miércoles, 24 de julio de 2024

CENICIENTA EN MOCASINES: INCONQUISTABLES (1947).

 

INCONQUISTABLES (y 5): CENICIENTA EN MOCASINES.

Resumiendo, esta escena se ha prolongado varios minutos, con diversas peripecias, y acaba con una declaración amorosa con el aporte simbólico del zapato roto en clave de unión amorosa.

Holden ha salvado a Abby de una muerte sacrificial a manos de los salvajes seneca, juntos han escapado de la tribu india y de sus guerreros perseguidores. Han fingido una falsa muerte para poder escapar definitivamente de ellos, abandonando la canoa y tirando sus ropajes al río. Ropajes que significan sus roles y convenciones sociales a las que tienen que someterse. Al abandonarlos, aunque sea una peripecia, han renacido de alguna manera.

La relación amorosa que ha nacido entre ellos se ha mantenido oculta hasta esta huida. Se insinúa en la estancia en la cabaña de los colonos. Y la declaración amorosa final, en una escena que recurre, parece, al relato de Cenicienta y la zapatilla perdida, se realiza precisamente mientras Holden repara  otro zapato, el mocasín de Abby con un agujero,  que le había fabricado para poder caminar. 

 

Finalmente, con el mocasín indio de Abby en la mano, objeto aparentemente poco propicio para la ocasión,se prometen amor a pesar de todas las adversidades.

La escena, se ve que estaba así dispuesta por el director, una vez salen de la cascada en la que se habían escondido, empieza con la cámara enfocando en primer plano los zapatos, y luego mocasines, de Abby mientras anda por el bosque. Luego habrá que examinarlos y repararlos. Y termina todo este fragmento unitario en la declaración de amor, con Abby aferrada al mocasín en la mano, mientras abraza a Holden feliz e ilusionada.

El mocasín, el juego de los mocasines, que ha estado rondando en todo este fragmento, es un elemento menor, ciertamente, pero cumple su papel de contribuir a hacer que la acción fluya de modo más agradable. Al mismo tiempo, y en clave simbolica, el mocasín, como elemento sensual y erótico, está representando de forma indirecta, y manifestando veladamente, los afectos a punto de brotar entre los dos.

Holden se los fabrica para que pueda andar, Abby los calza, Holden los repara con un trozo de su propio cinturón, y ella finalmente, sin llegar a calzárselos por la emoción, lo abraza con éste en la mano. El pequeño mocasín es el hilo conductor de la declaración amorosa. 


OTROS ELEMENTOS.

EL EJÉRCITO DE LOS MUERTOS.

Este elemento de la literatura popular, el de la intervención del mundo de los muertos en el de los vivos, se encuentra de siempre en los relatos, y nos parece tan normal a pesar de lo escatológico que supone. Su uso es recurrente desde siempre.

Sin ir más lejos, nos vienen a la cabeza, aunque ya es de hace años, el libro y el film de El Señor de los Anillos. Allí se recurre también a un ejército de muertos, o mejor, no vivos, llamados Los Muertos de El Sagrario, en esta fabulosa saga épica, que van en ayuda de Aragorn, Legolas y el resto de la Compañía Gris..

Sin embargo, ya vemos que la aparición de estos no vivos, o muertos, en el mundo de los vivos, no es rara en la cultura popular. En el film, Holden utiliza los cadáveres, estos sí, de soldados ya fallecidos, los mantiene firmes en las carretas, y simula que son refuerzos reales que vienen a socorrer al fuerte asediado por los indios de Guyasuta.

 

llegada de los refuerzos fantasmas a Fort Pitt.

 

 


INCONQUISTABLES (4): MOCASINES Y DECLARACIONES DE AMOR.

 ABANDONO DE LA CABAÑA y CONTINUACIÓN DE LA HUIDA. EL MOCASÍN AGUJEREADO. DECLARACIÓN DE AMOR.

Pasado un tiempo de caminata por entre bosques de verdes y elevados árboles, Abby empieza a cojear y descubre que se le ha hecho un agujero en el mocasìn.Ya Holden la noche anterior casi lo había previsto mientras los examinaba.

