Desde el principio, que costó coger el tino al libro, al relato de No será la tierra lo encontraba uno demasiado previsible, simple, obvio del todo, absolutamente. Luego que nos dimos cuenta que el libro tienen esa estructura, ese recurso, el relatar y hacer crónica de lugares comunes, llámense acontecimientos, noticias o sucesos, que han ocurrido y modelado el mundo entero, en concreto y especialmente los acontecimientos que se desarrollaron en a antigua URSS, unido a que la trama se animaba, enconramos un hilo conducor a la historia..
Tiene, por tanto, esa estructura, esa técnica de basarse en los acontecimientos y sucesos notoriamene coocidos que han sucedido a lo largo de siglo XX, casi más en concreto en la segunda mitad.
Por eso no es de extraño y rocambolesco que sus protagonistas aparezcan mezclados en los acontecimientos de todos conocidos de aquella ´decadas, pues es una forma de novelar como si de una crónica periodística se tratara, enhebrando hechos históricos con una estructura literario-novelística.
En eso se parece, nos viene a la mente, esa técnica que ya usara, y con acierto y manipulación de imágenes que aún lo hacía más creóible, decíamos, que nos recordaba a Forrest Gump. Su protagonista apareece entremezclado con sucesos y personajes de los años sesenta estadounidense (Elvis Presley se aloja en la caa-pensión de su madre antes de ser famosos, aparece en una recepción con el presidente Kennedy en la Casa Blanca, la lucha en Vietnam, su idealizada novia está en los arranques de la movida musical y psicodélica de los esesenta, ...)De igual manera, uno de los personajes aparece en el Zaire intentando reflotar la corrupta economía de aquel país cuando Mubutu gobernaba, su hermana acontece ubicada en el Rainbow Warrior en los días dell atentado en el atolón de Muroroa; Oksana, la infeliz adolescente rusa, ve por la tele el viral aterrizaje de la avioneta del alemán en la plaza Roja de Moscú, barruntando los nuevos tiempos que se avecinaban, etc.
EL NOSTOS DE ARKADI, EL DISIDENTE POLÍTICO
Casi sin quererelo, el eminente ingeniero y científico Arkadi, dueño de una ilustre y prometedora carrera científica, bien situado profesional y políticamente en la administración soviética y en la industria, de repente siente una crisis de conciencia ante el tipo de armas que está produciendo. Sin querer convertirse en un objetor político a lo Sajarov, por aquellas fechas ya con varios años represaliado, debido a la férrea y obcecada administración del penamiento burocratizado del Soviet, viene a dar con sus huesos en las cárceles más penosas, miserables y destructivas del mundo penal soviético.
Tras pasar allí varios años, los nuevos tiempos de la Perestroika, con Gorbachov liderando aún timidamente los nuevos rumbos, se consigue excarcelarlo y devolverlo a su familia y, quizás, a su vida anterior.
El nostos del personaje aquí está cargado de toda la ira, la tensión, frustración, sentimiento de culpa y rabia que acumula el personaje y su irrecuperable y destrozada carrera profesional. El momento del reencuentro entre Arkadi y su mujer Irina, cual Ulises y Penélope, está muy cargado de sentimiento y emociones contenidas y contarias, que vienen a eclosionar, en un colectivo abrazo entre los tres, segundo reencuentro, con el de su hija Oksana, del mismo cariz.
A partir de ese momento, y es verdad que esto ya no se nos cuenta tampoco en la Odisea, novelas o películas, el qué ocuurirá después de que los amantes se reúnan y reemprendan su cortada vida, en esta historia la evolución de la relación no puede ser más triste y desasosegante. Ulises-Arkadi ha perdido en esos años destructivos y autodestructivos su anterior talante comprensivo y estable, y se ha convertido en un ser ególatra que solo vive por y para su causa, su sufrimiento y sus propias ideas.
Penélope-Irina, por su parte, ve como toda la lucha que tuvo ella mientras su marido sufría en la cárcel, su lucha con esos pretendientes que ya no eran tales, sino los dueños reales del gran palacio de la URSS, la nomenklatura, esto es, su lucha infatigable no ha sido reconocida por Arkadi, ve como su esposo ya no es él, aunque físicamente quede algo de lo que fue, y se desilusiona ante el rumbo que va tomando su vida.
Y su hija Oksana, la Telémaco de la historia, entra en una de sus fases críticas y depresivas, autodestructivas y solitarias, hasta que va encontrando el amparo y refugio del que carece en su familia en la poesía y la escritura.
LOS EPÍTETOS FORMULARES.
Al seguir con la lectura, hemos ido viendo como seguían apareciendo estos sintagmas, aposiciones, entre comas, a la hora de referirse a un personaje, a una ciudad, y que, en relaidad, no aportaban prácticamente nada al estilo de la novela ni tampoco, como en la poesía oral, donde era, a pesar de los sofistacado que podía llegar a ser, un recurso básicamente aliado de la mnemotecnia, cumplía ninguna función de ésas.
