miércoles, 14 de agosto de 2013

LA HUMANIDAD EN VILO






Perdone si uno es cansino, que lo es, de todas formas, cansino, siempre con lo mismo.
Estos días he visto estas películas apocalípticas, por llamarlas de alguna manera, y estamos a la espera de la próximo estreno, Elysion, que trata del mismo asunto.
Algunos comentarios anecdóticos a estas películas podrían ser los siguientes. Por un lado, en Guerra mundial Z, Brad Pitt, el Aquiles de Troya,  parece que no murió allí del tan atinado dardo en el talón. Ha seguido vivo todos estos siglos, como los inmortales, pero ahora se ha reencarnado en su temible enemigo, Héctor. El Brad Pitt de Guerra Mundial Z, como Héctor, tiene familia, ha renunciado a seguir en la guerra y a la fama, se ha retirado a una vida familiar y hogareña. Allí, a su tranquila casa, la envían a buscar porque lo necesitan para la nueva amenaza mundial a la que se enfrenta la humanidad.
Pitt no quiere ir, como Ulises cuando lo van a buscar a Ítaca, y tienen que forzar su aceptación a cambio de la protección de su familia. Como en tantas ocasiones, y ya desde la Ilíada, tenemos la escena de la despedida del guerrero de su familia. Como novedad con los antiguos, un teléfono móvil que se dan la pareja para seguir comunicados.
Pitt se va a la guerra, que no durará diez años, pero las cosas que pasan en tan corto tiempo parece como si lo hubiera sido. La película nos tiene en vilo casi desde que uno se sienta en la butaca, y no se coge resuello sino de vez en cuando, pero sólo para volver a empezar con el trajín guerrero.
La lucha es contra los zombies, muertos vivientes que se quieren adueñar del mundo de los vivos. No salen del Hades, pero su apariencia se asemeja a las almas de los muertos del Hades o las representaciones de difuntos en otras culturas.
Los zombies no existían en la fantasía del mundo antiguo, creo. Hay algunos casos en los que se puede hablar de ellos, almas de difuntos insatisfechas o espíritus malignos que atormentan la existencia cotidiana de los vivos. Y de hecho, los humanos de la película están angustiados, atormentados y en un estado de shock permanente, mientras las multitudes de zombies crecen y se propagan por la tierra de un modo incontrolable.

En Pacific Rim los dioses ya se parecen más a los dioses griegos, aunque en lugar de ser antropomórficos, son robotifórmicos, si esta palabra existe. Más que a los Olímpicos, recuerdan a los dioses y seres de la primera y segunda generaciones divinas (Hecatonquiros, Cíclopes, Titanes ...).
Los protagonistas heroicos de la película están humanizados, y prueba de ello son los traumas personales que arrastran cada uno de ellos. Aquí se ve la clara humanización de ellos.
El zapato: como un personaje salido de un cuento de hadas, uno de los protagonistas es reconocido con una señal, un zapato. Muchos héroes son reconocidos por hechos relacionados con los pies o zapatos o algo relacionado con ellos. El zapato nos dará aquí a pista para conocer la verdadera identidad de uno de los héroes.
Y también otro zapato, esta vez en clave de parodia, nos retrata también a otro de los personajes, este ya secundario, como contrapunto al anterior. Hay que quedarse hasta el final para ver esta escena, camuflada entre los créditos de la película.
Algunos nombres, como el de Hanníbal, de un personaje secundario, que dice llamarse así porque le gusta ese personaje, y un Tifón, pero que aquí es el nombre de uno de los robots que defiende a la humanidad, aparecen en a película relacionados con el mundo antiguo.
Los extraterrestres, como se indica desde el principio, no vienen del espacio, o sí, sólo que se han instalado en el submundo de la tierra y desde allí intentarán derrocar el gobierno de los humanos sobre el universo. Es una nueva versión de estas fuerzas incontrolables que son los primeros seres de la mitología grecolatina, los Hecatonquiros o Centímanos, los Ciclopes de esta primera generación, junto con los Gigantes, y luego los Titanes. En las primeras luchas que hay ente las tres generaciones de dioses, estos precisamente, de una u otra forma, siempre acaban penando en el inframundo, en un lugar de este inframundo todavía más lejano, a tanta profundidad de la tierra que un yunque tardaría nueve días en llegar hasta allí. Es el lugar conocido como el Tártaro. Y este profundo y lejano lugar viene a corresponder con una brecha bajo la tierra donde se esconden los monstruosos extraterrestres y por donde suben a conquistar de una manera definitiva la tierra.