Finalmente, se detiene imposibilitada, se sienta, se frota el pie desnudo y llama a Holden para mostrarle lo que le pasa a su mocasín. 

Abby:

Chris, necesito una herradura.

Holden:

Venango está tras esa loma.

Abby:

¡Ah, sí! Vamos.

Holden:

Antes tenemos que  arreglar el mocasín.

Abby:

¿Nos separaremos al llegar a Venango?

H:

Sí, claro.


Holden coge el mocasín, como si fuera el zapato perdido de Cenicienta, pero en versión de colonos del Oeste. Es decir, elemento del cuento popular introducido, como algunos otros, en el film. Examina el mocasìn casi con pena.

 

Para arreglar el roto, se desabrocha el cinturón y corta un buen trozo de la punta, mientras ella lo mira hacer.

Ya serìa exagerar mucho, probablemente, si se quisiera ver alguna alusión más allá de la simple reparación que está haciendo del zapato, pues todo esta escena del zapato está en el contexto de una declaración amorosa, largo tiempo esperada entre los dos.

Y la excusa del mocasín agujereado va a dar la oportunidad para ello.

Se descalza, pues, y ya puestos en este nivel simbólico, casi viene a significar semidesnudarse, en el sentido vital y hasta sensual, se podría decir.

  • Cuando lleguemos a Venango y descubran que eres una esclava, se armará un alboroto… Lo mejor será llamarte señora Holden

  • ¿Señora Holden?

  • Sólo en Venango, claro

  • Claro, suspira decepcionada Abby. A pesar de esto, se atreve a preguntarle ¿Sólo en Venango?

  • Si te parece que suena bien, puedes incluso conservarlo - dice galante. Póntelo, la anima Holden, y le da la zapatilla, ya arreglada, en ese preciso momento tan especial.

  • ¿Qué estás diciendo? ¿Que me case contigo?, interpreta ella, sorprendida y abrumada. Recoge algo alelada al mismo tiempo el mocasín, ya reparado, que le entrega Holden.

  • Si, afirma el militar. Y a continuación, le dice de nuevo, señalando al mocasín reparado, como la cosa más natural después de haberse declarado, ¡Póntelo!

Y entonces ella, anonadada y con la mirada perdida, no se lo termina de creer, y aún no se calza el botín.

  • Porque sientes lástima por mí, le dice recelosa, incrédula.

  • Lo único que siento es haber tardado tanto en encontrarte, le responde casi apasionado Holden.

Abby coge de nuevo el mocasín de piel, ya reparado, con la lengüeta del cinturón de Holden dentro, dispuesta a calzárselo. Pero no llega a hacerlo

Abby y la Afrodita y el sátiro, zapatilla en mano, una en acto amoroso, otra repeliendo al fauno.

Con el mocasín en la mano, como la Afrodita de la escultura, aunque en una situación diferente, abraza a Holden, siempre el objeto prieto  en la mano.

Pero, de pronto, esa declaración amorosa se interrumpe. Holden queda con la vista fija en el cielo.

  • ¿Qué ocurre? ¿Qué es lo que miras? acierta a decir preocupada Abby en ese momento tan decisivo

Y Holden, con la vista absorta en el cielo, susurra Buitres

Y con este plano del cielo plagado de buitres, anunciando malas nuevas cerca de Venango, el lugar al que se dirigen, acaba esta escena de huida y posterior y final declaración amorosa. 


LOS INCONQUISTABES (3): CENICIENTA EN MOCASINES.

 CONTINÚA LA HUIDA DE HOLDEN Y ABBY DESDE LA CASCADA.

La cámara, cuando salen del escondite de la cascada, los indios los creen muertos, se dedica curiosamente, sin que sepamos bien el por qué de este detallismo, a fijar en unos primeros planos el andar de Abby, focalizado en sus  zapatos, unos elegantes zapatos con que la ha engalanado el malvado Garth.

Más adelante averiguaremos el porqué de este detalle. 

