LA OFERTA (2022) (THE OFFER).
EL ARTE, LAS HUMANIDADES EN GENERAL, LA LITERATURA, EL CINE, COMO PHARMAKON
ESCENA
Lugar: Reunión de inversores capitalistas de Paramount en las oficinas principales.
Principales personajes: Charles Bluhdorn, Charlie, presidente de Paramount, y Bob Evans, vicepresidente. Además, otro ejecutivo y rival de Evans, Barry Lapidus. En la reunión, los principales inversores de la compañía.
En las oficinas de Paramount hay una reunión crítica de la compañía y sus inversores, ante la inminente venta de la compañía.
Bob Evans, desconocedor de esta reunión, de visita a Charlie, el presidente, se salta las reglas y se entromete en la reunión privada para evitar su venta y desaparición.
Para ello, lanza un discurso emotivo ante el cónclave de empresarios, y alude en defensa de la compañía el valor del cine como fármakon, alivio, remedio, cura aunque temporal, de a ura existencia.
Es el tema de la defensa de las Humanidades que hace Cicerón en el Pro Archias, cuando su defensa del que fue su maestro en la adolescencia , el poeta Archias, le introdujo en el mundo de las humanidades, la literatura y las artes, con el valor formativo y, especialmente, de fármakon, alivio de la existencia.
De igual forma, el productor Evans, en el mundo del show business en el que se ha convertido las artes, en ese caso eine, viene a defender también, bajo tantos de miles de millones de negocio que se mueven en torno a esto.
Comienza la escena.
Se oye la voz de alguien del comité, el representante de Gulf and Western, provincial accionista y deseosa de vender, que dice:
- ¡Caballeros! Todos estamos de acuerdo en que Paramount Pictures es una vergüenza para Gulf and Western. Así que propongo vender Paramount a C. Enterprises … Bien, votemos.
Toc toc toc toc, se oyen unos golpes inesperados en la puerta de la sala. Es Bob Evans que se ha apresurado por los pasillos para entrar en la reunión. Los golpes se redoblan, insistentes, y más fuertes. Ahora parece que le prestan atención. El de Gulf hace un gesto de espera al resto de congregados y se dirige a la puerta extrañado. Los golpes ya son continuos y sin interrupción.
Por fin, abre la puerta, que se vence del todo por la fuerza del que estaba tocando. Aparece entonces Bob Evans. Se disculpa,
- Lo siento, estaba cerrada, dice Evans falsamente inocente.
- Bob, esto es intolerable, protesta su rival Barry en la compañía. No puedes …
Sin embargo, Charlie lo interrumpe y con expresión molesta, se dirige a Evans, parado ante todos.
- ¿Tienes algo que decir?
- Sí, así es, Charlie, sí.
- Siéntate, Barry, obligando a sentarse a Barry y mostrando su acuerdo a que intervenga Evans.
- Gracias, Charlie.
- Gracias, Barry. Hola a todos. Soy Robert Evans, vicepresidente primero de Paramount Pictures. Los últimos años han sido duros para Hollywood, dice forzando una sonrisa. Seguro que la única pregunta en sus mentes es, dice, entrando en faena y quitándose el chaquetón rápidamente. ¿Tendríamos que vender en corto o en largo? Y lo entiendo, sigue diciendo, mientras se pasea y los mira.
Son una empresa … Les preocupa su reputación… Pero miren esta mesa, son políticos innovadores, reyes de los negocios. Ninguno está sentado aquí porque caminó sobre seguro.
Y saben que la herramienta más importante, para ayudarles en sus objetivos, es la lealtad. Pero no quieren inversores que busquen pasar un buen rato, no. Quieren desarrollar una relación profunda. Quieren crear confianza. Y amor. Y no pueden hacer eso con promesas vacías, no. Deben… deben animar sus almas. ¿Y cómo se hace eso? Y en esto cambia la música, en un tono más emotivo. Bueno, es difícil, muy difícil.
A todo esto, Charlie el presidente lo mira impertérrito.
Ahora mismo, y empieza a caminar rodeando la mesa, el alma americana está rota. La guerra (se refiere a la del Vietnam), los asesinatos, las protestas civiles… sufrimos. Y la gente no confía en la política o los grandes negocios.
A todo esto, Charlie el presidente lo mira impertérrito
Así que, ¿qué puede admirar América? Se lo diré, se lo diré, dice verdaderamente expresivo.
Disculpa, Charlie, le dice al presidente colocándose de pie a su lado. Coge de la mesa un logotipo de cristal de la Paramount con la mano izquierda, lo levanta y dice:
Evans muestra el logotipo de la Paramount y lo identifica con la Estatua de la Libertad.
- Paramount, dice y mira el logotipo un momento. Miren el logotipo. La cima de la montaña. Somos la estatua de la Libertad, se dice ufano … Porque ya pueden darnos multitudes cansadas, pobres y amontonadas que anhelan respirar libre - Evans muestra el logotipo de la Paramount y lo identifica con la Estatua de la Libertad- que nosotros les damos dos horas de alivio de la dura realidad de este mundo, rematados con palomitas y Coca Cola, remata algo irónico.
Charlie parece que por primera vez en mucho tiempo escucha interesado lo que dice Bob Roberts.
- Haremos lo que no pueden los demás, les entretendremos… les daremos una evasión, les animaremos sus almas hasta que estén llenas a reventar. Y eso no se puede cuantificar al controlar las acciones y se vendan en corto o en largo.
Y mira a Barry, su rival en la compañía.
Hace un año la respuesta habría sido obvia, pero luego llegó Love Story (el propio Bob Roberts era la pareja de Ali McGraw, producida por la Paramount), y que ha recaudado cien millones de dólares, ha avivado las almas americanas. Y la gente podría decir (pregunta retórica del hábil discurso que está haciendo), sr. Evans, ¡Sólo tiene suerte una vez!
Y se responde a sí mismo, En Paramount nos buscamos nuestra suerte. Love Story fue el segundo libro más vendido de la década, sólo superado por otro (se pausa, y no dice cuál otro es para demorar la espera).
Y déjenme que les diga, caballeros… ¡no tiren la toalla, no tiren la toalla!, cuando tu luchador está a punto de conseguir la segunda parte del uno uno dos y ese golpe cruzado que ganará el campeonato, y llevará a la Paramount de vuelta a la gloria (apelando el espíritu competitivo, agonista, de la sociedad americana).
El libro más vendido de todos los tiempos…es El Padrino y, afirma con rabia, ¡es nuestro!
¡Nuestro!, lo vuelve a repetir gritando.
Podemos animar a sus almas porque sabemos lo que quiere la gente más que el azúcar, los coches … o lo que sea. La gente quiere historias, Charlie. Quiere una evasión, quiere amor, y quiere, remarca, almas, romance y … se detiene un momento y dice violencia. Love Story y … El Padrino, termina efectista y redondeando su intervención con el título de la película sobre la que se está decidiendo.
- ¿Eso es todo, Evans?, habla displicente Charlie, después de un breve silencio casi solemne que se ha formado en la sala, de los que han aguantado el discurso
- Es todo, Charlie, le contesta sabedor que ha hecho lo que tenía que hacer, y que ahora el asunto ya no depende de él.
- Pues lárgate, lo despide Charlie con ese desdén que a veces es una máscara.
Evans espero un poco tras escuchar la orden ante la mesa de los ejecutivos, que no han abierto la boca en toda su perorata. Mira de nuevo a Barry su rival y al de Gulf, sentado a su lado, luego se gira. Agarra su abrigo y enfila hacia la puerta.
Gracias, caballeros, es lo último que le oyen decir al traspasar el umbral de la sala.