Ahora que estamos ya en el paso de la fase dos para la tres, recuerdo otro libro de Luciano Canfora que estuve leyendo a ratos durante la cuarentena, Una profesión peligrosa, y subtitulado. La vida cotidiana de los filosofos griegos.
Ya desde su título se ve el gusto que tiene este autor por dar a sus obras , centradas een el mundo clásico y en el actual, un aire novedoso, atractivo, intrigante.
En El mundo de Atenas se podía apreciar muy bien como hacía uso de este lenguaje llamativo, próximo casi a las técnicas detectivescas y aplicadas a una obra literaria, filológica e histroiográfica.
Lo que es, en sí mismo, un gran punto a su favor y a su obra, y un detalle a agradecer por sus lectores. El hecho de que una materia, el mundo antiguo, que oscila entre la especialidad cada vez más intrincada, y una divulgación generalizada, ahora en auge y relanzada con obras interesantes como las de Mary Beard o la reciente Irene Vallejo, se aproxime al lector de una forma entretenida al tiempo que rigurosa, es un gran logro alcanzado por este autor desde ya su extensa trayectoria bibliográfica.
Los capítulos en los que se divide el libro son los siguientes, y donde se aprecia ese gusto por el titular sugerente, la apostilla:
- Sócrates o la mayoría infalible.
- El desterrado: vida errante del caballero Jenofonte (donde dice y resume muchas de las ideas y conclusiones de El mundo de Atenas y orso libros dedicados a este autor griego).
- Platón y la reforma de la política.
- Aristóteles, uno y múltiple.
- Epicuro y Lucrecio: el sentido de los átomos.
- Una profesión peligrosa
Precisamente este último capítulo es el que propiamente da título al libro, y , aunque los capítulos son una revisión de momentos y circunsatancias de estos filósofos griegos, proporciona el eje a todos los demás. El libro va hilvanando las circunstancias que relacionan la peligrosidad y el riesgo de la filosofía, ya constatados a lo largo de la historia, con la vida y circunstancias personales de estos filósofos griegos.
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