LAS BATALLAS DE ISSOS Y GAUGAMELA EN PLUTARCO, EL MOSAICO Y LAS PELÍCULAS DE R. ROSSEN Y O. STONE.
El impresionante mosaico de Issos, copia romana hacia el s. I a. C. de una pintura de época helenística, hacia 325 a.C., copia a su vez de una pintura anterior, encontrada en la Casa del Fauno, de Pompeya, reproduce la imagen poderosa y heroica del rey macedonio, con la mirada furibunda y arrebatada, en pleno éxtasis y furor guerrero, y ha pasado a la historia como imagen icónica. Sin embargo, la batalla más decisiva parece ser que fue la de Gaugamela. Esta es la escogida de forma magnífica por O.Stone en su film. El director, de todas formas, funde en esta única batalla episodios de la de Issos y de otras , y las condensa en la de Gaugamela.
Los textos de Plutarco donde relata estas dos batallas han servido de referente, junto con el propio mosaico, para la reconstrucción de algunas escenas de los films, el de Rossen y el de Stone.
Vamos a ir siguiendo los textos del polígrafo heleno, y su posible correspondencia con las imágenes de los films y el mosaico.
Una cosa a resaltar es que una de los momentos más vibrantes de las películas, el ataque de los carros falcados y la estrategia de la falange, no tiene ni una referencia en el relato de la batalla; en cambio, es explotada espectacularmente por el cine, y el mosaico, por su parte, difícilmente lo hubiera podido recoger.
LA BATALLA DE ISSOS en PLUTARCO.
- INTRODUCCIÓN A LA BATALLA, según Plutarco.
Plutarco no se extiende mucho en la descripción de las batallas. Hace una valoración global al inicio del enfrentamiento, insistiendo en la cualidad estratégica del líder macedonio.
Así que la fortuna proporcionó a Alejandro la ventaja del lugar, pero su estrategia fue más importante para la victoria que los imponderables de la fortuna:
Ἀλεξάνδρῳ δὲ τὸν μὲν τόπον ἡ τύχη παρέσχεν, ἐστρατήγησε δὲ τῶν ἀπὸ τῆς τύχης ὑπαρχόντων πρὸς τὸ νικῆσαι βέλτιον,
pues siendo inferior en número ante tal multitud de bárbaros, no les dio ocasión de rodearle, y él mismo, desbordando con su ala derecha la izquierda del enemigo y situándose en su flanco, puso en fuga a los bárbaros que tenía frente a sí.
ὅς γε τοσούτῳ πλήθει τῶν βαρβάρων λειπόμενος, ἐκείνοις μὲν οὐ παρέσχε κύκλωσιν, αὐτὸς δὲ τῷ δεξιῷ τὸ εὐώνυμον ὑπερβαλὼν καὶ γενόμενος κατὰ κέρας, φυγὴν ἐποίησε τῶν καθ’ αὑτὸν βαρβάρων,
- EL REY MACEDONIO EL PRIMERO EN COMBATE. LA HERIDA EN EL MUSLO.
Plutarco, como Arriano y otros historiadores, y la tradición histórico, remarcan la figura de Alejandro luchando, y siendo herido en ocasiones, en primera línea del combate. Asi ha pasado a la tradición historiográfica y literaria.
Luchaba Alejandro en primera fila, ἐν πρώτοις ἀγωνιζόμενος
ἐν πρώτοις ἀγωνιζόμενος
hasta el punto de resultar herido en el muslo,
ὥστε τρωθῆναι ξίφει τὸν μηρόν,
según Cares, por la espada de Darío — pues habrían venido ambos a las manos-;
ὡς μὲν Χάρης φησίν ὑπὸ Δαρείου (συμπεσεῖν γὰρ αὐτοὺς εἰς χεῖρας)·
Este episodio de Issos, ὥστε τρωθῆναι ξίφει τὸν μηρόν,
lo sitúa Stone en Gaugamela, que en verdad es un resumen
de esas dos batallas en una sola
Por su parte, Rossen no introduce este episodio en el film.
