Bien, esto que uno escribe ahora, con más de veinte o veinticinco años de retraso, se debe a la más pura casualidad, amén de la poca industria, en este caso, el de no detectar algo tan obvio como que lo teníamos delante.
También influye, eso es cierto, el que esto suceda en el momentnto en que uno, por referencias, y por encontrar un ejemplar en la libreria de libros de segunda mano, acertara a empezar lelactura del libro con la multifamosa historia llevada a los cines en los noventa,.
Quizás, si anduviera uno revisionando el film de marras, aún todavía no habría caído en ello.
πάθει μάθος
Estamos empezando in medias res, l primero que nos ha llamado la atención según leíamos el libro.
En sentencia similar latina, per aspera ad astra, to pathei mathos esquíleo. "A la sabiduría (se llega) por el sufrimiento", una de las máximas del pensamiento tradicional griego, y concisamente expuesta por el trágico Esquilo, y ejemplificada en sus obras.
Este es, más o menos, el alegato que el cuerdo-loco Malcolm, el dr. en Matemáticas Iam Malcolm, auténtica piedra de toque, punto de inflexión, momento crítico que presenta, a lo largo de toda la obra, y de forma más explícita que la versión algo estrambótica del film, es quien en toda la obra cuestiona, con el fundamento teórico de la teoría del caos, la fabulosa creación que el visionario Hammond ha querido crear, contra todas las leyes que pedan abarcar el conocimiento, sólo agarrado a una vision estrecha del conocimiento; es decir, todo el alegato de malcolm, afectado por la morfina y cuanto más drogado, más lúcido, por incomprnesible qie le parezca a los otros, empezando por Hammond, expresa esa sentencia de la sabiduría popular cifrada por Esquilo, πάθει μάθος, es el guión que mueve el alegato anticintifista con el que se despacha el matemático cuando la fantasía cientifista se ha revelado imposible de mantener.
A Malcolm, postrado y dolorido, acaban de inyectarle una nueva dosis de morfina. Es entonces cuando, tras un intercambio de una hostilidad in crescendo entre él y Hammond, le arenga con mayor contumacia su argumentación anticientifista:
—¿Sabe qué es lo que tiene de malo el poder de la ciencia? —prosiguió—. Que es una forma de riqueza heredada. Y ya sabe usted cuan imbécil es la gente congénitamente rica. Nunca falla.
Hammond no termina de comprender el alegato, evidentemete porque es una reacción furibunda contra él y todo lo que representa:
—"¿De qué está hablando? —preguntó Hammond. Harding hizo un gesto, indicando delirio. Malcolm le lanzó una mirada".
Malcolm desarrolla su punto de vista:
—Le diré de qué estoy hablando —contestó—: La mayor parte de las distintas clases de poder exigen un gran sacrificio por parte de quien quiera tener ese poder. Hay un aprendizaje, una disciplina que dura años. Cualquiera que sea la clase de poder que se busque...
Es esta idea de Esquilo expuesta en su versión cientifista. Malcolm continúa:
... Presidente de la compañía. Cinturón negro de karate. Gurú espiritual. Atleta profesional. Sea lo que sea lo que se persiga, hay que ponerlo en el tiempo, en la práctica, en el esfuerzo, hay que sacrificar muchas cosas para lograrlo. Tiene que ser muy importante para uno. Y, una vez que se alcanza, es el poder de uno mismo; no se puede delegar: reside en uno. Es, literalmente, resultado de nuestra disciplina.
Malcolm continua, y en esta parte da su argumentación directamente en contra de la presunción y el egocentrismo que rodea y aureola a la ciencia y al conocimiento científico, si no se mantiene en sus límites.
Es también, si se quiere ver así, el temor que la sabiduria popular, las religiones, han tenido al soberbia, la vanidad, la hybris de los griegos. Esto es, el deseo humano de emparentarse con los dioses, sean lo que sean, ya alcanzar la inmortalidad como los antiguos griegos, ya creerse el centro del mundo, como el cristianismo y otras religiones. Hay siempre una reflexión crítica sobre el efecto que el poder del conocimiento tiene sobre el ser humano. En este caso, el estadio al que se dirige es al de la portentosa y orgullosa ciencia.
Así pues, el alegato, hecho por el propio Malcolm, cientifico él también, no se dirige ya contra Hammond, algo más que un fantoche al que insulta directamente, sino contra la propia ciencia.
«Pero el poder científico es como la riqueza heredada: se obtiene sin disciplina. Una persona lee lo que otras hicieron, y da el paso siguiente. Puede darlo siendo muy joven. Se puede progresar muy de prisa. No hay una disciplina que dure muchas décadas. No hay enseñanza impartida por unos maestros: se pasa por alto a los viejos científicos. No hay humildad ante la Naturaleza. Sólo existe la filosofía de hacerse-rico-pronto, hacerseun-hombre-rápido. Engañar, mentir, falsificar, no importa. Ni para uno ni para sus colegas. Nadie nos critica: nadie tiene pautas. Todos intentan hacer lo mismo: hacer algo grande, y hacerlo rápido.
