sábado, 26 de diciembre de 2009

slumdog millionaire y Edipo rey


La visión de la película es patéticamente espectacular, deslumbrante al mismo tiempo que desoladora. La imagen de la sociedad india a través de las vivencias de los tres pobres huérfanos en los calles y arrabales de Bombay dejan a cualquiera desolado. Incluso así, en la película hay belleza y humor, no llega a caer en un documento radical de denuncia social (que lo es), alternando imágenes fantasmagóricamente bellas, esto es, la visión de los inmensos basureros donde son capturados los niños, los paisajes por los que atraviesan los trenes en los que se cuelan de polizones los muchachos, junto con otros muchos viajeros, etc., con otras que cuentan directamente la miseria y el horror en el que vive un gran sector de la sciedad india.
En esto, y en otras cosas, la película recuerda a Ciudad de Dios, de F. Meiralles. Aunque ésta es aún más devastadora y el tema de la violencia no juvenil, sino infantil, es más terrible y desesperanzadora que Slumdog, comparte con ella el protagonismo de los niños huérfanos y abandonados en la calle. La película también recuerda al mundo de Oliver de Charles Dickens, sobre todo, tiene elementos de la picaresca, que van alternando con el cine de denuncia.


Sin embargo, algunos temas se pueden relacionar con el mundo clásico y Edipo, como los siguientes:


- la exposición de los niños recién nacidos.- aquí la exposición o el abandono no sucede en el momento del nacimiento, sino más tarde, cuando todos son niños. Jamal y Selim son una especie de Rómulo y Remo en una Roma del siglo XXI, la megalópolis de Bombay (aunque Roma también lo era), fundando una nueva sociedad o, mejor, redescubriéndola desde su cara oculta. Los dos hermanos, junto a la niña, están fundando la nueva India lejos de los organismos públicos, las instituciones, etc., que, como si en los comienzos de la sociedad preestatal estuviéramos, allí están ausentes y cuando hacen acto de presencia, no es sino para consolidar esta visión desolada y desasistida de las instituciones públicas (casos de la policía y el mismo programa de televisión)


- Edipo en ¿quiere ser millonario?: este concurso viene a repetir el mismo esquema de las adivinanzas, ya de tan larga tradición, desde los oráculos del mundo antiguo . Aquí nos recuerda, claro está, a la figura de Edipo y su acertijo de la Esfinge. Ahora bien, el concurso aparece en la película como un recurso narrativo para conocer la verdadera cara de la India, esto es, a través del proceso por el cual Jamal responde correctamente, se va descubriendo la verdad incómoda y de la que, parece ser, el mundo televisivo en el que transcurre el concurso permanece ajena. En esto nos recuerda también a Edipo.
- Edipo, el cazador cazado, a la búsqueda de la incómoda verdad: Edipo, una parodia grotesca y denigrante de él, pero quizás válida de algún modo, está representado por varios personajes, desde el presentador (ufano de su programa pero incómodo de que este don nadie vaya respondiendo bien una tras otra las preguntas), hasta, especialmente, el policía que lo interroga con su desalmado subordinado (aunque éste, cual Tiresias, barrunta la única posible verdad, “¿Y si realmente el chico supiera las respuestas sin haber hecho trampas?”). Cuánto más indaga en la búsqueda del misterio de Jamal, el enigma de cómo sabía las respuestas siendo un niño huérfano sin estudios, más se va encontrando con la terrible verdad de que es la propia sociedad india y su estado miserable la que le ha dado las respuestas de una forma rocambolesca. Es la mismisima y mísera sociedad india, encarnada en el policía como representante legal de ella, la que le ha proporcionado las respuestas al joven; ella es, la propia sociedad, tristemente, la verdadera soplona, la que le ha enseñado las respuestas y, al mismo tiempo, la que queda totalmente en evidencia ante el mundo. No queda sino, como también en Edipo, arrancarse los ojos.
- Los ojos: los ojos tienen un significado y un simbolismo tan enorme y universal que sería interminable mencionarlos. Los contextos sociales, literarios, artísticos en los que aparece también. Aquí podemos trazar un paralelismo entre la autoceguera provocada por Edipo (Edipo se clava sus ojos con unas agujas al conocer la verdad, que ha matado a su padre y luego ha desposado y tenido hijos con su madre), autoceguera sangrienta y violenta que simboliza, en cierto modo, la ignorancia en la que ha vivido todos estos años, orgulloso de sus proezas, y su inevitable sumisión a lo dispuesto por los dioses. En Slumdog, la secuencia de los ojos del niño es una de las escenas más violentas, miserables y penosas de la película (¿A dónde irán esos ojos?).Es lamentable pensar que tras esta escena se encuentra la criminal realidad. Podemos darle todo el significado que queramos, desde la autoceguera que la propia sociedad tiene, para la que los ojos no son sino pura y simple mercancía económica en manos de traficantes de órganos, hasta la denuncia social del tráfico de órganos que existe allí.
- el pie: los niños, símbolo de pobreza y total desvalimiento, andan descalzos durante toda la película. Las expresiones "corre, Selim, corre", nos recuerdan otra vez, en otro mundo y en una sociedad miserable y degradada, al héroe aqueo de más corta vida, al de los pies ligeros.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el artículo, se lo paso a mis alumnos de Referentes. Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  2. Fremín dijo: muchas gracias por el comentario, Ana.

    ResponderEliminar