”, dice la voz en off de Freeman, mientras vemos a Frankie trabajándole los pies a Maggie en el cuadrilátero.

La voz en off continua mientras se ve las imágenes de Frankie y Maggie entrenan, el esfuerzo de ella, los consejos de él. La voz repite la idea de la entrega total del deportista a la tarea a la que se ha comprometido.

Pero, a pesar de esto, no olvidemos que esta primera lección en verdad es como si le estuviera enseñando la fuerza, el valor oculto de las personas, de todas, ubicada en los elementos podológicos que las sostienen, normalmente ignoradas, desapercibidas, y no puestas en juego.





 


 


 

jueves, 7 de julio de 2022

THE SEARCHERS-CENTAUROS DEL DESIERTO (CONT.)

     El lunes pasado, ya lo comentamos, repusieron dentro de un, otro, ciclo del western, género épico por excelencia sobre el que los norteamericanos han creado parte de su mitología, que los europeos ubicaban en una fabulada Edad Media (y así siguen, cf. Juego de Tronos), repusieron la bien nombrada Centauros del desierto.
Algunas cosas que anotamos mientras a revisionábamos:

RHESIS DEL MENSAJERO: 
    A partir de la expedición que hacen Ethan y Martin una vez que la búsqueda se alarga en el tiempo, una parte de la historia se relata a dúo, esto es, por una parte, Laurie Jorgensen (Vera Miles) lee la carta, una en un año, o más tiempo, que le envía Martin contándole cómo va la búsqueda; por otra, se visualiza eso que empieza a leer Laurie-Miles con la proyección en vivo de lo que es aconteciendo. La boda con la india, la persecución de Cicatriz, el asalto del ejército al poblado, la visita a las niñas raptadas por los indios, ... 
    Es lo que en el teatro clásico se llamaba rhesis del mensajero, pero cominada con la visión en directo de lo que se ha empezado a contar.


LOS DOS MUNDOS DIVIDIDOS, LA MENIN OULOMENEN:
En cierta forma, podemos encajar la furibundia y la cólera de Ethan en el cuadro general de la cólera de Aquiles. Ethan es verdad que es un personaje colérico, aunque en ocasiones esa rabia crónica deja paso a risas y chanzas.
Es colérico, por un lado, con el otro, con el indio.


    También con el aspecto religioso. El reverendo no le merece ningún respeto, en el momento de la ceremonia del entierro de su familia.
Le espeta a Ward Bond, el reverendo,  acabe ya, reverendo, tenemos que marcharnos.
Es decir, no tiene el alivio y la mesura que puede proporcionar el sentimiento religiosos.
Es claro que está poseido por una carga destructiva y vengativa una vez que sus seres queridos han sido sido muertos por los indios. En esto se puede entender.
La madre Jorgensen le advierte, en la salida de Ethan con Martin y con su hijo, ten cuidado, Ethan, con los chicos. Ya hemos perdido a las niñas, no los vayamos a perderlos a ellos también.
Ethan-Wayne no responde sino que espolea la montura.
Y, efectivamente, al regresar, el joven Jorgensen, atormentado por la deseperación, se entrega a la muerte en una especie de devotio.

EL RITO INICIÁTICO:
En cierta manera, el dúo Ethan-Martin forman una relacion de mentor y joven iniciado. Ethan es quien le ira´introduciendo a Martin en la sociedad adulta. Y tanto la de su propia cultura como la de los indios.
Martin reaccionará con desesperación ante la barbarie de los actos de Ethan.


Cuando descubren el campamento indio asolado por el ejército , Marin no cree que los soldados la hayan podido matar a sangre fría.
Es un choque del joven ingenuo con el salvaje y cruel mundo adulto.
Ethan, en cierto modo, es su guía, un guía repelente y hasta agresivo contra él.
Ña relación, de todas formas, se va equilibrando con el tiempo, y Ethan de alguna manera irá anbandonando esa rabia genocida por influencia de Martin, entre otros.

