martes, 2 de agosto de 2022

YOCASTA EN CHINATOWN

Anoche vislumbramos, ya iniciada, la sempiterna Chinatown.
Clásico como era, la proyectaban en esa sección de los unes que se inventaron en la 2, los Clásicos.


    No era nuestra intención volver a verla, ya lo habíamos hecho varias veces, desde hace años, nos gustó en su momento, en fin, no estamos muy inclinados a ello.
    Sin embargo, una vez conectamos la cadena 2, nos encontramos al en esta ocasión mesurado Jack Nicholson, ya con su marca o señal pituitaria, un aparatoso esparadrapo blanco cubriéndola toda ella, en un paraje semidesértico. Estaba descubriendo el fraude millonario de las conducciones de agua para suministro de la ciudad angelical.
Y ya seguimos, aplastados casi a la poltrona, visionando la indagaciones del detective.

Reparto
Jack Nicholson: J. J. "Jake" Gittes
Faye Dunaway: Evelyn Cross Mulwray
John Huston: Noah Cross
Perry Lopez: el teniente Lou Escobar

        Al poco de seguir el film, parece haber un acercamiento más personal, íntimo todavía no, entre Nicholson y su partenaire, Mulwray-Dunaway.

Simbolismo del cuerpo:

Como muchas veces estamos persiguiendo este simbolismo corporal, centrado en el elemento podológico, ya de entrada nos vino a la mente la imagen de Nicholson-Gittes esparadapado en otra parte corporal, la nariz.

Aquí ya no podíamos hacer nada, sólo constatar esa señal o marca del protagonista, su herida en la destacable pituitaria.
Además, con las gafas de sol que usualmente lleva, teníamos al perfecto enmascarado.
Resulta curioso ver como un recurso tan estrambótico y aparatoso como el despampanante esparadrapo blanco reluciente que porta el personaje en la película, lo hayamos aceptado los espectadores sin maryor reparo. Quizás fue motivo de discusión en algún momento antes de decirse por ello.



Lo cierto es que, como es un recurso frecuente de siempre, el caballero, herido doquiera que fuese, en un momento determinado es auxiliado y socorrido por la dama.


Es un momento de acercamiento que propicia la atracción sensual.
Y, en efecto, Mulwray-Dunaway le quita el esparadrapo, creemos recordar, o es él. “Dios mío, no creía que fuera tan grave”.
Ese esparadrapo, a lo que se ve, funcionaba como una especie de máscara que ocultaba algo de la verdadera personalidad del Nicholson. Especialmente su vulnerabilidad.
Aunque su figura cínica, distante y descreída, no se resiste a reconocerlo.
Empezar la curación de la nariz, tocarlo ella con unas guatas e iniciar el acercamiento sensual y carnal fue todo uno.
En verdad que los dos actores se abrazan y besuquean como auténticos desesperados de amor o liberación.

La siguiente escena, hay una obvia elipsis, ahora ya no lo hacen así, tras la elipsis se los ve a los dos charlando desnudos y relajadamente en la cama que han compartido. Fuman un cigarro, hacen algunas intimidades, aunque Nicholson-Gittes ha vuelto a su postura descreída y de vuelta de todo, incluso en el amor. 

 LA MUERTE ANUNCIADA: 

como en los buenos relatos de la épica clásica, es uno de las características de Homero que los alumnos deben saberse para las pruebas, encontramos el de la muerte anunciada.
Se produce precisamente en esta escena después de la elipsis del encuentro amoroso.

- ¿Y qué pasó con ella al final? ¿Murió?

 Nicholson no responde, deja la respuesta en sin contestar, con un silencio bastante elocuente.
    Y, sí como veremos, el final de la película, final seco, rápido, hasta estúpido, digamos, es la respuesta en imágenes, pospuesta, a esta respuesta que ya suponíamos qué respuesta suponía.
    Chinatown. Toda esta cuestión del antiguo amor que Nicholson había tenido había surgido a raíz de la evocación de Chinatown.