Incluso en un caso, igual hay más, utiliza uno y el mismo que se haya en la Ilíada, en la épica homérica. El conocido epíteto formular dedicado a Agamenón, y a veces a él y a su hermano Menelao conjuntamente, el epíteto de "pastor de hombres", kosmetore laon, surge de repente y varias veces en el texto. En este caso, y quizás no casual, esta formula que le corresponde a Agamenón en la Ilíada, aquí se lo adjudica el autor, nada más y nada menos, que a Mijail Gorbachov.
Además, en clara oposición al otro eminente líder de aquellos momentos, luego derruido por sus propios afanes y maneras, Boris Yeltsin, parece que quiso otorgarle ese superior epíteto en demérito de este otro dirigente político en rivalidad de aquellos años.
ALGUNOS EPÍTETOS "FORMULARES".
- Sájarov, "hacedor de luz". Consultando en internet, parece ser un epíteto de tipo religioso, de un himno sacro.
OTROS ELEMENTOS CLÁSICOS
"... Si de pronto las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas no fue por decepción, tampoco porque se sintiese traicionada, ni siquiera por ver quebrantado su orgullo, sino por darse cuenta de que la estúpida era ella, no Philip. Él era como era: guapo, soso, intrascendente. Ella había querido transformarlo. Qué idiotez, Éva Pigmalión".
Curiosamente, nos viene a la mente ahora que este síndrome de Pigmalión en Éva no es exclusivo de ella, sino, al parecer, propia, en según que casos, del género femenino. Así lo entnde Luis Racionero en sus memoria-alegatos que escribe en los últimos años de su vida, con setenta años ya cumplidos y cuando ya, según él, puede contar lo que le parezca llegado a esa edad. En su varia y compleja relaciones sentimentales con otras tantas mujeres, parece elevar a categoría efectiva el este síndrome Pigmalión que anida en cada mujer, al menos con las que él estuvo, operando en ella como un mecanismo controlador y eficiente de las relaciones de pareja. En su caso, con esta digamos estrategia femenina chocaba de continuo y quizaás fuera causa de alguna de sus rupturas.
- CIBERNÉTICA: se narra en la novela los primeros comienzos de la disciplina tecnológica de la cibernética, cuando aún no se sabía qué era ni que podía llegar a ser. El escenario es una confernecia en la que el científico Rosenblueth habla de ella por primera vez.
"Los aplausos no se hicieron esperar, por más que aquellos científicos no pudiesen saber que allí, en ese caluroso salón de conferencias, Rosenblueth les había anticipado el nacimiento de una nueva disciplina, la cibernética, un término acuñado por Wiener del griego Kibernetes, piloto o timonel".
tal como lo describe en el libro, Wiener y sus precursoras ideas fueron marginadas por otros científicos más espabilados que quisieron allegarse toda la fama del nuevo conocieminto a su provecho. Parece que era el prottipo de sabio ensimismado y distraído, soo preocupada por las más altas esferas del pensamiento.
Lo que , de toda formas, hay que agradecerle es que haya encontrado y empleado esta palabra del archivo léxico griego, Kubernetes, del arsenal general para los innovaciones en el campo científico-técnico.
Ciertamente, kubernetes significa timonel o piloto de las antiguas naves de remeros griegas. Es una palabra compuesta de kuber, gobernar, dirigir, y naus, nave, más el sufijo de agente -tes.
Norbert Wiener |
EL JUEGO DEL NARRADOR.
"... Quince años para desovillar la madeja que me unió a ella y a las mujeres que la rodearon. Quince años para escribir un libro, el único libro que valdría la pena, no una novela ni un reportaje, tampoco una confesión o unas memorias, sino un ajuste de cuentas. Quince años para escribir No será la Tierra". (p. 45)
fragmentos sueltos y desmembrados que poco a poco, utulizando no sé como se llamara esa técnica, la de la disonnancia cognitiva la llamaban en algún curswo de psicología al auq e asistí, y que uno simplificaba en la cuestión de presentar la historia, la labor, el trabajo, cualquiera que s¡fuese, de forma distinta, creando una confusión inicial que luego poaultinamente se ira disipando. e esa manera se capta y mantiene, en teoría, la atención del otro en el transcurso de la acción.
Así pues, los personajes principales, tan dispares y residentes en ditintos continentes y con historia profesionaes y particulares bien distintas, van suscediéndose en la trama de forma inconexa totalmente desde el principio para ir poco a poco encontrándose en algún momento al que, voy por la trescientas y pico, todavía no hemos llegado.
Se supone que el hilo conductor es este Cide Hamete Benengeli que todavía no sabemos bien quién es, , un este recluso que en sus quince años de celda y prisión redadcta el este manuscrito que ahora el lector lee.
Además de este primer testimonio en primera persona del narrador de la novela, en lo que vamos leyendo de vez en cuando hace algún que otro paréntesis para regresar a la primera persona e ir exlicando su particular implicación en la historia y su escritura.
LA LITERATURA COMO FÁRMAKON
"Querida Ánniushka, me disculpo por no haberte escrito antes, aunque desde hace años me salvan tus poemas..."