domingo, 28 de febrero de 2010
tareas, tareasy tareas, 1
http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/WebDGOIE/docs/0809/ordenacion/comp_basicas/capitulo1/secundaria/culClas01-3eso.pdf
sábado, 27 de febrero de 2010
materiales nuevos en Neos Aigialos
Uno de ellos es una Lingua GRAECA per se illustrata. La dirección es http://aigialos.blogspot.com/2007/04/lingua-graeca-per-se-illustrata.html
Además, un vídeo que está bien para oír griego antiguo con voces de niño:
El emlace para la ficha es Griego para niños http://aigialos.blogspot.com/
Aquí hay más materiales de lengua graeca per se ilustrata.
http://www.scribd.com/people/documents/6796996-santi
viernes, 26 de febrero de 2010
bonita versión de la Odisea de un viejo amigo de Joaquín Sabina
(tomado del blog leer griego clásico).
un recitado con humor de la Ilíada.
miércoles, 10 de febrero de 2010
La muerte en la bañera: La Orestíada y Psicosis.
Orestes, Hamlet y el cincuentenario de Psicosis
Hilando una cosa con otra, vemos que la tragedia de Orestes, el conflicto sin solución entre vengar a su padre o matar a su madre, se repite y reaparece en la obra de Shakespeare. Es verdad que Hamlet descubre que su madre, la reina Gertrudis, sa ha casado con el asesino de su padre, Claudio, su propio hermano, aunque parece que no tuviera que ver. El caso es que Hamlet vive atormentado después de que el espectro de su padre se le aparece y le pide venganza. Es el mismo tema que Orestes, la tarea de vengar a su padre asesinado.
El propio Hamlet se finge loco para poder tramar a sus anchas la venganza. En esto de la locura tenemos otro paralelismo con la figura de Orestes, enloquecido por las temibles Erinias una vez que ha cometido la venganza en la figura de su madre.
El tema este de la locura es el que nos enlaza con Psicosis y el protagonista, N. Bates, otro personaje trastornado por la culpa y la tarea que debe realizar. Hasta tal punto que, finalmente, termina por quedar sobrepasado en su interior ante lo hecho y su trastosno termina en locura.
Esquilo daba a su tragedia un final que podemos considerar feliz, vinculando, además, la recuperación del atormentado Orestes con los primeros tribunales estrenados por la recién inventada democracia en Atenas. En Hamlet la tragedia termina con finales espantosos donde hay muertes generalizadas. En Psicosis el personaje termina también de manera trágica.
Sólo en esquilo hayamos esta sólida conjunción entre drama personal y colectivo. En Psicosis es el individuo, alejado ya de lo colectivo y enclaustrado en un motel-caserón de una carretera poco trransitada, allí donde se remuerde una y otra vez su breve y minúscula existencia, donde el tema no logra alcanzar una salida airosa como la del trágico ateniense.
Aún así, estamos a dos mil años de diferencia, tanto de época como de condicionantes individuales y sociales. Psicosis logra aterrar más al espectador de hoy, también aislado en la butaca del salón oscuro, frente al teatro abierto y soleado de las jornadas festivas atenienses.
martes, 9 de febrero de 2010
el hombre lobo, desde Licaón hasta hoy
Este cartel pertenece a una película muy famosa de los años ochenta, entre otras cosas porque devolvía el tema ya antiguo del hombre lobo con sabor moderno, alejado de los ambientes rurales y tétricos tradicionales. También tenía sus dosis de ironía, a pesar de lo cual no dejaba de lado el aspecto trágico y humano de la historia.
En los noventa se hizo otra versión, todavía más actualizada y renovada, Lobo, con Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer, muy atractiva y que perfectamente ambientada, jugando con la transformación lobuna que sufre el protagonista, da un giro nuevo a la historia.
Más antiguo es el fragmento de las Metamorfosis de Ovidio dedicado a Licaón, el primer hombre-lobo de la mitología griega, pero Ovidio cuenta la historia en labios de Zeus, es una alusión incidental en medio de otra historia, se cuenta como de pasada y su estructura no llega siquiera a cuento, aunque la descripción de la transformación es magnífica.
El rey Licaón se alimentaba de seres humanos, y un día quiso tomarle el pelo al padre de los dioses poniéndole como manjar un cuerpo "de miembros todavía palpitantes en agua hirviendo". Zeus montó en cólera y castigó a Licaón expulsándolo para siempre de sus tierras: "en el silencio de los campos aúlla, e inútilmente intenta hablar... el deseo de matar que ya solía demostrar lo dirige ahora hacia los rebaños, y también ahora sigue disfrutando con la sangre. Sus ropas se transforman en pelo, los brazos en patas: se convierte en un lobo. Pero conserva rastros de su antigua forma: tiene el mismo pelo canoso, la misma violencia en el rostro, el mismo brillo en la mirada y la misma ferocidad en su aspecto..."
(Ovidio, Metamorfosis, Espasa Calpe, 1997, traducción de Ely Leonetti Jungl)
Trimalción se volvió a Nicerote y le dijo:
"Solías ser más animado en la mesa; no entiendo por qué estás ahora tan callado y no sueltas prenda. Por que me veas contento, por favor, cuéntanos lo que te sucedió".
