lunes, 20 de septiembre de 2010

Origen: guiño al mito clásico

La última película de Leonardo Di Caprio contiene muchos temas literarios, filosóficos y científicos que dan para mucho, después de haberla visto unas cuantas veces. Una pequeña aportación, un sencillo guiño al mito clásico, lo encontramos en el nombre de la protagonista femenina, Ariadna, y en la forma en que es seleccionada para formar parte del equipo de ladrones de sueños: su afición por los laberintos, como se ve en una de las escenas entre Di Caprio y la actriz que encarna al personaje de Ariadna.

El tema del laberinto también lo podríamos conectar con el marco general de la película. La mente humana y, en concreto, el mundo de los sueños, se presenta como un complejo y difícil laberinto, donde hasta las nociones de tiempo y espacio pierden su valor. En el centro del mismo, en la capa más profunda, encontramos al célebre Minotauro, que no es, en este caso, otro monstruo sino el complejo de culpa del protagonista por la muerte de su mujer. Ariadna, como la otra Ariadna de Teseo, ayudará a Teseo-Di Caprio a enfrentarse a su monstuo particular y emprender de nuevo el camino a casa.