Acabamos de leer, con décadas de retraso, uno de los cómics de H. Pratt. Este autor es mundialmente famoso por las aventuras de Corto Maltés, pero hizo varios álbumes antes (y después también) con otros personajes e historias, aunque en todas ellas podemos apreciar la continuidad de sus temas.
El cómic en cuestión se titula En un cielo lejano, está ambientado en la Segunda Guerra Mundial, en la zona de Grecia y el África colonial donde se enfrentan alemanes e italianos, frente a las ropas aliadas.
El cómic empieza con estas dos primeras páginas, situadas en una isla griega, con dos personajes en un pequeño museo local, donde uno le relata al otro el mito de Dédalo y el laberinto de Creta al tiempo que observan una cerámica con una imagen alusiva. Una écfrasis, que se podría decir..
En la primera viñeta, para crear interés y expectativa, se ve ampliada al ínfimo detalle una imagen que en ese nivel de no podemos saber aún cuál es. En la segunda viñeta ya apreciamos lo que parece ser una nariz, sin que podamos identificar si es la famosa nariz griega, solo apenas la punta, de perfil, y del labio superior, un fragmento.
De todas formas
y aunque no queramos, la simple vista ya ha enfocado automáticamente toda la
página y ha identificado la parte del todo al que pertenece la imagen con una
reproducción del arte griego antiguo.
En la
tercera y cuarta viñeta se lee lo que sería una voz en off, sendas pestañas se
plantan delante de la imagen, haciendo todavía más difícil su identificación,
pero aportando con el texto el relato que acompaña a la muda imagen.
Es el relato de Minos, Dédalo y el laberinto de Creta.
¿Por qué
este mito entre los muchos existentes? Al principio no podemos saberlo, pero a poco lo entendemos. Quien
habla es un piloto de las fuerzas aéreas británicas, y la mención del mito vino
a cuento del personaje de Dédalo, el “primer ingeniero aeronáutico de la antigüedad”,
dando al mito categoría de acontecimiento histórico más o menos.
Pero, de
momento, leemos los bocadillos que cuenta en síntesis la historia. Dédalo había llegado a
Creta exiliado, y allí había construido el laberinto para ocultar a su
vergonzosa descendencia, el Minotauro, hijo de una relación zoofílica de su mujer. En cierta manera, es una
historia de amor aunque desnaturalizada, y que enlaza enseguida con la historia personal también amorosa de quienes hablan.
En la cuarta viñeta se enfoca un ojo de la cara, esos ojos antinatura de las figuras en perfil de la cerámica griega, pero con ojos que nos miran de frente.
La quinta
viñeta coge el espacio de dos viñetas, y ofrece ya si en amplitud, el rostro entero de un personaje mítico, de perfil, nariz griega ahora sí,
casco a lo Pericles, sobre la frente, bigote fino, barba espesa y líneas de pelo rizado.
Aún no sabemos quién es el personaje.
Se dice en el bocadillo alguna imprecisión, que Dédalo ayudó a Teseo a derrotar
al antropófago Minotauro, cuando en realidad fue la propia hija del rey de Creta, Ariadna.
Y segunda imprecisión pero verosímil, que “se atrajo …” y sigue en la sexta viñeta, en la segunda página, contando la historia.
Y segunda imprecisión pero verosímil, que “se atrajo …” y sigue en la sexta viñeta, en la segunda página, contando la historia.
Así pues, en LA PRIMERA VIÑETA DE LA SIGUIENTE PÁGINA ya nos muestra la imagen completa de aquel pequeño detalle que veíamos al principio. El ser que se nos muestra, típicamente propio de una cerámica griega, presenta el rostro de perfil, casco sobre la frente, perfil griego y una alas que le surgen alrededor del cuello y detrás del casco. En verdad que esta haciendo alusión al mito de Ícaro y Dédalo, pero de momento no identificamos qué imagen puede ser.
La siguiente viñeta ya abre el zoom completamente y podemos ver a una pareja de jóvenes, uno de ellos militar, el que cuenta la historia, observando, en lo que podría ser un pequeño museo provincial, una muestra de vasos griegos, en uno de los cuales está la imagen que han estado comentando hasta el momento.