- Trae mala suerte. Es un lugar donde puedes esperar que surja cualquier cosa. Como tú, le dice Nicholson a Dunaway en ese diálogo tan íntimo que lo oímos todos los millones que en ese momento visionamos el film. Un lugar maldito.
Ya tenemos, como en la antigua tragedia clásica, el peso de la atmósfera, los lugares más o menos dañinos y peligrosos, como en el Romanticismo. Solo que aquí se han trasladado al ámbito urbano, a un barrio en concreto, Chinatown, el barrio chino. 

EL diálogo original dice así:
EVELYN: I want to know about you.
GITTES: Not now.
E: You really don´t like to talk about the past, do you?
G: I´m tired.
E: No. Why does it bother you to talk about it?
G: It bother everybody that Works here.
E: Where?
G: Chinatown. Everybody. To me , it was just bad luck.
E: Why?
G: You can´t always tell what´s going on. Like you.
E: Why was, um… Why was it bad luck?
G: I was trying to keep someone from being hurt. I ended up making sure that she was hurt.
E: Cherchez la femme. Was ther a woman involved?
G: Of course.
E: Dead?

En la escena final del film, esta muerte preanunciada o anunciada, tiene su resolución.
En una suma de acciones precipitadas, Evelyn y su hermana-hija salen en el coche del lugar. Intentan detenerla. El ayudante de Escobar da un tiro mortífero.
“La historia se repite”, son las palabras de Nicholson-Gittes dice en ese momento, cuando constata el desenlace.

https://www.youtube.com/watch?v=PkgXBD6wULs

 En la versión original dice algo como “It´s no posible”, parece oírsele.

     https://www.youtube.com/watch?v=TjSshSvQWQA



 Consultando el guion original, no observamos que Gittes-Nicholson diga “la historia se repite”, como en la versión española.
    En el guion, las últimas palabras las pronuncia el amigo, Walsh, que lo saca de allí, a instancias del detective Escobar.

 Through the crowd noises, Walsh can be heard saying, "Forgetit, Jake. It's Chinatown."

                                          THE END

“Olvídalo, Jake. Esto es/ así es Chinatown”.

 El fatum trágico es ha revelado demoledor e inexorable.

La muerte anunciada, propia del genero épico clásico, esta muerte anunciada de forma indireta, en la escena amorosa entre Gittes y Mulwray, con aquella pregunta de Mulwray, ¿Muerta?, no contestada por Gittes, tienen aquí su correlato y solción final

PATROCLO ANUNCIA LA PRÓXIMA MUERTE DE HÉCTOR: 

    Uno de los ejemplos más claros de este recurso, el de la muerte anunciada, característico del género épico, se ve en la Ilíada. es el anuncio que el moribundo Patroclo le hace a su vencedor el troyano Héctor.


                                                Y dijiste con lánguida voz, caballero Patroclo:
—¡Héctor! Jáctate ahora con estas altivas palabras,
ya que Zeus el Cronida y Apolo te dieron el triunfo; 845
… 850
Y otra cosa te voy a decir y en tu mente consérvala.
Tú no habrás de vivir mucho tiempo; se acercan ahora
a tu lado la parca funesta y la muerte, y a manos
morirás del magnánimo Aquiles, el nieto de Eaco.

τὸν δ' ὀλιγοδρανέων προσέφης Πατρόκλεες ἱππεῦ:
δη νν κτορ μεγλ' εχεο: σογρ δωκε
νκην Ζες Κρονδης καπλλων, … 845
… 850
λλο δτοι ρω, σδ' νφρεσβλλεο σσιν:
οθην οδ' ατς δηρν βέῃ, λλτοι δη
γχι παρστηκεν θνατος κα μορα κραται
χερσ δαμντ' χιλος μμονος Αακδαο.
                                                                           Ilíada, XVI, 843 ss. (Traducción de E. Crespo Güemes)

NICHOLSON/GITTES-EDIPO:
    Porque el detective se adentra en el mundo de laos grandes y corruptos ricachones de l poder, como el Edipo joven que debe desentrañar el enigma de la esfinge, el caso para el que lo han contratado.
    Después de serle desvelada la incestuosa verdad que sobrevuela el asunto, como Edipo, descubre otra verdad. La historia se repite, repite desolado.
    Sin él quererlo directamente, como el personaje trágico griego, ha conducido a la muerte a su amante Dunaway-Yocasta, y ha roto la huida hacia la felicidad de aquella pequeña familia.

