BREVE APARICIÓN DE IFIGENIA EN LAS METAMORFOSIS DE OVIDIO.
Volviendo a las fuentes literarias y
mitográficas de la leyenda, un autor que podría tener mucho juego en la
recreación del episodio de Ifigenia, sería Ovidio, tan dispuesto a
recrear de forma atractiva y teatral los episodios míticos. Al menos en Las Metamorfosis,
el episodio de Áulide aparece mencionado, pero sin recrear el momento del rito
sacrificial.
Hay una metamorfosis en Áulide, que es la
que le interesa más al autor latino, pero, claro, no es la de Ifigenia, que
quizás podría haberse considerado como tal, sino la de un presagio que ocurre
estando con as naves varadas por la falta de viento.
Se trata de la transformación en piedra de
una serpiente que moraba en aquellos parajes.
Otra vez encontramos este elemento de la
serpiente, que suele corresponder a cierta religión preindoeuropea y anterior a
la llegada de los griegos a la Hélade, morando en un lugar. Probablemente,
hablamos sin saber, que Áulide debiera ser un lugar sacro en la religión de los
habitantes preindoeuropeos. Así lo atestigua el animal simbólico, y positivo a
la vez, la serpiente, un árbol sobre el que repta, y esos ritos sacrificiales
que se ofician allí, como el que va a sucederle a la joven hija de Agamenón.
Pero las leyendas han transformado lo que
eran ritos y creencias prehelénicas, en meros relatos sin trasfondo religioso.
Se impone una nueva religión o, mejor, hay una fusión.
Lo que posiblemente antes de la llegada de
los griegos fuera un oficio religioso de una religión pregriega, mediterránea,
asociada a las grutas, con animales simbólicos o totémicos como la serpiente,
se convierten ahora en elementos anecdóticos, proféticos, cuando no negativos.
Estos episodios, los del enfrentamiento
entre un héroe griego frente animales, como serpientes, o seres híbridos, como
las esfinges o las Quimeras, se resuelven siempre del lado del héroe. Aunque lo
que allí queda, como decimos, vienen a ser una fusión de los elementos
enfrentados.
Estos episodios son constantes y regulares
en toda la mitología griega, y posiblemente estén reflejando este cruce y
cambio de ritos y cultos religiosos con la llegada de gentes nuevas procedentes,
en este caso, del norte, los griegos de la familia indoeuropea.
MF, XII, 8 ss.
Pero volviendo al tema de Ifigenia en
Ovidio. Ya dijimos que, para Ovidio, tienen mayor interés, pues es el tema de
las MF, la transformación de la serpiente en piedra, prodigio que se
produce en un sacrificio habitual que hacen los griegos a Júpiter.
nec dilata foret vindicta, nisi aequora
saevi
invia fecissent venti, Boeotaque tellus
Aulide piscosa puppes tenuisset ituras. 10
hic patrio de more Iovi cum sacra
parassent,
ut vetus accensis incanduit ignibus ara,
serpere caeruleum Danai videre draconem
in platanum, coeptis quae stabat proxima
sacris.
Y dilatada no hubiera sido la venganza, de no ser porque
los mares
hicieron intransitables los salvajes vientos, y si la
tierra beocia
en Áulide, la rica en peces, no hubiera retenido sus
popas que iban a marchar. 10
Aquí, según la costumbre patria, al preparar a Júpiter
sus sacrificios,
cuando la vieja ara se encandeció con los encendidos
fuegos,
serpear azulado los dánaos vieron un reptil,
hacia un plátano que se erguía próximo a los emprendidos
sacrificios.
Cuando va a celebrar el rito, ven que una
serpiente, encaramada a un árbol (como el de Jasón en la Cólquide, y tantos
otros, ya decimos), de forma cruenta devora a una avecilla con sus ocho
polluelos.
nidus erat volucrum bis quattuor arbore
summa: 15
quas simul et matrem circum sua damna
volantem
corripuit serpens avidoque recondidit ore,
obstipuere omnes, …
Un nido había, de pájaros dos veces cuatro, en lo supremo
del árbol: 15
a los cuales y a la madre, que alrededor de sus pajarillos
volaba,
una vez que arrebató la serpiente y en su ávida boca los
sepultó,
quedaron suspendidos todos, …
Tras la impresión inicial, es Calcas,
quién si no, el que interpreta aquel suceso como un vaticinio del éxito de la
campaña. El número nueve de las víctimas de la serpiente supone, dice el augur,
los nueve años que durará la guerra, hasta que en el décimo se conquista
definitivamente.
