sábado, 30 de septiembre de 2023

RELATO CONTADO POR UN MUERTO: IFIGENIA ENTRE LOS TAUROS (cont.)

Relatos que utilicen el llamativo efecto de que son narrados por algún fallecido, utilizando ese recurso de por sí sorpresivo, son conocidos de siempre y utilizados por la narrativa como elemento efectista que es.  

Con los años de uno, recuerdo un relato leído en clase por un compañero de instituto, ya apuntaba maneras pues terminó de profesor de Lengua y Literatura, escritor, doctor, … El precoz alumno creó un relato breve narrado precisamente por un recién fallecido, que relataba con ironía y desde las alturas, su propia ceremonia de entierro.

El relato nos lo leyó en clase nuestro profesor de Lengua y Literatura de aquel curso, M. M., en aquel INB más un número, que era como se denominaban los centros de Secundaria de entonces. Eran los años de la Transición. Poco después, se le rebautizó con el nombre de un ilustre prócer, que todavía mantiene. El profesor, plenamente seguro de que era un texto sugerente y de recomendable lectura, ya decimos, lo contó un día de aquellos. Se llevó un premio, esos premios de instituto que se hacían, se siguen haciendo, para fomentar la actividad creativa entre los chicos de entonces.

Releyendo varias veces el prólogo de IFT, me saltó a la vista algo que estaba claro y obvio desde un principio, pero por tan manifiesto que era, no le llamó la atención a uno hasta ese momento. 

Y es que, a no ser que no supieras la historia de la joven hija de antemano, cosa imposible por otra parte, pues la identidad y la cultura nacional de los helenos residía precisamente en la comunidad de cultura, que incluía y principalmente, el conjunto de relatos y leyendas, compartidos por todos, y que los diferenciaba de la comunidad exterior, los otros, los barbaroi..

Porque todos sabemos que Ifigenia es salvada milagrosamente, in extremis, del sacrificial ritual al que estaba predestinada por la diosa ärtemis. En efecto, sobrevolando el éter y llevando una cierva, la sustituye en la pira en el último momento, y salva a la joven.


Es por eso que no llama la atención esas sus palabras cuando ella misma, rediviva, nos dice en el verso 8 del prólogo, nos informa de que fue asesinada.

Si no participáramos de la comunidad helena de mitos y relatos, enseguida nos saltaría el piloto automático. ¿Cómo? ¿La asesinaron hace tiempo, y está, ahí y ahora, viva contándonos tu historia? Entonces, ¿cómo se entiende esto? ¿Es un zombie, una aparición? 

Uno se evita el sobresalto, porque ya conoce el antes y el después de la historia de Ifigenia. Tampoco es para tanto, se trtaría de una licencia literaria, es literatura, lógicamente, ya se aclarará.Pero, visto como un desconocedor del asunto de Ifigenia, salta a la vista que quien te está hablando al comienzo de la tragedia es una aparición espectral, alguien del otro mundo, un fantasma.

Como siempre, cogemos algún tema o asunto, y lo estiramos, hasta que nos encaje en lo que queremos, forzando las cosas. En fin.

Porque enseguida una situación similar, además de célebre y reconocida y hecha con tal maestría, es la del célebre film Sunset Boulevard, El crepúsculo de los dioses, en versión española.

El comienzo y que da el tono a toda la obra melodramática, es la imagen de un cadáver flotando boca abajo en la piscina de una mansión de Hollywood. Y una voz en off que enseguida nos damos cuenta de que es el mismo cadáver quien nos habla, y quien nos va a acompañar desde entonces a reconstruir la historia de su vida y el enigma de su cuerpo flotando como un pedazo de maders, boyando insensible en las aguas grisáceas de un privilegiada piscina.

En este enlace se puede ver el famoso, y memorable e irónico, comienzo del film, con la voz en off del cadáver introduciéndonos en su historia.

https://www.youtube.com/watch?v=T30YnAwgjtU&ab_channel=ALWVEVO

El comienzo de Ifigenia es el siguiente,donde el autor nos dice a los pocos versos que ella que está narrando la historia, es una aparición, alguien que ha muerto:

IFIGENIA. —, vv. 1 ss.

Cuando Pélope, hijo de Tántalo, marchó a Pisa 1

con veloces corceles, desposó a la hija de Enómao,

de quien nació Atreo. Los hijos de Atreo

fueron Menelao y Agamenón, 5 y de éste y

de la hija de Tindáreo nací yo, Ifigenia.