YOCASTA-DUNAWAY

    La película pone en boca de Dunaway el desvelamiento de la verdad de su relación entre ella y su aparente hermana.
    Es una de las escenas culmen del film, una especie de anagnórisis.
    La chica que misteriosamente tienen protegida en una casa particular es su hermana. A Nicholson no le satisfacen las explicaciones que le da. Sospecha algo más.
    En la segunda visita que le hace, observa que Dunaway se disponer a salir de la ciudad.
    Va a buscarla donde tienen a la supuesta hermana.
    Es entonces cuando la obliga a decirle la verdad de esa extraña joven.
    En este papel parece Dunaway-Muwlray un personaje de una tragedia griega.

En esos momentos se convierte en la Yocasta de la antigua Tebas. Bueno, en la Yocasta que pudo haber pronunciado estas palabras, pero no lo reprodujo así el trágico.
Nicholson-Gittes la abofetea en la cara con la mano abierta, obligándola a decirle la verdad. A cada golpe, ella le responde con una respuesta diferente.
Que al final son dos respuestas, que se repiten alternativamente.
Dos repuestas distintas que son a misma verdad al mismo tiempo.

¡Es mi hija! ¡Es mi hermana! ¡Es mi hija! ¡Es mi hermana!... ¡Es mi hija y es mi hermana!”.

                                     https://www.youtube.com/watch?v=ikjrbBtF5wk

                                  

                                                                         EVELYN

I'll tell you the truth...

Gittes smiles.

GITTES

That's good. Now what's her name?

EVELYN

Katherine.

GITTES

Katherine?... Katherine who?

EVELYN

She's my daughter.

Gittes stares at her. He's been charged with anger and when

Evelyn says this it explodes. He hits her full in the face.

Evelyn stares back at him. The blow has forced tears from

her eyes, but she makes no move, not even to defend herself.

GITTES

I said the truth!

EVELYN

She's my sister.

Gittes slaps her again.

EVELYN

She's my daughter.

Gittes slaps her again.

EVELYN

My sister.

He hits her again.

EVELYN

My daughter, my sister.

He belts her finally, knocking her into a cheap Chinese vase

which shatters and she collapses on the sofa, sobbing.

GITTES

I said I want the truth.

EVELYN

(almost screaming it)

She's my sister and my daughter

 https://imsdb.com/scripts/Chinatown.html

 A continuación, Nicholson-Gittes cae en la cuenta de lo que, en lenguaje contradictorio y absurdo, le ha estado repitiendo mientras la abofeteaba, es la verdad.

Luego, Dunaway-Muwlray le cuenta el origen violento del que ha procedido toda esta situación. Situación opresiva de la que quiere y está a punto de abandonar. Si los hados la dejan.

Pero no, los hados, funestos y opresores en este caso, han cado, sobrevuelan el mundo de los mortales. Cualquier intento de escapar a ellos es imposible e inútil, bien lo sabe al final Nicholson-Gittes.

 La maldición de ciertos lugares como la del barrio chino, Chinatown, el poder omnímodo de los corruptos poderosos, asfixian la vida de cualquier humano que intenta siquiera intentar una escapatoria arriesgada y por muy inevitable a que haya llegado la situación, que no quepa otra salida.

EDIPO DESCUBRE EL INFAME ACTO DE SU VIDA

En la tragedia Edipo Rey, del dramaturgo Sófocles, la revelación de la verdad no se produce de boca de la mujer, Yocasta.

De forma indirecta, primero el coro, luego Edipo, y luego un mensajero, cuenta la muerte de aquella que se suicida desgarrada por el dolor.

