Leyendo estos días el último número de National geographic, uno de sus artículos está dedicado a la figura de William Wallace, alias Braveheart, y su papel en la historia de Escocia.
es claro que este personaje fue catapultado no ya a la fama sino al mero conocimiento por parte de gran parte del público gracias a la épica película de Mel Gibson del mismo nombre.
En dicha película ya aparecen dos elementos, al menos, que relacionaban la figura del líder escocés con el mundo clásico:
1. sus conocimientos de latín y de la literatura clásica, como se ve cuando es educado en un monasterio por unos monjes que salvaguardaban la literatura clásica.
En este artículo se cita expresamente que este monje era un tío suyo, capellán, que es quien se encargará de su educación. Y, dice el artículo, "se atribuye a ese tío capellán que Wallace adquiriera un sentido moral de la libertad mediante la lectura de los autores clásicos latinos, ideal que inspiraría su combate contra el poder inglés".
De ahí que nos resulte tan clásico como moderno la arenga que dirige Wallace a sus tropas informales de campesinos y labriegos, insistiendo en que no hay ideal más alto de vida que la libertad, entendida ya en e sentido en el que lo entendían los clásicos, tanto griegos como latinos, en sus enfrentamientos militares e ideológicos frente a los pueblos con los que lindaban.
En el fragmento de la película en la que Wallace está en una especie de biblioteca del monasterio, lo vemos mitrando unos códices en los que se trata de estrategias militares. Y ésta es la segunda relación que encontramos entre el personaje y el mundo clásico, y la que da mayor espectacularidad a la película, su estrategia militar.
2. En la espectacular primera gran batalla que filma Mel Gibson en la película, que no se corresponde bien con la que cita el artículo, los escoceses utilizan una estrategia que bien pudiera haber sido sacada de las falanges macedonias de Filipo y Alejandro Magno. Esto es, nos referimos a las famosas sarisas, aquellas lanzas de más de tres metros con las que se defendía y atacaba la falange greiga, y que fue durante mucho siglos el arma invencible entre los ejércitos antiguos.
Leemos en el artículo de NG que estas formaciones se llamaban schiltroms, "formaciones defensivas que actuaban a modo de erizos gigantes, con sus lanzas de más de tres metros frente a la caballería". Parece estar hablando ni más ni menos que el mismo tipo de lanzas largas que utilizaba la falange macedónica. Y que, por lo tanto, cabría la idea de que Wallace, si no es que peca uno de querer ver demasiadas conexiones, cabria la idea de que Wallace hubiese tomado esa estrategia de su conocimiento de los autores clásicos.
En la película, sobre todo cuando se ve por primera vez, resulta impactante el efecto devastador que tienen estas lanzas frente a toda una caballería pesada como la del ejército inglés.
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