 

Πέλοψ ὁ Ταντάλειος ἐς Πῖσαν μολὼν 1

θοαῖσιν ἵπποις Οἰνομάου γαμεῖ κόρην, 

ἐξ ἧς Ἀτρεὺς ἔβλαστεν· Ἀτρέως δὲ παῖς 

Μενέλαος Ἀγαμέμνων τε· τοῦ δ᾽ ἔφυν ἐγώ 

τῆς Τυνδαρείας θυγατρὸς Ἰφιγένεια παῖς, …

 

Hasta aquí, es la presentación con la filiación genealógica de la protagonista. Es decir, Ifigenia, hija de Agamenón y Clitemnestra, del linaje de los Tantálidas de Argos-Micenas. en los versos siguientes es cuando se identifica como una fallecida, víctima de un cruel sae infame sacrificio:

 

a la que, en los pliegues ilustres de Áulide, 

junto a las corrientes que revuelve el Euripo 

cuando riza el mar azul oscuro con espesas brisas, 

sacrificó para Ártemis, por causa de Helena, 

según se cree, mi padre, 10 

                              

ἣν ἀμφὶ δίναις ἃς θάμ᾽ Εὔριπος πυκναῖς 6 

αὔραις ἑλίσσων κυανέαν ἅλα στρέφει, 

ἔσφαξεν Ἑλένης οὕνεχ᾽, ὡς δοκεῖ, πατὴρ 

Ἀρτέμιδι κλειναῖς ἐν πτυχαῖσιν Αὐλίδος.

 

Por tanto, salvando lo insalvable, esto es, que quien ve a Ifigenia no sabe que ella es salvada en el último momento de la pira sacrificial, el comienzo de esta tragedia, y hasta que nos lo desvele, que lo hace en seguida, nos revele esa extraña situación de una muerta hablándonos como viva, en unos pocos versos la tragedia mantienen la ficción del relato escrito o narrado por un muerto.

 

        ... Cuando llegué a Áulide —¡pobre de mí!— me pusieron 

sobre una piray me iban a matar a espada. 

Pero Ártemis me arrebató,

y entregó a los aqueos una cierva en mi lugar. 30

 

ἐλθοῦσα δ᾽ Αὐλίδ᾽ ἡ τάλαιν᾽ ὑπὲρ πυρᾶς 

μεταρσία ληφθεῖσ᾽ ἐκαινόμην ξίφει· 

ἀλλ᾽ ἐξέκλεψεν ἔλαφον ἀντιδοῦσά μου 

Ἄρτεμις Ἀχαιοῖς, 29

 

En verdad, es una secuencia breve, y si no como recurso extenso, si tiene el valor efectista de ese comienzo del relato contado por el propio muerto. Además, encaja bien con el ambiente misterioso, enigmático y fabuloso en el que transcurre la obra, y hacia la que Eurípides fue evolucionando en algunas de sus obras, de corte más novelesco que trágico.

Así y todo, es un recurso narrativo del autor, es decir, primero, de forma abrupta, informa, cuenta, nos dice de un hecho o una situación ya concluida o terminada. Aquí es el crimen de Ifigenia. A continuación, despues de provocar esa sorpresa, pasa a explicarlo en los siguientes versos, como es aquí el caso, cuando poco más allá nos revea que en el último momento la joven es salvada milagrosamente por la divinidad ´rtemis..


Echando cuentas, Ifigenia se nos muestra como una muerta contando un relato desde el verso 6 al 29 para quien no supiera de ella, para los conocedores de su historia es claro que no tienen sentido esta aparente muerte que no es tal.



sábado, 16 de septiembre de 2023

HERÓDOTO EN LA CULTURA POPULAR

 

LISÍSTRATA Y LA SELECIÓN FEMENINA DE FÚTBOL

Se acabó, lema  reivindicativo de la selecció femenina de fútbol, una vez se han sentdo con prestigio y poder, son las recientes campeonas del mundo para cambiar y reformar una institución tan cerrada y dominio personal de unos pocos, como la RFFE.
El espíritu de Lisístrata, de una manera u otra, sigue en perdurando en el tiempo.








martes, 12 de septiembre de 2023

HERÓDOTO Y LA LLAMA DE FOCEA


 La Llama de Focea es una novela de Lorenzo Silva. Pertenece a su serie de novelas protagonizadas por dos agentes de la Guardia Civil, Bevilacqua, alias Vila, y la sargento Chamorro.

