miércoles, 27 de noviembre de 2024
domingo, 3 de noviembre de 2024
lunes, 21 de octubre de 2024
AQUILES VS. IRVINE, TROYA Y EL EVEREST: UN PIE PARA LA GLORIA.
El cronista que da la noticia en EL PAÍS, lo hace iniciando el artículo con la simbología aparejada al miembro inferior humano, y su relación desde siempre hasta con la misma mitología.
No en vano, y evita seguir por tan prolijo mundo, cita en este comienzo al legendario Aquiles, el héroe de Troya. Su apodo más característico, y el elemento por el que era identificado, tanto en su vida, como en el momento de su caída, era precisamente sus pies.
Aquiles enfrentado a Héctor.
El epíteto o frase con el que más se le reconoce y reclama es el de
Aquiles, el de los pies ligeros,
Ἀχιλλεύς πόδας ὠκύς ...
Y, como Aquiles, por eso lo dice el artículo, muchos héroes o episodios de la mitología clásica, en la que los héroes vienen señalados o identificados por sus pies.
No seré yo quien niegue la relevancia de los pies en nuestra consideración de los héroes. Ahí están sin ir más lejos los de Aquiles.
En la escena de reconocimiento de la tragedia, el campesino qe lo hizo, obligado, recuerda precisamente este hecho, el de la clavija en los tobillos. Y es cuando se descubre la verdadera identidad del aveturero, y luego coronado rey, Edipo.
En el caso del malaventurado escalador, no se trata ya, aunque tintes para eso tiene, no se trata de una literaria escena de reconocimiento o anagnórisis, cual Edipo y, a su modelo, tantas múltiplesescenas de ese tipo recurrentes en la literarura popular. Aunque la identidad del escalador se conoce por una bota del pie, donde aún se mantiene el calcetín, es allí donde se revela la identidad oculta de un personaje.
Pues en el borde del desgraciado y lanudo calcetín montañero se leen, todavía claras, a pesar de los lustros, y seguramente gracias a las bajas temperaturas, se lee bastante bien el nombre de su portador y poseedor.
Irvine. IRVINE en mayúsculas.
Se trata del desaparecido desde hace lustros, junto con Mallory, del desventurado escalador, del que nunca se supo qué sucedió.
Hasta ahora.
De tal manera queda aclarado así, sin ninguna indagación deductiva, por otra parte, el poseedor de la prenda. Irvine, el compañero de cordada del legendario y malogrado alpinista Mallory.
El año de su desaparición, 1924, se encontraba en la cumbre legendaria, junto con Mallory, intentando alcanzar la cumbre. Desaparecieron en el transcurso de la ascensión, y desde entonces no se ha sabido nada y ha quedado en la duda, al parecer, si llegaron o no a alcanzar la cima. En cuyo caso, la gloria montañista pasaría del reconocido alpinista, E. Hillary, a estos dos, Mallory e Irvine, desafortunados escaladores.
bota
Un pie, elemento de siempre simbólico, a la vez que miembro fundamental y funcional del cuerpo humano, revela su función de identidad e identificación para resolver, aunque con todo se sigue sin saber, uno de los misterios sin resolver en el mundo del montañismo de leyenda.
En este caso, la identificación del pie, con el calcetín y la bota, sirve para otorgar la siempre perseguida gloria heroica, y otorgar como legítimo merecedor de ella al escalador que hizo cumbre por primera vez en la cima del mundo.
mtv, pie-gloria.
domingo, 13 de octubre de 2024
martes, 8 de octubre de 2024
el muro tapia derruido en septiembre
De repente, todo cambiò, se arrambló con aquello y desapareció, como una visión ilusoria, lo que durante años llevaba fijado en las miradas de los que por allí pasaban.
En unos meses ya nadie recordaría lo que había allí.
Un muro, una tapia, lustros ocultando sus entrañas, quedò abatido y derrumbado cierto dìa de septiembre de este año en curso, sin previo aviso para el inadvertido viandante, sin ninguna nota previa, sin un simple adiós.