En fin, es cansino esto, siempre lo mismo. Realmente las películas tienen sus referentes en historia y películas del género de zombies o de las de kaiju o monstruos japonesas. Las dos películas son entretenidas de ver, espectaculares y de grandes efectos visuales. En Pacific Rim, el director se ha inspirado en el género de historias sobre kaiju, monstruos en traducción aproximada. Godzilla o King Kong pertenecen a este género de origen japonés, que pretende continuar Guillermo del Toro.

lunes, 12 de agosto de 2013

LOS ENIGMAS






File:Oidipous sphinx MGEt 16541 reconstitution.svg
El acertijo, en la sencilla formulación de Apolodoro, habría sido: «¿Qué ser provisto de voz es de cuatro patas, de dos y de tres?» Semejante enunciación la encontramos en Diodoro Sículo, a saber: «¿Cuál es el que al mismo tiempo es un bípedo, un trípedo y un cuadrúpedo?» Una versión más elaborada es la que presenta Aristófanes el gramático:
Existe sobre la tierra un ser bípedo y cuadrúpedo, que tiene sólo una voz, y es también trípode. Es el único que cambia su aspecto de cuantos seres se mueven por tierra, aire o mar. Pero, cuando anda apoyado en más pies, entonces la movilidad de sus miembros es mucho más débil.
(información de la Wikipedia)

          Otro de los enigmas que toca la obra de Sófocles, más que un enigma es una pregunta que permanece desde el comienzo de los tiempos, es el del poder del ser humano. Sófocles lo califica de deinós, palabra que reúne dos significados relacionados pero contrapuestos, admirable y terrible. El autor quizás juega con estos dos sentidos cuando dice lo siguiente:

"Muchas son las cosas admirables,
más ninguna que el hombre hay más admirable.
Éste, del mar canoso al otro lado
con invernal noto avanza, bajo olas
que en derredor abismos abren a su paso,
y de los dioses a la más potente,
a la Tierra indestructible, infatigable,
la agota con el ir y venir
año tras año de los arados,
con la raza caballar labrando ..."

y sigue el Coro de Antígona enumerando en tono elogioso las proezas del hombre por superar su limitada condición. Es un canto que también se podía interpretar al progreso, a la idea de progreso nacida, o renacida, en Europa en el siglo XIX, y cantada y elogiada por las vanguardias poéticas de principios de siglo XX. pero luego llegó la conciencia de que todo no era tan bello como se decía, y los años sesenta hablaban de desconfianza en relación a esa idea. Se volvía otra vez a esa ambigüedad de la palabra deinós que ya aparece en el griego, admirable y terrible a la vez. 

EL GRAN GATSBY Y LA ODISEA

La famosa novela de F. Scott Fitgerald nos muestra un misterio desde sus inicios. ¿Quién será ese personaje tan fascinante y dichoso, que día sí y día también tiene su mansión a reventar de invitados en una fiesta y jolgorio continuo? La verdad sobre Gatsby, el misterioso propietario de la mansión y organizador de esta continua fiesta se irá conociendo a lo largo de la novela.
Pero sin querer descubrir nada, hay algunas cosas que se parecen al relato de la Odisea, a su pequeño esquema, al menos. El personaje es un personaje enigmático, misterios, desconocido, de varias personalidades, a saber cuál verdadero y cuál no. Incluso su propio nombre no se sabe realmente cuál es. Tenemos aquí a la figura del engañoso Ulises, el que tiene que cambiar de nombre ante Polifemo para sobrevivir, y hacerse pasar por un mendigo cuando regreso a su patria, Ítaca. Allí todos ven en él a un mendigo pordiosero y nadie conoce la verdadera personalidad que se oculta tras ese disfraz.
Por otro lado, la novela es un regreso, un nostos, también, después de una guerra, aquí la Gran Guerra, la I Guerra Mundial que rompe la paz mundial. Y estamos en los años veinte, en donde todo aquel mundo parece haber quedado atrás.
La mansión de Gatsby, símbolo de toda la época de los dorados años veinte, esa fiesta casi initerrumpida donde se citan conocidos y desconocidos atraidos por la fama del lugar, viene a ser como esa fiesta que promueven los Pretendientes en la Odisea. Estos nobles de la isla han tomado la casa-mansión de su antiguo señor, y banquetean día tras día en ella, agotando las posesiones de Ulises. En El Gran Gatsby no hay ese trasfondo, pero si se delata un mundo irreal y superficial que une a todas esas personas en las fiestas ininterrumpidas de la mansión de Gatsby.