Es la número doce de la colección.


SINOPSIS: A pesar de que la intriga empieza en el occidente ibérico, una peregrina del Camino de Santiago aparece muerta con señales de violencia, la acción se traspasa en breve a Cataluña. En efecto, la víctima es una joven catalana, hija de un líder independentista y con fama de enriquecimiento ilícito. Estamos a poco de los disturbios de 2017 en Cataluña. Vila y Chamorro son escogidos para desentrañar el asunto. A Vila esto le produce una cierta conmoción, pues aunque ubicado en Madrid, vivió en Barcelona unos años cruciales en su vida, tanto profesional como personal. Seguramente, la investigación le devolverá emociones y sentimientos que aún guarda en su pensamiento.

LA CUESTIÓN DE FONDO: Silva no es un autor que quede al margen de la actualidad sociopolítica del país. En su columna periodística muestra sus opiniones, siempre razonadas, y no del gusto de muchos.

Parece que con esta novela quiere, en parte, dar su testimonio, en una novela de crímenes, su testimonio personal de su vinculación con el mundo catalán, de repente tan ajeno para unos.

Sin entrar nunca en trazos gruesos, trata de encontrar una razón a todo, a las diferentes posturas, pero quizás lo que sobresale de la novela, la mirada que va dejando a lo largo de sus páginas, es de cierta pena y tristeza por lo ocurrido. Al tiempo que desvela sus sentimientos amables y agradecidos hacia las gentes de aquellos lugares. Pero, como decimos la tristeza y cierta nostalgia de cómo era su vinculación hasta hace unos años se deja traslucir en todo el relato.

LAS REFERENCIAS AL MUNDO CLÁSICO: FOCEA Y HERODÓTO: Dejando este sentir global de la obra, nos llamó la atención, por su relación con el mundo clásico, el último capítulo, o mejor, el epílogo, con el que pone fin a su obra. En estas últimas páginas quiere hacer como una reflexión final de todo lo sucedido en estos años, arrojar alguna luz sobre el asunto sociopolítico, y a nivel personal, el abandono de Barcelona y de las amistades e historias personales que allí deja.

Por lo tanto, hace dos últimas visitas, resumen personal y político de su relación con Barcelona, una a un intelectual barcelonés, Altavela, la segunda, más íntima, a la que pudo haber sido su verdadero amor, Anna.

Es en la conversación con el intelectual Altavela es cuando sale a relucir el origen del título de la novela, La llama de Focea. Sobre todo, Focea, nombre de origen griego.

Alega Altavela en la conversación, y esto lo ha tomado el mundo nacionalista como si fuera una razón excluyente y exclusivo de su territorio respecto a los demás, como una señal identitaria inequívoca, señala el personaje con voz autorizada que los griegos, gente de prestigio, habían poblado los primeros estas zonas de la antigua y por ellos llamada Iberia, cosa que los diferenciaba y distinguía de los toscos y rudos mesetarios del interior ya desde aquellos comienzos.

El intelectual precisa, griegos, sí, pero ¿qué griegos? Detalle este que esconde una posible explicación al origen de dónde procede toda esta distancia entre unos y otros territorios, que ha llegado hasta la actualidad.

La gran expansión colonial griega, estudiada en todos los manuales, se produce entre los siglos VIII y VI a.C. Bajo la denominación de griega se oculta el hecho de que no fue una expansión promovida por una nación, inexistente entonces, como Grecia. Los que promovían la expansión, impulsados por la escasez de tierras, problemas sociopolíticos o la presión del Imperio Persa, fueron poleis de escaso territorio, pero independientes y autónomas. Y, además, unas se singularizaron en esta expansión más que otras.

Precisamente, una de las más activas fue esta que da nombre a la novela, Focea, Φώκαια. Esta ciudad estado, ubicada en la costa de Asia Menor, tenía un carácter especial. El propio Heródoto es quien les atribuye ser los pioneros en los largos viajes por el Mediterráneo, descubriendo el Adriático y tomando contacto con el tan distante reino de Tartessos, en Iberia, cuando para aquellas fechas todo ese mundo occidental era desconocido y escaso de interés para el mundo griego y el Próximo Oriente. Además de una potencia comercial, fundó colonias tan importantes como Massilia (Marsella), Nicea (Niza) y la misma Ampurias.