ETHAN-WAYNE, EL MENTOR:
O algo más que no sabemos qué es.
Es evidente que tiene un pasado del que no sabemos nada, y del que no habla.
Hace tres años que acabó la guerra. ¿Y por qué no has venido antes, tío Ethan? ¿Qué has estado haciendo? Y por respuesta , el silencio.
Pero, aunque dfue soldado sudista, enseguida conocemos que ha estado en contacto y los conoce bien, a los indios. 
Sabe su lengua, sus costumbres mortuorias, sus ritos de matrimonio, sus rasgos guerreros, en fin, es un ser en el límite de los dos mundos.

A su lado, vemos a las dos comunidades, la de los blancos y la de los comanches, opuestas, mutuamente desconocidas y enfrentadas entre sí.
Ethan no respeta ni sus costumbres funerarias. ¿Por qué lo haces, Ethan? le dicen cuando dispara repetidas veces contra el cadáver de un indio, a sus ojos. Porque sin los ojos, el indio no puede llegar a las llanuras del más allá y quedará vagando entre los muertos sin rumbo ni paz.
A lo largo del film, Ethan hace comentarios puntuales e documentados, de tipo antropológico, sobre el indio y sus costumbres. Especialmente en aquello que lo diferencia del blanco.
Es un personaje en medio de dos mundos, como un ser chamánico, en algunos aspectos, sin el valor religioso, claro, pero mediador entre dos mundos.

miércoles, 6 de julio de 2022

LA MEDALLA DE CENTAUROS DEL DESIERTO: LA ANAGNÓRESIS CLÁSICA (CONT.)

 


De momento, no hemos podido encontrar una imagen mejor.
Esta es la medalla, una condecoración militar que tienen Ethan, y que se la entrega como regalo a la pequeña Debbie al comienzo del film.
Ella se lo pide, pues recordaba que a su hermana su tío le había regalado otra cuando pequeña.
Precisamenrte es medalla va a ser la señal de reconocimiento, anagnóresis definitiva, para reconocer a la pequeña Debbie pasado unos años.
Se la enseña Cicatriz a los dos perseguidores en el encuentro en la tienda, cuando por fin lo localizan en tierras mexicanas.
Es claro que Debbie es ahora la reconocible Natalie Wood, la emoción de los sujetos, la música, refuerzan esa identificación.
Como en las antiguas novelas bizantinas, y ya en el tragedia clásica, recordemos a Edipo reconocido por sus pies deformes, aquí se produce una escena de anagnóresis o reconocimiento merced a un objeto. 
Este recurso del teatro ya lo clasificó y duio nombre Aristóteles en su Poética.
Luego, será un recurso muy explotado de la novela bizantina.
Finalmente, pasará a ser un elemento muy recurrido en la literatura popular.

martes, 5 de julio de 2022

TOLLERE FILIUM (o FILIAM), COMPOSICIÓN ANULAR EN CENTAUROS DEL DESIERTO (cont.)

Anochecía ya lentamente, en estas lánguidas tarde-noches de principios de verano. 
Andaba por los sofases, dándole a unos pedales mecánicos, whasappenado sin mayor interés, desprecupad.
Los lunes dela uno estaban con el ciclo del western. Más bien de John Ford y John Wayne, mejor dicho.
La semana pasada tocó Misión de Audaces.
Hoy le tocaba el turno a un clásico de lo más renombrado, Centauros del desierto.
La traducción, en clave del mito de los cantauros trasladado al westerno, no dejaba de ser imaginativa.
Sin embargo, el título orihginal, que tampoco cubria lo que la historia escondía, estaba más afinado. The Searchers.
Los perseguidores, sería la traducción más cervcana al castellano.
Una de las frases de la película, y alguna más, se lo dedicaban.
Dice Ethan, el indio no concibe que alguien pueda estar persiguiendo un objetivo continuamente, pues se cansa, no es constante.
En otro episodio más adelante, el jefe Cicatriz reconoce a Ethan y  Martin al llegar a su campamento. Le dice, yo a tí reconozco, eres el que persigue.
Y de esta forma, entre centauros y perseguidores, le dimos al mando y empezamos a ver por enésima vez el film.
No estaba muy seguro tampoco de verlo durante mucho ya conocía el film, seguro que al poco haría el zapping correspondiente.
Sin embargo, la película empezó, y al poco, aunque recordara bien el argumento, seguía viéndola.

