jueves, 25 de julio de 2019

ESOPO EN LA ¿INVESTIDURA? DE P.SÁNCHEZ

Ἀλώπηξ καὶ δρυτόμος. La zorra y el leñador .

  Ἀλώπηξ κυνηγοὺς φεύγουσα, ὡς ἐθεάσατό τινα  δρυτόμον, τοῦτον ἱκέτευσε κατακρύψαι αὐτήν. 
Ὁ δὲ αὐτῇ παρῄνεσεν εἰς τὴν ἑαυτοῦ καλύβην εἰσελθοῦσαν κρυβῆναι. Μετ' οὐ πολὺ δὲ παραγενομένων τῶν κυνηγῶν καὶ τοῦ δρυτόμου πυνθανομένων εἰ τεθέαται ἀλώπεκα τῇδε παριοῦσαν, ἐκεῖνος τῇ μὲν φωνῇ ἠρνεῖτο ἑωρακέναι, τῇ δὲ χειρὶ νεύων ἐσήμαινεν ὅπου κατεκρύπτετο. Τῶν δὲ οὐχ οἷς ἔνευε προσσχόντων, οἷς δὲ ἔλεγε πιστευσάντων, ἡ ἀλώπηξ ἰδοῦσα αὐτοὺς ἀπαλλαγέντας ἐξελθοῦσα ἀπροσφωνητὶ ἐπορεύετο. Μεμφομένου δὲ αὐτὴν τοῦ δρυτόμου, εἴγε διασωθεῖσα ὑπ' αὐτοῦ, ἀλλ' οὐδὲ διὰ φωνῆς αὐτῷ ἐμαρτύρησεν, ἔφη· "Ἀλλ' ἔγωγε ηὐχαρίστησα ἄν σοι, εἰ τοῖς λόγοις ὅμοια τὰ ἔργα τῆς χειρὸς καὶ τοὺς τρόπους εἶχες." 
Τούτῳ τῷ λόγῳ χρήσαιτο ἄν τις πρὸς ἐκείνους τοὺς ἀνθρώπους τοὺς χρηστὰ μὲν σαφῶς ἐπαγγελλομένους, δι' ἔργων δὲ φαῦλα δρῶντας. 


La zorra y el leñador.
   Una zorra que huía de unos cazadores, al ver a un leñador, le pidió que la escondiera. Éste le sugirió que entrase en su cabaña y se ocultase. No mucho después, se acercaron los cazadores y preguntaron al leñador si había visto a una zorra pasar por allí. Aquél negó haberla visto, pero haciendo un gesto con la mano, les indicó dónde se ocultaba. Pero, como ellos no entendieran lo que se les apuntaba por señas y creyeran lo que decía, la zorra, al verlos retirarse, salió y se marchó sin decir nada. Cuando el leñador le reprochó que, aunque la había salvado, no le había dado ni las gracias, dijo: «Te las habría dado, si hubieses tenido las mismas actitudes y gestos con las manos que con tus palabras».
   De esta fábula se podría uno servir contra aquellos hombres que proclaman sin duda su honradez, pero con sus acciones cometen maldades.
(EDT. GREDOS)

lunes, 22 de julio de 2019

La Guerra de Troya, cómic (2012) de Thomas, R. y Sepúlveda, M.



Aunque ya con varios años de retraso, pues la obra se publicó en 2012, acabo de leer el cómic La Guerra de Troya, del dibujante Miguel Sepúlveda y el guionista Roy Thomas.

Lo primero que sorprende es la acertada documentación de la historia, cosa rara en general cuando se trata de este tema. ya casi todo el mundo empieza los comienzos de esta mítica guerra en la famosa y original disputa de las diosas principales en el primer concurso de belleza de la historia que tengamos noticia, el Juicio de Paris.
Pero es sabido también que antes de este curioso y esplendoroso origen, Zeus ya había planeado desde hacía un tiempo, un Zeus por cierto más parecido al Yahvé bíblico, había planeada la destrucción de gran parte de la humanidad (lo que ellos llamaban humanidad, que no era otra cosa que su mundo griego), a causa, nada más ni nada menos, y de tan rabiosa actualidad como ahora, por la excesiva sobrepoblación.
El exceso demográfico, que luego hallará en la emigración y colonización del mar Negro primero y el Mediterráneo después, es pues, en origen el principio y fin de la guerra de Troya, y no otra cosa. Desde esta perspectiva digamos ecológica cuando todavía no existía esa palabra, el Juicio de Paris con el que pomposamente empiezan casi todas las historias de Troya, viene a ser como un motivo menor, sujeto a la mente retorcida del maquiavélico Zeus, que debe velar por la supervivencia de la oikoumene griega a costa de los sacrificios humanos.
Nada más que por esto el cómic ya merece todos los buenos calificativos.
Ya a medida que vamos leyendo podemos apreciar las ajustada documentación que sigue manifestando en la historia.
Por otro lado, los dibujos e imágenes son bellos, atractivos, aunque uno desconoce este mundo, los calificaríamos de viñetas clásicas, con escenas de lucha o de un erotismo sensual y sugerente.
La ambientación de los edificios sí que aquí parece que el dibujante ha cedido a la imagen popular del mundo antiguo y ha sustituido en la mayor parte de las ocasiones la ambientación arquitectónica clásica del s. V aC. en adelante, por la más fidedigna a la época histórica de la historia, la época micénica.
Si que provoca cierta decepción la forma en que resuelve el asunto central de la Iliada, la cólera de Aquiles, que conlleva posteriormente la muere de su compañero Patroclo y la del troyano Héctor con la humillación del cadáver, así com la última súplica de Príamo ante el héroe aqueo para que pueda celebrar unos funerales honrosos a su hijo. Episodio éste con el que se cierra la Ilíada, pero no la guerra, como se sabe.
Mirando en que los autores tienen otro cómic dedicado íntegramente a la Ilíada, y como el presente se titula la Guerra de Troya, quizás el autor no se ha querido detener en estos episodios, y dedicar la obra a los acontecimientos, que son varios e importantes, los que ya desde la antigüedad se llamaría como el Ciclo Troyano.
Así, luego de anunciar la funesta decisión de Zeus, el cómic si cuenta el y conocido episodio del Juicio de París y, a continuación, los prolegómenos de la guerra que ha de durar diez años. Se menciona el juramento de Tindáreo, el episodio del reclutamiento de los héroes, se centra entonces en la forma en cómo se recluta a Odiseo y Menelao, que no tenían intención de ir, hasta el sacrificio de Ifigenia en Aúlide.
Luego, como hemos mencionado, dedicada a la propia guerra y al argumento de la Ilíada un espacio quizás equivalente a lo anterior, para luego seguir y desarrollar más en extenso los episodios posteriores a la muerte de Héctor con que termina aquel libro.
Los siguientes relatos del Ciclo Troyano, esto es, llegada de la Amazonas, el combate entre Pentesilea y Aquiles, la muerte de Aquiles, Memnón y los etíopes, y el famoso episodio del caballo, hasta culminar con un apunte de los nostoi o regresos en las últimas páginas, desarrollan los últimos bloques o capítulos del cómic..
Aún así, es un poco decepcionante, como dijimos, ver resumido en apenas un par de viñetas todo el contenido central de la Ilíada.
A pesar de esto, y por las razones ya apuntadas, es un cómic bien documentado y visualmente atractivo con el que se puede conocer de buena tinta la historia completa del Ciclo Troyano en el que, como se ha dicho, la Ilíada forma un episodio más, aunque sea el más importante cultural y literariamente hablando.

