viernes, 19 de noviembre de 2010

adivinanza 2: ¿Qué se esconde ...?

Siguiendo la buena idea del blog Per aspera ad astra, ponemos aquí también el anuncio de la lotería de Navidad de este año. Este año ya no está el señor calvo de los últimos años, pero han escogido a un personaje mitológico, ¡quién lo iba a decir! Tienen que adivinar qué personaje mitológico se encuentra escondido en el anuncio, en primer lugar. En segundo, tienen que averiguar cuál es el objeto del que sale toda esa lluvia de oro, símbolo de la suerte. Buena suerte, καλή τύχη.


lunes, 15 de noviembre de 2010

MTV.- Penélope en Mark Twain

En un cuento titulado precisamente "Un cuento californiano", de Mark Twain, enconramos el motivo de Penélope más de dos o tres mil años después. Claro está, el ambiente es el de los pueblos mineros que se crearon y vaciaron de la nada en medio de la famosa fiebre del oro. En este contexto tan árido y montañoso, lejos de la luz y el mar Mediterráneo, encontramos una nueva versión del mito. nota: no hemos podido encontrar, hasta el momento, un enlace para poder leer este cuento en la red.
El motivo de la espera del amante, amigo o esposo tiene su ya presencia en la odisea de Homero. penélope, la fiel esposa, debe mantener una dilatada y dificultosa ausencia, a lo largo de veinte años, hasta la llegada de su amado Odiseo/Ulises.
a partir de aquí se han sucedido en todas las literaturas del mundo, es un motivo repetido, y muy frecuente también en ámbitos de pueblos marinos, viajeros y migrantes.
En canarias tenemos un caso bastante más parecido al relato de M. twain, origen de un conocido relato local, "la loca del ...", del periodist Leoncio...
En el relato del autor americano, nos encontramos en cambio en zonas montañosas, áridas y salvajes, donde cualquier vialje o traslado por ellas implicaba riesgos y peligros serios. En uno de ellos sucede un percance y ocurre que el espera el regreso de su pareja sufre una serie de consecuencias.
Lo interesante del relato es el punto de vista del que se cuenta, el de un forastero que lega a ese pueblo perdido de la montañas, ignorante de toda esa historia, y cómo va siendo atraido y sumergido en ella hasta creérsela como uno más.
la tensión y el misterio se mantienen a lo largo del relato, aunque desde un principio se hace notar un halo de algo más de lo que las apariencias muestran.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Adivina el personaje mitológico escondido

dejamos aquí este cortometraje, además breve, con un trasfondo mitológico. No es una historia muy alegre, realmente, pero hay que aprovechar que tiene una inspiración mítica y un personaje de los mitos griegos escondido ¿Sabes quién es?


(la información y el vídeo lo hemos tomado del blog Per aspera ad astra)

lunes, 1 de noviembre de 2010

Óscar Pistorius, ὠκύς ποδάς Ἀχιλλεύς.






Óscar Pistorius (Johannesburgo), el velocista paralímpico, el velocista "sin piernas", como titula la periodista del artículo, es la contrapartida física del héroe homérico, por una parte; sin embargo, en él se conserva el mismo espíritu competitivo y heroico de los antiguos héroes griegos, mutatis mutandis. Claro que a él ya no le vale ser "el mejor de los aqueos", triunfar sólo por el hecho de estar por encima de los demás; en su lugar, conserva la frase que le decía su madre de pequeño, aunque se ríe cuando lo recuerda: "Mi madre estaba loca", se ríe. "Me enseñó que no debía compararme a los demás, que siempre habría gente mejor y peor que yo, que debía centrarme en ser la mejor versión de mí mismo".
Si pensamos, además, lo que hubieran hecho los espartanos con un bebé así, no sabríamos lo que nos habríamos perdido de conocer casos como éste.
El artículo completo El País está aquí.

Antígona y la Ley de Memoria Histórica

Manuel Vicent publica en El País el siguiente artículo, relacionando, como es costumbre en él, las figuras y símbolos del mundo antiguo, en este caso Antígona, con la actualidad, aquí la Guerra Civil española y la Ley de Memoria Histórica.
El artículo de El ´País es el siguiente:

Antígona


MANUEL VICENT

EL PAÍS - Última - 31-10-2010
Es muy dulce el sol de las ánimas. El día primero de noviembre la gente lleva al cementerio las flores carnosas de los pensamientos, pero debajo de esa luz suave que ilumina la memoria de los muertos, en España sigue vigente el mito de Antígona. Es todavía nuestra tragedia. Durante setenta años, desde el final de la Guerra Civil, decenas de miles de españoles están enterrados en cunetas y barrancos. Fueron vencidos, humillados, ejecutados y hacinados en fosas comunes. Todo el suelo de la patria está fermentado de cadáveres que aún siguen gritando como lo hicieron un segundo antes de recibir una descarga de plomo. Es el mismo grito, son las mismas lágrimas. Antígona sacrificó su vida por dar honrada sepultura a su hermano para que su alma no vagara sobre la tierra en busca de venganza sin encontrar reposo. Desde entonces existe la creencia de que es imposible la paz entre los vivos mientras no estén sosegados todos los muertos. El rito funerario está unido al primer acto de piedad que sintió el homínido, hace 130.000 años, y fue la señal de que el germen de la conciencia se había implantado en su cerebro. Este hecho religioso coincidió con la fabricación de la primera hacha de sílex, que sirvió para matar. Más allá de la Guerra Civil y de la política de uno u otro bando, el que después de treinta años de democracia y de libertad haya decenas de miles de cadáveres en sepulturas innominadas supone la degradación más evidente de una conciencia colectiva. Puede que las almas, cuando abandonan los cuerpos, vayan a formar parte de la energía universal y constituyan el espíritu de la materia o puede que se disuelvan en la nada, pero aquellas que un día animaron los despojos de los vencidos en la Guerra Civil están todavía presentes en la vida política alimentado odios y resentimientos, y también una piedad que viene de la noche de los tiempos. Durante millones de años los cadáveres quedaron a merced de las alimañas sobre la piel de la tierra. Hubo un momento en que un primate se dio cuenta de que eso mismo que hacían los buitres con las vísceras de otro, un día lo harían con las propias entrañas y decidió el primer enterramiento sagrado. Es muy cruel que familias españolas deban asimilar todavía las flores para sus muertos a un recuerdo envenenado.