1. LA COMPOSICIÓN ANULAR.
No tanto como el ilustre Píndaro, quizás sí, si uno la ve más veces.
La composición anular es tan clara que uno la acepta directamente.
La película empieza con una puerta que se abre y termina con otra puebla que se cierra.
Sencilla , simple pero magnífica secuencias.
Parece que abrimos un libro, además de una puerta. Parece que aeptamos ya fácilmente el hecho de que nos van a contar un relato, de eso se trata, pero con una verosimilitud que lo damos todo ingenuamente por sentado.
Lo primer, el prólogo, la ubicación geográfica de la historia.
Al abrirse la puerta al comienzo, se deja ver y se va abriendo la imagen de un  paisaje soleado, desérico, solitario. En aquella inmensa llanura de polvo limitada por crestas volcánicas como torres de un paisaje marciano, solamente se elevanta como humilde señal de visda humana la humilde casita de la familia de Aaron y Marta, y sus tres hijos.
Uno se pregunta qué hace una familia como esta en un lugar bárbaro, incivilizado, lejos de las muchedumbres de los hombres.
No sabemos muy bien.
Nos enteramos de que es un territorio con lugares parecidos, fincas más o menos cercanas, de agricultura y ganadería, donde hay una relación aunque sea a distancia entre los pequeños propietarios de estos ranchos.
La película continua y sobre el fondo se va destacando la figra y el caminar de un jinete solitario.
¿Es Ethan? Sí, es Ethan, conversan Aaron y Martha.

El final es una escena en paralelo a este comienzo. 
Desde el porche de la casa delos Jorgensesn, enfocado en perspectiva, la familia avista a dos jinetes que llegan lentamente acercándose al rancho.


                                            

Esta vez no es el solitario Ethan.
Viene esta vez acompañado del joven Martin, suponemos que ya superado su duro y salvaje rito de iniciación.
Sobre las piernas de Ethan vienen Debbie, la niña raptada años atrás, sobrina suya, joven esposa de Cicatriz, que es resacatda a duras penas de las manos del mundo indio en el que había pasado los años de su primera juventud.




TOLLERE FILIUM, TOLLERE FILIAM.
En otra ocasión habíamos llamado la atención, haciendo paralelismos acrobáticos, claro, entre la ceremonia, el rito de aceptación de los hijos entre losromanos.
Por otra parte, es un gesto tan normal y habitual que nada hace que se relacione con el rito romano de por sí. Pero, en fin, malabarismos sin fin.
En aquella ocasión nos referíamos a las escenas casi finales. 
Ethan después de asaltar el campamento indio al amanecer, con la mirada desencajada, encientra a la india Debbie en un momento determinado. Sale furibundo tras ella, que coorre asuatda y temiendo por su vida.
Monta en su cabellao, que empieza a caracolear y hacer cabriolas.
Pawleer los ve, intuye que el colérico Ethan va a matarla, y se lanza a impedirlo.
El viejo soldado lo rpele dese la montura con el pie y con el caballo ebcabritado se dirige hacia la cueva donde la chica se ha refugiado.
Ethan no, Ethan no, grita deseperado pawleer.
Cuando Ethan la alcanza, su caballo carcoleando y encabritado a su alrededor, la arrincona.
Salta del caballo. Debbie está aterrorizada.




Cuando todo parece que va a terminar funestamente, la coge en brazos, la sostienen en la cintura y, sin  decir nada más, cambiando el gesto torvo por uno amable, el rostro de Debbie por uno más tranquilizados, la iza en brazos en una escena emocionante de entrega y acepatción final.
Entonces veíamos aquí el cermemonial, ya decimos gratuitamente , el rito del tollere filium.
Este rito, que nos acordemos ahora, lo podemos ver en El Rey León o en La rebelión de los ismios.

