miércoles, 31 de enero de 2024

SORTES VERGILIANAE EN EL WESTERN: TRES PADRINOS (1948) -2-

 DE CUATREROS A PADRINOS

El giro radical del film, como ya se ha visto, se produce cuando los acosados forajidos se topan con el extraviado carromato en medio del desierto.

Allí conocen a la próxima madre, su delicada salud, el por qué de su abandono. Ella consigue el juramento de aquellos hombres de que van a proteger a su recién nacido. Pronto, muere la madre, se realiza un reverente entierro por los tres, y empieza ahora su nueva situación, marcada por la aparición inesperada del bebé.

Una vez padrinos responsables y gozosos del niño, se encuentran en una nueva e inesperada situación. Esta es la parte, aunque breve, más paródica y agradable del film, el ver que tres rudos pistoleros, azorados como cualquier novicia ante su retoño, se derriten al mismo tiempo ante una paternidad o maternidad inesperada.


¿Cómo van a criarlo? Kid, rebuscando en la maleta donde se guardaba toda la ropita y cosas necesarias para la cría de los bebés, se encuentra con el manual de cierto doctor Meechan, que les va a sugerir las primeras instrucciones, 

como la de untarlo con grasa, ungirlo, en referencia bíblica, cosa que hacen entre risas, abobados por las reacciones del infante. Es otro guiño, y gracioso y agradable, al relato del nacimiento, “Cristo” es una palabra griega añadida al nombre hebreo de Jesús. Literalmente significa “ungido, untado".

Que es lo que hacen, entre sonrisas ingenuas pero no irreverentes, los pistoleros con el niño. Tras haberles aparecido una lata, cual copa de aceite real, llena de la sustancia viscosa, el niño es ungido, es un bebé sagrado, un ser sagrado. la encarnación de la sucesión de la Vida, así, en mayúsculas.


 


UN RITUAL DE ADIVINACIÓN.

Después de los primeros ensayos como niñeras, llega la noche y los tres se encuentran sentados dentro de la carreta-establo, cuidando del niño que duerme. Arrobados, representación y remedo de los tres reyes, ya decimos. 


 

Arrobados, cuidan del niño que duerme. 


Kid está absorto en la lectura del libro de crianza, y Bob advierte.  

- Dentro de dos horas hay que darle la siguiente comida al pequeño

- Creo que deberíamos marcharnos, Bob, le interrumpe nervioso Kid.

- Eh, eh, tómatelo con calma y descansa mientras puedas, le responde  apaciguándolo.

Eh, eh, tómatelo con calma y descansa mientras puedas


Entra Pedro, que andaba fuera de la carreta.


- Estaba pensando …, empieza a decir Bob, más preocupado por el niño y su nutrición que por su salvación, y así siguen él y los otros hablando de las latas de leche condensada que le quedan para garantizar la comida del niño.

Kid, el lector, con el libro de puericultura, del que no se separa en ningún momento, apuntala:

- En el libro dice que el pequeño William tiene que echar un trago cada seis horas, traduciendo la nutrición de la crianza a la jerga borrachina.

- Lástima que el libro no diga cómo sacar agua del desierto en Arizona, exclama Bob realmente desesperado.

- ¡Ese libro no sirve para nada!, dice Pedro señalando a Bob y despotricando del libro de doctor. Mira entonces inquieto a su alrededor y halla lo que buscaba, el ejemplar de la Biblia encontrado en la maleta de la carreta. Un momento... Quizás nuestro señor haya escrito en la  Biblia lo que haya que hacer, dice mostrando el libro sagrado a los otros dos.


Pedro enseñando a Bob y William el libro de la Biblia.

- Bah, le responde molesto y airado Bob, y de un manotazo tira la Biblia a un lado.

de un manotazo tira la Biblia a un lado.


Pedro, que había tenido con reverencial trato el libro, es mejicano, el único de los tres, se asusta ante el sacrílego acto.

- No hagas eso, trae mala suerte.