Plutarco señala que no está claro que fuese precisamente Dario quien hiere al macedonio.
… Ahora bien, Alejandro, en la carta que envió a Antipatro acerca de la batalla, no menciona el nombre del que le hirió, y dice solamente que resultó herido de daga en el muslo y que la herida no tuvo secuelas de importancia.
Ἀλέξανδρος δὲ περὶ τῆς μάχης ἐπιστέλλων τοῖς περὶ τὸν Ἀντίπατρον οὐκ εἴρηκεν ὅστις ἦν ὁ τρώσας, ὅτι δὲ τρωθείη τὸν μηρὸν ἐγχειριδίῳ, δυσχερὲς δ’ οὐδὲν ἀπὸ τοῦ τραύματος συμβαίη, γέγραφε.
Obtuvo Alejandro una brillante victoria y abatió a más de ciento diez mil enemigos, pero no pudo capturar a Darío, que le llevaba cuatro o cinco estadios de ventaja en su huida, aunque sí se apoderó de su carro y su arco antes de darse la vuelta.
νικήσας δὲ λαμπρῶς καὶ καταβαλὼν ὑπὲρ ἕνδεκα μυριάδας τῶν πολεμίων, Δαρεῖον μὲν οὐχ εἷλε, τέτταρας σταδίους ἢ πέντε προλαβόντα τῇ φυγῇ, τὸ δ’ ἅρμα καὶ τὸ τόξον αὐτοῦ λαβὼν ἐπανῆλθε·
BATALLA DE GAUGAMELA, 33 ss.
Plutarco continúa el relato de las andanzas de Alejandro hasta llegar a la batalla de Gaugamela. En 33 ss. describe el combate campal. En verdad que habría que comprobar las fuentes documentales y lo que se ha dicho sobre su escrito y la información que deja dicha.
- ARENGA DE ALEJANDRO ANTES DE LA BATALLA. PLEGARIA A LOS DIOSES, JABALINA EN MANO
Esta arenga la recoge perfectamente Stone en su film, aprovechando para insistir en los valores de libertad y ciudadanía por los que combaten los griegos.
Plutarco hace notar el dato del caballo Bucéfalo, ya entrado en combate y cuidado al máximo para que rindiera de la mejor forma.
Mientras recorría las filas ordenando las falanges, arengando, dando instrucciones o pasando revista, se servía de otro caballo, pues a Bucéfalo, que ya no era joven, le ahorraba estos trabajos; pero cuando se disponía a entrar en acción le trajeron su caballo, montó en él y al punto comenzó el ataque.
Arengó entonces Alejandro de forma especial a los tesalios y a los demás griegos,
Τότε δὲ τοῖς Θετταλοῖς πλεῖστα διαλεχθεὶς καὶ τοῖς ἄλλοις Ἕλλησιν,
quienes le animaron gritando que los llevara contra los bárbaros,
ὡς ἐπέῤῥωσαν αὐτὸν βοῶντες ἄγειν ἐπὶ τοὺς βαρβάρους,
y cambiándose la jabalina a la mano izquierda,
τὸ ξυστὸν εἰς τὴν ἀριστερὰν μεταλαβών,
invocó con la diestra a los dioses — según Calístenes—
τῇ δεξιᾷ παρεκάλει τοὺς θεούς, ὡς Καλλισθένης φησίν,
rogándoles que, si en verdad era hijo de Zeus,
ἐπευχόμενος, εἴπερ ὄντως Διόθεν ἐστὶ γεγονώς
protegiesen a los griegos y mantuviesen su fortaleza
ἀμῦναι καὶ συνεπιῤῥῶσαι τοὺς Ἕλληνας.
- EL ADIVINO ARISTANDRO Y LA APARICIÓN DEL ÁGUILA-ZEUS.
En este fragmento, Plutarco hace alusión a dos elementos, digamos, espirituales, la presencia de un adivino, de nombre Aristandro, y la casi epifanía de Zeus en la figura de un águila.Cada uno de los directores escogerá uno de estos elementos, y dejará el otro. Rosen nos introduce al adivino, mientras Stone prefiere la majestuosa presentación del águila, motivo anima que aparece de formas diferentes a lo largo del film, por otra parte. Es el emblema real de la corte persa, además y según se ve.
