Perdone si uno es cansino, que lo es, de todas formas, cansino, siempre con lo mismo.
Estos días he visto estas películas apocalípticas, por llamarlas de alguna manera, y estamos a la espera de la próximo estreno, Elysion, que trata del mismo asunto.
Algunos comentarios anecdóticos a estas películas podrían ser los siguientes. Por un lado, en Guerra mundial Z, Brad Pitt, el Aquiles de Troya, parece que no murió allí del tan atinado dardo en el talón. Ha seguido vivo todos estos siglos, como los inmortales, pero ahora se ha reencarnado en su temible enemigo, Héctor. El Brad Pitt de Guerra Mundial Z, como Héctor, tiene familia, ha renunciado a seguir en la guerra y a la fama, se ha retirado a una vida familiar y hogareña. Allí, a su tranquila casa, la envían a buscar porque lo necesitan para la nueva amenaza mundial a la que se enfrenta la humanidad.
Pitt no quiere ir, como Ulises cuando lo van a buscar a Ítaca, y tienen que forzar su aceptación a cambio de la protección de su familia. Como en tantas ocasiones, y ya desde la Ilíada, tenemos la escena de la despedida del guerrero de su familia. Como novedad con los antiguos, un teléfono móvil que se dan la pareja para seguir comunicados.
Pitt se va a la guerra, que no durará diez años, pero las cosas que pasan en tan corto tiempo parece como si lo hubiera sido. La película nos tiene en vilo casi desde que uno se sienta en la butaca, y no se coge resuello sino de vez en cuando, pero sólo para volver a empezar con el trajín guerrero.
La lucha es contra los zombies, muertos vivientes que se quieren adueñar del mundo de los vivos. No salen del Hades, pero su apariencia se asemeja a las almas de los muertos del Hades o las representaciones de difuntos en otras culturas.
Los zombies no existían en la fantasía del mundo antiguo, creo. Hay algunos casos en los que se puede hablar de ellos, almas de difuntos insatisfechas o espíritus malignos que atormentan la existencia cotidiana de los vivos. Y de hecho, los humanos de la película están angustiados, atormentados y en un estado de shock permanente, mientras las multitudes de zombies crecen y se propagan por la tierra de un modo incontrolable.
En Pacific Rim los dioses ya se parecen más a los dioses griegos, aunque en lugar de ser antropomórficos, son robotifórmicos, si esta palabra existe. Más que a los Olímpicos, recuerdan a los dioses y seres de la primera y segunda generaciones divinas (Hecatonquiros, Cíclopes, Titanes ...).
Los protagonistas heroicos de la película están humanizados, y prueba de ello son los traumas personales que arrastran cada uno de ellos. Aquí se ve la clara humanización de ellos.
El zapato: como un personaje salido de un cuento de hadas, uno de los protagonistas es reconocido con una señal, un zapato. Muchos héroes son reconocidos por hechos relacionados con los pies o zapatos o algo relacionado con ellos. El zapato nos dará aquí a pista para conocer la verdadera identidad de uno de los héroes.
Y también otro zapato, esta vez en clave de parodia, nos retrata también a otro de los personajes, este ya secundario, como contrapunto al anterior. Hay que quedarse hasta el final para ver esta escena, camuflada entre los créditos de la película.
Algunos nombres, como el de Hanníbal, de un personaje secundario, que dice llamarse así porque le gusta ese personaje, y un Tifón, pero que aquí es el nombre de uno de los robots que defiende a la humanidad, aparecen en a película relacionados con el mundo antiguo.
Los extraterrestres, como se indica desde el principio, no vienen del espacio, o sí, sólo que se han instalado en el submundo de la tierra y desde allí intentarán derrocar el gobierno de los humanos sobre el universo. Es una nueva versión de estas fuerzas incontrolables que son los primeros seres de la mitología grecolatina, los Hecatonquiros o Centímanos, los Ciclopes de esta primera generación, junto con los Gigantes, y luego los Titanes. En las primeras luchas que hay ente las tres generaciones de dioses, estos precisamente, de una u otra forma, siempre acaban penando en el inframundo, en un lugar de este inframundo todavía más lejano, a tanta profundidad de la tierra que un yunque tardaría nueve días en llegar hasta allí. Es el lugar conocido como el Tártaro. Y este profundo y lejano lugar viene a corresponder con una brecha bajo la tierra donde se esconden los monstruosos extraterrestres y por donde suben a conquistar de una manera definitiva la tierra.
En fin, es cansino esto, siempre lo mismo. Realmente las películas tienen sus referentes en historia y películas del género de zombies o de las de kaiju o monstruos japonesas. Las dos películas son entretenidas de ver, espectaculares y de grandes efectos visuales. En Pacific Rim, el director se ha inspirado en el género de historias sobre kaiju, monstruos en traducción aproximada. Godzilla o King Kong pertenecen a este género de origen japonés, que pretende continuar Guillermo del Toro.