2. LA NUEVA ARCADIA, ubicada en una isla, viene a ser como una renovación de la primigenia ISLA ATLÁNTIDA.
Sólo que la idealizaizada sociedad que dibujó Platón es, también idealizada, sustituida por una ISLA CIENTIFISTA, donde reinan los científicos y el hombre apoyado total e ngenuamente en ella, que nos vienen a decir Malcolm.
Es, también, LA ISLA PROMETEICA, EL HOMBRE, en este caso el científico, COMO NUEVO PROMETEO, otro más en la senda de la fantasía romántica, con el dr. Frankestein al principio, esto es, sólo que ya no del hombre, sino de seres desaparecidos hace millones de años.
Es cierto modo, tambIén es una katábasis, un viaje a los infoernos, en este caso de la historia zoológica del planeta.
Y, así, EL ACTO DE LA CREACIÓN, como ocurre desde el primer relato religioso, se torna peligrosa por los nuevos seres creados. De tal manera que, al igual que el hombre en su momento frente a los dioses, ahora son los dinosaurios, LOS nuevos SERES CREADOS que SE VUELVEN CONTRA EL HOMBRE, CONTRA SU CREADOR.
Aquí habría que incluir Blade Runner también, en el asinto del creadosr y sus seres hechos por él.
En este caso, el creador, el nuevo Prometeo, es una figura casi paródica y hasta ridícula, si nos referimos a Hammond.
Tiene en su haber el impulso creativo, y el afán emprendedor que le ha hecho convencer a muchos inversores a financiar su, ahora, clara disparatada invención.
Es este Hammond, y sus ejecutores, el genetista Wu, Arnold, el superinformático, todos ellos son el nuevo Prometeo, pero a la inversa. En lugar de proteger al ser humano, desvalido y en desventaja en relación a los otros seres en naturaleza, tal como ha llegado al mundo, lo ha dejado tal cual en el mundo, inerme.
El fuego, ese fuego protector, el que roba Prometeo para dárselo a los hombres, en este caso es la tecnología, la alta y fina y mostrenca tecnología. Sin embargo, quizás también como el fuego, falla estrepitosamente y a las primeras de cambios y en los omentos más críticos.
Electricidad, ordenadores, rifles, bazokas , proyectiles sedantes, todos dejan en evidencia en algún momento al indefenso hombre frente a Tiranosaurius, los velociraptor o cualquier otro ser de la primigenia naturaleza .... El hombre es el ser tan indefenso como surgió creado por Prometeo, y el artificio de entretenimiento que significa el proyecto del Parque Jurásico lo ha puesto inerme ante todos estas bestias que le aventajan en todo.
LA NUEVA ATLÁNTIS, LA NUEVA ISLA ATLÁNTIDA ES ... ISLA NUBLA.
CAMUFLADA BAJO EL ROPAJE, EL EDIFICIO Y LA INDUSTRIA DEL ENTRETENIMIENTO QUE SE PERSIGUE, PARQUE JURÁSICO, la Isla Nubla, donde está ubicado, en realidad es una nueva isla fabulosa. Habría que ir al catálogo y la tipología de islas para encuadrarla.
El nombre, también, viene a ser un nombre parlante. tras su aparentemente atractivo y evocador nombre, Nubla, se entiende que las nubes del nombre esconden algo que a primera vista no se ve. Todo el desarrollo de la novela está en consonancia con este gráfivo nombre que la identifica.
Además, como buena isla fantástica, su nombre, que vendría a significar isla nublada, envuelta en nubes, en la calima, evoca otros nombre de islas como la isla de Calipso, que significa la que se oculta, o más claramente la Isla Escondida, de Los mares del Sur de Hugo Pratt.
Es claro que tras la aprente verosimilitud e su existencia, se nos dice que es una isla de tal y cual dimensiones, en frent del litoral de costa Rica, se nos dan datos ciertos del país, etc., tras esta presentación verosímil se encientra una toalmente isla ficticia, desconocida y perdida en los mares de la ficción.
NESONIMIA
Indudablemete, estaría en el grupo de islas fabulosas y aventureras.
¿Podría ser encuadrada en el grupo de las Islas Utópicas? Quizás sí, aunque la utopía que se busca en el proyecto de Isla Nubla nada tiene que ver con la original isla utópica que imaginó Platón, de un carácter marcadamente social, y con un final moralista.
Final moralista que, sí, en esto si coincide la isla urásica con la de la Atlántida platónica.
En esto consiste, pues, el alegato de Malcolm contra el proyecto ufano, soberbio y vano de la recreación de este mundo y bestias antediluviano y, volviendo a lo de arriba, anclando su raznamiento en la máxima tradicionalista de Esquilo, πάθει μάθος.
Como vemos, dos mil quinientos años de humanidad, y aún tropezamos, de una u otra forma, con los límites y las ambicieones del simple y ufano ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario