sábado, 30 de enero de 2016

Homo necans. el sacrificio en el origen de mitos y fiestas gruiegas

Se publicó hace unos meses el libro del gran filólogo Walter Burkert titulado Homo Necans. En uno de sus capítulos, dedicado a los hombres-lobo, hace un detallado análisis de los mitos de Licaón y de Pélope y de su similar función. 

El mito de Licaón enlaza con el tema de los hombres-lobo, asunto este que ha pasado a formar parte de creencias y leyendas populares actuales y divulgadas y potenciadas en nuestros tiempos por un medio tan potente como el cine. pero ya en la propia antigüedad clásica la historia del hombre-lobo ya se había convertido en un asunto igualmente popular. 
El autor , como es sabido, relata el mito de Licaón y su conversión en esta criatura extraña, y lo asocia con la existencia en diferentes comunidades del mundo antiguo y actuales, de la existencia de las llamadas Mannerbunder, sociedades de hombres, constituidas en estas comunidades para expresar, entre otras cosas, ritos de paso entre la juventud y la vida adulta. 
En Arcadia los jóvenes seleccionados tiene  que cruzar un lago a nado y vivir un periodo determinado de toiempo entre lobos, alejado de la sociedad. Así ocurre también en la kripteia espartana y es algo parecido a lo que después evoluciona como servicio militar organizado. Así, una creencia tan popular y fabulosa tiene un trasfondo antropológico cierto.
A Licaón se le transforma en este animal por haber sacrificado a un niño, quizás su propio hijo, y ofrecerlo de comida en un banquete caníbal. Posteriormente, el niño resucita, cerrándose de esta manera el ciclo. 
Igualmente ocurre con el mito que se encuentra en la base de los Juegos de Olimpia, la fiesta helena por excelencia. No es el mito de Pélope, Hipodamia y Mírtilo el principal que se celebra allí, sino el del sacrificio de Tántalo sobre su hijo Pélope. Allí también se repite el relato que se ve en Licaón, un acto de sacrificios humano y de canibalismo, para su posterior resurrección.
De esta manera, rastreando en detalles y manifestaciones aparentemente secundarias, el autor va desvelando el fondo antiguo de fiestas y tradiciones importantes de Grecia, vinculados a un tiempo más antiguo y que luego perviven transformadas de forma que en la mayoría de las ocasiones su primitivo origen es difícil de encontrar.
El tema del caldero y la resurrección: habría que añadir aquí, junto a estos episodios canibalismo y resurrección en el caldero de Licaón y Pélope, el  de Pelias y Medea. Medea le ofrece a las hijas de Pelias también no la resurrección, sino el rejuvenecimiento de su padre a través del sacrificio en un caldero. Habría que ver si sigue la misma tradición.
Las Mannerbunder y los de un solo calzado : en algún que otro lugar se comenta que una de  las características de estos miembros de las Mannerbunder era la de ir con sólo un calzado en uno de sus pies; así el oráculo le advierte a Pelias que se guarde de aquel que se le presente solo con un calzada. Lo que parece decir de esta forma que Jasón es un miembro de estas sociedades secretas, que ha cumplido el rito de paso de estar alejado de la comunidad durante un tiempo, de ahí que se le vincule con personajes extraños y fabulosos como el centauro Quirón (al igual que Aquiles y más que ha de haber), pues Jasón se presenta con una sola sandalia y, por lo tanto, ha cumolido su rito de paso, tan normal como los demás. Con el paso del tiempo estas costumbres y ritos pierden su significado y quedan añadidas a las leyendas como datos curiosos y llamativos, pero perdida ya todo su antigua vinculación con el mito original.
Así, Jasón, que en la leyenda es engañado por su tío Pelias y debe luchar por recuperar el trono legítimo de su padre,  Esón, es un personaje perteneciente a estas Manerbunder, según podría parecer.

Para situar la perspectiva general del libro, añadimos una breve síntesis de su contenido tomado del este  blog y de la información del propio libro: "La tesis central de Homo Necans es que durante el periodo paleolítico el hombre se convirtió en un cazador ,se les consideraba generalmente omnívoros como los grandes simios , pero la  falta de un instinto depredador fue compensado al convertirse en cazador en contra de la presa: Homo necans significa ” hombre asesino “La caza como medio de obtención de alimento fue, como dije anteriormente, un paso decisivo en la historia de la humanidad y marcó el progreso de nuestra civilización. Burkert, a partir de este hecho y de todo lo que conlleva—la agresión y la violencia, centrales aún en nuestro presente—la estudia en su paso a lo sagrado y en la conducta religiosa. Analizar sus raíces y su desarrollo es el propósito del presente libro, centrado en el mundo griego, puesto que, como él mismo afirma, «la religión de la antigua Grecia ocupa una posición única: entre las formas religiosas más antiguas es la más comprensible y la que se puede conocer desde más ángulos, pues no ha llegado a desaparecer del todo, sino que pervive en fenómenos de diversa índole, desde la superstición y el acervo literario hasta la liturgia y la teología cristianas». ¿Cómo llegó este fenómeno violento a alcanzar el estatus de lo sagrado? Esta cuestión es la que se examina en Homo Necans.

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