HAGEN, LA ALTERNATIVA A MARCELO
La figura
de Hagen, el veterano adiestrador y gladiador
él mismo, sujeto a las órdenes de Próximo en Gladiator, es un personaje
en paralelo al siniestro y servil esbirro que representa Marcelo, el exgladiador de Espartaco.
Marcelo
se muestra como el capataz brutal e inhumano de una hacienda esclavista. Quizás
sea él el que remarque el verdadero papel de los esclavos, pues representa la
maldad, el capricho, la denigración y el autoritarismo de la sociedad
esclavista, del que es la mano ejecutora del verdadero poder, el
de las clases patricias. Su papel lo hace verdaderamente repelente y su muerte,
después de una furibunda pelea con Espartaco, ahogado en un caldero de comida,
es en efecto una catarsis, una
purificación que siente todo el público con gusto cuando sucede.

Hagen,
en cambio, desempeña el mismo papel que Marcelo solamente al principio de su
encuentro, cuando ambos, Hagen y Marcelo, tienen que probar y calibrar las
cualidades de los nuevos gladiadores. Ambos realizan la misma secuencia, un guiño de Gladiator a Espartaco,
cuando sacuden con la espada tanto a Espartaco como a Máximo, con la intención
de verlos combatir, cosa que ninguno de los dos hace.
Sin
embargo, Marcelo lo hace por maldad, ya Batiato se lo ha advertido, ten cuidado
con éste, y está dispuesto a acabar con la vida del gladiador para amedrentar
al resto de los gladiadores, en estos los primeros días en la escuela. Hagen, sin
embargo, lo hace desempeñando una mera labor práctica, sin ninguna maldad
detrás, y deja de provocar a Máximo cuando Próximo, que está viendo la
situación, le dice que lo deje.
Después,
Hagen se convertirá en uno de los compañeros de Máximo, con el que luchará cuerpo
a cuerpo en todas las luchas en las que éste se vea envuelto.
Marcelo,
por su parte, desempeña el papel infernal que tiene Próximo en Gld., pues está
también vinculado a la vida y muerte del mundo de los gladiadores, es el
capataz de ese inframundo en el viven los gladiadores, esos cubículos en
penumbra a los que se llega bajando unas escaleras, es decir, que hasta
físicamente está ubicado en unos sótanos. Ellos los gladiadores viven en el
submundo de los vivos.
Y como
guardián y portero de este inframundo está Marcelo. Sin embargo su papel se diferencia
de Próximo en el que las arengas de éste están justo en el filo de la espada de
la vida o muerte en la que viven sus gladiadores. En cambio, Marcelo parece un
esbirro miserable encargado de mantener un orden y una disciplina cruel y
castrante en las personas de sus esclavos.
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