martes, 14 de abril de 2020

HIPOTERMIA, de A. INDRIDASSON: la miasma

Hipotermia, de Arnaldur Indriadason
Otra novela de A. Indridasson, esta más reciente, de 2015, Hipotermia, ha caído en las manos de uno estos días de convalecencia úrica, estomacal, febril e insomne. Aunque el tema quizás no era el más apropiado para el insomnio.
Una mujer aparece colgada de una soga en su casa junto a un lago. Las pesquisas iniciales confirman lo que parece ser desde el principio, un caso de desgraciado suicidio. A partir de ahí, el detective Erlendur trata de averiguar cómo la víctima pudo llegar a tan drástica decisión.

Algunos temas que aparecen en la novela:
la falsa muerte: un recurso característico de las primeras novelas europeas, la novela griega o bizantina, es el de la falsa muerte. Uno personaje de la historia resulta muerto para luego reaparecer tiempo después y explicar la falsa atribución de ese fallecimiento. Con este procedimiento se le da un giro a la obra y aumenta las peripecias de la novela.
Este tema se mezcla en la novela Hipotermia con el mundo de las creencias psico y parapsicológicas, qué hay más allá de la muerte, las visiones tenidas por personas que han estado en ese trance, túneles, luces, ... En estos casos se mezclan conocimientos de todo tipo, científicos y pseudocientíficos, testimonios personales de experiencias vividas que a más de uno le habrá llegado a oídas.
En la novela, en un determinado momento, unos personajes, mitad frivolidad, mitad experimentación, pues son médicos, intentan algo parecido con un sujeto.
La novela juega con este tipo de experiencias traumáticas experimentadas por personas concretas, con todo lo que rodea a este mundo, incluyendo a médiums que se mueven en este ambiente.
Sobre este asunto gira uno de los ejes de la investigación de Erlendur.

El paisaje seco, frío, montañoso, de Islandia.- Ya se sabe que el islandés, después de la mundialmente famosa erupción de aquel volcán innombrable, es de las lenguas más complicadas de aprender y pronunciar. Estos nombres abundan en la novela, especialmente topónimos de lugares, montañas, lagos, barrancos, ...
La novela se inicia con el aviso a la policía del hallazgo de un cadáver en una casa junto al lago Þingvallavatn.
Þingvallavatn.JPG

En otro momento, el detective y su hija Eva Lindt hacen una gira por el entorno natural de los alrededores de Reikiavik. Ambos quedan sorprendidos de la cantidad de lagos que había. El autor hace entonces una exhibición de nombres de lugar, a cual más original.
 "...comenzaron por el Ellidavatn..., dieron la vuelta al Raudavatn... y al Reynisvatn...luego siguieron rodeando el Langavatn y vieron gran cantidad de lagunas en ... Middalsheidi... Mosfellsheidi. Contemplaron el Leirvogsvatn, así como el Stíflisdalsvatn y el Mjóavatn...pasaron junto al Sandkluftavatn, ...al norte de Hofmannaflöt, en la carretera que atravesaba los altos de Uxahryggir y bajaba al lago de Lundarreeykjadalur. Merendaron junto al Litla-Brunnavatn, justo al lado de la carretera de Biskupsbrekka..." (p. 253).
En otra parte, la acción se desarrolla en zonas de montañas donde transcurrió la infancia de Erlendur y allí se hace otra enumeración de topónimos islandeses.
A propósito de los lagos especialmente, pues es un lugar especial en el relato, se habla de un libro que recoge esta abundancia de lagos de aguas gélidas. El paraje que uno suele asociar a ese país aparece con su  gélida característica.
En este paisaje, montañoso y salpicado de lagos, duro y frío, se suceden episodios de desapariciones, que afectan incluso al propio detective, y, en general, a otros casos no resueltos por la propia policía, todos relacionados con esa naturaleza fría y al mismo tiempo peligrosa de ese país.

Apariciones de fantasmas, relacionado con el asunto de las falsas muerte: evidentemente, no se trata de una novela de fantasmas, y las apariciones tienen una presencia totalmente, o aparentemente, lógica en el transcurso de los hechos. La mente racional actual quizás nos calme atribuyendo estás apariciones como consecuencias de estados de ánimos especiales, depresiones, nervios, angustias varias. De esta forma se va colando en el transcurso sin que su presencia nos parezca algo extraño e inverosímil