La siguiente
viñeta, en una especie de elipsis temporal-espacial, nos muestra a la pareja ya
fuera del museo, en un jardín, pero donde se remata la historia del mito. Ícaro
cayó al Egeo.
No se nos relata aquí, no debe importar ahora, el contenido moral del mito tradicional, no vueles tan alto no tan bajo, sino se constata el hecho. Continúa diciendo que esto ocurrió cerca de aquí, por lo que suponemos que estamos en alguna isla griega.
No se nos relata aquí, no debe importar ahora, el contenido moral del mito tradicional, no vueles tan alto no tan bajo, sino se constata el hecho. Continúa diciendo que esto ocurrió cerca de aquí, por lo que suponemos que estamos en alguna isla griega.
Concluye el oficial diciendo “una bonita historia”, pero la joven, serie y grave, como si no hubiera seguido el relato, con su mente puesta en otra cosa, le devuelve a la realidad. “Ha llegado tu hermano Pietro”, dice como contestación, como si con esa simple noticia trajera detrás de sí toda una tormenta de realidades.
Las historias trágicas de Grecia siempre tenían lugar en el seno de la familia. Aquí se nos viene otra similar, pues la llegada del hermano supone la constatación del conflicto trágico intrafamiliar. La joven de la escena es la prometida del hermano que acaba de llegar, pero entre ella y el joven militar, hermano del novio, se ha abierto un intensa pasión amorosa que tienen que descubrir y afrontar.
¿Por qué varía la historia del mito el autor? Quizás para dar mayor veracidad, se supone que no son eruditos quienes hablan, aunque en este caso se trata de una historia bien conocida. tal vez solo quier destacar a Dédalo como ingeniero aeronáutico en el contexto de la historia, protagonizada por pilotos de las fuerzas armadas.
Y el personaje femenino que aparece es Pasífae, adúltera, en cierta medida parecida al personaje femenino que traiciona el compromiso, y no Ariadna, a la que no se la menciona.
LA IMAGEN DE LA CERÁMICA:
Buscando la imagen original de la cerámica griega que se presenta en la viñeta, al final hemos creído dar con ella. Se la llama Vasija de Eufronios, por el pintor al que se atribuye (aquí la información,) y muestra un episodio famoso de la guerra de Troya, la retirada del cadaver del guerrero Sarpedón por Hipnos y Thánatos.)
En concreto, el personaje que aparece en la viñeta del álbum es THÁNATOS. En la imagen de arriba se identifica a los personajes con sus nombres, el de Thánatos escrito de derecha a izquierda.
Así pues, el personaje alado de la viñeta no es ni Teseo, ni Dédalo ni nadie relacionado con el mito, es Thánatos, una divinidad de la muerte, representada con alas porque se supone que este personaje e Hipnos también alado llevaban las almas, la psiché, el último aliento de los fallecidos al mundo de ultratumba.
Evidentemente, debe ser alguien un poco entendido para apreciar la identidad del personaje, o que tenga la paciencia de pararse y dedicarse a identificarlo.
¿Por qué elige a este personaje el autor del cómic? Quizás , como en las buenas tragedias, porque está adelantando que ésta es una historia de dolor y muerte, de muerte, digámoslo así, bella, de la "bella muerte" que siempre desde antiguo cantaron los poetas griegos. La historia siguiente del cómic nos irá desvelando si será así o no.
Lo cierto es que desde el inicio ya se está señalando el conflicto y el dolor, y el personaje que nos muestra la viñeta es el de Thánatos. Aunque, a primera vista, lo pudiéramos asociar con el relato mítico que se nos cuenta y no darle esa identificación fúnebre, así y todo, el mito la tiene, y se relata como si fuera "una bonita historia", más parece un elemento gráfico más, dentro de una novela gráfica, que refuerce el lugar, Grecia, la historia de Dédalo, el primer aeronauta, y los protagonistas, pilotos de la aviación.
Quizás, jugando con la historia, el autor nos esconde la presencia de Thánatos, aunque sea la bella muerte, en esta viñeta y que, parece decir, hay detrás de toda esta "bonita historia", que ha contado el personaje y que, nos advierte, del otro relato que nos va a contar a continuación, otra bonita historia y, al igual que la del mito, con trasfondo dramático.