Lo que vivía y existía tras aquel largo y prolongado paredón se mostrababien visible ahora. Como un telón que cae, a la vista de todos estaba aquel espacio, aquella huerta que permaneció oculta durante dècadas a los ojos ajenos, dormitando un sueño suyo y particular.
lunes, 7 de octubre de 2024
LA VILLA,2
Un día y de repente para el desdibujado paseante, pero merced a denodados esfuerzos de algunos próceres, llegó a aquel lugar lo que era la confirmación y sospecha de que el letargo decadente y despegado de la villa ocultaba un brillo latente no reconocido. Una condecoración, un título, un reconocimiento, el merecido reconocimiento, ya de tanto tiempo olvidado, por fin, había llegado a aquel lugar.
lunes, 30 de septiembre de 2024
SAFO en A THOUSAND YEARS, by Christina Perri: SINTOMATOLOGÍA DEL AMOR.
martes, 24 de septiembre de 2024
Una vívida Gaugamela en la novela de Ch. Cameron, El dios de la guerra. (1)
Una vívida Gaugamela en la novela de Ch. Cameron, El dios de la guerra. (1)
INTRODUCCIÓN
Con el título que da C. Cameron a su novela, El Dios
de la guerra, podemos suponer la perspectiva más bien bélica con la que
se va a retratar al personaje de Alejandro Magno y el énfasis que le va a dar a
los aspectos militares sobre los otros. Además, nos lo va a presentar, como fue
en realidad la compleja personalidad del rey, en los dos aspectos, el divino y
excelso, pero también el sombrío y oscuro, que caracterizaron la compleja vida
y personalidad del rey macedonio, ser que ha entrado de pleno en la vida
legendaria.
Siguiendo el recurso de muchas novelas histórica, Yo,
Claudio, sin ir más lejos, y, en el personaje que nos ocupa, sobre la
materia de Alejandro Magno, el autor nos presenta a un narrador en primera
persona, nada menos que su hetairos y Compañero de batalla, el general, y
posterior diádoco διάδοχοs, amén de faraón de Egipto y fundador de la dinastía
Ptolemaica, Ptolomeo (pero Tolomeo, así lo transcriben en la
novela, sin la P- inicial). Ha pasado a la historia como Ptolomeo I Sóter,
Πτολεμαίος Σωτήρ, «El Salvador»; entre 367 a. C.- 282 a. C.
En esto coincide con el Ptolomeo narrador de la novela de S.
Pressfield y, desde luego, en la figura de Anthony Hopkins, en el
excelente film de O. Stone.
La novela narra la vida y hazañas de Alejandro, sus campañas
militares, fundaciones y su mirada visionaria, haciendo énfasis en sus éxitos
militares, de ahí el título El dios de la guerra.
Sin demorarnos más, nos referiremos al relato de Gaugamela
que encontramos en sus páginas. Tolomeo nos relata con verosimilitud, pues
vivió en primera fila la vida y campañas del rey, los acontecimientos y el
desarrollo de la batalla como un milites más, que debe luchar por su
vida pues aparece inmerso en la refriega directa del encontronazo bélico.
No hay ni recurre a emisarios y mensajeros, como en otras
novelas, y como se sabe que existían, que pasaran información de lo que ocurría
en otros lugares.
Reconoce, pues, dentro irremediablemente en el infierno
caótico del combate, y lo hace a cada momento, refiere que no alcanza a ver lo
que ocurre más allá del lugar donde se encuentra.
Para suplir esta limitación, Tolomeo recurre a diversos recursos
para contarnos lo que ocurre en otros lugares, si fuera el águila de
Zeus o un dron, actualmente, capaz de ver lo que estaba sucediendo en
uno u otro lugar de la batalla.
El águila
sobrevuela las formaciones, en el film de O. Stone
Esto lo puede hacer porque, desde el comienzo de la novela,
nos encontramos a un entrado en años Ptolomeo recordando y contando, en unas memorias
retrospectivas que dicta al tiempo de la novela, lo que ocurrió en sus años
junto a Alejandro y, en concreto, en lo que ocurrió allí, en Gaugamela,y ya
cuenta con el conocimiento global.
Pero, al mismo tiempo, como decimos, nos relata el encuentro
bélico en una primera persona de un Tolomeo guerrero y militar, inmerso
plenamente en la batalla, de forma directa, al instante y vibrante.
En relación a Alejandro, su Compañero, amigo y líder, su
admiración, no exenta de crítica, lo hace equiparar, por la fuerza y arrojo que
emana, con un dios, con el dios de la guerra por antonomasia, el furibundo Ares.
Tal es como se muestra el rey en batalla. De ahí el título de la novela, y el
retrato belicista del rey. Hijo de Zeus no era, era una divinidad, Ares, piensa
Tolomeo que en verdad así fue Alejandro, admirado.
Sin embargo, y como luego veremos, el protagonismo y el
éxito de la batalla no recaerá precisamente en el rey. Otro militar, el
hetairos y Compañero Nicanor, en esto semeja a El Libro de Alexandre,
le robará el protagonismo al encabezar éste la carga definitiva contra Darío.