       La miasma o culpa agobiante, y su necesidad de redención o purificación, es un tema muy presente en el relato. En algún momento de la novela, que se incluye en la serie del detective Erlendur, una saga con más de quince veinte años, se revela en primera persona esa culpa personal o miasma que persigue a Erlendur.
De todas formas, este sentimiento siempre está presente en sus demás novelas, es mencionada y conocida. Aquí aparece, quizás porque el tema lo reclamara, con una presencia más explícita. La culpa, casi viene a decir, le acompaña casi permanentemente en su vida.
Extendiendo un poco el término, miasma se entiende en el mundo griego como una culpa en sentido de la que afecta a una comunidad. Así, por ejemplo, la del comienzo de la Ilíada, o la del comienzo de Edipo rey, cuando se anuncia que una plaga o epidemia ha caído en la ciudad, Tebas, por una culpa contraída y no purificada por el anterior rey de la ciudad.
Lengua y cultura Griegas-Helleniké glõssa kaì paideîa: Edipo Rey ...
En Hipotermia, este sentido colectivo de la miasma o culpa colectiva se puede observar si miramos la cantidad de personajes de la novela, salvo los ajenos a ella, que viven con ella.
Excepto los que carecen de ella, decíamos, y en esto quizás radique el cierto valor humano, aunque doliente, de este sentimiento culposos, sobre todo en las familias.
La tienen los familiares que han perdido a hijos por causas desconocidas, como las desapariciones súbitas de las que nunca se ha sabido más. Está en la propia familia del detective por la desaparición de su hermano cuando joven. Luego en la familia formada por Erlendur, rota al poco de tener a sus hijos, y con el sentimiento de fracaso a cuestas por el derrotero de sus hijos. Los familiares de la otra joven desaparecida, el personaje víctima en la novela, y, en fin, un reguero de personas que aparecen cargando con ese sentimiento.
Correlativamente con ello, está la necesidad de purificación, de redención, de conciliación que este sentimiento provoca con las personas afectadas. De conseguir un perdón, también, aunque no en el sentido puramente religioso, sino humano, como se ve en Eva Lindt.
Desde este punto de vista, esta novela, y otras de la serie, tienen un trasfondo ético, no tanto religioso, que actúa sobre los personajes.
De ahí que los que carezcan de estos sentimientos, por hartazgo o puro egoísmo, carezcan de este sentimiento más humanos.
Erlendur rebusca, en su función policial, también en estos sentimientos, y no en la parte puramente delictiva y penal del crimen, que también. De hecho, el final clásico de la novela, con la captura de los responsables, se da por entendido y queda en un segundo plano ante la parte ética y moral de la trama.

La novela, en realidad, se lee casi de un tirón por las tramas y subtramas q ue tiene,y cómo el detective va desentrañando el ovillo de la situación. Los acompañantes habituales, Oli y Elingborg, apenas tienen aparición en el relato, que es llevado casi exclusivamente por el detective. La presencia familiar es mayor, pues, como se ha dicho, y en paralelo con la misma tragedia griega, los asuntos de familia cobran un mayor protagonismo si cabe en las novelas policíacas.

Pingvallavatn Lake | Lake, Trip, Natural landmarks

sábado, 11 de abril de 2020

Y JULIA ...: ENEIDA, VI, 297-303: CARONTE Y EL INFRAMUNDO



     Otro aspecto característico de la novela es empezar algunos capítulos con citas de autores, clásicos o no. 
    Aprovecha la ocasión del capítulo en el que la acción se desplaza al inframundo con una cita clásica de Virgilio, del libro VI de la Eneida donde se describe la katábasis o bajada a los infiernos de Eneas acompañado por la Sibila de Cumas.

     De este libro escoge los versos 297-303 por ser los que retratan al personaje arquetípico de aquel mundo, el barquero Caronte.


portitor has horrendus aquas et flumina seruat
terribili squalore Charon, cui plurima mento
canities inculta iacet, stant lumina flamma,
sordidus ex umeris nodo dependet amictus.
ipse ratem conto subigit uelisque ministrat
et ferruginea subuectat corpora cumba,
iam senior, sed cruda deo uiridisque senectus.

De allí arranca el camino que conduce a las olas del tartáreo Aqueronte, vasto y cenagoso abismo, que perpetuamente hierve y vomita todas sus arenas en el Cocito.

Guarda aquellas aguas y aquellos ríos el horrible barquero Caronte, cuya suciedad espanta; sobre el pecho le cae desaliñada luenga barba blanca, de sus ojos brotan llamas;
una sórdida capa cuelga de sus hombros, prendida con un nudo: él mismo maneja su negra barca con un garfio, dispone las velas y transporta en ella los muertos, viejo ya, pero verde y recio en su vejez, cual corresponde a un dios.

       El autor ,creo que por primera vez en sus novelas y con acierto, emplea un recurso con una tradición clásica, la llamada katábasis, que arranca en la Odisea, la sigue Virgilio y la remata Dante y hasta la actualidad. Introduce el mundo de los muertos tal como era en el pasado, como una realidad paralela, al menos así los recrean los autores clásicos. 
       Recordamos también de las sátira de ese inframundo en Luciano y su obra Diálogos de los muertos.
       De esta forma incluye a Julia Domna en la larga lista de personajes literarios que han descendido al submundo más allá del mundo de los vivos.