- No digas tonterías, Pete. Dónde sacar agua, a dónde ir,  le replica descreído Bob. Puede que ahí diga de regresar a Mojave, donde nos acribillen, dice con sarcasmo, o a Apache Wells …

  • Quizás deberíamos largarnos de aquí en seguida, exclama Pete nervioso.

  • ¿A dónde?, exclama Bob irritado. ¿A dónde iríamos? Por el norte, hacia el Cairo, por el noroeste, hacia Damasco, al este hacia Nueva Jerusalén…, se burla Bob. Noventa y siete kilómetros en esas condiciones, y con ese crío. ¡No me vengas con tus tonterías de la Biblia!


Y sigue encrespado con su parlamento agrio.

  • Ya habría burlado a ese comisario si no hubiera sido por el crío …


La desesperación de Bob va en aumento Se arrepiente de todo lo que han hecho desde que se encontraron con el carromato, y también reniega de haber salvado al niño.

Pedro no admite esto, y la situación entre ambos se encrespa y se insultan.


  • ¡Asqueroso ladrón de caballos!, le espeta de mala manera Bob, poniéndose en pie

  • ¡Yo ladrón de caballos!, responde Pete sacando el revólver.

  • ¡Ladrón de caballos!, sigue repitiendo Bob

Los dos ya se encuentran de pie, con las pistolas desenfundadas y malencarados, cuando se levanta Kid también y el niño, despertado por los gritos, empieza a lloriquear asustado.

El llanto del niño tiene un efecto balsámico, de inmediato se acaba la disputa.

Pedro cambia la pistola por una sonaja y la agita ante el bebé, que se va calmando. Una música suave, coral, en susurros, arropa la escena en el interior del carromato. Se encuentran mal iluminados, sólo un pobre haz de luz los alumbra desde el techo de lona. Entre la poca luz, la oscuridad y las sonajas de Pedro, de pronto aquel lugar se ha convertido en un lugar mistérico y .

Es claro que la escena se ha recompuesto para causar esa impresión.


SORTES VERGILIANAE EN EL WESTERN: TRES PADRINOS (1948) -1-

 SORTES VERGILIANAE EN EL WESTERN: TRES PADRINOS (1948)

Como siempre, todo ocurre de casual, cuando uno menos se lo esperaba y en muchas ocasiones, viendo un programa de cine CLÁSICO, que, en la parrilla actual en abierto se ha producido una clonación, pues al clásicos de los uno le ha salido un clon, Classics, para diferenciarse, la noche de los viernes.. 

El clásico de que trataba en esta ocasión, lunes, … de enero del recién estrenado 2024, era LOS TRES PADRINOS, THREE GODFATHERS, película de 1948, del inefable John Ford, o John Ford John Ford John Ford, que decía O. Welles cuando le preguntaban por los tres mejores directores de la historia del cine.




SINOPSIS DEL FILM.

Tres forajidos de medio pelo, Robert Marmaduke Hightower, alias Bob, William Kearney, alias Kid, y Pedro "Pete" Fuerte, llegan a Welcome, un pueblo caluroso y polvoriento de la desértica Arizona, con intención de asaltar el banco. Una vez robado el dinero, huyen rápidamente a caballo. El sheriff forma una cuadrilla y sale tras ellos, convencidos de su captura. Hallándose en plena zona desértica, se apostan en la primera fuente de agua, ante lo cual los tres forajidos deben tomar ruta hacia un segundo manantial.

El calor es agobiante, la sed hace estragos, y la huida se les complica. Cerca ya del segundo manantial, se tropiezan con un carromato solitario de colonos, sin caballería. Dentro se encuentra una mujer, sola, asustada y a punto de dar a luz. Sabedora de su situación final, la madre les hace adquirir el compromiso de cuidar de su recién nacido hijo, y salvarle la vida.

A partir de ese momento, la vida de los forajidos cambia totalmente, el objetivo ahora será ése precisamente, cuidar y salvarle la vida al indefenso y frágil bebé, aún a riesgo de su propia huida. 

