martes, 10 de diciembre de 2019

MTV-DESCENSO A LOS INFIERNOS: EL DÚO DE LA TOS

       Acabante de leer y releer este breve, dramático e intenso cuento, El dúo de la tos, me viene a la cabeza el motivo de la katábasis o descenso a los infiernos que nos relata en él.
       Como si se actualizara el mundo de sombras y lamentos del más allá clásico, bien confeccionado por Virgilio y luego por Dante, en este nuevo inframundo habría que colocar, junto a los impíos, farsantes, perjuros, suicidas y el largo etcétera que van encontrando Eneas y Virgilio en sus andares por las tierras del más allá, pues bien, habría que ir y actualizar a los tísicos, a los enfermos de tuberculosis protagonistas de muchas realidades y escenas de la vida y literatura del s. XIX.
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       Y, ya una vez establecido el mundo, situación y pesar en el más allá, en el inframundo, rematar incluyendo en la lista de los seres que nos podemos encontrar allí a este enternecedor y repudiado dúo de tísicos, el de la 36 y la de la 32.
       Como dos amantes más, puros y virginales ya no, sino enfermos y crónicos tosíferos, estarían esta pareja de amantes que llegan a ser por un día, unas horas, entre fiebres, delirios y ensoñaciones, en los que uno y otro, solos, repudiados y aislados del mundanal mundo, se ven reconfortados por unos instantes febriles, de compañía, cariño y enamoramiento.
       Lástima que solo durara unas horas, y que no fueran plenamente conscientes, aunque en realidad eso no importa, ya suficiente solaz y gloria alcanzaron en sus maltrechas vidas.
       El relato terminará con la muerte de ambos, uno más pronto que la otra, que pone fin a su dramática vida. pero, volviendo al principio, no se encontraban ellos ya en el mundo inframundo vital, ¿no habían iniciado su descenso a los infiernos en vida, seres anónimos, sin nombre ni hogar raíz, errabundos, inquilinos temporales de fondas y albergues de tres al cuarto, donde trasegaba su vida solitaria y marginada, rechazados de la vida por la recta sociedad circundante?

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