Penélope también aparece en la novela, como en toda  historia de amor interrumpido que hay siempre detrás de cada regreso, el nostos de los antiguos griegos y el actual protagonizado por Gatsby. ¿Está ella esperando pacientemente en el telar a que regrese su prometido o no ha podido soportar la espera? A lo largo de la novela se irá descubriendo ésta y otras preguntas. Pero se puede decir que hay algunos paralelismos, aunque remotos, entre la Ítaca de la Odisea y la mansión de Gatsby en una zona residencial en las afueras de Nueva York.
¿Y Telémaco? Bien pudiera ser el cronista, el que escribe y nos cuenta en primera persona el relato de la historia de Gatsby. Es un persona joven, emigrante de las zonas rurales de Estados Unidos, que se siente atraído y hechizado por el mundo al que llega, el Nueva York de los felices años veinte, y por la propia personalidad y misterio de alguien que representa todo ese momento, su protagonista, Gatsby. Desde su particular visión, nos irá desvelando el fondo misterioso que se esconde tras aquel mundo de apariencias engañosas.  

ELYSIUM, EL ELYSION AHORA EN EL ESPACIO



El más allá parece haberse instalado ya en el mundo de los vivos. El mundo ha llegado a tal grado de degradación que la sociedad se divide en dos sectores, la gran masa que sobrevive de cualquier manera en un mundo arruinado en la tierra, y unos pocos, ricos, que viven en una estación espacial apartados de toda esta ruina. Es bastante parecido a lo que se describía ya en el Hades de los antiguos, una multitud de almas fantasmagóricas que transitan por ese mundo de la muerte solo deseando que de vez en cuando algún sacrificio les permita revivir un poco, y la morada de los Campos Elísios, donde solo van unos pocos escogidos. 
La primera mención a Elysion, los Campos Elísios, aparece en la Odisea de Homero y en relación a uno de los héroes, el atrida Menelao, esposo de Helena, la famosa causante de la guerra todavía recordada de occidente, la guerra de Troya. En ese pasaje Zeus le dice a Menelao que él no morirá, que será trasladado a los Campos Elíseos, lugar paradisíaco y un término religioso para los griegos, y allí pasará el resto de su vida en un ambiente feliz y dichoso. Luego otros personajes conocidos de la guerra troyana acabarán residiendo en esos lugares maravillosos, incluido el propio Aquiles, el héroe más famoso. Más adelante, quienes acabarán sus vidas en estas moradas privilegiadas serán las almas de las personas buenas y nobles, no ya los guerreros y héroes más antiguos. El más allá se empieza a moralizar por influencia de nuevas corrientes filosóficas y religiosas, que premian las conductas de unos y otros en la vida después de la muerte. Así aparece en el poeta Píndaro
En la película, por lo que sabemos, no hay nada de estas concepciones religiosas, pues como toda obra de ciencia ficción, nos pinta un mundo futuro apocalíptico, desesperado y en ruinas, donde campa la justicia del más fuerte. Quienes llegan a vivir en Elysion son los más fuertes, los más poderosos, no héroes de batallas ni almas piadosas. Es un mundo áspero y fiero, que se supone que tendrá que defender ese territorio de las masas de desesperados. Todo muy pesimista y desastroso,como Matrix y otras por el estilo, una distopía como se utiliza también esta palabra para utopías sociales. 
¿Dónde estaba el Elysion para los antiguos? Según los textos, era en el lugar más alejado que los griegos podían imaginar, junto al río Océano que rodeaba y envolvía toda la tierra, una isla que era su mundo en la visión geográfica antigua. En los confines de la tierra, junto al Océano y también más allá de las Columnas de Hércules, en cierto sentido continuación de las columnas de Melkart, antiguo héroe fenicio identificado después con Hércules. Estos lugares casi siempre se localizaban en Occidente, lo más desconocido para los antiguos, y llegan a identificarse con lo que existe más allá de las Columnas, el actual (y de reciente y triste fama por las trifulcas diplomáticas de unos y otros) estrecho de Gibraltar. 
En la película que se va a estrenar lo desconocido está en un lugar concreto, pues para los antiguos era más un término religioso que un lugar concreto y real. Y este lugar de la película está en el espacio, aunque para nosotros el espacio es algo así como ese lugar en el que ponemos todo aquello que sabemos irreal, como estas utopías fantásticas, y no un lugar geográfico concreto.

recreación de una escena en los Campos Elísios procedente de un relieve de Locros

lunes, 5 de agosto de 2013

POMPEYA, DE ROBERT HARRIS: EL AGUA Y E FUEGO

          La novela Pompeya es muy amena  y entretenida. El novelista Robert Harris, periodista en sus inicios, es un autor de novelas de intriga histórica con cierta fama y varias de sus películas han sido llevadas a la televisión y al cine desde hace unos años (no hay que confundirlo con Thomas Harris, el de El silencio de los corderos). La última y más conocida es El escritor, de Roman Polanski, con Ewan Mcgregor como protagonista. Es curioso también que el mismo director tuviera planeado llevar al cine Pompeya hace unos años, proyecto que parece que no terminó por llevarse a cabo.