Este personaje, Altavela, saca a relucir este relato del historiador en el epílogo, la parte final del libro, como ya dijimos, con el que concluye algo rápidamente la novela. Lo extrae, lo cita en el propio texto, del historiador griego, de su obra Historia, en el libro primero, de sobrenombre Clío, nombre de la musa con el que se nombra también a los nueve libros de la obra del historiador.

Es lo que se conoce como logos, es decir, partes más o menos extensas dedicadas a determinados pueblos del área mediterránea, los que el historiador va dando cuenta a medida que sigue el hilo de su relato sobre las Guerras Médicas. Éste, pues, trata de la polis de Focea, y recibe el nombre de logos foceo.

EL LOGOS FOCEO DE HERÓDOTO:

Los foceos, resumiendo lo que cuenta el historiador, ubicados en la franja de Asia Menor, tuvieron que enfrentarse a las ansias expansionistas del Imperio persa en tiempos de Ciro II, el verdadero forjador de aquel imperio, a lo largo del siglo VI a.C.

Dejando que el propio relato de Heródoto sorprenda al lector actual, como sigue sorprendiendo después de dos milenios y medio, la novela destaca algún episodio de las refriegas entre persas y foceos, entre ellos, el que para el autor es el más llamativo.

Los foceos, asediada su polis por los persas al mando de cierto Harpago, una vez que no se quisieron someter y aceptar a ser súbditos del Imperio Persa, abandonaron con engaño y a escondidas su polis en sus aguerridos barcos, las penteconteras. Harpago a continuación tomó posesión de la abandonada ciudad, y antes de marcharse, dejó una guarnición persa en defensa del lugar. 

Mientras tanto, los foceos habían intentado adquirir unas islas, las Enusas, en las cercanías de la gran isla de Quíos, pero estos sus poseedores se negaron. Decidieron entonces emigrar hacia el Mediterráneo occidental, hacia una colonia fundada no hacía mucho por ellos mismos, Alalia en Córcega.

Pero, antes de esto, volvieron sorpresivamente a su antigua polis que habían abandonado a la fuerza, y acabaron con la guarnición persa de forma cruda.

Una vez realizada esta acción y dispuestos ya para la gran travesía, en ese momento a la mitad de ellos les invade, según dice el historiador, tristeza y pena. Renuncian al juramento hecho de permanecer unidos y se quedan en su polis, aceptando su nueva condición de súbditos persas. Los otros, firmes en sus propósitos, abandonan esos sus lugares patrios para siempre, y marchan hacia Alalia, buscando donde instalarse como nueva comunidad en algún lugar que pudieran. 

Finalmente, después de varias vicisitudes en Córcega debidas a su difícil asentamiento en nuevas tierras con los cartagineses y etruscos de aquellos lugares, termina este periplo asentándose en territorios de la zona de Reggio-Calabria, en el sur de Italia. A partir de entonces, se termina la información de Heródoto, y se les pierde la pista a estos intrépidos foceos.

LAS CONSIDERACIONES DE ALTAVELA.

Así termina la versión historiada del amigo de Vila, basándose en Heródoto. Concluye su exposición con voz clarificadora, relacionando los genes originarios de aquellos aguerridos foceos con los habitantes actuales del territorio de la actual CCAA.

"De aquellos navegantes despiadados (viajaban en penteconteras, naves guerreras) y alérgicos a la servidumbre venimos los catalanes- dijo Altavela- pero también de sus conciudadanos, que a la hora de la verdad, prefirieron someterse al persa. La llama que vino de Focea con la que levantaron Ampurias, y que transmitía a la colonia el fuego de la polis fundadora, traía esa mezcla de pragmatismo y cólera, diligencia y caos..."

 

 

De esta forma, la novela, por boca del personaje, quiere dar una explicación razonable, amparada en los orígenes, de las vicisitudes por las que pasa el territorio de Cataluña, radicalizado en los últimos años hasta provocar una grave crisis.

Sin embargo, la novela continúa, quitando ese rasgo de excepcionalidad y exclusividad a la que también son proclives allí.