Volvamos otra vez a la composición anular.
(Porque a Martin Pawleer, ya es grandito, no lo acepta de ninguna de las maneras, tiene sangre cherokee, fue recogido de niño por el propio Ethan).
 Porque, al ver otra vez el film ayer noche, nos dimos cuenta, uno retardado, que también al principio se repite esta escena del tollere filiam, en el rancho de Aaron.

La escena tiene ademas su intríngulis.
En verdad que si en los coloquios bno se comenta este dato, uno lo hubiera pasado inadvertido.
Porque lo cierto es que entre Ethan y Marta, su cuuñada, hubo una historia de amor.
De hecho, lo que en otras visionadas había sido alguna mirada, ahora en verdad es toda la escena que cubre desde la llegada de Ethan hasta la partida en persecución de los indios.
En todo este prólogo nicial, las miradas y detalles, al principio inadevertidos entre los dos, si uno tienen en cuenta este dato, está más que claro.

Dejamos aquí algunas de estas imágenes entre Ethan y Martha su cuñada, que delatan el lazo que hya entre ellos.
Martha avista la primera a Ethan.
Su irada denota deleite, anhelo.

Martha mira con deleite la casaca recién lavada de Ethan

El reverendo-capitán no quiere fijarse en la tierna escena que sucede a su lado.

La despedida de los guerreros, Martha y Debbie ve como los hombres se alejan.

En medio de esta larga secuencia del prólogo, se produce de nuevo el tollere filiam, de Ethan con Debbie.
Si lo interpretamos en clave romana, se trata de la acepatción de la hija por parte del padre.
Pero el padre es Aaron.
¿O no?
Si seguimos con el hilo de que entre Ethan y su cuñada hubo lago, hasta podríamos sospechar que pueda ser hija suya.
En fin, una curiosidad sin mayor transcendencia.

Aquí dejamos la imagen de Debbie en brazos de Ethan, tollere filiam,  al principio del film en la casa.

En la composición anular que tiene el film, la ceremonia vuelve a repetirse al final. Ethan iza finalmente a Debbie.
Es como un doble aceptación o inclusión en la familia de los blancos, por decirlo de alguna manera.

lunes, 4 de julio de 2022

CASABLANCA: UN MUNDO EN SÍ MISMO. EL FLASH-BACK.

 El viernes pasado Classics de J.L. Garci puso en las pantallas la memorable película Casablanca.
Los invitados a la tertulia  entre ellos estaba E. Torres Dulce, el juez cinéfilo. Precisamente él fue el que utilizó la expresión del esta entrada, un mundo en sí mismo.
En todos estos años he visto la película, completa opaor partes, algunas veces.
Desde luego, como la primera, ninguna.
Había oído hablar de la película de siempre. Por azares del destino, y malas decisiones o vaya usted a saber, andaba en los ochenta en los Madriles. 



Una de las mejores cosas que entonces tenía la capital era el cine.
Estaban los famosos cones Alphaville, gloria del cine de autor europeo y de la pijería de entonces, como uno que los visitaba de cuando en cuando.
Es un detalle las fichas técnicas que te dervían fotocopiadas en unos buzones al tiempo que comprabas la entrada.
Uno las cogía todas.
¿Dónde andarán?
Otra cosa bien que tenía la capital eran los ciclos que reponían en algúan que otra sala.Hay que recordar que estabamos en la prehistoria, si lo miramos desde ahora.
Si no recurerdo mal, no sé si habian más cadenas que la 1 y la dos, igual sí.
Desde luego, internet, ni soñarlo. Ni youtube no nada.
Qué va! Lo que había entonces era, ahora lo ve unoa sí desde el cómod echadero del salón donde llegas a todo, era el pergrinar por metros, buses o propiamente andando, hasta aquella sal , eran unas pocas selectas, donde ponían tal o cual película y, lo más importante, ciclos. 
En verdad es que al final, creo que solo fue a un ciclo, en el cine creo que se llamaba Rex, no lo sé. 
Estaba en una de las transversales de la Gran Vía, al poco de empezr a caminar desde allí.
No sé qué será hoy.
Seguro que cine no.
Ponían un ciclo, no sé, o de cine negro o de Humphrey Bogart.
En verdad que no recuerdo bien, y la memoria de uno mezcla las cosas por comodidad.
En, a lo que iba, creo que fue en ese cine donde pude ver por primera vez, y en una sala de cine, no en la tele, dicha película.
El pasado viernes, cuando sabía que era la que tocaba, no mostré mucho entusiasmo. ¿Por qué? Es como que uno quiere guardar los buenos recuerdos del pasado y dejarlos con esa sensación.
Me dije, entonces, que al menos vería la primera parte, el prólogo, como emprezaba.
Y eso hice, mientras me desparramaba tan ancho era por las riberas y flancos de los sofases...