Abby empieza la huida con esos zapatos elegantes, pero al poco se le ve calzada de unos simples mocasines; la cámara nos hace fijarnos en el detalle

Tras una rápida elipsis y en el mismo enfoque, la sucesiva imagen en que se muestra el andar de Abby, ésta ya no calza el zapato elegante pero incómodo con el que andaba de puntas. Ahora lleva unas humildes y rústicas, pero cómodas, zapatillas de piel, unos mocasines apropiados al lugar. Ha de suponerse que se las habrá confeccionado Holden, aunque no se dice nada de esto

A continuación, ya de cuerpo entero, la vemos brincar, feliz y radiante como una chiquilla, privada con estas nuevas  zapatillas. Se abraza a Holden, y los dos parecen haber renacido a una nueva vida, diferente a la condición que tenían hasta ahora.

LA CABAÑA DE LOS COLONOS. 

De repente, Abby se sobresalta al oír unos sonidos amenazantes. ¿Lobos?, pregunta temerosa. Holden se sonríe, pues en breve descubren a un perrito solitario en una cabaña de colonos desierta. La pareja pasará un día y una noche allí. Durante ese tiempo descubren la verdadera razón del abandono de la cabaña.

Por la noche tienen una conversación más personal y familiar. En la charla hablan algo más relajados del futuro de cada uno, y se insinúan atisbos de cierta simpatía y afecto que albergan dentro de ellos.

Holden revisa los mocasines que ha hecho para Abby.

Holden, al tiempo que hablan y hace vigilancia, revisa las zapatillas de Abby, que ya están algo deterioradas. Piensa quizás cuànto duraràn ùtiles. 

Ahora sabemos que él fue el artesano zapatero que las improvisó para Abby.

Ya con el dìa siguiente, salen de la cabaña y reinician la marcha


INCONQUISTABLES: LA HUIDA DE HOLDEN Y ABBY (2)

 LA PELÍCULA.

El film, como ya hemos dicho, transcurre en las colonias británicas en Norteamérica, en los alrededores de Fort Pitt (Pittsburgh). Comienza la trama con la disputa entre C. Holden, capitán del ejército, y Garth, personaje de mala catadura, por la subasta de Abby, que ha llegado allí bajo condición de esclava, para pagar un delito cometido. Holden consigue comprarla, y luego la libera, pues no tiene otras intenciones. Garth, prendado, la secuestra y se la lleva consigo. Es un contrabandista que vende armas a los indios y anima la revuelta de los indios contra los colonos.

Abby es subastada como esclava a la llegada a las colonias americanas.

Holden va tras su busca, y se van sucediendo distintas peripecias, hasta que Abby, capturada en un determinado momento por los indios seneca, está a punto de morir en un ritual, con Boris Karloff, el jefe indio Guayasuta, de severo y burlado oficiante. 

Abby es como una otra Ifigenia, o Cenicienta, y tantos otros personajes de la cultura popular, desposeídas y víctimas propiciatorias por cualquier causa. 

Holden, que ha seguido en busca de la joven y de Garth, el contrabandista, interviene. Cual diosa Ártemis, in extremis, como el deus ex machina, el militar evita en el momento decisivo el sacrificio y logra escapar con ella mediante un engaño. 

LA HUÍDA POR EL RÍO. Una vez salvada de la muerte, Abby y Holden escapan rápidamente del campamento indio y toman una canoa en la orilla para huir por el río. Los indios, tras recuperarse de engaño, corren a por las canoas e inician una frenética persecución fluvial.

LA CAÍDA EN LA CASCADA. Holden y Abby, acosados hasta el extremo por las canoas de los indios, llegan a una peligrosa cascada que forma el río, y caen aterrorizados por ella.

  

  

LA FALSA MUERTE. Aunque el film lo relata como una peripecia aventurera y afortunada, la caída por la peligrosa cascada significa en la práctica la muerte en ella. Pero Holden logra evitarla, colgándose de un providencial ramaje.

 

Pasan al interior de la cascada, y protegidos por el torrente acuático, Holden se despoja de su casaca, y de parte del ropaje de Abby,  y lo arroja a la catarata. Quiere hacer creer a sus perseguidores, por si les quedaba duda, de que han perdido definitivamente la vida al caer de la cascada.

