POETICAE TEMPESTATES Y CINE

 

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ANAGNÓRISIS CLÁSICAS y DE CINE

POZOS DE AMBICIÓN: NOSTOS E IDENTIDAD

  El tema del nostos, la expresión griega que significa regreso, formó un género o subgénero literario, dentro de la gran literatura épica.

Sus orígenes en Occidente están en Homero, claro, el más famoso de los nostos es el del héroe odiseo, tras veinte años lejos de su casa.

Junto con el tema, aparentemente claro, del regreso, se entremezclan otros por debajo y, en ocasiones, no menos interesantes y, a la vez, algo inquietantes.

Esto sucede cuando el personaje que regresa, al cabo del tiempo, de mucho si es el caso, ya es difícilmente reconocible.

estas mismas dudas de la personalidad, en algún momento se han planteado con el propio Odiseo. En este caso, es cuando aparecen en juego las señales de reconocimiento o anagnórisis, con el que está también indudablemente relacionado.

Este asunto paralelo e inquietante al del regreso o nostos, ha tenido cierto éxito también en la literatura y cine. En la literatura, por ejemplo, la novela de M. Vicent Son de mar. En el cine, las películas El regreso de Martin Guerre y Sommersby, su versión americana.

También lo hemos visto hace poco en la novela de J.M. Guelbenzu La muerte llega de lejos.

Así pues, y volviendo al título con el que empezábamos, la película Pozos de ambición, de Paul Anderson, protagonizada por un ávido y trágico empresario petrolífero, Daniel Plainview (Daniel Day Lewis), emplea el mismo recurso.

Hacia la mitad de la película, una vez que al empresario petrolífero le van las cosas bien, de repente aparece un personaje nuevo que se quiere identificar como un hermano del exitoso petrolero. Le dice que es hijo de la segunda mujer que tuvo su padre, y su nombre es Henry. Tras unas dudas y sospechas iniciales, el personaje pasa a formar parte de la vida, la solitaria y fatigada vida del petrolero. Entre ellos llega a entablarse una amistad más allá de la supuesto vínculo familiar. 

Así pues, se unen en esta situación la aparición repentina de un desconocido familiar y la necesidad e compañía del protagonista.

Todo va bien, hasta que, claro, aquella sospecha instalada en el propio espectador, se hacen patentes. En una conversación descuidada, en medio de una juerga, la primera que se ve en el film, aunque el petrolero es bien aficionado a la bebida, pero en solitario, en un momento de desinhibición, el supuesto hermano dice algo, en plena ebriedad, que despierta la desconfianza del petrolero.

                                      Daniel y Henry, su supuesto hermano, al otro lado de la mesa.

Una vez constatada la verdad, el verdadero cambio de identidad del supuesto hermano, las consecuencias serán funestas.

Por lo tanto, vemos aquí, en una obra de estas que podríamos llamar peculiar, de un director, Paul Anderson, al que algunos consideran de culto, este viejo recurso, entre otros muchos, claro, del regreso o nostos, y de la identidad cambiada. 

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ESCENA DE ANAGNÓRISIS TRÁGICA.Two Rode Together (1961)

James Stewart, un sheriff, Marshal Guthrie McCabe, curtido en su vida con los indios comanches, es contratado por un conjunto de colonos, amparados por el ejército, para que recupere a todos los niños raptados en esos años en contacto con los colonos. El oficial del ejército, y antaño amigo de Stewart, Jim Gary, es decir, Richard Widmark, es el encargado de contratarlo para el ejército.

La relación entre ambos, a pesar de su antigua relación, se mantendrá en tensión en determinados momentos.

Después de muchas reticencias, a sabiendas que lo que pretenden esas desconsoladas familias, la recuperación de sus hijos secuestrados, no va a tener buen final, pues en el tiempo transcurrido, aquellos niños habrán adoptado la lengua y las costumbres indias, y de hecho, ya serán comanches completamente, a pesar de esto, y a cambio de buena recompensa, Stewart aceptará.

Después de muchas peripecias e intentonas, muchas de las cuales vienen a conformar los crueles presagios de Stewart en relación a los chivcos años ha secuestrados, finlmente logran regresar al fuerte con un jiobven comanche que cree Stewart se corresponde con la descripción de una de las familias.

Una vez en el campamento, el joven comanche se muestra como lo que en verdad es, un comanche. No hace sino escupir, gritar y airarse, esclavizado por quienes creen que lo están recuperando.

El primer pagadr de Stewrt, a quien le ha traido el joven, renuncia a pagarle lo convenido, pues desiste de aceptarlo como su hijo.

El comanche es atado y en espera a ser devuelto. Pero una de las madres, trastornada, lo confunde con el hijo, Toby, que perdió años atrás.

Aprovechando un descuido, libera al joven, que, sin comprender nada, le clava un cuchillo.

Los demás colonos, al enterarse de lo ocurrido, realizan un juicio de pacotilla, declaran culpable al comanche y se disponen a ajusticiarlo.

R. Widmarck, el militar, trata de impedirlo, pero recibe un giolpe y cae desvanecido.

Cuando los colonescogen al comanche a la fuerza, para subirlo a una carreta y lincharlo, de la gresca scae al suelo y se abre una caja de música, que empieza a entonar su melodía.

SE da el caso que esa caja pertenecóa al hermano de Shirley Jones, cuya familia ha venido a buscar a asu hermano, y había deistido. Momentos antes, Temple le confiesa a Widmarck que esa caja pertenecía a su hermano, y en las noches que no podía dormir, le gustaba abrirla y oír la melodía hasta que le entraba el sueño.

Y, en ese momento crítico en que se llevan a rastras a Toby, la caja, abierta, vuelve a reiniciar su tonada. Toby, arrebatado por una fueria que le vienen de su interior, se deshace de sus maniatadores, y se arroja hacia la caja, gritando desesperado mío, mío.

Pero todo es ya inútil. Los colonos , sin saber lo que ocurre, vuelven a atrapar al chico, lo suben de nuevo a la carreta, y lo llevan hacia su ajusticiemainto dramático.

Shirley Jones, devastada, cae al suelo y llora desesperada, al recoocer a su hermano Steve secuestrado años atrás.

Una escena de anagnórisis, de las más logradas, efectista como la que más, al provocar el director un cúmulo de sentimientos y emociones en el momento en que se produce ese reconocimiento, reconocimiento fatal.

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