… at veri providus
augur
Thestorides
'vincemus'; ait, 'gaudete, Pelasgi!
Troia cadet, sed
erit nostri mora longa laboris,' 20
atque novem
volucres in belli digerit annos.
ille, ut erat
virides amplexus in arbore ramos,
fit lapis
et signat serpentis imagine saxum.
… más de la verdad vidente el augur
Testórida:
«Venceremos», dice, «gozaos de ello, Pelasgos.
Troya caerá, pero será una demora larga la de nuestra
gesta», 20
y los nueve pájaros en los años de la guerra distribuye.
Ella, cual estaba abrazada verdes a sus ramas en el árbol,
se vuelve piedra
y signa con la imagen de una serpiente tal roca.
En verdad que a Ovidio, al menos en las Metamorfosis,
no parece su intención la de narrar el episodio de Ifigenia, por lo tanto. Pero
sí que parece tener en cuenta, a la hora de relatar el episodio, la obra de
Eurípides de siglos atrá, pues sintetiza en breve el conflicto trágico que
sufre Agamenón a la hora de decidir entre padre o rey.
Esto que desarrolla Eurípides, lo expone
el latino en unas pocas líneas. Y no entra a valorar, en verdad, la crueldad o
no del tal hecho. Ya decimos que Ovidio no va a recrear el episodio, pues,
parece ser, no hay esa transformación que es lo que busca.
Es claro que las historias gráficas no se
desviarán del tema central del sacrificio, como tampoco lo hace Eurípides, en
el relato de esta transformación en piedra de la serpiente-dragón.
MF, XIII, 187 ss.
Si que, en otra parte, así también la
tragedia, y que recogen estas novelas, carga, aunque de forma no acusadora
claramente, el supuesto éxito del sacrificio en el personaje de Ulises y
sus maquinaciones e intrigas. El de Ítaca, héroe admirable por otro lado,
muestra aquí su otra faz, maquinadora e insidiosa, de la que se muestra,
además, muy ufano.
En primer lugar, aunque reconocen lo
trágico de su tarea, es el encargado de convencer a Agamenón de que siga
adelante con el rito de Ifigenia. Esto no se ve en la tragedia de Eurípides,
esta intervención directa de Ulises.
… ego mite parentis
ingenium verbis ad publica commoda verti:
hanc
equidem (fateor, fassoque ignoscat Atrides)
difficilem
tenui sub iniquo iudice causam. 190
… Yo el tierno natural
de ese padre, con mis palabras, a
los públicos intereses volví:
ahora yo, ciertamente lo confieso -y al
confeso perdone el Atrida-,
esta difícil causa la sostuve bajo un no
justo juez. 190
A él, aun así, la utilidad del pueblo y su
hermano y el sumo
poder del cetro a él dado le conmueven, su
gloria a que con esa sangre compense.
Cuando esto
rememora, siente remordimientos en verdad. Ahora bien, Ulises se libera de la
carga, y se la atribuye al propio Agamemnón, sus circunstancias, su papel de
rey y su ansia de poder.
hunc tamen utilitas populi fraterque
datique
summa
movet sceptri, laudem ut cum sanguine penset;
A él, aun así, la utilidad del pueblo y su
hermano
y el sumo poder del cetro a él dado le
conmueven,
su gloria a que con esa sangre compense.
La otra, digamos, proeza en la que
intervienen el itacense es en elangaño de las bodas. Se jacta, como dijimos, de
esto, en comparación con otro en su lugar, como Áyax Telamonio.
… mittor et ad matrem, quae non hortanda, sed
astu
decipienda fuit,
quo si Telamonius isset,
orba suis essent
etiam nunc lintea ventis. 195
Se me manda
también a su madre, que no de exhortar se había,
sino de engañar
con astucia, adonde si el Telamonio hubiese ido,
huérfanos estarían
todavía ahora los lienzos de sus vientos. 195
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