Y así es, pues los indios, que acechan desde la alta ribera, una vez abandonadas las canoas, certifican el fin de sus vida, a la la vista de la canoa rota y estos rastros encontrados en la corriente del río.

RENACEN DE NUEVO. Encontramos aquí, en la escapada y el engaño de la pareja, el recurso de la literatura popular, ya presente desde la novela bizantina, el de la “falsa muerte”. Los pieles rojas, que han venido persiguiendo a Holden y a Abby así lo creen, y, de momento, la pareja puede considerarse a salvo.

Esta falsa muerte en el río significa al mismo tiempo una muerte simbólica. Pues, al mismo tiempo que esa falsa muerte, los dos personajes se encuentran, por primera vez,  libres de sus ataduras y roles sociales. Él como militar, ella tal cual esclava.

Así, con los despojados de los ropajes de su vida anterior y una personalidad renovada, reinician la escapada a través de los bosques, rumbo a otra población llamada Venango.


CENICIENTA EN LAS COLONIAS: LOS INCONQUISTABLES (1)

Los inconquistables, 1947, de C. B de mille, es un film de aventuras considerado ya como un clásico. narra las peripecias de unos personajes en las colonias de Norteamérica, antes de su independencia. Pasado ya la mitad del film, la trama se va acelerando. La relación afectuosa y oculta de la pareja protagonista llega un momento en que se desvela. El desarrollo de estas escenas amorosas parece recordar en algún momento a la historia de Cenicienta y su perdida zapatilla.

NETGRAFÍA.

https://en.wikipedia.org/wiki/Unconquered_(1947_film)

https://www.dailymotion.com/video/x3leu2w

https://www.youtube.com/watch?v=vUgOJUs4lH8

SINOPSIS

Los inconquistables (Unconquered), es uno de los clásicos films de aventuras, dirigido por el gran director C. B. de Mille, y estrenado en 1947. La pareja protagonista  está formada por Gary Cooper y Paulette Godard, mientras que el vil antagonista de la historia lo lleva a cabo Howard Da Silva. La película se sitúa en la época de la colonización inglesa de América del Norte, a lo largo del s. XVIII. Y tiene como fondo histórico unos altercados bélicos entre los indios habitantes de la zona, y los colonos británicos. Estos encontronazos han pasado a la historia como la  rebelión de Pontiac, ocurridos cerca de la actual Pittsburgh.

SINOPSIS.

Abby (Paulette Godard), una joven inglesa tiene una condena en Inglaterra, pero se la conmutan con tal de que emigre a Norteamérica, y  viva a partir de entonces en condición de esclava, A su llegada se produce la subasta, pujan el capitán de ejército británico Chris Holden (G. Cooper) y un raro personaje, M. Garth (H. da Siva), por ella, adquiriendola finalmente el capitán. 

De inmediato la libera de su condición de esclava, pero Garth la secuestra y se la lleva consigo. Holden irá tras ella, y descubre al mismo tiempo que Garth es un contrabandista de armas, que está surtiendo de ellas a las tribus revueltas en la zona, en la rebelión de Pontiac. Holden recupera a Abby, pero debe huir por territorio indio para salvar la vida.

REPARTO.

Gary Cooper - Capitán Christopher Holden, militar del ejército colonizador británico.

Paulette Goddard - Abigail Martha Hale, Abby.

Howard Da Silva - Martin Garth, individuo poco fiable y contrabandista de armas.

Boris Karloff - Jefe Guyasuta, líder de la tribu de los seneca.


jueves, 4 de julio de 2024

IFIGENIA EN CARACAS

 Sí: Espíritu del Sacrificio, Padre e Hijo divino de la maternidad, único Amante mío; Esposo más cumplido que el amor, eres tú y sólo tú el Dios de mi holocausto, y la ansiedad inmensa que me rige y me gobierna por la vida. 