Escoge los vv. 297 303, en traducción de Eugenio de Ochoa, autor del s. XIX, en el momento en que hace la descripción del personaje fantasmagórico y espeluznante de aquel lugar, el barquero Caronte.
S.P. va a colocar a sus personajes allí, justo a la ribera de la laguna Estigia, donde tienen que embarcar las almas para alcanzar la otra ribera, donde propiamente llevarían su existencia por el resto de los tiempos, exangües, como relata ya desde Homero.
Adios Mariano, por fin Caronte te lleva a tu casa, la que tiene rejasLa verdad es que, si uno se detiene bien, la entrada del capítulo y del propio inframundo no puede ser más terrorífica y fantasmagórica, si nos fijamos bien en la horripilante descripción del sucio y zarrapastroso barquero.
En los siguientes párrafos hace una referencia a la descripción característica del tétrico lugar, con las largas filas de almas a la espera del embarque, "los más" como decían los antiguos, en primer plano, aunque sin detallar más de su aspecto.
En el siguiente párrafo el autor se atreve, aunque igual hay otras referencias de esta facultad, a otorgar a Caronte la facultad de discernir y pensar sobre el posible destino de las almas de los recién llegados según su aspecto, además de su obligada tarea de transportarlos sin más.
Con esta capacidad le da pie al autor a hablar de la organización de aquel territorio del Más Allá, y atribuirse  una especie de juicio de las almas, muy propio de corrientes religiosas dentro del propio imperio romano.
Es claro que el autor no se va a detener aquí. En la versión homérica había tres jueces de las almas, Minos, Radamantis y Éaco. Aunque, al decir de A. Bernabé, estos personajes, en el mundo homérico, más que jueces, ordenaban y disciplinaban a la masa de infelices llegados. El juicio vendrá más tarde.
Aquí, por así decirlo, las almas ya han sido juzgadas, no se sabe dónde, por lo que han hecho en vida, y entonces Caronte puede adivinar por sus semblantes si irán a algunos de los departamentos en los que se subdivide el inframundo.
Estos son el Elíseo, en primera mención. El autor prefiere esta denominación a la de los Campos Elíseos, que es otra forma de referirse a lo mismo. Esta región era destinada a los felices y justos. Con ironía Caronte comenta para sí que estos eran los menos en los últimos tiempos, enlazando con la marcha de la novela que transcurre en el violento y agitado mundo iperial romano.

Y JULIA RETÓ A LOS DIOSES (3)


Otra novedad es, al estilo de las grandes epopeyas clásicas, abrir el comienzo de cada parte del libro, se divide en cinco libri, escrito en latín, con una asamblea de los dioses , al más puro estilo homérico. 
A éstas se le añaden una asamblea inicial y otra final con la que concluye premonitorio el libro. En ellas, como es tradición, los Olímpicos deciden sobre el rumbo que debe tomar la historia, a quién apoyan unos y otros dioses, con sus particulares preferencias y rivalidades. Llama la atención el papel más activo de una diosa siempre marginal como Vesta. Tiene su atractivo, es claro que es un recurso literario pero de todas formas enriquece la obra, de forma impensada.
Lo mismo pasa con las páginas ambientadas en el inframundo, que prolongan la acción de la novela en este subuniverso paralelo.
Se echan de menos, quizás, más batallas, muy típicas de sus novelas, atractivas y repletas de elementos sorprendentes en cada una de ellas. Aquí, aunque se nos relatan episodios parciales de varias, sólo se nos muestra una completa, la de Nísibis, en la última parte de la novela, bastante atroz, por lo visto, que duró tres días y con resultado incierto.           En ésta se nos presenta, como en sus otras novelas, detalles curiosos de las estrategias de batalla, como el uso de abrojos de hierro, murices ferrei,  para acabar con el ataque de la caballería catafracta parta de caballos y, especialmente, dromedarios.
       Aparece otro personaje intrigante, también prefecto del pretorio, que será también emperador, Opelio Macrino, aunque por corto tiempo.

En general, es una novela de violencias, horripilante, crímenes familiares de todo tipo, protagonizadas por el descontrolado Caracallla. Violencia también en los alrededores del poder, intrigas, asesinatos viles, masacres impías, violaciones, asesinatos crueles, ...
En fin, como se dice, uno de los atractivos mayores de cualquier obra es que  siempre incluya sexo y violencia, y aquí, como en las restantes trilogías del mundo imperial romano, aquí está repleta de ello, sobre todo de lo último.
       En medio de toda esa orgía y esa vorágine que todo lo devora y maltrata, solo la lucidez y entereza de Julia , la predisposición de su inseparable Galeno , de su esposo Severo en parte, y de Quinto Mecio finalmente, son lo único que sobrevive  a ese mundo brutal que lo inunda todo y que ha tratado de retratar el autor con arreglo a lo que nos muestra los propios documentos históricos.

jueves, 9 de abril de 2020

ELECTRA: ENUMERACIÓN DE PERSONAJES.

LA ENUMERACIÓN DE NOMBRES MÍTICOS Y LEGENDARIOS EN EL PRÓLOGO DE ELECTRA:
todos, además, con sus correspondientes adjetivos y complementos
AΥΤΟΥΡΓΟΣ
 Ὦ γῆς παλαιὸν ἄργος, Ἰνάχου ῥοαί,
ὅθεν ποτ' ἄρας ναυσὶ χιλίαις Ἄρη
ἐς γῆν ἔπλευσε Τρῳάδ' Ἀγαμέμνων ἄναξ.
κτείνας δὲ τὸν κρατοῦντ' ἐν Ἰλιάδι χθονὶ
Πρίαμον, ἑλών τε Δαρδάνου κλεινὴν πόλιν,    5
ἀφίκετ' ἐς τόδ' Ἄργος, ὑψηλῶν δ' ἐπὶ
ναῶν ἔθηκε σκῦλα πλεῖστα βαρβάρων.
κἀκεῖ μὲν εὐτύχησεν· ἐν δὲ δώμασι
θνῄσκει γυναικὸς πρὸς Κλυταιμήστρας δόλῳ
καὶ τοῦ Θυέστου παιδὸς Αἰγίσθου χερί.    10