La cuadrilla contumaz y vengativa del sheriff los acosa, y en un último esfuerzo, hacen una travesía a pleno desierto, ya muy debilitados, para llegar a Nueva Jerusalén, la ciudad en la que se creen salvados. 

Sólo llegará como superviviente uno de ellos, que aparece exhausto, ya de noche, en la cantina del pueblo de Nueva Jerusalén. Allí se está celebrando precisamente el día de Navidad. En seguida los de allí se hacen cargo del niño, que finalmente consigue sobrevivir gracias al sacrificio de sus padrinos-pistoleros.
REPARTO.

LOS TRES PADRINOS-FORAJIDOS

John Wayne Robert Marmaduke Hightower, Bob

Harry Carey Jr. William Kearney "The Abilene Kid", Kid

Pedro Armendáriz Pedro  Fuerte, Pete.


Mildred Natwick Madre


Ward Bond Perley "Buck" Sweet, el duro y perseguidor sheriff.

LA SACRA NATIVIDAD EN VERSIÓN WESTERN.

Por lo que se ve, es un film con clara relación con el nacimiento del niño divino, cosa en principio bastante insólita. Un western que, aparente y más que aparentemente, no creaba muchas expectativas para los seguidores de este ya clásico género.

Porque, ¿a quién se le va a ocurrir hacer un western, un western de los de verdad, como ya anunciaban los créditos y las referencias previas, con J.  Ford de director, el arquetipo de pistolero J. Wayne como protagonista y, a continuación, toda la troupe con la que el divino y discreto tuerto del cine, W. Bond, H. Worden, B. Johnson o M. Natwick, se embarcaba en sus proyectos fílmicos, a quién se le ocurre, repetimos, con todo este ilustre y bregada compañía,  desarrollar un western introduciendo en él un episodio sacro como el de la Natividad?


Sí, eso, ¿quién se atrevería a plantar en el seno del género del western más clásico uno de los episodios más trascendentales del legado bíblico, el nacimiento del niño divino? Pues el mentado anteriormente, el retriplicado John Ford John Ford John Ford, casi que el forjador del propio género..

Las peripecias acontecen, precisa y lógicamente, en las vísperas y se rematan en el día de Navidad o Natalidad. Por lo tanto, JF hace una traslación y una reubicación del sacro relato bíblico de la Natividad, llevándolo de modo insólito y camuflado, al mundo del western, con sus claves y características propias de este género. 

De esta forma, los tres así llamados padrinos son un remedo, una copia “a lo western”, en fin, sucesores inverosímiles de aquellos otros personajes de la Navidad, los tres Reyes Magos de Oriente.

El film de Ford es un remake


En concordancia con el género, el niño, el recién nacido, no vendrá al mundo en una gruta o establo, calentado por una mula y un buey, y recibirá la adoración de los magos y los pastores.

En lugar del mísero y humilde establo, la natividad se produce en el seno de un carromato de colonos, también mísero y humilde, abandonado y errabundo desde hacía días, extraviado en el trayecto desértico de su frustrada ruta.

Los tres reyes magos, lejos de ser sabios y venerables astrólogos, son tres infelices y malhadados forajidos, asaltabancos del tres al cuarto.

El oro, el incienso y la mirra, los regalos, podrían ser la maletita donde la infeliz madre guardaba previsoramente la ropita, comida y un manual de puericultura.

La desgraciada madre, como la María virgen, es esa mujer colona del este, abandonada y desolada en el momento más delicado de su vida.

Del lugar que ocuparía san José, se encuentra el esposo, ausente, del que solo oímos decir con rabia de su inexperiencia y estupidez, de consecuencias desgraciadas.

La estrella de Belén es, según KID, una estrella brillante, una estrella más que luce en el cielo, y él cree que es la misma que indicó el camino a los magos de Oriente.

