El motivo Pygmalion: Uno de los mitos más curiosos y peculiares de la mitología clásica es el mito de pygmalión. Tiene varias interpretaciones, que se han divulgado a lo largo de los tiempos. El mito relata como el famoso escultor Pygmalión, dolido con las mujeres y renunciando al trajo con ellas, esculpe una figura de mujer tan bella y perfecta para él, que queda prendado de su propia obra.
La obseión llega a tanto que el artista empieza a suspirar tanto por su obra que llegado un momento, ruega a los dioses que le den vida, que la doten de alma y la hagan real.
Los dioses cumplen con su ruego y la escultura llega a la vida, cumpliéndose el imposible sueño de su enamorado autos.
El mito se ha interpretado, en muchas ocasiones, en aquellos argumentos en los que una persona modela, educa a otra, a partir de sus preferencias y conocimientos, de la que en ocasiones acaba enamorándose.
Hasta cierto punto, podría relacionarse con el mito de Prometeo, en el sentido este de , no creación, sino recreación de una nueva persona a través de las artes e influencias de otra.
El caso más celebre que conocemos es la obra de G. Bernard Shaw, titulada así precisamente, Pygmalión.
Mucho tiempo después fue llevada al cine, de la que recordamos el música clásico de My Fair Lady.
En otros momento se han hecho otras películas con el mismo teme, como Educando a Rita.
Entrando en la nueva era en la que entramos, hace unos años se hizo Her, en la que el protagonista se enamoraba del robot de la casa. En Big Bang Theory, uno de los capítulos se centra en el enamoramiento del personaje de Rash.
En la segunda versión de la clásica Blade Runner, volvemos a encontrar el tema de Pygmalión, con una versión ya más sofisticada, como corresponde a las últimas versiones tecnológicas y al ambiente futurista de la película.
El protagonista, Ryan Gooslip, se enamora de un ectoplasma, muy bella y cargada de sentimientos tan humanos como el que más. Su humanidad, capacidad de enamoramiento y amor al protagonista es casi la perfección absoluta.
En una escena que debería considerarse llamativa, se llega incluso a lograr la corporeidad de sus sentimientos, el contacto físico, que se logra por medio de utilizar a otra mujer que aparece en un momento determinado en el apartamento del detective.
Por medio de no se sabe que sincronización, pues no es perfecta, el ectoplasma femenino entra en el cuerpo físico de la fémina real y se va apoderando de todos sus rasgos.
omo a fin de cuentas se trata de una operación cibernética y tecnológica, el protagonista Gooslip a veces se ve acariciado por cuatro manos, las del ectoplasma y lkas de la otra mujer, hasta que llega un momento en que la sincronizacion es total y el acople es perfecto.
Pero estos abrazos son inacabables y tan pronto se desincroniza como lo vuelva a restaurar.
Así pues, aquí tenemos a un moderno y futuro Pygmalión, enamorado de un plasma cibernético que activa merced a un aparato tecnológico, figura de apariencia totalmente sensual y humana, pero que desaparece tan rápido como se desconecta el aparato.
El final de esta relación no puede ser más emotivo. Los malos de la película llegan tan cerca de Gooslip que consiguen cercarlo. Una vez atrapado, le golpean, lo dejan abandonado y le destruyen ese aparato con el que activaba su plasma femenino. Las últimas palabras de ésta al desaparecer son que desparecerá de su vida "como lo haría una chica real".
Nota: también podríamos considerar en parte que la primera versión de Blade Runner, donde los androides cibernéticos sufren, aman y padecen como los hombres, podría contener esta versión del motivo Pygmalión, sería el caso de la historia de amor entre Harrison Ford y la ¿androide? Rachel.
Edipo Runner