Y Edipo, sufriente de forma igual, se ciega precisamente con la hebilla del traje de Yocasta suspendida de una cuerda. Entre lamentos y súplicas, expresan la verdad de los hechos incestuosos.

Es similar en la película y en la tragedia, el asunto lo lleva de suyo, el juego ambivalente de palabras, la expresión contradictoria y paradójica, pues los hechos lo son, de la realidad de lo sucedido.

Es decir, de la confusión entre madre e hija al mismo tiempo en Chinatown, de padre, hijo, hijos y hermano de la misma forma en Edipo.

En Chinatown es más sintético, breve, directo; en Edipo es indirecto, demora la confesión, se mezcla con el castigo que se autoinflige el propio personaje, en una metáfora muy expresiva de loque es verdad y apariencia, vista y verdad.

 Edipo rey, 1205 ss.

                                                                               Est. 2

Dolor por el glorioso Edipo,

a quien un vasto puerto

ha bastado él solo

como hijo y como padre, ¡como esposo!

¿Cómo el campo sembrado por tu padre te pudo soportar

tanto tiempo en silencio, desgraciado?

Ant. 2

Te ha descubierto el tiempo omnividente;

ha juzgado a la boda que no es boda, en que uno mismo

es padre e hijo.

 

ἰὼ κλεινν Οδίπου κάρα,

στέγας λιμν

ατς ρκεσεν

παιδ κα πατρ θαλαμηπόλ πεσεν;

πς ποτε πς ποθ α πατραί σ λοκες φέρειν, τάλας, [1210]

σγ δυνάθησαν ς τοσόνδε;

φηρέ σ κονθ πάνθ ρν χρόνος,

δικάζει τ γαμον γάμον πάλαι

τεκνοντα κα τεκνούμενον. [1215]

 

MENSAJERO 2º:

… ha muerto nuestra reina Yocasta.

CORIFEO —

¡Infortunada! ¿Por qué causa?

MENSAJERO —

A manos de sí misma …

Lloraba por su lecho, donde, dos

veces desgraciada, dio a luz de un marido otro

marido, e hijos de hijos.

 

ξάγγελος

τέθνηκε θεον οκάστης κάρα. [1235]

 

Χορός

  δυστάλαινα, πρς τίνος ποτ ατίας;

 

ξάγγελος

 ατ πρς ατς

γοτο δ ενάς, νθα δύστηνος διπλος

 ξ νδρς νδρα κα τέκν κ τέκνων τέκοι. [1250]

EDIPO—

No habría sido asesino

de mi padre, ni esposo

de la que me dio el ser.

Οδίπους:

 οκουν πατρός γ ν φονες

 λθον οδ νυμφίος

 βροτος κλήθην ν φυν πο.

 

EDIPO

… ¡Oh boda, boda, me diste el ser y luego me diste

hijos a mí y diste a luz padres, hermanos, hijos,

sangre de familia, desposadas, mujeres, madres y

cuantas cosas más vergonzosas tienen lugar entre

los hombres!

 

Οδίπους

… ὁποῖ᾽ πρασσον αθις; γάμοι γάμοι,

φύσαθ μς, κα φυτεύσαντες πάλιν

 νετε τατο σπέρμα, κπεδείξατε [1405]

πατέρας, δελφούς, παδας, αμ μφύλιον,

νύμφας, γυνακας μητέρας τε, χπόσα

 ασχιστ ν νθρώποισιν ργα γίγνεται.

EDIPO

… Pues, ¿qué desgracia falta? Vuestro padre

dio muerte al suyo; y tuvo hijos de aquella que le

dio a luz y os engendró en aquella de la que él

nació.

 

Οδίπους.

τί γρ κακν πεστι; τν πατέρα πατρ

 μν πεφνε· τν τεκοσαν ροσεν,

θεν περ ατς σπάρη, κκ τν σων

 κτήσαθ μς, νπερ ατς ξέφυ.

 

Edición de Gredos, texto y traducción.

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