miércoles, 27 de agosto de 2014

las Humanidades

Tomamos este artículo de la siguiente página.


¿A dónde nos dirigimos sin las HUMANIDADES?

Necesitamos una educación básica de calidad al alcance de todos, donde se aprendan valores humanos y habilidades sociales para un mundo más justo y solidario, para un mundo mejor 

Vanessa Silvestre Sánchez

Continuamente nuestra sociedad actual experimenta nuevos sistemas educativos y la creación de nuevas materias, sin hacer partícipes a  padres, profesores y alumnos. Nos dicen, gobierne quien gobierne, que todo está justificado porque vivimos en una situación económica nueva y  la educación se debe adaptar a la economía. Pues los romanos, que tenían una  visión muy práctica de la vida y gran capacidad para organizar un amplio territorio con leyes,  con una administración muy eficiente, apreciaron e incorporaron la gran y superior cultura griega como base de su educación, en la que había materias básicas como  gimnasia, música, oratoria (dominio de la palabra), que hoy no son tan consideradas.  Estas materias aportaban  valores  éticos, artísticos y humanos. En cambio, nosotros seguimos sin mejorar la Formación Profesional y la Educación Secundaria y Bachillerato no presentan mejoras evidentes.
Y es que la educación y la cultura fueron de vital importancia  en la civilización grecorromana. A lo largo del curso, hemos tenido ocasión de comprobarlo mediante excelentes proyecciones, como “Romamor” o “Gracias Grecia”  donde nos muestran  la utilidad de todas las materias  humanísticas,  artísticas, los valores culturales en la Educación y reivindican nuestra cultura grecorromana, que está en la base de la actual cultura occidental.
Los alumnos, que compartimos esta inquietud, cuando tenemos que elegir itinerarios y optativas en la ESO y Bachillerato, nos vemos obligados a abandonar nuestra elección,  pues en teoría hay un abanico muy amplio de posibilidades para elegir, pero en la práctica todo está muy limitado porque se ha de organizar con los medios disponibles
 Necesitamos una educación básica de calidad al alcance de todos, que pueda adaptarse un poco a nuestras capacidades e intereses, pero en la base debe enseñar valores humanos  y habilidades sociales para hacernos mejores personas  en una sociedad más justa, que cambia en las formas,  pero  que en el fondo continúa siendo igual, una sociedad en la que el centro sea  el Hombre. En otros países  se han pactado unos mínimos básicos en la Educación, porque no andan en enfrentamientos estériles, que no sé a quienes está beneficiando, pero es evidente que nos perjudica a los estudiantes  y  al futuro de nuestra sociedad.
Y me pregunto: ¿no deberíamos proteger y valorar nuestro legado grecorromano, en vez de  adoptar culturas que nos son ajenas y que no siempre nos enriquecen? No veo una pérdida de tiempo en el estudio del arte, la historia, la filosofía o literatura. Tal vez en Europa y en su asfixiante sistema económico (“produce y consume hasta tu muerte”) no hay lugar para el pensamiento libre ni para la razón ni para el alma, pero una vez que esa parte de nosotros muera ¿nos convertiremos en bellos robots desalmados? Sin razón propia movidos por el dinero, capaces de crear una superpotencia económica,  pero incapaces de crecer como personas. Otra cosa también muy triste es comprobar la cada vez mayor necedad (del lat. nescio, ”que no sabe”) de muchas personas.
 Pienso que las ciencias, que tienen su origen en Grecia, matemáticas (del gr. matema “enseñanza”), economía (del gr. oiko- “casa” y –nomo ”lo que se usa, reparte”), tecnología (del gr. tekne- “arte, habilidad”), son  importantes, son instrumentos que nos ayudan a hacer más fácil nuestras vidas.  El hombre debe estar preparado para crearlas y dominarlas, pero no dejarse dominar por ellas.
Muchas veces la gente oye o dice  que las humanidades no son útiles en estos tiempos, imagino que es por desconocimiento de sus valores o influidos por esta visión actual tan utilitarista.  Saber Humanidades no salva vidas (Cicerón  explica muy bien en el ”Pro Archia poeta” que salva almas ), pero a mí personalmente me gustaría que mis hijos disfrutaran aprendiendo, supieran el por qué de muchas costumbres que tenemos, la existencia de personalidades, dignas de imitar, que han aportado obras brillantes, el origen de nuestras lenguas modernas, comprender, dominar la lengua, la palabra  que también es algo vivo,  que nace, crece, y muere cuando ya no es útil, por eso sé que el griego y el latín están vivas, porque  son gran parte de las lenguas actuales, nos ayudan a comprenderlas y escribirlas mejor, y todavía las ciencias y tecnologías las utilizan incluso para crear palabras nuevas con sentido para todos como lenguas universales de cultura y ciencia.
 Nuestra sociedad actual valora mucho a una persona por jugar bien al fútbol, se crea incluso un sentimiento nacional que nos une, pero ¿qué sociedad es la que no valora, no premia  al creador,  poeta,  investigador, etc.?:¡ la que no está preparada para apreciarlo!.
 Hasta que no se valore más el  esfuerzo, el trabajo y la inteligencia no nos irá bien. Como dirían maiores:“ ¡cuándo las musas me visiten, que me cojan, trabajando!”. Y no practicando la picaresca, que es de acuñación muy hispana (nuestro Marcial), y cuyos resultados estamos sufriendo los más débiles en la actualidad.
¿Por qué se habla sólo de la crisis económica? A lo largo de la historia ha habido crisis económicas como consecuencia de crisis sociales. Vivimos una gran CRISIS SOCIAL, una crisis de valores humanos. ¿Qué pensamos,  que el centro del mundo es el capital o la vida del hombre?
Para mejorar el futuro de todos los hombres no hay fórmula mágica, ni podemos dejarnos engañar por  “cantos de sirenas”, ni explotarnos unos a otros,  pues cada familia,  Estado,  profesor, son responsables de educar en los valores universales y humanos, además de enseñar en las diferentes artes científicas y artísticas. Hay valores básicos como aprender, crear, SABER (que aleja miedos y crea emprendedores), etc. ( del lat. et cetera ( y los demás). Debemos ser útiles a nosotros mismos y lo seremos a la sociedad. Debemos ser activos para todo, para el bien común. Y eso se  consigue con ilusión, trabajo, constancia, esfuerzo personal y recursos económicos (Fortuna audaces iuvat, “la Fortuna ayuda a los audaces”, Perseberanter omnia consequitur, “con perseverancia todo se consigue”).
¡AUGE SAPERE! (atrévete a saber)
Webgrafia consultada:
   *CICERON: SU PROYECCIÓN EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
-“Pro Archia poeta”, VII, 15-16, VIII,17
   *ACTOS EN DEFENSA DE LAS HUMANIDADES








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