sábado, 20 de julio de 2019

PROXIMA ESTACION, ATENAS, de Petros Márkaris,

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       PROXIMA ESTACION, ATENAS,   de Petros Márkaris, es un libro muy interesante y agradable de leer. Cuando salió por primera vez, hace algo más de un año, lo leí por encima un momento en la librería y en ese momento no me llamó la atención. Pensé que la mera descripción de Atenas según las estaciones de metro de la ciudad, no traía mucho atractivo, quizá, aunque eso lo pienso ahora, deseando que el comisario Jaritos tuviera una nueva historia en sus manos y arramblara con ella en medio de su entrañable vida familiar y los atascos atenienses. No sé, lo cierto es que no lo compré entonces.

       Ahora, un año después, con la edición de bolsillo, me pareció más asequible en el caso de que no me llegara a gustar, pero lo cierto es que desde este mediodía que lo empecé a leer, me he leído de un tirón casi medio libro, y lo encuentro muy ameno y agradable, amén de la gran cantidad de información, rica, concisa y certera, de la vida de las calles, barrios, tabernas y locales que se abren por donde transcurre la línea de metro 1, la que todavía, según nos dice, llaman la "Eléctrica".

     A través de esta línea 1 y de las líneas del libro, Petros Makaris nos va contando a porciones, con apuntes sobre la historia general, la historia y vida de Atenas desde el corte transversal de la línea de metro, que va cruzando la ciudad de norte a sur y nos muestra la variedad social de la ciudad.
       Que no es su ciudad natal, pues es nacido en la Ciudad, con mayúscula, Constantinopla, a la que le dedica nostálgicas palabras.
       La visión de Atenas, como no podía ser de otro modo, pues él la conoce desde los años sesenta en que empezó a vivir allí, es una visión nostálgica también, escrita por él mismo como testigo presencial de los cambios sufridos. Y sobre todo, los que han desaparecido, ya sean barrios obreros, zonas marineras de el Pireo, el barrio bávaro, etc.
       Curiosa la mención que hace, cuando describe uno de los primeros barrios, a Gran Canaria, a la que equipara también por la penosa construcción de bloques de edificios frente al mar, que hace de las edificaciones un verdadero muro que separa mar y ciudad. Imagino que se referirá a la playa de Las Canteras.
       Por las páginas del libro pasan desde grupos sociales de todos los niveles, desde las clases más populares y la pequeña burguesía, hasta inmigrantes, y estos de todas las épocas. Llamativo es que que inmigrantes llame primero al rey Otón y su comitiva bávara, luego a aquellos griegos que lucharon con él por la independencia de Grecia, muchos del Peloponeso y otras zonas, que nunca apreciaron a la ciudad de Atenas como la nueva capital en que se iba a convertir, en lugar de Nauplio. Inmigrantes hasta llegar a los más recientes, paquistaníes, egipcios, sirios, hasta albanos y eslavos, afincados muchos de ellos en algunos barrios del centro de la ciudad.
       Los barrios y las calles más elegantes, los que han conservado su aire tradicional, conviven en la misma ciudad o en las mismas calles, con otros donde las drogas y la delincuencia se han apropiado de ellos.
       Se nota la visión amable que tiene sobre la ciudad y sus gentes, comerciantes, su arquitectura, su gastronomía, interesantes notas que nos deja aquí y allá de tal o cual restaurante, casa de comida o café que todavía, ya en minoría, van quedando como últimos locales de la Atenas tradicional de aquellos años ya idos
       Es una obra que se lee con agrado y , además, nos puede servir de guía turística complementaria a un futuro viaje a esta otra Ciudad en mayúsculas, Atenas.