martes, 26 de octubre de 2010

GRIEGO 2: Medea y el Hades en Los Otros



Aprovechando el reciente pase de Los Otros por televisión, nos viene a la cabeza alguna referencia que puede tener con el mundo clásico, y que quizás ya ha aparecido antes.
El mundo de ultratumba en el caserón: como se irá desvelando poco a poco la terrible verdad (que, a pesar de que la película tenga sus años, mejor no desvelar), el caserón donde habita la protagonista con sus hijos es una especie de copia del mundo de ultratumba, del Hades griego. Allí reina la oscuridad, la tiniebla, la sombra. Por no se sabe que extraña enfermedad, la fotofobia, los niños no pueden exponerse a la luz de ninguna forma. La cas, por tanto, ha de estar siempre a oscuras, las puertas, cincuenta, de la mansión han de estar siempre cerradas, evitando que se filtre cualquier resquicio de luz. Así, los niños viven en un mundo de sombras, tinieblas y oscuridad, solo compensado un poco con las débiles lámparas de luz de iluminan su existencia y al calor de las cuales van siguiendo su penosa existencia.
Es un lugar cerrado, también, como el Hades. No hay un Can Cerbero, pero, como ya dijimos antes, las puertas funcionan como estos guardianes feroces del mundo de ultratumba, cumpliendo con la verdad de que todo el que entra allí, no vuelve a salir. Así, por insistencia de la madre (Nicole Kidman), cada puerta que se abre debe cerrarse en el mismo momento con las llaves.

Medea: la triste y penosa verdad guarda relación con el terrible hecho que atormenta a la protagonista. Ese temor obsesivo, deasosegante, agobiador, que muestra N. Kidman por sus hijos, está en el fondo de los hechos que no se saben hasta el final de la historia. Medea-Kidman juega el papel de madre sobreprotectora y de dueña de sus hijos. Ya no encontramos a la bárbara, extranjera y temible Medea de Eurípides, sino a una nerviosa, temerosa y agobiada mujer que trata por todos los medios de hacer frente a la nueva situación. Su marido ha desaparecido, ella está solo, aislada, sólo quiza´s rodeada de unos sirvientes raros. poco comunicativos, al igual que la Medea del mito se halla desolada, triste y abandonada en la ciudad de Corinto. Los sirvientes a veces sirven como contrapunto de las idas y venidas desesperadas de su señora, al igual que los sirvientes en Eurípides.
La tragedia está plantaeada, aunque el conflicto trágico, como todo, se resuelve al final. En la tragedia clásica, el conflicto trágico y la planficación de la venganza por parte de Medea ocupan toda la obra. En la película, solo parece quedar una especie de huída hacia delante, un a necesidad imperiosa de huír, una vez, hecho que se sabrá al final, los errores del pasado nos dejen sin armas para defendernos ni justificación casi para nada.
La Medea de Eurípides sí lo tenía claro, pues acudió en su ayuda el rey Egeo, Medea negoció con e´l su salvación a cambio de cierto tratamiento que solucionara su descendencia

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