Los tres forajidos son perseguidos, casi con saña, por el sheriff de Welcome Perley Sweet, así como los recién nacidos en el relato bíblico por el rey Herodes. Parece raro, por tanto, el cambio tan radical que experimenta el sheriff cuando reconoce que el niño salvado es el hijo de su sobrina desaparecida.

Que el niño que nace en Belén es el mesías esperado, lo sabemos por el propio nombre de Jesús, Cristo, que significa “el ungido”. Una de las primeras cosas que hacen los forajidos siguiendo el manual del dr. Meechan, es embadurnar con la grasa de una lata que encuentran entre el bagaje de la carreta.

El ángel del Señor les dice a José y María que huyan con el niño a Egipto, hasta la muerte de Herodes. Los tres cuatreros huyen, sí, por no ser capturados, pero, sobre todo, por salvar al niño. Y se dirigen al pueblo montañoso de Nueva Jerusalén.


ALGUNOS PARALELISMOS ENTRE LA HISTORIA BÍBLICA Y EL FILM.


LA HISTORIA BÍBLICA ----- TRES PADRINOS

gruta o establo

carromato

tres reyes magos

tres forajidos

el paisaje desértico de Oriente

desierto de Arizona

oro, incienso y mirra

maletita 

María virgen

madre colona

san José

esposo ausente

estrella de Belén

estrella más en el cielo de Arizona

persecución de Herodes

persecución del sheriff Sweet

Cristo el ungido

embadurnado con grasa

huída a Egipto

huída a Nueva Jerusalén

profetas, oráculos

Kid en trance

la revelación religiosa

la revelación de Kid



Es decir, y como en otras varias de sus películas, un argumento de esta manera, aparentemente simple e ingenuo, lo convierte el director en un film que va aumentando en intensidad y tono dramático, alcanzando incluso, podríamos decir, un clima de cierta religiosidad camuflada que, introducido de poco en poco, alcanza cierta intensidad dramática.

El ejemplo más patente de este tono sagrado y existencial es la travesía final hacia Nueva Jerusalén, auténtica y desesperada travesía del desierto, la de los tres padrinos. El desierto, omnipresente, que nos devuelve también al mundo bíblico, los deja exhaustos, sedientos, al límite de sus fuerzas y sacrificando sus vidas, por resguardar y salvar al niño bendito, fieles al compromiso, paradójicamente adquirido, de unos forajidos. 

De simples e infelices cuatreros de medio pelo y amorales, han pasado a convertirse casi en beatos o santos más propios del género hagiográfico, redimidos por su misión de su extraviada vida anterior.



Pero, claro, el arte del director nos introduce el relato bíblico, a nadie engaña, claro es, camuflado en un relato de un western clásico con los rasgos propios del género. Así, asistimos al acontecimiento de la sagrada Natividad en la plena realidad extrema y polvorienta de un film de pistoleros.


Parece un relato hagiográfico, los últimos días de la vida de tres mártires anónimos, no creyentes, que caen en fe ante la inesperada tarea que la vida le interpone en errática existencia, esto es, salvaguardar la vida de un recién nacido, un bebe divino.

El director, contando con la evidente referencia al relato bíblico, que en absoluto, es más, lo muestra a las claras, introduce lenta y en paralelo algunos asuntos y temas del episodio sacro, transmutados en su nueva apariencia fílmica, para asimilarse a un género de rasgos perfectamente definidos como es el western.

 

Ya en la mitología clásica, y en otros episodios, por mencionar otro paralelo, y prolongar la recurrencia de este tema, nos encontramos a los divinos Curetes, los protectores y guardianes del retoño Zeus. Nacido a escondidas en la isla de Creta, lo protegen del voraz Cronos, armando tumultos y danzas frenéticas para que nadie pueda oír sus potentes llantos y ser localizado.


los danzantes Curentes, armando tumulto para proteger 

la existencia del niño Zeus.


remedo dramático, en pleno desierto del far west, de la adoración de los reyes 

ante el niño, con la madre fallecida, y el padre desaparecido con anterioridad.