ESCAPANDO DE TROYA Y PARÍS.
En verdad, este relato que ahora comienza a duras penas Eneas, es el similar al que Rick, en la oscuridad de la madrugada, ante una botella de alcohol, la mirada perdida en el vacío, empieza a rememorar.
Como dijimos, no tienen el aliento amoroso trágico de Bogart, es más bien el relato épico de las últimas horas de Troya.
En parte, la imagen que refleja los famosos cuadros que representan esta huida se parecen en algo a la escena de la estación del tren de Paris. No tiene el dramatismo de la guerra y la destrucción, claro.


Las tropas alemanas están por llegar y aún no se han producido destrozos y destrucciones como las que sí ocurren en Troya, una vez los griegos entran y la saquean criminalmente, pasando a sangre y fuego a la ciudad y la población. 
Los cuadros, especialmente algunos, sitúan esta destrucción al fondo de la escena. En el primer plano se ve a Eneas cargando piadosamente a su padre, llevando religiosamente los Lares y Penates para la próxima fundación, a su esposa Creúsa y con su Iulo-Ascanio a su vera.
En París, Bogart, digámoslo así, solamente lleva por montera un cigarrillo que sostienen en su boca, semiabierta, casi desencajada. La ansiedad y la preocupación es compartida. Y una maleta, los Lares los lleva en su interior, hemos de supone. 
Decimos que los lleva en su interior el pius Rick, porque no hay expresión gráfica del mismo. Es cuando le dice al general nazi su breve itinerario personal antes de arribar a las arenas de Casablanca, Etiopía como traficante de armas, y España ayudando al bando republicano, Rick contesta seca e impasiblemente, camuflando sus verdaderos pensamientos e ideales.
A su lado va el bardo, el poeta, el aedo, Sam, convertido al tiempo en su mejor amigo y consejero. Vámonos, señor Rick, vamos a coger el tren, mientras Bogart , atónito es incapaz de reaccionar.
Es decir, en la huida de Eneas, lo tenemos a él, su padre, los Lares y Penates, su esposa Creúsa y su hijo Iulo; en la fuga de París, sólo tenemos a Rick, ciudadano del mundo, sin Lares, una sencilla y ligera maleta, más Sam, un poeta músico, con una sencilla maleta también.

EL FLASH-BACK
Empezaremos como simepre, al azar.
Prescisamente el flash-back, cuando empiezan a recordar el pasado en París, hasta ahí no llegamos.
Es el famoso "¡Tócala otra vez, Sam!", frase que no se dice, por lo visto.
Ya no lo recuerdo, y como dijimos, no llegué hasta ese momento el viernes pasada.
No dejo de recordar, por otro lado, ese flash-back tan tópico y representativo, porque indudablemete, ya lo hemos comentado otras veces, ese flash-back entronca directamente con el primer flash-back de la literatura occidental. Nos referimos al de Odiseo en la corte de los Feacios.
En ese momento, alguien anima al poeta Femio a cantar algun poema o secuencia del mismo.
Femio elige el de la toma de Troya.
Es entonces cuando los facios ven que el extranjero se apena y deja caer unas lágrimas.
El poema ele ha ñlevado a rememorar suceos por el vividos, cosa que en la corte aíun no lo saben, de los que fue tristemnete portagonista de los ismos.
Luego, este mismo episdio será emulado y reutilizado por el gran Virgilio.

