EL RELATO IN MEDIAS RES.
Como uso habitual que es, por el atractivo que tiene para el lector o espectador, la historia que narra el film Oppenheimer recurre al referido recurso de in medias res o flash back.
Claro que, como se trata de un film potente, épico, solemne, al tiempo que novedoso, por el carácter del director, en el relato en flash back se introducen algunos elementos novedosos.
Por ejemplo, se mezclan al mismo tiempo que el relato en tiempo real, del relato, visiones subjetivas y extrañas que el protagonista tiene de en ocasiones a lo largo de su actuación.
Pero lo que lo diferencia es el auditorio que ha escogido el texto de la biografía, y el director del film mantiene, pues es un comité, un simulacro de auditoría, no un verdadero tribunal, por el que decide pasar el científico Oppenheimer.
¿Por qué? Una vez acabada la guerra, ya instalada la Guerra Fría, se constituye, por obra del senador Macarthy, un comité de actividades antiamericanas.
Este comité es conocido sobre todo por las repercusiones que tuvo en el cine y en los estudios de Hollywood de la época. Muchos artistas tuvieron que optar entre delatar a sus propios compañeros, y sufrir las consecuencias, en el sentido del anonimato, quedar excluido de los contratos, marginación profesionaletc.
Llega a un asunto de la máxima importancia nacional como el exitoso, entre comillas, proyecto Manhattan, proyecto que, para los efectos, fue el responsable de la victoria final de EEUU y los aliados sobre los países del Eje.
Este comité y estas sospechas llegan, lo más sorprendente, ante lo que se podría denominar un héroe nacional, el propio Oppenheimer.
Este es el auditorio, por lo tanto, ante el cual Oppenheimer se presenta, una auditoría, una especie de tribunal, inclemente tribunal, no de justicia, repetimos, que es el que solicita el propio científico para demostrar que no es un riesgo para la seguridad del país, tal como algunos ya lo acusaban.
Así pues, a diferencia de Odiseo ante los Feacios, o su continuador, Eneas ante Dido, el espacio ante el que el físico relata su historia es un lugar de reunión austero, desafiante, hostil. Ha llegado allí para defenderse, no solo para relatar su pasado. Es, además y por tanto, una apología de su obra y persona. Viene a convertirse, parece, en un Sócrates rechazado por la misma sociedad que lo ha aupado a la gloria, llevado a juicio y forzado a defenderse de sus acusadores.
El lugar no es un ágora abierta de la Heliea y al aire libre, ni mucho menos. Se trata de un cuarto de paredes grises, en un edificio gris de la administración. Sin decoración, las paredes vacías, con una larga mesa ante la que se sienta el personaje, ante el que saca unos papeles que desdobla, dispuesto a leerlos y justificarse.
Al final de la mesa se apiñan una serie de caras largas y serias, es donde se realiza el relato in medias res, en flash back. Oppenheimer, como un relator cualquiera, como Odiseo y tantos otros, vuelve la vista hacia el pasado y empieza el relato de sus experiencia vital de sus últimos años.
El relato de su biografía coincide con los hechos trascendentales para la Humanidad, sucedidos durante la Segunda Guerra Mundial: el proyecto Manhattan, la conmoción mundial de las bombas atómicas y los años posteriores en los que vivió el mundo los años de la llamada Guerra Fría.
El científico, como un personaje de ficción, relata de vueta a trás un relato plagado de episodiosy peripecias, de alcance humano, al tiempo que épico y que cambió la realidad mundial, diríamos, desde entonces.