EL ALEJANDRO DE CARTLEDGE vs. AL HOMÉRICO DE LANE FOX: EL GENIO POLÍTICO Y MILITAR DE ALEJANDRO NO NECESITA PROTAGONISMO EN GAUGAMELA.
El especialista de la universidad de Cambridge en Historia Antigua Paul Cartledge, autor de muy buenas, oportunas y documentadas monografías de diferentes acontecimientos de Grecia, dedica una de sus obras al prodigioso rey macedonio, Alejandro Magno: La búsqueda de un pasado desconocido, Editorial Ariel, 2009 (2004). Ya en otro momento sacó otra obra sobre Las Termópilas, pues aprovecha el interés popular que en diferentes momentos han tenido estos acontecimientos y figuras.
En el episodio que tratamos, la batalla de Gaugamela y el papel de Alejandro en ella, hace unas pocas referencias a ella. En comparación con la exposición de otros autores, como Lane Fox, es llamativo la breve y escasa descripción que le presta al enfrentamiento bélico, aunque es cierto que, en su defensa, no quiere ir más allá de lo que las escasas y poco fiables fuentes ya dejaron dicho.
Después de ubicar la fecha y el lugar en el que se produjo,
… Aquella contienda tuvo lugar en Gaugamela, no lejos de Nínive, antigua capital del Imperio asirio sita en el Iraq de nuestros días… Alejandro Magno había llegado al Éufrates a través de la ciudad siria de Damasco a principios de agosto de 331. Alrededor del 18 de septiembre cruzó el Tigris, y dos semanas después, el primero de octubre, tuvo lugar el citado combate …
y hacer algunos comentarios al hilo de esto, Cartledge resuelve esta batalla, en una primera descripción, en cuatro líneas, insuficiente espacio para tal acontecimiento. La batalla se perdió, dice, por la huida desenfrenada del gran rey… Y hasta aquí llega, es algo totalmente cierto y lo que transmiten, y poco más, las fuentes, pero ya no comenta ni describe nada más.
… La mayoría coincide en que fue el más grande de los enfrentamientos que emprendió el macedonio … La derrota sufrida en Gaugamela se debió en buena parte, tal como había sucedido en Iso, a la huida desenfrenada del gran rey. El punto más débil, y el más fuerte, de la antigua monarquía persa fue su intenso carácter personal
En el capítulo “El caudillaje de Alejandro”, le dedica más atención y detalle al desarrollo de la batalla. Advierte, de entrada, la imposibilidad de hacer una reconstrucción aproximada a aquellos sucesos.
Una vez evaluado el número posible de fuerzas de uno y otro bando, describe de forma suscinta el desarrollo de la batalla
Operando con el orden de combate habitual, basado en la integridad de la línea de frente, Alejandro Magno efectuó un avance oblicuo dejando atrás el ala izquierda, estratagema que había aprendido de su padre, quien a su vez había tomado del tebano Epaminondas… Tal como pretendía, en el centro de las huestes persas comenzó a abrirse una brecha, y allí lanzó al galope las cabalgaduras de los hetairoi en veloz formación de cuño destacada del flanco derecho.
Aquí Cartledge no quiere especular mucho, y su descripción sigue aproximadamente lo que relata Arriano en su relato. Es decir, el ataque en oblicuo, la apertura de una brecha en el centro de la formación persa, y la carga de la caballería en formación de cuña contra el centro y el carro real.
Como cita Arriano, su fuente principal y fidedigna, esto provoca la consecuente fuga del Gran Rey.
Darío volvió a emprender una ignominiosa huida, …
Se ve que no quiere aventurar nada, y hasta aquí, en estas pocas líneas que, sin embargo, quizás sea lo más probable que se puede decir, a la luz de o que se ha transmitido, hasta aquí llega en su relato de la batalla.
Lane Fox, con otro estilo literario, se alarga bastante más, e incluso se atreve a mostrar al propio Alejandro efectuando la lanzada contra Darío, “se dice que Alejandro lanzó una jabalina …”
Cartledge no hace lo de Lane, más descriptivo y literario, y se queda en este informe breve y que sabe a poco. Sin embargo y curiosamente, concluye y resume la derrota de Darío con casi las mimas palabras que dice Lane Fox.:
… La contienda, que se estaba librando en cuatro áreas separadas, se trocó en victoria por la concentración de unos tres mil hetairoi montados y ocho mil hypaspistái y otros soldados de a pie en uno de los puntos débiles de las líneas persas…
Es más, como colofón a este episodio bélico, y para dejar clara su faceta de historiador apegado a las fuentes, cita textualmente el párrafo de Quinto Curcio sobre la misma batalla. Ya ha advertido antes que su fuente principal, escasa pero verosímil hasta donde es posible, es la obra de Arriano.
Cita a Curcio, por tanto, y su relato de la batalla, para diferenciarse de estos relatos aventurados y casi novelescos que se encuentran en las mismas fuentes textuales antiguas.
Confróntese esta relación, sucinta y sobria –al menos, eso espera quien esto escribe–, con el siguiente pasaje de Curcio, muy propio de su gusto por los presagios y las narraciones truculentas …
Aunque, curiosamente, estampa la larga y emotiva descripción de Curcio, casi una hoja completa de su libro, como si quisiera añadir a su sobria exposición algo de esa emotividad que le falta a la suya, de la que se quiere apartar académicamente.
Y de las que él es claro se distancia y evita caer en este tipo de descripción histórica recreada y escasa de rigor verídico, como así ha hecho en su texto.
Cartledge, Paul, Alejandro Magno: La búsqueda de un pasado desconocido, Editorial Ariel, 2009 (2004).
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