martes, 14 de abril de 2020

HIPOTERMIA, de A. INDRIDASSON: la miasma

Hipotermia, de Arnaldur Indriadason
Otra novela de A. Indridasson, esta más reciente, de 2015, Hipotermia, ha caído en las manos de uno estos días de convalecencia úrica, estomacal, febril e insomne. Aunque el tema quizás no era el más apropiado para el insomnio.
Una mujer aparece colgada de una soga en su casa junto a un lago. Las pesquisas iniciales confirman lo que parece ser desde el principio, un caso de desgraciado suicidio. A partir de ahí, el detective Erlendur trata de averiguar cómo la víctima pudo llegar a tan drástica decisión.

Algunos temas que aparecen en la novela:
la falsa muerte: un recurso característico de las primeras novelas europeas, la novela griega o bizantina, es el de la falsa muerte. Uno personaje de la historia resulta muerto para luego reaparecer tiempo después y explicar la falsa atribución de ese fallecimiento. Con este procedimiento se le da un giro a la obra y aumenta las peripecias de la novela.
Este tema se mezcla en la novela Hipotermia con el mundo de las creencias psico y parapsicológicas, qué hay más allá de la muerte, las visiones tenidas por personas que han estado en ese trance, túneles, luces, ... En estos casos se mezclan conocimientos de todo tipo, científicos y pseudocientíficos, testimonios personales de experiencias vividas que a más de uno le habrá llegado a oídas.
En la novela, en un determinado momento, unos personajes, mitad frivolidad, mitad experimentación, pues son médicos, intentan algo parecido con un sujeto.
La novela juega con este tipo de experiencias traumáticas experimentadas por personas concretas, con todo lo que rodea a este mundo, incluyendo a médiums que se mueven en este ambiente.
Sobre este asunto gira uno de los ejes de la investigación de Erlendur.

El paisaje seco, frío, montañoso, de Islandia.- Ya se sabe que el islandés, después de la mundialmente famosa erupción de aquel volcán innombrable, es de las lenguas más complicadas de aprender y pronunciar. Estos nombres abundan en la novela, especialmente topónimos de lugares, montañas, lagos, barrancos, ...
La novela se inicia con el aviso a la policía del hallazgo de un cadáver en una casa junto al lago Þingvallavatn.
Þingvallavatn.JPG

En otro momento, el detective y su hija Eva Lindt hacen una gira por el entorno natural de los alrededores de Reikiavik. Ambos quedan sorprendidos de la cantidad de lagos que había. El autor hace entonces una exhibición de nombres de lugar, a cual más original.
 "...comenzaron por el Ellidavatn..., dieron la vuelta al Raudavatn... y al Reynisvatn...luego siguieron rodeando el Langavatn y vieron gran cantidad de lagunas en ... Middalsheidi... Mosfellsheidi. Contemplaron el Leirvogsvatn, así como el Stíflisdalsvatn y el Mjóavatn...pasaron junto al Sandkluftavatn, ...al norte de Hofmannaflöt, en la carretera que atravesaba los altos de Uxahryggir y bajaba al lago de Lundarreeykjadalur. Merendaron junto al Litla-Brunnavatn, justo al lado de la carretera de Biskupsbrekka..." (p. 253).
En otra parte, la acción se desarrolla en zonas de montañas donde transcurrió la infancia de Erlendur y allí se hace otra enumeración de topónimos islandeses.
A propósito de los lagos especialmente, pues es un lugar especial en el relato, se habla de un libro que recoge esta abundancia de lagos de aguas gélidas. El paraje que uno suele asociar a ese país aparece con su  gélida característica.
En este paisaje, montañoso y salpicado de lagos, duro y frío, se suceden episodios de desapariciones, que afectan incluso al propio detective, y, en general, a otros casos no resueltos por la propia policía, todos relacionados con esa naturaleza fría y al mismo tiempo peligrosa de ese país.

Apariciones de fantasmas, relacionado con el asunto de las falsas muerte: evidentemente, no se trata de una novela de fantasmas, y las apariciones tienen una presencia totalmente, o aparentemente, lógica en el transcurso de los hechos. La mente racional actual quizás nos calme atribuyendo estás apariciones como consecuencias de estados de ánimos especiales, depresiones, nervios, angustias varias. De esta forma se va colando en el transcurso sin que su presencia nos parezca algo extraño e inverosímil

       La miasma o culpa agobiante, y su necesidad de redención o purificación, es un tema muy presente en el relato. En algún momento de la novela, que se incluye en la serie del detective Erlendur, una saga con más de quince veinte años, se revela en primera persona esa culpa personal o miasma que persigue a Erlendur.
De todas formas, este sentimiento siempre está presente en sus demás novelas, es mencionada y conocida. Aquí aparece, quizás porque el tema lo reclamara, con una presencia más explícita. La culpa, casi viene a decir, le acompaña casi permanentemente en su vida.
Extendiendo un poco el término, miasma se entiende en el mundo griego como una culpa en sentido de la que afecta a una comunidad. Así, por ejemplo, la del comienzo de la Ilíada, o la del comienzo de Edipo rey, cuando se anuncia que una plaga o epidemia ha caído en la ciudad, Tebas, por una culpa contraída y no purificada por el anterior rey de la ciudad.
Lengua y cultura Griegas-Helleniké glõssa kaì paideîa: Edipo Rey ...
En Hipotermia, este sentido colectivo de la miasma o culpa colectiva se puede observar si miramos la cantidad de personajes de la novela, salvo los ajenos a ella, que viven con ella.
Excepto los que carecen de ella, decíamos, y en esto quizás radique el cierto valor humano, aunque doliente, de este sentimiento culposos, sobre todo en las familias.
La tienen los familiares que han perdido a hijos por causas desconocidas, como las desapariciones súbitas de las que nunca se ha sabido más. Está en la propia familia del detective por la desaparición de su hermano cuando joven. Luego en la familia formada por Erlendur, rota al poco de tener a sus hijos, y con el sentimiento de fracaso a cuestas por el derrotero de sus hijos. Los familiares de la otra joven desaparecida, el personaje víctima en la novela, y, en fin, un reguero de personas que aparecen cargando con ese sentimiento.
Correlativamente con ello, está la necesidad de purificación, de redención, de conciliación que este sentimiento provoca con las personas afectadas. De conseguir un perdón, también, aunque no en el sentido puramente religioso, sino humano, como se ve en Eva Lindt.
Desde este punto de vista, esta novela, y otras de la serie, tienen un trasfondo ético, no tanto religioso, que actúa sobre los personajes.
De ahí que los que carezcan de estos sentimientos, por hartazgo o puro egoísmo, carezcan de este sentimiento más humanos.
Erlendur rebusca, en su función policial, también en estos sentimientos, y no en la parte puramente delictiva y penal del crimen, que también. De hecho, el final clásico de la novela, con la captura de los responsables, se da por entendido y queda en un segundo plano ante la parte ética y moral de la trama.

La novela, en realidad, se lee casi de un tirón por las tramas y subtramas q ue tiene,y cómo el detective va desentrañando el ovillo de la situación. Los acompañantes habituales, Oli y Elingborg, apenas tienen aparición en el relato, que es llevado casi exclusivamente por el detective. La presencia familiar es mayor, pues, como se ha dicho, y en paralelo con la misma tragedia griega, los asuntos de familia cobran un mayor protagonismo si cabe en las novelas policíacas.

Pingvallavatn Lake | Lake, Trip, Natural landmarks

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