lunes, 20 de enero de 2025

"La isla del viento" - Tráiler Oficial



Anoche, de refilón, pasadas las once, andaba por ahí pululando en la cocina-comedor de la casa. El televisor, encendido de fondo, proyectaba la película basada en la estancia y exilio de Unamuno en la isla de Fuerteventura. La isla del viento, se titula, de 2015, dirigida por Manuel Menchón y protagonizada por José Luis Gómez en el papel del ilustre pensador español. Nunca la he visto completa, solamente a trozos, cuando, de vez en cuando, la cogía de improviso en alguna cadena que la proyectaba.

La película, aún sin haberla visto, tienen un ambiente nostálgico y hasta melancólico, centrado, claro, en la figura estilizado del personaje, don Miguel. Pero también en ese ambiente entrañable, humilde y en algunos momentos de esa sabiduría popular que está presente en la visa del día a día.

De lo poco que alcanzamos a ver en esta ocasión, recogemos un par de escenas, hacia el final de la película, que nos llamaron la atención. 

REMEDIOS PARA LA TRISTEZA. 

La película está salpicada de citas y referencia locales y populares que el pensador recogió de los del lugar. Entre ellas, una que sirve de remedio para la tristeza o melancolía, que era la situación en la que se encontraba en ese tiempo don Miguel. El sencillo pescador le repite una frase que le decía su abuela, empleando una expresión sonora y muy indicativa, el verbo “atarear”.

 
D. Miguel y el pescador conversando en la mañana.
- Buenos días, dice el pescador, cargando los artilugios de pesca en el bote.
- Buenos días, responde don Miguel. 

¿Cómo era eso que decía su abuela? ... Para los muchos pesares ... y melancolías - y hace un gesto como de no recordar bien aquellas palabras.

- Para las muchas melancolías y penas - le dice prontamente el sencillo pescador-, atarearse a manos llenas.

  


PIES, ZAPATOS E IDENTIDAD (POLÍTICA).

             En una escena de la película, hay un encuentro breve pero

- ¿Sabe cómo se conoce a un político bueno de uno malo?

- ... El interpelado no contesta,

- Por el polvo de sus zapatos.

Y, a continuación, la cámara enfoca los lustrosos e impolutos zapatos del personaje. 

La moraleja es clara, quien tienen tan limpios y brillantes los zapatos, significa que no ha andado, no ha caminado ni se ha movido, atareado, para solucionar lo que fuera necesario. Y, a través de estos zapatos, se muestra una personalidad aparente y poco dada al trabajo real.

Y, en el caso de los políticos, la moraleja está aún más indicada, pues se supone que la labor pública exige un mayor grado de laboriosidad aún que la del desempeño de cualquier labor profesional de otro tipo.

Y con mayor motivo, para una personalidad tan crítica e incómoda para cualquiera que ostente el poder, como el ilustre pensador vasco.


PIES, ALPARGATAS, ARENA Y VÍNCULO AL LUGAR.

 






"La isla del viento" - Tráiler Oficial

Anoche, de refilón, pasadas las once, andaba por ahí pululando en la cocina-comedor de la casa. El televisor, encendido de fondo, proyectaba...