El adivino Aristandro, que llevaba una clámide blanca y una corona de oro y cabalgaba a su lado, …
ὁ δὲ μάντις Ἀρίστανδρος, χλανίδα λευκὴν ἔχων καὶ χρυσοῦν στέφανον,
Alejandro junto al adivino Aristandro, sin armas ni coraza ni nada, en primera línea. Incluso sale en cabalgada, algo incongruente, pero luego se le pierde la pista
…, señaló un águila que planeaba por sobre la cabeza de Alejandro
ἐπεδείκνυτο παριππεύων ἀετὸν ὑπὲρ κεφαλῆς Ἀλεξάνδρου συνεπαιωρούμενον
y se dirigía volando recta en dirección a los enemigos;
καὶ κατευθύνοντα τὴν πτῆσιν ὄρθιον ἐπὶ τοὺς πολεμίους,
Aparición o epifanía del águila-Zeus.
el águila sobrevolando con su vista privilegiada el extenso campo de batalla
en el film de O. Stone.
El águila, como tal, no aparece en el mosaico de Issos; sí lo recoge esta reconstrucción de Gaugamela del Museo Arqueológico Nacional de España, elaborado en marfil, siglo XVIII, por un autor anónimo. Por su parte, el film de Stone le da una importancia máxima.
En cambio, este adivino, Aristandro, tal cual lo describe Plutarco, ὁ δὲ μάντις Ἀρίστανδρος, χλανίδα λευκὴν ἔχων καὶ χρυσοῦν στέφανον, lo recoge venerablemente la película de Rossen.
Aunque, mirado con estos años, nos parece un personaje de más e inexplicable su aparición; Stone no lo hace aparecer.
… ello (el águila) inspiró una gran confianza a los que la vieron, y con este ánimo, exhortándose los unos a los otros, la caballería se lanzó a la carrera contra el enemigo mientras la falange la seguía en tropel.
… ὥστε πολὺ μὲν θάρσος ἐγγενέσθαι τοῖς ὁρῶσιν, ἐκ δὲ τοῦ θαῤῥεῖν καὶ παρακαλεῖν ἀλλήλους δρόμῳ τοῖς ἱππεῦσιν ἱεμένοις ἐπὶ τοὺς πολεμίους ἐπικυμαίνειν τὴν φάλαγγα.
Pero antes de que las primeras líneas trabaran combate, los bárbaros se dieron la vuelta, produciéndose una viva persecución; Alejandro procuraba llevar a los vencidos hacia el centro, donde se encontraba Darío.
πρὶν δὲ συμμεῖξαι τοὺς πρώτους, ἐξέκλιναν οἱ βάρβαροι, καὶ διωγμὸς ἦν πολὺς, εἰς τὰ μέσα συνελαύνοντος Ἀλεξάνδρου τὸ νικώμενον, ὅπου Δαρεῖος ἦν.
- ALEJANDRO DIVISA AL REY PERSA EN MEDIO DE LA BATALLA.
El mosaico escoge precisamente ese momento, el del contacto y enfrentamiento directos entre los hetairoi macedonios, Alejandro al frente, y Darío con su guardia real.
En los films, el de Rosen, por su estilo abreviado y apresurado, no se detiene en este vislumbre. La batalla comienza tras unos momentos previos, se produce el ataque de los carros, su subsiguiente fracaso, a continuación ataca Alejandro con su caballería, y sin solución de continuidad, nos encontramos al macedonio alanceando al Gran rey.
El de Stone, que no ha escatimado medios para la representación de la batalla, detalla este avistamiento con detenimiento. previamente, ha gastado mucho tiempo y metraje en una descripción muy precisa del desarrollo de la batalla, hasta que llega este momento decisivo.