Pero hasta aquí llega su fugaz papel. A continuación, y como
lo ha venido haciendo casi desde el principio, las acciones bélicas y heroicas
las protagonizará el propio narrador de la novela, Tolomeo. Él mismo, ebrio por
el combate y la lucha, sin darse cuenta avanza entre la soldadesca hasta
toparse sorpresivamente junto al carro real del rey Darío.
Al tiempo que protagoniza la narración, nos cuenta las
andanzas del rey macedonio en la batalla. Y, por último, es fiel testigo de la
decisiva irrupción del rey y su caballería, en persecución de un rey Darío que
ya había huido momentos antes de que se produjera el enfrentamiento real entre
ambos.
Resalta, especialmente, la detallada y documentada
descripción del despliegue hacia la derecha de Alejandro y su
caballería, y la decisiva carga contra Darío. En esto entra con mucho en un
relato mucho más desarrollado de lo que se suele narrar en las otras
novelas. Hemos de suponer en este autor conocimientos profesionales militares
para alcanzar ese grado de verosimilitud y realismo.
jueves, 15 de agosto de 2024
domingo, 11 de agosto de 2024
lunes, 5 de agosto de 2024
FINAL EN ABRUPTO DE GAUGAMELA: ALEJANDRO, DE HAEFS, 1993 (y 4).
LA PERSECUCIÓN. PARMENIO.
Haefs da detalles realistas que contrastan con las versiones más novelescas y espectaculares de la batalla. En el caso de la persecución relata que ésta no se produce inmediatamente, pues era evidente que no había oportunidad en ese momento, el combate seguía en activo, pues la mayoría de los persas no conocían el abandono del Gran Rey.
Los hetairoI, con Alejandro a la cabeza, no persiguieron al fugitivo Darío; la situación era todavía demasiado confusa para ello…
En eso, apareció el mensajero de Parmenión pidiendo ayuda urgente, puesto que la falange estaba a punto de derrumbarse.
La documentada y al tiempo crítica narración de Haefs se muestra patente en la ya asentada atribución a Parmenio del fracaso en la persecución. De una forma palmaria y totalmente lógica, la descarta por imposible. En esto coincide con la crítica académica y los historiadores, que rechazan esta culpabilización del viejo general. menciona incluso la fuente de tal atribución, Calístenes.
Calístenes escribió más tarde que Alejandro lo estuvo persiguiendo y que mucho se enfadó por haber sido retenido luego por Parmenión. Pero ¿cómo podía un mensajero alcanzar a galope al rey, que también iba a galope, y hacerlo en medio de racimos de persas empeñados en huir y a tiempo para que pudiera acudir en ayuda del estratega?
Y con esta persecución que, por otra parte, sí que se produjo, aunque al parecer no con Alejandro al frente, es decir, con esta definitoria crítica de las fuentes, concluye bruscamente la batalla y el relato.
A continuación, un doble espacio deja lugar a un nuevo párrafo donde Ptolomeo, un mes después y ya en Babilonia, aún seguía oyendo los gritos y sufrimientos de aquel terrible combate, y que no se podía quitar de la cabeza.
Relato no breve pero condensado, más bien sobrio en su desarrollo, pues, éste que nos presenta G. Haefs sobre Gaugamela en su Alejandro. Ha preferido seguir a Arriano como guía, antes que a los más literarios Curcio o Dioniso, y sus escenas, aún manteniendo la tensión, no buscan la emoción y evitan la espectacularidad y las imágenes impactantes.
Por otra parte, pone en boca del narrador, haciendo cómplice al público, de las otras versiones de los hechos ocurridos, y rebate casi de forma intertextual aquellas opiniones que le parecen erróneas. El caso más evidente es el de Parmenio,totalmente rehabilitado.
EL INFORME DE PTOLOMEO DE GAUGAMELA EN G. HAEFS (3).
EL ATAQUE AL CAMPAMENTO DE LOS BAGAJES.
Haefs cita este movimiento táctico de la caballería de maceo, pero elimina el ataque y se olvida del episodio del rescate de la familia real en el campamento. Según narra, antes de llegar al campamento macedonio, la caballería de Maceo es rechazada por esa engañosa y audaz falange macedonio, la que se desdoblaba para encarar al enemigo que la envolviera por su retaguardia.
El flanco derecho de los persas, a las órdenes de Maceo, avanzó con el fin de envolver el ala de Parmenión, pero allí estaban las tropas ligeras que formaban una especie de gancho y que pararon el primer choque. Las unidades persas se abrieron paso por entre la falange, rompieron incluso la segunda línea, llegaron al campamento de los carros y fueron cercadas y aniquiladas por los mercenarios.