 "Así son los humanos de aquí y allá, mal que le pese a quienes   prefieren una explicación pueril que exalte a toda costa la excelencia de lo suyo"

 La conversación termina con las reflexiones de Vila después de oír al erudito. Aquel episodio de la antigüedad lo toma, dice que se lo queda para sí, pues en verdad, no es más que eso, como una metáfora de todo lo que ha ocurrido después, y más en concreto, de lo acontecido en los últimos tiempos durante los que ha escrito la novela. La metáfora, es decir, la llama, esa que los foceos habían traído en los albores de las fundaciones griegas en Iberia, en Ampurias, podía servir para mirar con cierta abstracción y distancia todos los conflictos y jaleos que se han sucedido en la CCAA desde entonces. 

Es claro que el autor considera este argumento histórico como una metáfora. Pues ciertamente el auge del nacionalismo en Europa y en España tiene su auge en el siglo XIX. Y explica, en buena medida, mucho más claramente los orígenes de las desavenencias de ciertas partes del territorio español con el propio Estado. Aun así, Vila lo toma para sí, como una visión complementaria e ilustrativa.

 

IN MEDIAS RES: La novela, por otra parte, está planteada como un relato in medias res. A partir del descubrimiento del cadáver de una peregrina en el Camino de Santiago, y la investigación que se pone en marcha, centrada en Barcelona, la novela da saltos atrás continuamente. Están vinculados a la historia personal de Vila, quien vivió en esa ciudad casi en los inicios de su desempeño como Guardia Civil. Allí es donde se instala al principio con su mujer y su hijo recién nacido, y es donde conoce al que sería su maestro en el oficio de defensor de la ley. 

Vila, pues, regresa a esos lugares plagados de recuerdos y sentimientos encontrados, y su mirada es ciertamente nostálgica, como un Odiseo que regresa a una Ítaca que no llegó nunca a ser tal.


sábado, 9 de septiembre de 2023

FOCEA, LA LLAMA DE FOCEA Y HERODOTO


 162. A su muerte vino del Asia oriental, para sucederle en el mando, Harpago —que también era de nacionalidad meda—, … Este hombre, designado entonces general por Ciro, cuando llegó a Jonia, fue tomando las ciudades mediante terraplenes

CLXII. [1] ποθανντος δ τοτου, ρπαγος κατβη διδοχος τς στρατηγης, γνος κα ατς ἐὼν Μδος, … οτος νρ ττε π Κρου στρατηγς ποδεχθες ς πκετο ς τν ωνην, αρεε τς πλιας χμασι

 La primera ciudad de Jonia que atacó fue Focea. πρτηι δ Φωκαηι ωνης πεχερησε.

 

Los habitantes de Focea, por cierto, fueron los primeros griegos que realizaron largos viajes por mar y son ellos quienes descubrieron el Adriático, Tirrenia, Iberia y Tarteso.

ο δ Φωκαιες οτοι ναυτιληισι μακρισι πρτοι λλνων χρσαντο, κα τν τε δρην κα τν Τυρσηνην κα τν βηρην κα τν Ταρτησσν οτοι εσ ο καταδξαντες·

… al llegar a Tarteso, se hicieron muy amigos del rey de los tartesios, cuyo nombre era Argantonio, que gobernó Tarteso durante ochenta años y vivió en total ciento veinte

πικμενοι δ ς τν Ταρτησσν προσφιλες γνοντο τι βασιλι τν Ταρτησσων, τι ονομα μν ν, ργανθνιος, τυρννευσε δ Ταρτησσο γδκοντα τεα, βωσε δ πντα εκοσι κα κατν.

 Harpago, cuando llegó al frente de su ejército, inició el asedio de la ciudad, si bien ofreció la posibilidad de darse por satisfecho si los foceos accedían a demoler un solo baluarte de la muralla (símbolo de sumisión)

δ ρπαγος ς πλασε τν στρατιν, πολιρκεε ατος, προισχμενος πεα ς ο καταχρι ε βολονται Φωκαιες προμαχενα να μονον το τεχεος ρεψαι

 … Entonces los foceos, …, respondieron que querían estudiar la propuesta durante un día …;… ο δ Φωκαιες περιημεκτοντες τι δουλοσνη φασαν θλειν βουλεσασθαι μρην μαν

 pero le pidieron que, mientras ellos la estudiaban, retirara sus tropas de la muralla… ν ι δ βουλεονται ατο, παγαγεν κενον κλευον τν στρατιν π το τεχεος…

… así, mientras Harpago mantenía sus tropas alejadas de la muralla, los foceos, …,  embarcaron a sus hijos, a sus mujeres y todos sus bienes muebles, …, subieron ellos a bordo y pusieron rumbo a Quíos. Los persas, pues, se apoderaron de Focea, cuando se había quedado sin sus moradores…

ν ι ν ρπαγος π το τεχεος πγαγε τν, στρατιν, ο Φωκαιες … σθμενοι τκνα κα γυνακας κα πιπλα πντα,… κα ατο εσβντες πλεον π Χου. τν δ Φωκαην ρημωθεσαν νδρν σχον ο Πρσαι.