En el caso de Casablanca, el poeta-músico Sam-Femio es interpelado por la ilusionada Ilsa, y lo pone en un brete.
Cuando Rick llega, le recuerda airado lo que tenúa convenido, no te he dicho que nunca tocarás esa canción.
La vista de sam se gira invitando a Rick a acompañar su mirada,
Es entonces cuando, sorprendido, Rick descubre atónito a Ilsa allí.
Es decir, en los tres casos, Odiseo-Ulises, Eneas y Rick, ninguno quiere revolver sus recuerdos.
En los dos primeros casos, por motivos épicos.
En el de Rick, por un asunto amoroso.
Luego, París se convertirá en la Troya asediada por los griegos.
La huida de Paris vienen a ser un remedo de la fuga de Troya de Eneas.
En este caso, Rick se parece más a Eneas que a Odiseo.
Es más, Eneas pierde a su esposa Creusa, aunque en un momento de deseperación del propio Eneas ante la pérdida, se le aparece en sombras aconsejándole gravemente que no la busque, que abandone Troya sin ella.
Con Rick pasa lo mismo. Su Creúsa, Ilsa-Bergamn, desparece en la huida de París no llega a la cita del tren para escapar juntos.
Sólo una triste carta, unas letras apenas, leídas y desfiguradas por la lluvia, es el equivalente de la sombra de Creúsa.
Rick, como Eneas, se marcahan desolados sin su compañera amorosa. 

EL FLASH-BACK DE ENEAS: PRIMEROS VERSOS:
 El prólogo del flash-back de la Eneida, libro II, tiene lógicamente su carga retórica.
Es un texto escrito, para ser recitado, y expresa de forma repetida la angustia y el dolor que experimenta Eneas al recordar estos suceosos.

Conticuere omnes intentique ora tenebant 1
Todos callaron y en tensión mantenían la mirada;
inde toro pater Aeneas sic orsus ab alto: 2
luego el padre Eneas así comenzó desde su alto lecho:
Infandum, regina, iubes renouare dolorem, 3
«Un dolor, reina, me mandas renovar innombrable,
Troianas ut opes et lamentabile regnum 4
cómo las riquezas troyanas y el mísero reino
eruerint Danai, quaeque ipse miserrima uidi 5
5 destruyeron los dánaos, y tragedias que yo mismo he visto 5
et quorum pars magna fui. quis talia fando 6
y de las que fui parte importante. ¿Quién eso narrando
Myrmidonum Dolopumue aut duri miles Vlixi 7
de los mirmídones o dólopes o del cruel Ulises soldado
temperet a lacrimis? et iam nox umida caelo 8
contendría las lágrimas? Y ya la húmeda noche del cielo
praecipitat suadentque cadentia sidera somnos. 9
baja y al caer las estrellas invitan al sueño.
sed si tantus amor casus cognoscere nostros 10
Mas si tanta es tu ansia de conocer nuestra ruina 10
et breuiter Troiae supremum audire laborem, 11
y en breve de Troya escuchar la fatiga postrera,
quamquam animus meminisse horret luctuque refugit, 12
aunque el ánimo se eriza al recordar y huye del llanto,
incipiam …

Este verso, el 10, sed si tantus amor casus cognoscere nostros, podría equivaler al deseo ansioso de Ilsa-Bergmann para que el pianista le recuerde la canción que asocia con los amores de Rick.
En Casablanca, la jove Bergmann tiene que insistir varias veces, pese a las negativas del aedo Sam, para que toque de uevo aquella canción, As times goes by. Finalmente, y a su pesar , accede.
https://www.youtube.com/watch?v=wOxBRlWyyq8 .


LOS CANTOS DE LA MARSELLESA, como los de Tirteo, FRENTE AL HIMNO NAZI.