                          
           La novela está ambientada no en la erupción, sino en los días previos. El protagonista es un aguador, un ingeniero de acueductos, joven, que estrena cargo en la zona de Pompeya. Ha de encargarse del acueducto de la zona, el Aqua Augusta, por ser Augusto quién la mandó construir.
         Tienen el esquema de un thriller histórico-policíaco, el autor en sus novelas de ficción histórica les suele dar esa estructura. Ninguno de los personajes sabe lo que va a ocurrir, solo nosotros, los lectores. Con esto juega el autor.
          El aguador ha de resolver el problema de la falta de abastecimiento de agua y del intenso olor a azufre que se nota en muchos de los depósitos y canalizaciones de agua. Nosotros lo sabemos, pero ellos no, no saben nada del volcán ni de erupciones. A lo más, de terremotos.
        Pompeya es retratada con bastante crudeza y realismo, una ciudad costera, puerto de mar, y con abundantes prostíbulos, barrios bajos, prostitutas de todas las clases, desde niñas hasta ya veteranas a las que le espera unos años penosos al dejar los años jóvenes ...
              Para dar mayor fidelidad a su novela, el autor aprovecha los relativamente abundantes testimonios de Pompeya. Los graffitis que han se conservan sobre las elecciones políticas le proporcionan al autor los nombres de los políticos de su novela, Holconio por ejemplo. En el caso del erotismo, se describen algunas de las famosas imágenes que se pueden ver en los lupanares todavía. 
              Evidentemente, una vez ya en los inicios de la erupción, los Plinios no podían faltar. El retrato de Plinio no es el que podamos imaginar, un hombre activo y en plenas facultades, al menos físicas. Es célebre lo de su hiperactividad, lo poco que dormía, lo que le permitía aprovechar las horas para las redacciones de su Historia Natural. Pero en la novela nos lo retrata con problemas respiratorias, dolencias propias de algún padecimiento cardíaco, y ya nos está avanzando la posible causa de su muerte. 
              La novela es un homenaje al agua, a la cultura del agua, a la cultura y a la ingeniería del agua. El autor, sin abrumarnos en ningún modo, nos guía de la mano del aguador Atilio por la red y la ingeniería extraordinaria de las conducciones de agua. Nos lleva a los escenarios naturales desde donde se lleva a cabo la conducción externa del agua, los canales, la que conduce el agua desde sus fuentes naturales hasta la ciudad; y desde ahí nos traslada hasta la propia ciudad para sumergirnos en una cisterna urbana que recogía el agua de todos estos canales. 
    Nos lleva también a unas termas, las que está proyectando  Ampliato, el capo de Pompeya, a punto ya de inaugurarse, las mayores y mejores después de las de Roma, según dice. 
                El agua y el fuego son los dos protagonistas de la novela. El agua aparece como fuente de civilización, cultura, sociedad, urbanidad, y tantas otras cosas más, frente al fuego, el volcán, la destrucción, la barbarie, si nos pusiéramos a contraponer los dos elementos... De ahí las descripciones del caos humano y social en la primera erupción sobre Pompeya.
                   Entre estos dos omnipresentes elementos, y el tiempo, también, se describen las figuras, pasiones, ambiciones y sentimientos, de un grupo de personas ligadas a la civilización romana, a la ciudad de Pompeya, desde los cansados y desconfiados esclavos, hasta los débiles y corruptos políticos, pasando por las relaciones paternofiliales encontradas, ...
       Hay homenajes a la literatura romana en toda la novela; por ejemplo, en el pasaje de la cena de Ampliato, que remeda y hace referencia también a la famosa cena de Trimalción en el Satiricón de Petronio; también presenta recursos clásicos como el deus ex machina.
       En fin, una novela interesante, que se lee como un thriller policiaco, de novela negra, pero que nos lleva al mundo antiguo de la mano de un encargado de las aguas, un ingeniero de acueductos, que lucha contra el tiempo y el fuego destructor y salvaje de una de las mayores catástrofes del mundo.