sábado, 17 de junio de 2017

"La gran puta nos amamantará": guiños de Gladiator a otros peplum

       Me hallaba en un aula, viendo por enésima vez Gladiator, en nuestra opinión la mejor película de romanos hasta la fecha, habrá que esperar otros veinte años para que se vuelva a poner de moda, esto es, que nos hallábamos visionado dicha película en estos días finales de curso, con horas más tranquilas y relajadas, aunque esto nunca se sabe del todo, y, sí, aprovechando estas últimas clases para el exposición del género del peplum en las nuevas generaciones.
       Pues para ellos, salvo notables excepciones, Gladiator es ya una película un pelín vieja, a la mayoría ni les suena o no la han visto, claro, ya tienen más recientes las últimas producciones de los últimos años, más ambientadas en el campo de la mitología (la saga de Furia e Ira de Titanes, Titanes, ...), la sí que impactante 300, las más recientes dedicadas a Pompeya y el Vesubio, o la más reciente, una nueva revisión de la famosa Ben-Hur.
       Y en todas ellas echa uno en falta el vigor y el trasfondo histórico de los grandes peplum, incluyendo las versiones que enlazan Roma y el cristianismo, como Quo vadis, y que alcanzan su mayor expresión en el cine de los años sesenta con películas como la propia Ben-Hur, La caída del Imperio Romano y la excelente Spartacus, para llegar a la que podríamos considerar la genuína heredera de estos clásicos, Gladiator.
       A continuación, comentaremos algunos guiños, ya comentados desde hace lustros pero para uno nuevos, de escenas de Gladiator con algunas de estas anteriores películas del peplum en general, guiños y comentarios salteados, de aquí y allá, pues  nuestro conocimiento solo se limita al mero visionado despreocupado de las mismas cuando de tarde en tarde, y especialmente en celebrados días festivos, las reponen.

1. LA GRAN PUTA NOS AMAMANTARÁ: como vemos, en el guión, y como es propio del buen cine, no hay frase que no deje a uno impasible. "La gran puta nos amamantará" es un taco expresivo que lanza el lanista Próximo en la conversación que tiene con Máximo, cuando le comunica que van a ir a la gran Roma a participar en los juegos organizados por el joven emperador en memoria de su difunto padre Marco Aurelio.
Ya se sabrá a qué hace referencia esta frase que, al principio, destaca por la grosería de la expresión. Ya es un lugar común en las película modernas el considerar a la ciudad, a la urbe, como una gran madre, opresiva, absorbente, e incluso en términos despectivos, como una gran puta.
En el caso de Roma esta frase está claro que se conecta con el mito de fundación de Roma y sus distintas versiones. Así, Próximo y Máximo se ven instalados también en el mito de fundación de Roma, pues la frase hace alusión al mito de la loba y el amamantamiento de los gemelos Rómulo y Remo.
También es sabida la otra versión, racionalista, del mito, donde la loba no era tal sino una lupa en sentido sexual, una prostituta, que hubiera sido la que cuidó a los abandonados niños. 
Por tanto, se mezcla en la expresión grosera e insultante de Próximo el mito de Rómulo y Remo, la versión de la loba y la prostituta, con la aventura que van a iniciar de nuevo el lanista frustrado de tantos años actuando en provincias, y Máximo, deseoso de cumplir su venganza contra la figura del emperador Cómodo. 
Y con este impactante insulto a la megalópolis, que se contrapone con  de la fastuosa entrada triunfal de Cómodo en la ciudad de las escenas anteriores, con sus luces y sombras, con esta gran exclamación de futuro, se emprende la nueva aventura de estos dos nuevos marginados, en sentido más o menos real, como son Próximo y Máximo, que vuelven a la ciudad entrando, como en las buenas tragedias griegas, como desconocidos, pero con el ansia de recuperar el merecido respeto, su dignidad perdida. 
Como en la leyenda lo habían sido los gemelos cuando fuero despojados de su linaje real por el usurpador tío Amulio, así Próximo, Máximo y una serie de marginados que se ñes irán uniendo, llegarán a Roma con el deseo de fundar una nueva ciudad, la que soñó Marco Aurelio, el sueño, la idea de Roma.

Luciano Pavarotti & Barry White