Mi nombre es Nadie, así engaña el astuto Ulises al gigante y salvaje cíclpoe Polifemo. Luego vendrá el momento de descubrir la verdad. Las escenas de reconocimiento ya fueron uno de los recursos más efectivos en el teatro clásico griego. Así se puede ver en los tres trágicos principales en las obras Coéforas y las Electras. El personaje regresa oculto y emboscado a un lugar, muchas veces su lugar de origen, como le ocurre a Ulises y Orestes, o a otro distinto. En Gladiator, el personaje de Máximo ha tenido que esperar más de cinco años para llegar a Roma. Allí cumplirá la venganza que tiene preparada en la figura del emperador Cómodo. Pero hasta tanto eso ocurra, su verdader personalidad ha de estar oculta. Por eso durante todo este tiempo es llamado "hispano" por su procedencia, o "gladiador", como él mismo se llama para no descubrir su verdadero nombre.
En una de las escenas más emocionantes de la película, y recurriendo a un recurso del reconocimiento, ya explotado desde los clásicos, el héroe oculto descubre su verdadera personalidad en esta escena.
NOTA: como curiosidad, antes de llegar a este momento, y en la misma escena, tenemos otro recurso clásico en acción: Máximo intenta atacar directamente a Cómo pero un acontecimiento imprevisto lo detiene. Es el recurso ya empleado en la disputa entre uiles y Agamenón, y que desde entonces se ha venido repitiendo de una u otra forma.