martes, 29 de enero de 2013

El descenso a los infiernos de La noche más oscura


La noche más oscura narra la venganza que los USA deben cumplir contra el líder que planeó los atentados contra las Torres Gemelas y actos terroristas sucesivos. La película cuenta la difícil investigación de los agentes especiales de la CIA, especialmente su protagonista, Maya, investigación que se prolonga a lo largo de los años hasta encontrar el rastro que les permita localizar finalmente el lugar en el que se refugia.
Como otras películas de este género, la trama es un verdader descenso a los infiernos, que ya no tiene que soportar Ulises, Orfeo o Eneas, sino una mujer fría, racional, tenaz. En este infierno hay torturas, traiciones, muertes, atentados, traiciones, ..., todo un rosario de seres y situaciones marcadas por el sufrimiento, el dolor, la venganza, la ira, la agresividad. A través de este paisaje de fuego, sangre, viloencia, de seres torturados a castigos casi eternos, tiene que transitar la protagonista Maya hasta dar con una salida final.
Aunque el título de la película se refiera a la operación militar final, La noche más oscura se podría aplicar a toda la película. Además de su fotografía, que acentúa el tono documental y los ambientes oscuros, la acción parece desarrollarse en el inframundo, un mundo de los infiernos pero en vida. Al igual que Ulises u Orfeo podían entrar por determinados lugares y entradas que comunicaban con ese mundo subterráneo, así los que entraban en este mundo del espionaje y el terrorismo internacional, viven en un mundo también paralelo al cotidiano en el que entran y por allí transitan.
La película nos devuelve a otros filmes de los setenta y ochenta, de intrigas, organizaciones clandestinas, luchas a muerte inadvertidas para el ciudadano medio. Es se trama similar a la reciente Argo, con la que comparte el suspense, la intriga y la emoción.
Como curiosidad, Maya es el nombre de una divinidad, la madre del dios Hermes. Además, la podríamos clasificar en el grupo de las Amazonas, de las modernas amazonas. Si tuviéramos que pensar en cuál es el pecho que sacrifica para acertar mejor con el arco, temá legendario, podríamos pensar en su tenacidad, su obsesión, su renuncia a su vida personal e íntima, en el afán de conseguir su objetivo.
La película, de todas formas, es cruda, desagradable, dura, no apta para todos los públicos, y más si pensamos que la historia está basada en hechos reales y en el sufrimiento de muchísmas personas. 

2 comentarios:

  1. No he visto esta película ni tenía intención de hacerlo, pero tu interpretación me ha despertado el interés de verla desde ese punto de vista. Como siempre, clara y particularísima tu cinéfila visión. Gracias y saludos.

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  2. Hola, Ricardo. Gracias por tus comentarios. A mí me gustó la película, pero (te escribo ya pasada la entrega de los Oscars), se ve que a la Academia, quien quiera que sea eso (hay muchas influencias detrás de cada premio, ya se sabe), le gustó más Argo (completísimo artículo tuyo en Helleniká), que tienen un tema similar.
    Me faltó comentar algunos temas épicos más de la película, uno de ellos, el enfrentamiento entre "la" mejor de los aqueos-americanos, Maya, y su superior, Agamenón-oficial de la CIA en Afganistán. Otro tema épico, las renovadas fuerzas, la "cólera funesta", de Aquiles-Maya cuando conoce el final mortal de su compañera en un contacto con los enemigos, recuerda a la famosa venganza que pide Aquiles ante la uerte de Patroclo.
    A esas alturas de la historia, hemos regreso al mundo heroico de los antiguos, y la batalla internacional entre dos civilizaciones se convierte en un duelo singular, en un combate personal entre dos guerreros a cuál más feroz. Desde ese momento, parece que la suerte del enemigo está decidida y sólo es cuestión de tiempo.
    Como el noble troyano que se ve abandonado por la falsa Atenea, así el enemigo, invisible hasta ahora, huirá, aunque esté inmóvil, hasta que la cólera de Maya lo alcance.
    Claro, y siempre hay que ver el otro punto de vista, no olvidar lo que estamos viendo y las consecuencias desgraciadas a que han llevado.

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