IFIGENIA EN EL CÓMIC TROYA: LA OFENSA CONTRA ÁRTEMIS. TÁNTALO vs. TÁNTALO.
En primer lugar, los autores renuncian a relatar la versión tradicional del mito de Ifigenia, en relación a la participación de la diosa Ártemis. En efecto, la tal divinidad no aparece ni por asomo en el cómic, ni por la ofensa del rey de Micenas contra ella, ni por la salvación in extremis de la joven Ifigenia.
Nada de esto aparece, lo que ya es de resaltar.
Sin embargo, si uno va un poco más, tienen cierta base documental y no es tan arbitrario en todos los casos.
En el caso de Ártemis, es cierto, como señalamos en la introducción general, que Ártemis y su leyenda parece ser un añadido posterior, una leyenda local de Áulide, a la leyenda panhelénica de Troya.
En verdad que en esto atinan, si es que se han basado en ese dato algo erudito, el de la inserción tardía de la leyenda de Áulide en la guerra de Troya, para confeccionar la trama.
Es decir, los autores al renunciar a la ofensa de Ártemis, han de buscar otro motivo por el que la armada aquea queda retenida en las costas de Áulide.
TÁNTALO vs. TÁNTALO.
Se recurre, se tienen que acudir, entonces a otro motivo, en este caso, una versión de la mitología no muy divulgada, la del crimen que Agamenón comete contra Tántalo, el primero, primer esposo de Clitemnestra, y también de su retoño. Esta versión es menos explotada, aunque es conocida, en la literatura.
Pues, con el nombre de Tántalo, conocemos al mísero personaje que sufre un castigo eterno en el Hades. Es, además, el fundador de la dinastía de los Atridas este Tántalo. Y, como es sabido, está condenado a padecer hambre y sed eternas a la vista del líquido elemento y de manjares que le rondan sin poder llegar nunca a catarlos.
Tántalo
Éste es el Tántalo que va a ser llamado el Primero, para diferenciarlo del otro Tántalo, el nombrado como Segundo.
Este otro Tántalo, pues, con menos apariciones en las recreaciones y el mito, es de quien se trata aquí. Fue el primer esposo de Clitemnestra, y con éste es con quien acaba Agamenón, de forma violenta, para hacerse con ella.
Este episodio ya aparece en la propia tragedia de IFA, hacia la parte central, y se refiere a ella como de pasada. Es clara su existencia y su presencia en la saga de los Atridas.
De hecho, y como decimos, no suele aparecer citado con frecuencia. En las versiones que presentan los motivos de Clitemnestra para acabar finalmente con su marido, al regresar éste de Troya, no suele citarse el episodio del crimen de Tántalo, pero sí principalmente el de Ifigenia.
En Electra, Eurípides presenta a la reina justificando la muerte del rey, ante su inminente matricida hijo, Orestes. Y lo primero a lo que se refiere como razón de ello es, precisamente, a la muerte de su hija en Áulide.
CLITEMNESTRA.
…
Pero aquél (Agamenón) convenció a mi hija con la
boda de Aquiles y se marchó llevándola a Áulide,
de buen anclaje para las naves.
Allí la extendió sobre un altar y segó el blanco cuello de Ifigenia.
…
κεῖνος δὲ παῖδα τὴν ἐμὴν Ἀχιλλέως 1020
λέκτροισι πείσας ᾤχετ' ἐκ δόμων ἄγων
πρυμνοῦχον Αὖλιν, ἔνθ' ὑπερτείνας πυρᾶς
λευκὴν διήμησ' Ἰφιγόνης παρηΐδα.
Y, con todo, seguirá Eurípides, no tanto por la muerte de su hija, sino por la banalidad de la misma, pues se hace para justificar la mala acción de la funesta y lasciva Helena en la confrontación troyana.
Pero hasta esto podrá soportarle Clitemnestra a Agamenón, y convivir con él. Lo que, en esta Electra, ya no podrá soportar es haber sido desplazada en el lecho por la princesa Casandra, que el rey se trae como concubina de botín de Troya, totalmente apasionado por ésta. Este va a ser el decisivo motivo para Eurípides.
OTROS RETOQUES DEL EPISODIO DE IFIGENIA EN RELACIÓN A LA TRADICIÓN CLÁSICA.
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