Y es que lo había divisado desde lejos, a través de los hombres de vanguardia, destacándose al fondo del batallón real, gallardo y con buena talla, subido sobre un carro elevado,
πόῤῥωθεν γὰρ αὐτὸν κατεῖδε, διὰ τῶν προτεταγμένων ἐν βάθει τῆς βασιλικῆς ἴλης ἐκφανέντα, καλὸν ἄνδρα καὶ μέγαν ἐφ’ ἅρματος ὑψηλοῦ βεβῶτα,
πόῤῥωθεν γὰρ αὐτὸν κατεῖδε,
Esto momento lo resalta O. Stone sobre todo, el momento en el que Alejandro,
en medio de la refriega cuerpo a cuerpo, divisa el carro de Darío y su guardia;
El film de Stone, mucho más abreviado y condensado, no se detiene en este momento de la visión del Gran Rey. Es decir, Alejandro-Burton está en el fragor de la batalla, nunca desmonta, y en un momento
Alejandro divisa y embiste a Darío en el mosaico.
καλὸν ἄνδρα καὶ μέγαν ἐφ’ ἅρματος ὑψηλοῦ
También el film de 2002 se esmera en presentar a un Darío gallardo y altivo, salvo en los momentos finales, tal como relata el texto de Plutarco sobre el Gran Rey.
el mosaico refleja también la ubicación elevada de Darío
ἐφ’ ἅρματος ὑψηλοῦ, pero remarca su miedo reflejado en el rostro.
protegido por una muralla de numerosos y magníficos jinetes debidamente repartidos en torno al carro y en posición para recibir al enemigo.
πολλοῖς ἱππεῦσι καὶ λαμπροῖς καταπεφραγμένον, εὖ μάλα συνεσπειραμένοις περὶ τὸ ἅρμα καὶ παρατεταγμένοις δέχεσθαι τοὺς πολεμίους.
El texto parece seguir bastante la imagen del mosaico,
cuando se refiere a lo protegido que estaba el rey.
- ALEJANDRO EMBISTE POSEIDO POR EL DIOS ARES.
Sin embargo, Alejandro, visto de cerca mientras lanzaba a los fugitivos contra los que aún resistían, ofrecía un aspecto tan terrible que llenó de espanto y dispersó a la mayor parte;
ἀλλὰ δεινὸς ὀφθεὶς ἐγγύθεν Ἀλέξανδρος, καὶ τοὺς φεύγοντας ἐμβαλὼν εἰς τοὺς μένοντας, ἐξέπληξε καὶ διεσκέδασε τὸ πλεῖστον.
Esto lo recoge bien el mosaico, y también los films, especialmente el de Stone, que muestra a un Alejandro arrebatado por alcanzar al rey persa Darío
El Alejandro temible del mosaico
El film de Rossen no destaca esta expresión terrible del rey macedonio, entre otras cosas porque le han endosado un casco con viseras laterales abatibles, que le ocultan totalmente el rostro. Es cierto que le da una expresión temible por lo hermético del casco, pero no refleja esa mirada poseída que señala Plutarco.
- ORIARTES Y LA GUARDIA REAL SE SACRIFICAN POR EL GRAN REY.
Entre la carga de los caballeros macedonios, el mosaico muestra como Alejandro ataca de mortal herida y con su lanza a cierto Oriartes, al parecer hermano de Darío.
Rossen sacrifica al auriga, al que interpone entre la lanza y el rey; Stone, por su parte, muestra con gran pompa el momento de la lanzada que tanto Darío como su auriga evitan terriblemente asustados.
… pero los mejores y más nobles se hicieron matar delante del rey, cayendo los unos encima de los otros, y obstaculizaron así la persecución, debatiéndose convulsivamente y aferrándose a hombres y caballos.
οἱ δ’ ἄριστοι καὶ γενναιότατοι πρὸ τοῦ βασιλέως φονευόμενοι καὶ κατ’ ἀλλήλων πίπτοντες, ἐμποδὼν τῆς διώξεως ἦσαν, ἐμπλεκόμενοι καὶ περισπαίροντες αὑτοῖς καὶ ἵπποις.
Oriartes es muerto por Alejandro en el mosaico; el auriga antepone su cuerpo en el film.
