jueves, 22 de julio de 2010

Karavostamo


Aquel fue un dia completo, creo que era martes, y solo llevabamos en la isla desde el domingo. Fuimos a almorzar despues de las clases de la manana a un pueblo que todavia no se pronunciarlo, Karavostamo. Comimos muy bien, en una terracita debajo de la cual daba directamente el mar. A la entrada, como dandote la bienvenida al lugar, se secaban al sol ya avanzado del mediodia tres pulpos estirados. La senora de la taberna nos fue trayendo algo a reganadientes los platos que le pediamos, una ensalada (donde los tomates saben a tomate, los pepinos como nunca los habia probado, el queso feta y el oregano todo mezclado), saltziki, una crema de berenjenas, unos boqueronitos o algo parecido a la plancha buenisimos, unos pinchitos de cerdo, vino regular, Mythos la cerveza para acompanar, y alguna cosa mas, todo muy bueno.
Asi se nos paso la comida y la sobremesa, mientras oiamos las historias de uno de nuestros companeros, N., y mezclabamos el ingles chapurriado con el espanol y el griego, que es uno de los deportes favoritos en estas condiciones.

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