La situación es tan extrema que María Eugenia acaba por sublimar sus circunstancias. La claudicación de sus deseos vitales ante el ambiente social que la empujan hacia una vida reconducida y claudicante con las normas sociales, la personifica y de ese sacrificio inmenso y al mismo tiempo destructor, su desbordada mente lo convierte en un ente, una persona pero en su esencia.

La sociedad, si es así, acaba convirtiéndose en su matrimonio y su sacrificio. Las palabras místicas con las que se enfrenta a este martirio laico y ancestral expresan lo inexplicable de la experiencia.


En mi carrera loca de sierva enamorada era a ti a quien perseguía sin saber quién eras. Ahora, gracias a las revelaciones de esta noche altísima, acabo de mirar tu rostro, te he reconocido ya y por primera vez te contemplo y te adoro. Tú eres el Esposo común de las almas sublimes; las regalas de continuo con las voluptuosidades del sufrimiento y las haces florecer todos los días en las rosas abiertas de la abnegación y de la misericordia. ¡Oh, Amante, Señor y Dios mío: yo también te he buscado, y ahora que te he visto te imploro y te deseo por la belleza de tu hermoso cuerpo cruel que abraza y besa torturando; yo también tengo ansia de sentir tu beso encendido y hondo, que labio a labio ha de besarme eternamente sobre mi boca de silencio; yo también quiero que desde ahora me tomes toda entre tus brazos de espinas, que te deleites en mí y que me hagas de una vez y para siempre intensamente tuya, porque así como el amor engendra en el placer todos los cuerpos, tú, mil veces más fecundo, engendras con tu beso de dolor la belleza infinita que nimba y que redime al mundo de todas sus iniquidades!” 

(Teresa de la Parra, Ifigenia, 577-578)


Este último párrafo de la novela la verdad que es como el culmen de toda la tensión que se ha ido acumulando en la novela. Casi que podríamos identificarlo con el momento final en el que la mítica hija de Agamenón entrega su cuerpo finalmente en el altar y a manos de un cruel Calcante.

Pero, si es que esto es así, la autora pone en boca de Ifigenia, verbaliza, pero en clave contradictoria y enfervorizada, el sentimiento tortuoso, de amor más sufrimiento, en el que se encuentra embargada. Sentimiento este que es superior, incluso, al propio amor, pasión y estado supremo por todos aceptados.

El abrazo mortal y placentero en el que siente fundirse María Eugenia responde a una experiencia radical, traumática, que llegado un punto, trastoca, al parecer, los sentidos normales de la percepción en estado normal.

Ese sentimiento en el que se funde es, como en sus contradictorias palabras trata de expresar lo inexplicable, es totalmente arrasador y la absorbe completamente.

Así lo trata de expresar en esas expresiones paradójicas,  … voluptuosidades del sufrimiento …, … hermoso cuerpo cruel …, besa torturando … Manifestaciones verbales todas ellas expresadas en un arrebato de fervor y casi de trastorno.


Da la impresión de que María Eugenia, en el momento supremo de su vida, en la renuncia a su futuro, encuentra de repente un sentido sublime y trastornado, una justificación extática de la vida. Y con expresiones contradictorias y contrapuestas, expresa como si estuviera trance su conversión en víctima propiciatoria de la sociedad, y un hondo y casi religioso sentimiento religioso de unión con ese ente social que le exige su sacrificio.

Parece como si Agamenón, el ejército aqueo, la flota varada en Áulide, Troya, Ulises, Menelao, Aquiles, Calcante, todos ellos, siguen detrás de esta Ifigenia del siglo XX, de esta sufriente María Eugenia.

Con la salvedad de que Agamenón y los otros no son seres existentes fuera de ella, sino que han tomado cuerpo y posición dentro de su joven e inocente ser.

La imagen del sacrificio, con el sacerdote expectante y presto con el puñal, la soldadesca contemplando, el rey avergonzado, todo ello está interiorizado y expresado de forma clarividente en este último párrafo de la novela.


SAFO en A THOUSAND YEARS, by Christina Perri: SINTOMATOLOGÍA DEL AMOR.

                      Mil Años A Thousand Years El día que nos conocimos The day we met Congelada, no respiré Frozen, I held my breath Desde...