Estas muertes en sacrificio del rey que señala Plutarco no mencionan a Oriartes, hermano del rey, que muere en defensa de éste. Este hecho sí aparece y bien representado en el mosaico de Issos, cuando Alejandro enristra al guerrero persa.
La película de Rossen repite esta secuencia, pero no señala, parece, que quien muere sea Oriartes, sino el auriga, y más, por la forma en que se deshace de él para huir. Stone omite este episodio.
- EL TEMOR EN LOS OJOS.
Darío veía ante sus propios ojos todas estas calamidades, las fuerzas colocadas en vanguardia se desplomaban en dirección a él;
Δαρεῖος δέ, τῶν δεινῶν ἁπάντων ἐν ὀφθαλμοῖς ὄντων, καὶ τῶν προτεταγμένων δυνάμεων ἐρειπομένων εἰς αὐτόν,
Esto también lo refleja el mosaico, como las dos películas, el temor de Darío ante el desarrollo del combate, Δαρεῖος δέ, τῶν δεινῶν ἁπάντων ἐν ὀφθαλμοῖς ὄντων…
Pero quien remarca esto de forma enfática, gracias a unos primeros planos del rey persa donde se perfila perfectamente su rostro y su mirada, es el film de Stone. En el mosaico se aprecia también expresamente, pues el pintor quiere destacar el miedo de Darío en contraposición al empuje de Alejandro.
En el film de Rossen no hay un primer plano como en el de Stone, pero se aprecia el temor del persa contemplando el fin que se avecina en el carro junto al auriga
- LA LANZADA QUE NO FUE.
Como ya comentamos antes, la lanzada de los films de Rossen y Stone no aparece reflejada en los textos.
Por su parte, el mosaico, y podría ser el referente que toman los films, Alejandro, aunque aparentemente parece llevar una lanza en alto, en realidad avanza con la lanza en ristre en su mano derecha, y con ella ataca y hiere de muerte a Oxiartes.
En la sincronía de acciones que presenta la pintura, la expresión de miedo de Darío en su carro es simultánea al ataque del rey macedonio.
El texto de Plutarco, y también el de Arriano, indican que Alejandro ataca con la caballería, lanza en ristre, y siempre al frente del combate.
Esto es lo que quieren representar las películas y el mosaico, singularizando a toda la caballería en la figura personal de Alejandro. Aunque es bien cierto que Plutarco sí recalca la fiereza que se refleja en el rostro del griego. Y que, curiosamente, muestra claramente el mosaico.
El ataque de Alejandro lanza en mano contra la guardia real, lo que se describe en el mosaico, tiene su correspondencia, quizás más espectacular y cinematográfica, en la lanzada de Alejandro contra Darío.
En cualquier caso, tanto los textos como el mosaico y el film, destacan ese momento del ataque con lanzas de Alejandro y su caballería con el temor de Darío, su huida consiguiente y el fin de la batalla. Es el momento definitivo y culminante.
A estas alturas, ya estamos hablando indistintamente de Issos y Gaugamela, pues las dos se confunden en los films, y tienen parecidos en los textos en parte.
- LA HUÍDA de DARÍO.
Por lo tanto, Darío hace girar a su carro y huye, a continuación del ataque inesperado de Alejandro y su caballería.
Plutarco señala que Darío abandonó el carro en el que estaba, al no poder maniobrar entre el tumulto de la batalla. Ni el mosaico, ni los dos films siguen en esto al historiador, más bien remarcan que la huida del campo de batalla se hace en el mismo carro, en franca contradicción.
… por otra parte, como no era fácil hacer girar el carro para salir huyendo, pues las ruedas estaban inmovilizadas, empotradas entre un amasijo de cadáveres,
ὡς οὐκ ἦν ἀποστρέψαι τὸ ἅρμα καὶ διεξελάσαι ῥᾴδιον, ἀλλ’ οἵ τε τροχοὶ συνείχοντο πτώμασι πεφυρμένοι τοσούτοις,
y los caballos, atrapados y casi desapareciendo entre la masa de muertos,
οἵ θ’ ἵπποι καταλαμβανόμενοι καὶ ἀποκρυπτόμενοι τῷ πλήθει τῶν νεκρῶν,
se encabritaban y asustaban al cochero,
ἐξήλλοντο καὶ συνετάραττον τὸν ἡνίοχον,
Darío abandona el carro, según el texto, y monta en una cabalgadura. Y aquí viene un detalle insólito que no entendemos cómo se remarca, se monta en una yegua recién parida νεοτόκον ἵππον, que recoge Plutarco de otros, ὥς φασι.