χὣ μὲν παλαιὰ σκῆπτρα Ταντάλου λιπὼν
ὄλωλεν, Αἴγισθος δὲ βασιλεύει χθονός,
ἄλοχον ἐκείνου Τυνδαρίδα κόρην ἔχων.
οὓς δ' ἐν δόμοισιν ἔλιφ' ὅτ' ἐς Τροίαν ἔπλει,
ἄρσενά τ' Ὀρέστην θῆλύ τ' Ἠλέκτρας θάλος,  15
...
Electra (Sòfocles) - Viquipèdia, l'enciclopèdia lliure

En este fragmento podemos entresacar a los siguientes:

Ἰνάχου: Ὦ ... Ἰνάχου ῥοαί,
Ἄρη: ἄρας ναυσὶ χιλίαις
Τρῳάδ': ἐς γῆν ἔπλευσεΤρῳάδ'
Ἀγαμέμνων: Ἀγαμέμνωνἄναξ.
Ἰλιάδι:  κτείνας δὲ τὸν κρατοῦντ' [ἐν Ἰλιάδι χθονὶ]
Πρίαμον:  τὸν κρατοῦντ' ...
Δαρδάνου: ἑλών τε [Δαρδάνου κλεινὴν πόλιν,]    5
Ἄργος:  ἀφίκετ' ἐς τόδ' Ἄργος, ὑψηλῶν δ' ἐπὶ
Κλυταιμήστρας:  [γυναικὸς πρὸς Κλυταιμήστρας δόλῳ]
Θυέστου: [τοῦ Θυέστου παιδὸς Αἰγίσθου] .    10
Αἰγίσθου: [[τοῦ Θυέστου παιδὸς Αἰγίσθου] χερί.]
Ταντάλου: [παλαιὰ σκῆπτρα Ταντάλου] λιπὼν
Αἴγισθος: [Αἴγισθος δὲ βασιλεύει χθονός]
Τυνδαρίδα: ἄλοχον ἐκείνου Τυνδαρίδα κόρην ἔχων.
Τροίανοὓς δ' ἐν δόμοισιν ἔλιφ' ὅτ' [ἐς Τροίαν ἔπλει,]
Ὀρέστην:   [ἄρσενά τ' Ὀρέστην]
Ἠλέκτρας [θῆλύ τ' Ἠλέκτρας θάλος],    15
(el texto está tomado de Electra de Eurípides, en wikisource)

Como vemos, son quince (15) nombre propios del mito en quince (15) versos, para hacer un apretado resumen o acta de los acontecimientos previos al comienzo de su tragedia.
Todos ellos son del ciclo troyano, claro.

Nombres geográficos
- el río Ínaco
- la ciudad de Argos, que en ocasiones se confunde o identifica con Micenas, y vienen a ser la misma denominación para el reino de Agamemnón.
- Ilíos, Ilión, otro nombre para troya.
- Tróade, rgión, parece ser, en la que se encuentra la ciudad de Ilíon o Troya.

Dioses:
- Ares, aquí en personificación de la guerra.

Nombres propios del ciclo troyano:
- nombres troyanos:
1.- Príamo.
2.- Dárdano

- nombres griegos:
- estirpe de Argos-Micenas
1.- Agamenón.
2.- (Clitemnestra)
3.- Tiestes.
4.- Egisto.
5.- Tántalo.

- estirpe de Esparta:
1.- Tindáreo, aquí tindárida, para referirse a Clitemnestra.
2.- Clitemnestra.

Curioso como dispone toda esta sucesión de nombres propios del ciclo, y termina con el de la protagonista de la tragedia, Electra. (un poco más abajo se habla de Estrofeo, el viejo servidor de Agamemnón).
Así que dispone toda esta carga de mitos y episodios, para recaer toda ella sobre la figura de la última descendiente y protagonista, Electra.
Es claro que todo este prólogo es una introducción al público, que de todas maneras ya conoce la historia, para ponerlos en antecedentes.
Lo mismo ocurre en el comienzo de Medea, cuando relato en pocos versos iniciales la aventura del vellocino de oro.
Así y todo, tiene un valor efectista el acumular y hacer denso tal acumulación de nombres para finalizar la enumeración con la que va a ser la protagonista, Electra.
Por lo tanto, vemos aquí una enumeración de personajes míticos condensados en unos pocos versos. 
La enumeración, como figura retórica suele emplearse en literatura por acumulación de verbos o expresiones lingüísticas, en la oratoria, como parte de la argumentación.
En todos, tiene el efecto de acumulación de datos y expresiones lingüisticas para influir sobre e lector u oyente.
La diferencia aquí es que la enumeración sigue el hilo de una narración, un relato mítico en el que aparecen todos estos nombres, pero de forma muy condensada. ha puesto el árbol genealógico de los Atridas en el comienzo de su tragedia.


