En el comienzo de Gladiator (Riddley Scott) se ofrece una espectacular y muy gráfica demostración del sistema de combate de las legiones romanas. Predominaba el orden y la disciplina, ante todo. La táctica solía comenzar con los velites y el uso de armas arrojadizas de todo tipo, apoyadas en los distintos ingenios, muchos de ellos tomados de los griegos helenísticos (catapultas, onagros, balistas); en un segundo lugar, acometía la legión, organizada en tres líneas que se iban relevando a medida que avanzaba el combate y se agotaban las fuerzas; por último, estaba la caballería, aunque esta, en principio, no era un arma tan decisiva como podemos suponer. Para empezar, los antiguos no conocían el estribo (fue traído por los hunos), con lo que el combate a caballo era inestable.
Además, en el comienzo vemos cómo Roma hace para justificar la batalla, en la escena del mensajero devuelto sin cabeza. Ya tienen el argumento, tan conocido de ayer y hoy, de "guerra justa".
Además, en el comienzo vemos cómo Roma hace para justificar la batalla, en la escena del mensajero devuelto sin cabeza. Ya tienen el argumento, tan conocido de ayer y hoy, de "guerra justa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario