EL
MONUMENTAL VALLEY
Las
espectaculares instantáneas del Monumental Valley inundan toda
la escena de este film, La legión invencible, y funcionan casi como un
personaje más de la película.
Si
no el principal
En
verdad que al ver la película, una del oeste, por así decir, queda uno de nuevo
efectivamente impactado por las esplendorosas imágenes que allí se ofrecen. Vistas
generales y panorámicas, estampas casi icónicas de aquellas fortalezas en
ruinas de piedra colorada, toscamente en pie, elevadas en rígida verticalidad
sobre un paisaje mayormente llano, crean una atmósfera, un ambiente
paisajístico inigualable.
En Centauros y
en otras películas encontramos los mismos lugares y las mismas estampas por las
que cabalgan los personajes. Sin embargo, parece ser en esta donde se condensa
la esencia, donde riscos colorados mudos y amenazantes cobran todo su
esplendor.
Y
si nos ponemos a ello, casi que la película cobra su valor por ellos. El
ambiente humano del film, los personajes, Nathan hablando con su mujer, la
historia de amor entre el teniente Flint y Joanne Dru, las luchas con los
indios, la trama, es la que primero nos atrapa.
Ahora
cuando la ha revisto uno, impacta más este paisaje. Contra él, las cabalgadas
del confederado Ben Jonson, los cheyenes, adquieren su verdadero contraste y su
verdadera dimensión
“¡DARÍA
LAS GRACIAS PORQUE ALGUIEN ME PIDIERA HERRAR LOS CABALLOS!”
Al coronel Nathan Britten le llegó el tan recontado como temido día de su licencia. Ha servido prácticamente toda su vida en el ejército, en la caballería.
Ya
en la última parte de la película, la partida del ejército que había salido
días atrás de expedición y ara acompañar a unas damas, regresa derrotada,
cansados y casi sin moral. Además, una patrulla ha quedado expuesta para defenderlos,
y están pendientes de regresar para socorrerlo.
Ya
en la cabaña del general, éste le dice s Britten que se olvide de volver a
salir. Lo hará su lugarteniente. Él se acaba de licencias rrd del ejército. Hy
que deja que lo nuevos cargos se breguen en la lucha.
Por
fin, Nathan Britten asiente, se rinde ante la evidencia, y se declara ya oficialmente
licenciado.
Al
salir del despacho, le dice a las dos mujeres que estaban allí, Abby y Olivia,
su sentimientos desolados en ese momento.
- Toda la vida al mando de soldados
y batallones, todo el mundo pendiente de mí. Y ahora, de golpe, paso a no ser
nada, a que nadie me reclame.
Y,
a continuación, exclama totalmente abatido:
¡Ahora hasta suplicaría a cualquiera
porque me llamara para ponerle las herraduras a un caballo!
Esta
frase, exagerando mucho mucho todo, cambiando casi todo, recuerda el aquel
lamento del Aquiles sombra del Hades. Aquel Aquiles ufano de la gloria
en vida, reniega de ella en el inframundo y suplica por volver a ella, aun
siendo el más mísero servidor y esclavo sobre la tierra.
Es
claro que Aquiles ha muerto y se encuentra en el Hades. Su estruendosa
afirmación es evidente que resalta por ello.
En
una traducción más libre, Aquiles le responde de esta manera a Ulises (Od., XI,
487-491):
que
se revuelcan en los estercoleros sobre la tierra,
que
ser el gran rey Aquiles en este mundo de sombras subterráneas”.
El texto en griego:
(Odiseo) ὣς
ἐφάμην, ὁ δέ μ' αὐτίκ' ἀμειβόμενος προσέειπε·
«μὴ δή μοι θάνατόν γε
παραύδα, φαίδιμ' Ὀδυσσεῦ.
βουλοίμην κ' ἐπάρουρος ἐὼν θητευέμεν ἄλλῳ,
ἀνδρὶ παρ' ἀκλήρῳ, ᾧ μὴ βίοτος πολὺς εἴη,
ἢ πᾶσιν νεκύεσσι καταφθιμένοισιν ἀνάσσειν.
Así hablé, y él al punto,
respondiendo, me dijo:
‘¡Vamos, no quieras dorarme la
muerte, ilustre Odiseo!