A la vista del árbol genealógico, es claro que ha seleccionado los personajes, pues han quedado sin nombrar a Pélope y Atreo, padre de los dos Atridas.
Se refiere a Tántalo para expresar, parece ser, el origen, dejando fuera a Zeus, claro, el origen de la estirpe, παλαιὰ σκῆπτρα Ταντάλου.
Tiestes es nombrado para referirse a Egisto, su hijo,  τοῦ Θυέστου παιδὸς Αἰγίσθου.

Es decir, que tiene una razón genealógica, dentro del relato troyano, para ir haciendo la filiación de los personajes y dar una carga erudita y elevada al texto.

Para referirse a Clitemnestra y no repetir su nombre, la llama tindárida, tindárea, de la estirpe de Tindáreo, antepasado de los reyes de Esparta:

LATIN LEÓN FELIPE: árbol genealógico de los protagonistas


De la estirpe troyana, nombra a Príamo, τὸν κρατοῦντ' ἐν Ἰλιάδι χθονὶ, y luego a Dárdano, sin  filiación explícita pero claramente conocida, para referirse a la ciudad de Troya o Ilion: Δαρδάνου κλεινὴν πόλιν.

Mitologia griega

RECAPITULANDO: RELACIÓN DE PERSONAJES Y LUGARES EN LOS QUINCE PRIMEROS VERSOS DE MEDEA:

1. Troya, y la guerra de Troya: tiene tres giros o perífrasis para referirse a Troya, que la nombra con su nombre en la cuarta ocasión a la que se refiere..
- ἐς γῆν ... Τρῳάδ'
ἐν Ἰλιάδι χθονὶ
Δαρδάνου κλεινὴν πόλιν
ἐς Τροίαν

2. Clitemnestra:
Κλυταιμήστρας
Τυνδαρίδα

3. Las tres estirpes:
- la estirpe troyana viene con Dárdano y Príamo:
- la estirpe de los Atridas viene con las referencias a Tántalo, Tiestes y Agamemnón, y luego Orestes y Electra..
- la estirpe de Esparta viene a través de la referencia a Tíndáreo y su descendiente Clitemnestra.

Se puede comparr con otros prólogos de Eurípides y contrastar la presencia o no de tantos personajes y lugares míticos en enumeración
Comparación Electra-Medea:

Como en Medea, estamos en la época crítica de la sofística, hay una manifestación podríamos decir que negativa hacia el mito heroico. 

En Electra se ve en esos dos versos tan elocuentes:
κἀκεῖ μὲν εὐτύχησεν· ἐν δὲ δώμασι
θνῄσκει γυναικὸς πρὸς Κλυταιμήστρας δόλῳ

En Medea:
Εἴθ’ ὤφελ’ Ἀργοῦς μὴ διαπτάσθαι σκάφος
Κόλχων ἐς αἶαν κυανέας Συμπληγάδας, 
...



lunes, 6 de abril de 2020

FARMAKON: LA PANDEMIA.

       En estos días calamitosos y desgraciados, parece algo superfluo hablar de algo que nos permita evadirnos de esta situación, cuando tanta gente está cayendo incesantemente y se repiten episodios de generosidad que devuelven la reconciliación con el ser humano.
       Así y todo, en este fin de semana, el artículo de Javier Marías venía dedicado precisamente al lado positivo de la evasión, que a él, escritor, y es claro que forma parte de su oficio también, le proporcionaba alivio, descanso y ayuda.
     Como dice en su artículo, sumergirse por unas horas en otra época, otro mundo, personajes, peripecias, en las que está trabajando para su última novela, le producía, eso que ya comentábamos, alivio, ayuda, evasión.
       Y de ahí su artículo era una reivindicación de las artes  y las humanidades, por el alivio y la ayuda que proporcionan, entre otras cosas, al espíritu en los momentos más terribles como el actual.
       Ya sabemos que esta defensa de las artes humanísticas empieza en Cicerón en su discurso a favor de la ciudadanía romana de Archias, el titulado Pro Archias.
       También, por otro lado y sin afán de ser frívolo, por los whatsapp circulaba alguno que decía algo así, cómo en situaciones como las actuales, esas materias o asignaturas siempre consideradas de relleno, Marías, optativas con trabajos, eran a las que recurría ahora la población encerrada en sus casas para poder soportar estos momentos.
       Al mismo tiempo, en la semana pasada había empezado a escribir una novela por entregas en facebook el escritor Mariano Gambín llamada Misterio en la Laguna ambientada precisamente en la Semana Santa de dicha ciudad.
       Como dice el autor y recuerda, esta novel es un entretenimiento para estos días insólitos que nos ha tocado vivir, y al decir esto también nos lleva otra vez a ese valor de evasión, alivio, cuando no también  formativo, que tenían las humanidades.
       Ha tenido el acierto, por otra parte, de hacer partícipe de la nueva novela a aquellos seguidores que hayan querido unirse a ella. Así, en cada capítulo acepta las sugerencias que van colgando los seguidores suyos en la red, selecciona tal o cual derrotero que crea apropiado de los aportados, y por ahí desarrolla el nuevo capítulo.
       Es claro que Cicerón nunca pensó que la literatura como farmakon llegara a incluir entre las desgracias a las que puede ayudar a mitigar la de una situación de confinamiento severo como la actual, un virus minúsculo que , como un perro rabiosos de mil cabezas o una hidra de millones de cabezas, todas invisibles, arrinconara a la humanidad en sus aislados e incomunicados hogares, encerrados sin poder poner el pie en la calzada y mirándonos a distancia desde los balcones y ventanas.
       En la tele, en un programa recomendaban para estos días un librito de Nuncio Ordine titulado precisamente La utilidad de lo inútil, en la misma onda que lo anterior.