 … Entretanto los foceos, en vista de que los quiotas, cuando intentaron comprárselas, no querían venderles las islas llamadas Enusas (islas entre Quíos y el Asia Menor) … decidieron dirigirse a Córcega (a una reciente colonia suya, Alalia);

CLXV. ο δ Φωκαιες, πετε σφι Χοι τς νσους τς Ονοσσας καλεομνας οκ βολοντο νευμνοισι πωλειν, … πρς τατα ο Φωκαες στλλοντο ς Κρνον·

 … Pero, cuando se disponían a partir rumbo a Córcega, antes de hacerlo, desembarcaron en Focea y masacraron a la guarnición persa que, por orden de Harpago, defendía la ciudad…

στελλμενοι δ π τν Κρνον, πρτα καταπλεσαντες ς τν Φωκαην κατεφνευσαν τν Περσων τν φυλακν, φρορεε παραδεξαμνη παρ ρπγου τν πλιν.

Sin embargo, cuando se aprestaban a partir rumbo a Córcega, a más de la mitad de los ciudadanos les invadió un sentimiento de nostalgia y añoranza por su ciudad …, pusieron proa de regreso a Focea. En cambio, los que se atuvieron al juramento, zarparon de las islas Enusas y ganaron mar abierto.

στελλομνων δ ατν π τν Κρνον, περημσεας τν στν λαβε πθος τε κα οκτος τς πλιος … , ψευδρκιοι δ γενμενοι ππλεον πσω ς τν Φωκαην. ο δ ατν τ ρκιον φλασσον, ερθντες κ τν Ονουσσων πλεον.

 Cuando llegaron a Córcega, vivieron por espacio de cinco años ….

CLXVI. [1] πετε δ ς τν Κρνον πκοντο, οκεον κοινι μετ τν πρτερον πικομνων π τεα πντε,

 Pero, como … se dedicaban a pillar y a saquear a todos sus vecinos, … los tirrenios y los cartagineses, …, entraron en guerra contra ellos … Los foceos … salieron a hacerles frente en el mar llamado Sardonio (Tirreno). Libraron, entonces, un combate naval y los foceos obtuvieron una victoria cadmea (o pírrica)… (es la conocida batalla de Alalia, que implicó el alejamiento de los griegos de la zona, y la expansión comercial de los cartagneses en el Mediterráneo Occidental).
κα γον γρ δ κα φερον τος περιοκους παντας, στρατεονται ν π ατος κοινι λγω χρησμενοι Τυρσηνο κα Καρχηδνιοι, ... ο δ Φωκαιες πληρσαντες κα ατο τ πλοα … νταζον ς τ Σαρδνιον καλεμενον πλαγος. συμμισγντων δ τι ναυμαχηι Καδμεη τις νκη τοσι Φωκαιεσι γνετο
se volvieron, pues, a Alalia (Córcega), recogieron a sus hijos, a sus mujeres y todos aquellos enseres que las naves podían transportar y, …, abandonaron Córcega poniendo rumbo a Regio (Calabria)

καταπλσαντες δ ς τν λαλην νλαβον τ τκνα κα τς γυνακας κα τν λλην κτσιν σην οαι τε γνοντο α νες σφι γειν, κα πειτα πντες τν Κρνον πλεον ς Ῥήγιον.

 … (posteriormente) aquellos (foceos) que se habían refugiado en Regio, partieron de allí y se apoderaron, en tierra Enotria (sur de Italia, regiones de Calabria, el Brutium y Lucania), de una ciudad, esa que hoy en día se llama Hiele (Elea). Y la colonizaron, … Esto fue, en suma, lo que ocurrió con Focea de Jonia.

ο δ ατν ς τ Ῥήγιον καταφυγντες νθετεν ρμμενοι κτσαντο πλιν γς τς Ονωτπης τατην τις νν Ὑέλη καλεται· κτισαν δ τατην … Φωκαης μν νυν πρι τς ν ωνηι οτως σχε.