lunes, 6 de noviembre de 2023

TRAS LAS HUELLAS DE ALEJANDRO (1981): LA LANZADA EN EL CÓMIC

Un cómic de corte y estilo clásico y divulgativo para el público adolescente es “Tras las huellas de Alejandro”, 1981, del dibujante C. Marcello y guión de P. Castex. Se presentan en un volumen con dos historias, dedicadas a Ulises y Alejandro Magno. Es  el n.º 2 de la colección Grandes Héroes. El descubrimiento del mundo”.


El cómic de Alejandro tiene una gran calidad en sus dibujos, y llama la atención la fidelidad que ha tenido el dibujante con la representación canónica que ya el propio macedonio decidió poner en escena pública en  vida.

En cuanto al contenido que tratamos, las batallas de Issos y Gaugamela, y la figura de Alejandro en ellas, vemos que los autores prefirieron no pararse en detalles en las mismas. 

Esto lo apreciamos ahora, cuarenta años después de esta obra y cuando gracias a la película de Stone, nos hemos familiarizado con tácticas y estrategias militares en la época helenística. Estos detalles, en el cine y la cultura popular, porque no tenían tanto interés en el detalle, no pasaban de una mera recreación muy superficial. 

De hecho, en el cine no había mucha preocupación a la hora de relatar estos encontronazos campales. Ejemplo de ello, aunque quizás no se pudo desarrollar más , es el film de Rossen, donde la batalla es un batiburrillo y una turbamulta y gentío, como eran, por otro lado, todas las de la época. Sólo destaca el ataque de los carros falcados, y la lanzada de Alejandro y consiguiente huida de Darío.

Así pues, este cómic, notable por otro lado, ya decimos, en esto de Gaugamela no deja de ofrecer unas viñetas muy generales. De ninguna manera aparecen los carros falcados, ni el ataque de la caballería, ni, desde luego, la lanzada, o no, de Alejandro. 

Sí que se constata la huida del rey, sin acompañarla del carro, y con una expresión muy ingenua,

 ¡ESTOS DEMONIOS SON INVENCIBLES!


Curioso es que aparezca, en verdad, una imagen icónica de Alejandro lanza en alto, en lo que suponemos el comienzo de la batalla. De nuevo, los guionistas, insuflando ardor heroico en el público lector, hacen exclamar al macedonio su protección divina y la de los griegos, reafirmándose, como en Siwa o como el dios Dioniso en las Bacantes, su progenie Olímpica. 


¡SI SOY HIJO DE ZEUS, LOS DIOSES ESTARÁ, CON LOS GRIEGOS!

Pero en esta imagen empieza y casi termina la representación de la batalla. La siguiente viñeta nos muestra a Darío vuelto de espaldas y huyendo ante la formidable falange macedónica, tal como ya aparece en el mosaico.

De fondo se ve la formidable falange erizada con las sarissas, pero no hay ni carros falcados, ni carga de los Compañeros, 


Así pues, Gaugamela se resuelve rápidamente y en dos o tres viñetas. 

En cuanto a la lanzada o no, de ella no hay ni rastro. 

No parece haberse ayudado mucho el dibujante del mosaico de Issos para recrear algo más la batalla, aunque realmente donde sigue al mosaico es en las viñetas anteriores dedicadas a la batalla de Issos. Allí sí se ve que el dibujante, variando en punto de vista y con otra perspectiva, reproduce la carga de los Compañeros y la huida de Darío.

Aquí, en la viñeta de Issos, sí vemos a Alejandro lanza en alto, a diferencia del mosaico, y como a punto de lanzarla. Va a lomos de Bucéfalo, enfurecido y poseído por la visión del persa. Le vemos al frente y seguido por los hetairoi.

En el lado persa, Darío con su auriga intacto, como en el mosaico, ya es representado en franca huida, con el rostro desesperado y acobardado.



Por lo tanto, en esta viñeta general de Issos, que cubre en diagonal toda la hoja, representa el dibujante bastante bien el mosaico.

Ahora bien, en Gaugamela resuelve la acción en dos viñetas, nada espectaculares ni heroicas, no hay ni asomo del ataque de los Compañeros, y menos de la lanzada. No parecen tener mayor interés en el desarrollo de la misma, pues no llega a representar el acto de la lanzada contra Darío y la supuesta muerte del auriga.

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