domingo, 5 de abril de 2020

Y JULIA RETÓ A LOS DIOSES (2)


En este libro, la historia ya daba por sí suficientes elementos, la mayor parte de la novela se basa en las intrigas de poder que acosan al imperio y a la figura del emperador Severo, y contra la que Julia va a ser la auténtica luchadora y la que lleve el peso de las rivalidades e intrigas palaciegas contra su poder y su recién creada dinastía.
Así, empieza con las intrigas de cierto Plauciano que, a ojos de la novela y de Julia, anduvo intrigando contra Severo dese mucho tiempo, desde su cargo privilegiado de prefecto del pretorio
Porque el poder de Roma había llegado a un punto que el centro de las cosas era una cosa casi exclusiva del palacio y allí habían ido adquiriendo una importancia cada vez mayor el cuerpo personal de emperador, la guardia pretoriana.
Tal era su influencia que quitaba y ponía emperadores con alianzas de unos y otros.
Aquí tenemos pues a Plauciano que, a los ojos de la novela, va limitando el poder de Severo, asesinando, tal como se nos cuenta, a diestro y siniestro, a cualquier persona allegada al emperador que le quite la ascendente influencia que él tiene en palacio.
Luego, vendrá uno que sí será favorable al emperador, más bien, a la emperatriz, Quinto Mecio, con el cual, tal como nos relata la novela, tienen una sentida, emotiva y paciente historia amorosa.
Galen. Lithograph by P. R. Vignéron. Wellcome V0002113.jpg

El famoso médico Galeno se nos aparece como el relator de la historia, escribiendo un diario en primera persona al inicio de algunos capítulos, para luego dejar paso al relato en tercera.
Estará siempre al lado de Julia, no se sabe si por admiración, o capacidad de supervivencia, como admite en algún momento Julia, en ese ambiente tan peligroso como era el palacio del emperador.
Es un contrapunto intelectual, típico de las novelas de este autor, que siempre introduce un personaje literario, filosófico, en sus novelas, quizás para dar un contraste más intelectual o cambiar de del ambiente de las intrigas de poder predominante en la corte de los emperadores.
En este caso la novela nos cuenta la búsqueda interminable de Galeno de dos manuscritos o volúmenes de Herófilo y Erasístrato que hablaban de la disección y la anatomía de seres humanos, en una ficción novelesca, creemos,  que los  hace imposibles de encontrar. Esta disección estuvo mal vista, o prohibida durante muchos siglos, y que en la época de la novela también era así, al contrario de lo que había llegado a hacer los griegos.
Se habla también de la extraña inmunidad a las enfermedades, especialmente a las epidemias de peste, término general que no especificaba la enfermedad concreta de la que se trataba, que el médico Galeno siempre tuvo a pesar de su exposición a ellas como médico.
También habla de las soluciones calmantes hechas con opio y vino para calmar los dolores que la enfermedad, cáncer, de Julia le ocasionaba.
JULIA DOMNA Denier brm_563802 Monedas Romanas


A Julia Domna la pone el autor por todo lo alto. No ya porque su figura, su talante, carácter, decisión, valentía, belleza, y un largo etcétera de cualidades la adornan y la poseen, también por su, según la novela siempre, su visión de unificar Oriente y Occidente en un sólo mundo. Globalización, que diríamos aora.
Esta idea ya se venía tratando desde Alejandro Magno, pero nunca llegaría a cuajar, se sucedían enfrentamientos constantes, a saber la de intereses que habría detrás. Julia Domna planea unificar otra vez los dos mundos con la boda entre su hijo Caracalla y la hija de Artabano, el rey de reyes de Partia.
El descontrol y la violencia propia de su hijo Caracalla, tal como nos dice la novela, quizás históricamente habría otros factores, frustra todos estos proyectos, y la guerra entre ambos mundos es inevitable.


sábado, 4 de abril de 2020

Y JULIA RETÓ A LOS DIOSES


La recién publicada novela Y Julia retó a los dioses es interesante, muy basada en las fuentes históricas, y amena de leer, sobre todo por la permanente sucesión de acontecimientos y personalidades históricas que por allí aparecen sin cesar y de forma casi vertiginosa.
 No olvidemos que su autor, Santigo Posteguillo, busca atraer al lector en todo momento, como afirma en una de sus últimas entrevistas.