Preferiría, estando en la tierra,
trabajar a sueldo para otro,
para un hombre sin suerte, que no
tuviera muchos recursos,
más que reinar entre todos los
muertos, que han perecido.
HERRADURAS-PIE.
Y,
en esta misma expresión con la que Wayne expresa lo que estaría dispuesto a
hacer con tal de seguir siendo útil, valioso, lo expresa con la imagen del
herraje de los caballos.
Como
siempre, andamos estirando la cuerda con esto del PIE y su simbolismo.
En
fin.
Siguiendo,
pues, con ello, no es menos cierto que la visión de herrar los caballos, labor
menesterosa que Nathan escoge para expresar su aferrarse a la vida digna, viene
a equivaler, mutatis mutandis, a la de calzar los pies, cuidar de los pies,
lavarlos, etc.
Es
decir, una operación muy humilde a la que es capaz de llegar. Y directamente relacionada
con el simbolismo de los pies en general.
En
este caso, con las patas equinas, con la labor menesterosa que implica ese
trabajo humildísimo
EN
CIERTO MODO, She wore a yellow ... es un western crepuscular.
Aunque no como Liberty Valance, del mismo John Ford. Liberty Valance
significa dejar a todo el género del western en el borde del abismo.
En
La Legión invencible, Nathan-Wayne cruza con una línea,
torpemente, los pocos días que le faltan para su jubilación, apenas cuatro o
cinco al inicio de la película.
Wayne
está perfectamente caracterizado y avejentado. Tienen una mirada ya lánguida,
necesita de lentes, los emplea discretamente para leer de cerca, todo su rostro
muestra cansancio, y en su cabello peinan canas.
En
verdad que parece cansado. En un momento, ante una matanza de los piel rojas
exclama “¡Ya no estoy para estas cosas!”.
Lo
curioso es que en Liberty Valance, u otras posteriores a She wore …,
la figura de Wayne en estos films se muestra joven, madura, en absoluto con
esta vejez prematura con que aparece en el film.
EL
CENTAURO QUIRÓN-WAYNE:
Como
en muchas otras películas, y sin que uno penas lo advierta, (Centauros, El
Dorado, ...), Nathan-Wayne desempeña el papel de educador, del mítico
centauro y educador de héroes Quirón.
Aquí
si le vendría bien su caracterización centaurea, pues pertenecen a la
caballería.
A
lo largo del film, Nathan irá ejerciendo su función de educador, al tiempo que
jefe y comandante del batallón. Principalmente sobre su inmediatamente segundo,
Flint, y sobre otro oficial novel, Pennell.
Todo
esto, y es un rasgo característico del director, todo eso lo mezcla con un
humor dosificado. que hace la visión del film ininterrumpida. Sin darte cuenta,
la película ha avanzado sin demoras cuando te das cuenta.
NATHAN
Y GLADIATOR:
Nathan-Wayne
es un hombre de firmes principios y valores religiosos.
Su
relación con el más allá, con el que se comunica diariamente para hablar con su
fallecida esposa unos años ha, se muestra en la película con cierta
regularidad. Nathan visita el humilde cementerio, de cruces de madera, en el que
yace su esposa. Tiene conversaciones particulares con ella, como si estuviera
junto a él todavía.
Es allí donde lo sorprende por primera vez Joanne Dru, que va al lugar para encontrarse con él y pedirle disculpas por una acción anterior.
En
esto nos recordó el sentimiento piadoso y familiar de Máximo Décimo Meridio en Gladiator.
Salvando las distancias, claro. Pero coinciden es esa Vinculación con el más
allá, la comunicación, las ofrendas y el deseo de unirse a sus familiares.
LAS PLANTAS EN GRIEGO
LAS CABALGADAS DE BEN JONSON.
Nathan Brittles
(Wayne),
mayor Mac Allshard
(George O'Brien),
esposa de Allshard,
Abby (Mildred Natwick),
su sobrina Olivia
Dandridge (Joanne Dru)
Flint Cohill (John
Agar)
Pony-That-Walks (Jefe
John Big Tree).
Segundo teniente
Ross Pennell (Harry Carey Jr.)
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