Desde luego, en el papel de esta falange desdoblada por la retaguardia, Haefs demuestra estar documentado y seguir los trabajos de los académicos en cuanto a su valor estratégico.
En verdad que en el relato queda en nada este acto bélico que,ya decimos, contiene sus episodios noticiosos también.
LA BRECHA, LA OTRA AUDACIA DE ALEJANDRO.
Se centra Haefs, pues, en el golpe de mano estratégico sobre la brecha creada en torno al centro de Darío, que es lo que decide la batalla. Lo relata con detenimiento y claridad. describe el papel importante de los hipaspistas, tropas de infantería camufladas por el polvo y que acompañaban a la caballería, sin que los persas lo advirtiesen. Recuerda Alejandro iba al frente y que su formación era en cuña.
… los hipaspistas siguieron a la caballería de hetairoi, que formaban una cuña a las órdenes del rey. Galoparon para adentrarse en la brecha que se había producido por el amplio avance de los hombres de Beso.
Y … la segunda audacia de Alejandro, la decisiva y también la más arriesgada, …
Mediante las flechas y las lanzas, hizo que el ataque de los jinetes acorazados se desplazara un poco hacia un lado y envió a su encuentro a los jinetes mercenarios, … Éstos fueron dispersados y repelidos; en ese momento aparecieron, …, los peonios; y cuando éstos ya no podían sostenerse, otro grupo de jinetes … se sumaron los arqueros y lanceros … Entonces se produjo una brecha en el sitio donde el flanco izquierdo de los persas tocaba el centro comandado por Darío.
EL ICÓNICO CARA A CARA DE ALEJANDRO Y DARÍO.
En este punto, el autor reproduce la estampa que ya ha pasado a la historia, una vez reflejada en el mosaico de Issos. Un Alejandro envalentonado que se enfrenta a un acobardado y aterrorizado Darío, quien no se esperaba encontrarse tan bruscamente a la caballería junto a su carro.
Por un momento, Ptolomeo creyó divisar, en medio de la locura y del griterío, el rostro del Gran Rey desencajado por el miedo, ver cómo la cara petrificada de su alteza real se descomponía en un gesto de asombro, estupor, susto y finalmente de terror. Porque sus inmortales morían aplastados por la cuña de la caballería de hetairoi.
HAEFS OLVIDA LA JABALINA
Con el apoyo de Ptolomeo, que hace las veces de narrador en primera persona en el inmediato fragor de la batalla, el momento épico y espectacular de la jabalina se evita y no se relata.
En esto se ve quizás la mayor fidelidad del novelista a las fuentes, a Arriano concretamente, y que atribuye el acto de la jabalina a un recurso más literario que histórico.
Recurre, como decimos al general Ptolomeo, narrador desde dentro de la batalla, para hacer evidente esta omisión.
Era como si los ojos de Alejandro combatieran con los de Darío, el cual estaba de pie y casi al alcance de la mano en su carro de combate dorado.
Aquí parece recurrir a unos primeros planos muy gráficos, recuerdo del mosaico y que se reproduce en los films. Darío se muestra desarmado, no como en otros autores, y la mención al dorado de su carro parece desmerecer su condición guerrera y de líder.
LA HUÍDA DEL GRAN REY.
Darío, temeroso, viendo desbaratado parte del ejército, y temiendo ser capturado, huye con parte de su guardia personal. Alejandro sale tras él.
Luego, los jinetes persas volvieron a formar una barrera entre ellos; y cuando Ptolomeo … volvió a alzar la vista, Darío dio media vuelta con el carro y emprendió la fuga.
Sigue Haefs, como decimos, a Arriano, y no se para en detenerse a relatar las condiciones reales, entre comillas que pudieron darse en ese momento.
Ya se ha comentado que la huida no fue tal, desde el punto de vista de los historiadores propersas, que se trató de un movimiento táctico, ec. nada de esto le parece digno de relato a Haefs. Toma la versión de Arriano, según parece, y nos muestra la estampa de un Dario asustado y cobarde que huye sin dignidad.
Cierto es que, al mismo tiempo, renuncia a mostrarnos a un Alejandro exultante y pletórico que arroja la épica jabalina.
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Fábulas de Esopo analizadas y traducidas por la profesora Clara Álvarez. Esopo, 221: Zeus y la serpiente. from Clara Álvarez la ra...
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Me hallaba en un aula, viendo por enésima vez Gladiator , en nuestra opinión la mejor película de romanos hasta la fecha, habrá que ...