Estamos en el centro del poder imperial, donde se cuecen todas las intrigas y resortes de poder del imperio más grande del mundo hasta entonces.
La tal sucesión y acumulación de episodios y peripecias se explica por la síntesis que aplica el autor a este  largo periodo histórico, y por ser otro de los momentos críticos del imperio, cuando se debate sobre la sucesión de un emperador o de una dinastía.
El autor no escatima recursos en encumbrar a Julia Domna en lo más alto de la cúspide de personalidades, y en este caso mujeres, más difícil aún, que influyeron en el mundo de entonces. O pudieron influir, pues muchos de sus proyectos se vieron truncados por la realidad familiar, en particular, la rivalidad de sus hijos, Caracalla y Geta.
La tal rivalidad se inicia a  partir de rivalidades personales, ya forjadas desde su infancia, y seguramente están más que documentadas, pero son potenciadas, el autor lo relata también, de rivalidades políticas en los círculos de poder, entre la rivalidad permanente entre el poder imperial, representado por Severo y después Caracalla, y el Senado, representado por varios senadores que intrigan a favor de Geta para conseguir subvertir el poder, acabar con el imperio, cambiar de emperador, no se sabe. 
(De Caracalla se nos cuenta el origen de este nombre, su apodo, un tipo de capa de ese nombre que utilizaban los celtas y que el emperador adoptó como vestimenta con regularidad)
Así y todo, por encima de todos brilla la inteligencia, la visión alta y elevada, la capacidad de intriga y manejo de situaciones, de Julia emperatrix.
La novela, como todas las de SP, y éstas dos últimas centradas en torno a la dinastía de los Severos, tiene un ambiente parecido a las intrigas malévolas de la serie Juego de Tronos. Como ya manifestaron los guionistas de la encumbrada serie, ellos han sido los que se habían inspirado en personajes, sucesos y acontecimientos de la agitada vida de los emperadores romanos.

EDIPO EN ISLANDIA: LAS MARISMAS, DE A. INDRIDASON

     En estos días inciertos, de calamidades y esfuerzos heroicos, aparte de cierto teletrabajo al que a media población han asignado, a ratos he ido leyendo otra novela del escritor islandés Arnaldur Indridason, Las Marismas. Escribió esta novela y se publicó originalmente en el año 2000. Ha pasado ya una buena temporada desde entonces.
Las Marismas: Serie Erlendur Sveinsson III eBook: Indridason ...     De todas formas, creo que tampoco pierde su actualidad, además, este autor toca temas como el de la violencia de género, cf. La mujer de verde, que sigue aún en la vida cotidiana.
    El argumento de Las Marismas, título sugerente que evoca paisajes y tierras acuáticas, no coincide con donde transcurre la novela en realidad, mal que al final aparezcan las deseadas marismas.
     La novela es de una gran trama, empieza por un crimen cometido en una vivienda de precisamente esa zona llamada Las Marismas. Aparentemente, como dicen en la novela, es un crimen típicamente islandés, que quiere decir, chapucero, sin mayor relieve. A partir de ahí, se va desarrollando el hilo argumental que va dando giros y vueltas, tras la cual el lector la va siguiendo con cierto interés.
 
     Además, la novela, según va avanzando, va tomando tintes de tragedia griega.



La familia.
      Por un lado, el argumento, en un principio que no lo parecía, va concentrándose y reduciéndose en el ámbito familiar, la trama detectivesca que investiga el, en ésta más que en otras, empecinado Erneldur va cada vez más acercándose al ámbito familiar.
      Familia, además, que siempre está presente en sus novelas. Es conocido que en las novelas negras hay cierta diferencia entre las escritas por escritores del norte de Europa, más frías, distantes, donde la familia no tiene esa presencia natural y cercana al detective, cf. las de H. Mankell,  mientras las escritas por autores del sur, como las del comisario Brunetti, la familia del comisario tienen una presencia notable.
     Al principio nos podría parecer que en las Indridasson la familia no tiene presencia. El detective Erlendur vive separado de su mujer desde hace tiempo, un matrimonio roto pues, unos hijos que han tomado rumbos torcidos, y que de cuando en cuando aparecen en la vida de Erneldur.
     Pero lo cierto es que sí tiene presencia, y más de lo que uno pudiera creer, aunque no como esperábamos. La familia del detective sufrió un divorcio temprano, los dos hijos se criaron con su madre, que a partir de determinado momento, los utilizó contra él. Con el paso de los años, los hijos, ya adultos, pasan a formar parte de la trama de sus novelas.
     La hija, Eva Lindt,  drogadicta, marginada social, tiene contactos fuertes e intensos que afectan a la vida del detective. El hijo, resentido, algo perdido en la vida, también se cruza en ocasiones con Erlendur, y sus relaciones marcan también al policía.
Las marismas: Indridason, Arnaldur     Además de esto, el propio detective arrastra una culpa, que lo ha marcado en la vida adulta y profesional. En su infancia un suceso casual hizo que perdiera a su hermano, desaparecido en una nevada y nunca encontrado.
      Así, algunos héroes griegos, marcados por una culpa de la que no son responsables, el ejemplo más conocido Belerofonte, asesino involuntario de su hermano, deben exiliarse en busca de una purificación de su culpa. De esta forma, esta culpa aparece de forma recurrente en las novelas del comisario Erlendur.
        Curiosamente, en la serie de televisión El mentalista, el protagonista también arrastra una culpa recurrente que parece que guía de modo profundo todas sus acciones.

      Por otro lado, en lo que toca también a la tragedia griega, la sucesión de violencias y muertes que se van sucediendo a medida que avanza la novela hasta su desenlace final, como era de rigor en el drama ateniense, con la que no es raro comparare con la novela negra.