Darío abandonó el carro y sus armas y, montando en una yegua que, según dicen, acababa de parir, se dio a la fuga.
ἀπολείπει μὲν τὸ ἅρμα καὶ τὰ ὅπλα, θήλειαν δ’ ὥς φασι νεοτόκον ἵππον περιβὰς ἔφυγεν.
El mosaico refleja la huida en sincronía con todos los otros episodios representados en la pintura. Muestra al auriga girando el torso, los caballos en dirección de huida y el embrollo de dirigiros entre la refriega.
Rossen describe la fuga del rey, añadiéndole algún tinte ruin por parte del mismo. En efecto, cuando su ayudante-auriga es alanceado, Darío, ni corto ni perezoso, se lo quita de en medio cual fardo molesto, sacándolo del vehículo. El mismo auriga que ha dado su vida por la de él mismo.
A continuación, toma él mismo las riendas, hace girar el carro falcado, y sale de su posición azuzando los caballos en franca huida. La cámara enfoca el carro saliendo de espaldas, y luego de frente, abandonando la formación persa.
Darío se deshace malamente de su auriga y gira el carro para huir.
El carro sale en fuga, y luego de frente se le ve abandonando a todo correr la formación del ejército.
El film de Stone muestra la secuencia de la huida, una vez Alejandro ha lanzado su jabalina contra el rey.
El macedonio, pues, acaba de lanzar la jabalina, Darío, temeroso, le dice algo a su ayudante o auriga, pero no lo piensa mucho. Enérgicamente, lo golpea para que tire de los caballos y salgan en huida.
Darío, asustado por Alejandro, decide retirarse.
El carro de Darío gira en retirada, y emprende la fuga claramente.
Alejandro se percata de la fuga, y emprende la persecución, pero al poco le avisan de que debe volver para defender a la falange en peligro y, decepcionado, vuelve a la refriega y abandona la persecución.
CONCLUYENDO, es de resaltar lo parecido, según vemos nosotros, lo parecido que resultan ser el texto de Plutarco y el mosaico de Pompeya, al menos en sus puntos decisivos.
Quizás tampoco sea de extrañar, pues es cierto que, según vemos, hay algunos elementos que se repiten en la figura de Alejandro. Es decir, sus dotes estratégicas, el luchar en primera fila, la caballería y su caballo Bicéfalo como referentes, la mirada arrebatada y poesía del furor , dionisíaco o de Ares,...
Y, por el lado contrario, los elementos en torno a la figura del Gran rey, como su planta (aunque esto el film de Rossen más bien lo maltrata), su posición en el carro, su guardia real, el sacrificio de sus caballeros, …
Pero, como decimos, es curioso que muchas cosas que cuenta Plutarco las podemos encontrar en el mosaico de Issos.
En cuanto a las películas, nos hemos fijado en el momento preciso que destaca la pintura, dejando de lado todo el desarrollo de la batalla.
Es incomparable la diferencia en tiempo, relato, secuencias y detallismo entre la de Stone y la de Rossen. Ahora bien, en muchos elementos, otra cosa es que no se pudiera apartar de la descripción histórica, la película de Stone sigue en muchos detalles a la de Rossen, que parece marcar la pauta.
Sin ir más lejos, en el acto de la lanzada, es cierto que solo tenemos los testimonios de Arriano y Plutarco, igual en otros aparece esta lanzada. El mosaico muestra a Alejandro lanza en ristre, pero Stone, siguiendo a Rossen, y llevando a momentos magníficos el episodio, sigue lo que ya mostraba el film de 1956. Otra cosa es versiones anteriores a esta, que desconocemos.
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