Nicerote, satisfecho de la afabilidad de su amigo, contestó:
"En los tiempos en que todavía era esclavo, vivíamos en la Calle Estrecha; ahora es el palacio de Gavila. Allí, lo quisieron los dioses, me enamoré de la señora de Terencio, el cantinero: teníais que conocer a Melisa la de Tarento, un precioso conjunto de curvas. Pero yo, por Hércules que no la buscaba por su cuerpo o por el placer, sino más bien porque era delicada. Si alguna vez le pedí algo, nunca me lo negó; ganaba ella un as, yo tenía medio; yo metía todo en su bolsillo y nunca resulté engañado. Su marido falleció en su casa de campo. Por eso a través de escudos y grebas me moví y me removí buscando cómo llegar hasta ella: que en las ocasiones se dejan ver los amigos.
"Casualmente mi amo había ido a Capua para terminar de despachar unos depósitos ya agotados. Encontrando así una ocasión, persuado yo a un huésped que teníamos para que vaya conmigo hasta el quinto miliario. Era un soldado fuerte como el infierno. Nos largamos más o menos al canto del gallo: la luna lucía como si fuera mediodía. Llegamos en medio de los sepulcros: mi hombre se puso a hacer sus necesidades junto a unas tumbas; seguí yo canturreando y fui contando las lápidas. Después miré hacia mi compañero; se estaba desvistiendo y poniendo todos sus vestidos junto al camino. Yo tenía el resuello en la punta de la nariz; me quedé clavado como un muerto. Él meó alrededor de sus vestidos, y de repente se convirtió en lobo. No creáis que estoy bromeando; nadie tiene suficientes riquezas para hacerme decir una cosa por otra. Pero lo que os estaba contando, después que se convirtió en lobo, comenzó a otilar y huyó al bosque. Yo al principio no sabía dónde me encontraba; después me acerqué a recoger sus vestidos; pero se habían hecho de piedra. ¡Quién moriría de miedo con más motivo que yo! Sin embargo, tiré de espada, y llamando a todos los diablos, atravesé las sombras hasta llegar a la casa de campo de mi amiga. Entré como una oruga, perdía el alma a borbotones, el sudor me chorreaba por el espinazo, mis ojos estaban apagados; apenas pude rehacerme. Mi Melisa se asombró de que anduviera de camino a tales horas, y me dijo:
"Si hubieras venido antes nos habrías podido ayudar: un lobo entró en la finca y a todos los animales les sacó la sangre como si fuera un matachín. Sin embargo no se rió de nosotros, aunque logró escapar, pues un criado nuestro con una lanza le atravesó el cuello".
"Al oír esto, no conseguí pegar ojo, sino que al amanecer eché a correr hacia casa como el cantinero desplumado. Y cuando llegué al sitio en que los vestidos se habían hecho de piedra, no encontré más que manchas de sangre. Pues bien, cuando llegué a casa, mi soldado estaba tumbado en la cama como un buey, y un médico le curaba el cuello. Caí en la cuenta de que era un hombre-lobo, con lo que ya no pude pasar bocado a su lado, ni así me matase. Allá lo que otros opinen de esto: yo, si miento, así se vuelvan contra mí vuestros genios.
Nos quedamos todos pasmados.
"Con todos los respetos a lo que has relatado -dijo Trimalción-, podéis creerme cómo se me han puesto los pelos de punta. Porque sé que Nicerote no cuenta tonterías..."
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(PETRONIO, Satiricón, Barcelona, Orbis, 1991. Traducción de Manuel C. Díaz y Díaz)
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jueves, 4 de febrero de 2010
vçideos de historia de Grecia
http://griegoantiguo.wordpress.com/2009/02/20/historia-de-grecia-i-videos/
lunes, 1 de febrero de 2010
Titus Maccius Plautus en La Laguna
El alma mater de la salida fue la profesora de Latín, Mérida, nombre muy apropiado para quien se dedica a tales menesteres. Con la sabia organización y la clarividencia que suele, ojo, suele caracterizar a los que se dedican a estas lenguas semimoribundas, llevó con mano atenta y diligente al grupo desde su salida en el mismo IES Las Galletas hasta la llegada a La Laguna, este día ciudad pasada por agua a base de bien y, por ello, expendedora de bonitos y estampados paraguas preparados especialmente para la ocasión.
Nos acompañaba un hijo predilecto de Thor, Odín y Zonzamas, mitología mixta donde las haya, Adrián Lanzarotensis. Precisamente él fue el responsable del último trayecto del grupo hasta,de nuevo ,el mismo ies, previa parada en lugares próximos a los domicilios de los alumnos.
En general, se puede decir que la visita fue satisfactoria. A unos alumnos les encantó la obra, a otros le pareció un poco infantil, el equipo docente quedó bien contento con la representación y, en conjunto, se puede decir que mereció la pena, tanto para unos como para otros. La Laguna tormentosa, los felices como incómodos goterones amenazando tanto las calles-ríos laguneras como el algo avejentado salón de actos del IES La Laboral, en fin, la borrasca imprevista nos sirvió de fondo escénico, como tiene que ser en una buena tragedia clásica, pues la lucha contra los elementos, auque no lo parezca, dio a la salida un tono ameno y algo divertido.
Sólo queda esperar los comentarios personales de los alumnos, para completar este día en que Titus Maccius Plautus visitó La Laguna y unos intrépidos argonautas (pues sí, éramos cincuenta como aquellos héroes antiguos),, unos argonautas del lejano sur llegaron con la lluvia y el viento a encontrarse con él dos mil años después en un teatro de siempre.
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Fábulas de Esopo analizadas y traducidas por la profesora Clara Álvarez. Esopo, 221: Zeus y la serpiente. from Clara Álvarez la ra...
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Me hallaba en un aula, viendo por enésima vez Gladiator , en nuestra opinión la mejor película de romanos hasta la fecha, habrá que ...