El tema de Edipo.
       Cuando uno menos se lo espera, y relacionado con el tema familiar antes comentado, la novela saca el tema de Edipo en los momentos que se acercan al desenlace final Es cierto que desde casi el principio, la novela nos habla de enfermedades hereditarias pero no dejan de ser, en esos momentos, algo más en la investigación.
       Uno de los personajes carga con la maldición de un padre violento y criminal, como Lábdaco, responsable de la maldición que tiene que sobrellevar su estirpe, Layo y Edipo.
     Este personaje, además, al igual que Edipo, ha vivido durante mucho tiempo en una familia creyendo que era su familia auténtica.
     Con el paso del tiempo, descubre que no lo es, en principio piensa que es adoptado, luego descubrirá que no.

La anagnóresis.
     La anagnórsesis, el reconocimiento de su realidad por la que descubre su verdadera filiación ya es algo más compleja que en la historia de Edipo. Este personaje es investigador del Centro de Genética Nacional de Islandia, organismo privado creado precisamente en este país por las excepcionales condiciones de aislamiento en que la isla se mantuvo durante mucho tiempo.
Mýrin (Icelandic Edition) eBook: Arnaldur Indriðason: Amazon.es ...       De esta forma, los estudio genetistas pueden remontarse fielmente varios siglos atrás siguiendo la rama familiar que en un principio es fidedigna,  sin cruces.

Myrin, "sangre contaminada".
       No en vano el título original de la novela, Myrin, significa literalmente "sangre contaminada", donde, no sé si tiene ese valor en islandés, pero en español la voz "sangre" se asimila bien a "estirpe, linaje, familia". En la traducción inglesa se respetó este significado original, Tainted Blood (Sangre contaminada).

Los ojos
       Hay un final dramático, no como Edipo cuando se arranca los ojos, pero lo hay, como no podía ser de otra manera.
     Curioso es que en las última página haga el autor una alusión, precisamente, a los ojos, no sé si con alguna relación con la tragedia.


       Erlendur se le acercó poco a poco y A Einar no pareció importarle.
      - Los niños son filósofos -dijo-. Mi hija me preguntó una vez en el hospital por qué tenemos ojos.        Le contesté que era para poder ver.
      Se calló un momento
       - Me corrigió- añadió como hablando consigo mismo.
       Miró a Erlendur.
       - Me dijo que era para poder llorar.

    
       Bien, no es un valor de los ojos o la vista como lo tiene en Edipo, e incluso en la propia lengua griega, con el significado de "saber". El verbo "oida" significa "ver", pero en el perfecto toma el valor de "saber", pues del perfecto "tengo visto", se pasa al significado "sé".
     Aquí Indridasson tal vez hace alusión al dolor, al sufrimiento,  máxime en las carne de seres inocentes, como es éste el caso, y en el de otros personajes que transcurren por la novela. En Edipo los ojos tienen el valor de conocimiento, entre otros.
       Alastor.
      Hay, también como en el drama griego, que aquí tiene una variante genética, un mal que conlleva una maldición, que es una enfermedad que se transmite de generación en generación, como la maldición griega que caía sobre una estirpe familiar, sobre algún predecesor, Pélope, Lábdaco, y su repercusión afectaba a toda su descendencia. Aquí ese maldición adquiere la característica del hecho genético.
       Así pues, como en un drama griego, se unen en la novela verdades ocultadas durante años dentro del seno familiar, hijos que no son de quienes creen ser, actos sacrílegos como desenterramientos de tumbas, muertes con valor de sacrificio de jóvenes inocentes, el alástor de los Atridas, esto es, la maldición hereditaria, crímenes sin resolver durante años, revelaciones finales traumáticas en torno a la familia, ...

El oráculo Marion.
     Además, está la figura de Marion , policía ya retirado, al que acude Erlendur como si asistiera a un oráculo, pues lo encamina en la dirección aproximada, expresándose, como la Pitia, de forma enigmática, entre suspiros y jadeos enfermizos.

Final.  
     A través de esta telaraña de verdades y crímenes inconfesables, el trío Erlendur, Sigurd Oli y Elingborg,  avanza dando palos de ciego , indagando en el pasado, revisando listas de posibles pistas, hasta encontrar la triste verdad.
     
       Todo se mezcla siempre en la novelas de Indridasson, la especial historia familiar de Erlendur parece que le hace conectar más con los casos a los que se va enfrentando en cada novela, y lo relacionan, como en este caso, aún más a la trágica historia familiar que en ella se contiene.

P.D.
Mirando en la wikipedia el artículo sobre la novela, allí se indica que la obra supone una crítica tajante al sistema de información genética que se creó en Islandia a finales de los noventa. De ahí que el tema de la novela, relacionado con la transmisión genética, empate con el tema griego de las culpas hereditarias y el tema de Edipo más en concreto, suponemos. Y de ahí también la crítica que hace a los personajes en la misma novela relacionados la investigación genética.

IFIGENIA EN EL CÓMIC.

 Buenas tardes: Versión algo más completa de Ifigenia en el cómic, ya subido hace un tiempo.